Cuando Bills dijo que se iría a dormir por dos semanas, lo primero que hizo el ángel fue mirar de reojo a la muchacha a su lado. Era una mujer jóven y venía de un mundo muy lejano. De un plano diferente. Bills la había llevado ahí ese mismo día, de ahí la sorpresa de su declaración.

-Ese viaje entre dimensiones me dejó exhausto-agregó frotandose el cuello.

Sonaba un poco tonto ese argumento, considerando que esa muchacha era una humana ordinaria y no mostraba signos de fatiga por la travesía.

-¿No te molesta o si Mary?-le preguntó el dios con esa mirada coqueta que ponía a veces.

-Son sólo dos semanas-dijo ella más resignada que aprobando aquella situación.

No se dijo más al respecto. Mary se despidió de Bills abrazandose a él y regalandole unos besos en la comisura de la boca. Whiss miró a otro lado con ese recato mojigato tan propio de él. El ángel nunca estaba presente cuando su señor se veía con esa mujer,pero desde ese día todo sería diferente. Se encontraría con escenas así, le gustará o no. Si le tocaba ser honesto el asunto de esa mujer le era un tanto fastidioso, por más de un motivo. Desde que Bills empezó a ir a la Tierra, se había hablandado un poco. Que esa mujer se volviera lo suficientemente relevante para llevarla a su mundo, era una de tantas pruebas de lo mucho que había cambiado su señor. Pero tal vez lo más relevante de todo, a su molestia, era que de manera implícita Bills lo dejó a cargo de ella y eso no hacía parte de sus tareas.   

Whiss no había tenido la oportunidad de ver a Mary de cerca mucho tiempo,pues por obvias razones Bills le pedía que lo dejara solo con ella en ese otro mundo. La mujer parecía una persona tranquila y sobretodo muy callada. No sólo no hablaba mucho, también era muy silenciosa al moverse, pero fuera de eso no tenía algo extraordinario. No tenía poderes, ni estaba dotada de una belleza divina. Tampoco era alguien de una inteligencia como la de Bulma. Por donde se mirará a Mary, resultaba obvio que era una persona común y corriente.

-Sígame por favor. El castillo cuenta con varias habitaciones que...

-No hace falta-lo interrumpió Mary-No tengo pensado quedarme en el palacio.

-¿No tiene pensado quedarse en el palacio?-repitió Whiss un poco confundido-¿Quiere que la lleve a la Tierra?-le preguntó inclinándose un poco para verla a la cara, acción que hizo que ella diera un paso atrás.

-No. Ese es el lugar más inseguro de este universo-rio Mary y Whiss arqueó una ceja-¿Puedes darme equipo de campamento?

El ángel no estaba muy familiarizado con eso de acampar, pero Mary describió lo que quería con mucho detalle y él, más por curiosidad que otra cosa, le dió lo que ella solicito.

-Este mundo es tan... especial. Se me hace muy bonito y voy a recorrerlo-le dijo Mary poniéndose la mochila en la espalda.

Whiss se le quedó viendo. Ella se veía muy entusiasmada con la idea de recorrer el planeta y hasta cierto punto, para él era más cómodo así, sin embargo, dejarla ir así nada más... Había varios peligros para ella en ese mundo.

-¿Esta segura de que no prefiere quedarse aquí?-le preguntó como obligado a hacerla considerar esa opción-Mucha de la comida que tengo es de la Tierra, supongo que le puede resultar familiar. Aquello hará su estadía más cómoda...

Mary se sonrió.

-Abandone mi mundo para estar con él, aquí Whiss. Entre más rápido me desprenda de los recuerdos de mi antiguo hogar... Mejor para todos.

Aquello era un punto que a Whiss le causaba un enorme interés. Mary abandonó literalmente todo lo que conocía para vivir con el dios de la destrucción. Su familia, sus amigos, sus sueños, su mundo entero sólo para estar con Bills. Aquello podía considerarse una gran prueba de amor,pero Whiss no estaba tan seguro de eso. La dejó ir haciendo varias advertencias respecto a ese mundo. Mary prestó atención a todo lo que dijo, se despidió y se marchó. Whiss se asomó a verla caminar por la senda entre el campo de flores,luego se apartó de aquella ventana para volver a sus rutinas.

Aquel ángel podía pasar allí solo eras completas, mientras su señor dormía tranquilamente. Cierto era que podía salir a cualquier sitio que quisiera, pero gran parte de sus días transcurrían en ese pequeño mundo. Él no necesitaba dormir, lo que extendía sus días. Aunque en realidad el tiempo pasaba de forma diferente para él. La monotonía no era motivo de hastío,sus pensamientos no pasaban por las trivialidades de un mortal. Sus incansables rutinas tenían motivos que disfrutaba bastante,pero con esa mujer merodeando por ahí se sentía un tanto intranquilo. Cuando entrenaba a Goku y Vegeta las cosas se tornaban un poco diferentes. Disfrutaba de la presencia de esos dos por varias razones,pero con Mary era distinto. Esa primera jornada la tuvo bastante presente en sus pensamientos.

-Estas un poco tenso, Whiss-le dijo el Pez Oráculo, mientras lo veía llevarse una copa a la boca, sentado en aquella silla ingravida al costado del acuario.

-Para nada-le respondió secamente.

-La masa de esta tarta esta un poco dura,apretada. Eso pasa cuando estas lidiando con alguna idea incómoda-dijo el vidente, antes de llevarse el segundo bocado a la boca-¿Es por la novia del señor Bills?

-Él no la llama así...

-Pero ambos sabemos que eso es lo que es-le refutó el Pez Oráculo-Aunque se me hace muy extraño que ella esté aquí,así...
¿No la invitaste a la merienda?

-La señorita Mary prefirió... explorar este mundo a quedarse aquí y disfrutar de las comodidades de este palacio y mi servicio-le respondió con desinterés.

-Pero podría pasarle algo muy malo allá afuera. Podría ser atacada por un animal salvaje, caer en una grieta profunda, ahogarse, golpearse la cabeza y...

Y el Pez Oráculo siguió mencionando una decena de trágicas posibilidades, logrando que Whiss se levantará y saliera hacia el pasillo para mirar a través de su cetro a la muchacha. Con cierto alivio la descubrió caminando por la orilla del lago. Los humanos no eran su responsabilidad. La suerte de esa mujer no tenía nada que ver con él y, sin embargo, más allá del tácito mandato de su señor, no podía simplemente olvidarse de ella. Aunque tal vez habían otras razones para ello.

En cuanto a Mary, ese mundo le era como estar atrapada en un sueño y no sólo porque era la morada de Bills. Eran los colores, eran esos árboles enormes y secos como monolitos entre esa naturaleza que era el lienzo de un pintor surrealista. Esos mundos colgando del cielo a la vista de cualquiera,en pleno día, el silencio tan grande de la vida allí, que apenas se percibía y esos campos de flores infinitos surcados de sendas tan bien definidas que parecía que todo ese lugar no era sino el delirio de una mente inventiva agitada por un toque mágico. No había sitio así allá en su mundo. Pero la noche...la magnífica noche que convertía a esos planetas en decenas de pálidas lunas en medio de un océano de estrellas tan diferente al que se ve desde la Tierra,era algo conmovedor. Muchas de las estrellas no son más que fantasmas de astros muertos cuya luz,por la distancia, apenas nos está alcanzando. Ese cielo tan saturado de luces titilantes se la hacía,a Mary, tan viejo y ajeno que pese a su mística belleza fue una bofetada de realidad.

-¿Esta llorando?-le preguntó una voz a su costado que la sacó de sus pensamientos.

Secando sus lágrimas,Mary dió la espalda al ángel bajo los árboles y le preguntó qué hacia ahí.

-Pensé que le gustaría probar este delicioso pastel de chocolate con fresas que me dió la señora Bulma. Lo estaba reservando para una ocasión especial y su bienvenida me pareció...

-Yo no como chocolate-lo interrumpió la muchacha volteando a verlo con el rostro seco,pero con sus ojos húmedos.

-¿Disculpe?

-El chocolate me hace daño. No puedo comerlo-le dijo logrando que Whiss bajara el brazo en que sostenía la caja con el pastel- Pero gracias...por la intención.

Whiss miró al cielo. Desde luego Mary no era la primera persona que veía llorar. Tampoco las lágrimas le conmovian demasiado,pero en ese llanto callado de la mujer notó algo que difícilmente otra criatura iba a experimentar...

-Todos los mundos tienen cielos distintos-dijo como pensando- Quizá el de la Tierra pueda parecerle más similar al que usted veía. Puedo llevarla allí si quiere...

Mary lo quedó mirando. Ese sujeto tenía un aura etérea y una mirada que aunque clara y tranquila, la verdad, era un poco difícil de soportar.

-¿Tú... sólo viniste a ofrecerme pastel?-le preguntó la muchacha tomando un poco por sorpresa al ángel, que inclinó el rostro a un lado viendo hacia arriba, antes de soltar un comentario para disolver la tensión.

No podía olvidar que ella lo conocía. En cierta forma. Que de allá, de dónde ella provenía, mucha gente tenía acceso a su vida y a la de otros más. Quizá eso lo molestaba, quizá eso aumentaba su curiosidad. Ella parecía saber su real propósito para esa "visita" así que se sintió más cómodo para soltar su cuestionario sobre ella. Con muy poco tacto le hizo toda clase de preguntas de las que ella selecciono muy bien cuáles responder. A las otras sólo las evadió, mientras que a muchas contestó: no responderé eso. Pero esa reserva de respuestas era precisamente lo que más estimulaba al ángel a seguir preguntando,sin embargo, cuando notó que ella estaba fatigada abandonó su empresa... Para retomarla al día siguiente, con otra excusa barata. 

Mary tenía paciencia, más de lo que muchos podían creer, pero Whiss tenía el don de llevarla al límite rápidamente y cuando eso pasaba comenzaba a contestar con monosílabos o hacerle preguntas a él respecto a las plantas, al clima, al suelo. Ella también tenía curiosidad y durante los primeros días no fue raro que los dos caminarán por ahí intercambiando preguntas, compartiendo un bocadillo; pero después de unos días el ángel no volvió a buscarla. Mary supuso que estaba satisfecho y volvió a sus asuntos,cuales fueran, por lo que ella siguió con su afán de científico catalogando plantas, restos de minerales, aves y animales en sus cuadernos de campo. Así esperaba a que el dios despertara.

Whiss habiendo entendido todo lo que quería entender, sólo volvió con Mary para darle provisiones. A veces la miraba a travéz de su cetro para saber si estaba bien. Siempre la encontraba en un lugar diferente y con la ropa más sucia debido a su afán de meter la nariz en todo lo que encontraba. Las dos semanas que Bills dijo iba a dormir pasaron muy rápido para los dos,pero un mes después el dios todavía no despertaba y eso empezó a tener un efecto en la muchacha. Whiss la sorprendió, muchas veces, viendo hacia el palacio y en la última semana había caminado hacia el. Por eso al cumplir cuatro semanas alli, Whiss fue por ella para que viera a Bills. Le muchacha se dió un baño,cambio su atuendo y llegó a esa cama flotante de la mano de Whiss.

-Tenga cuidado. Dormido puede ser bastante peligroso...

-He dormido con él, Whiss. Sé como es-le dijo la muchacha arrodillándose sobre la cama donde el dios estaba descansando,en una pocisión muy incómoda.

Mary le puso la mano sobre la nariz,pero sin tocarla. Le hizo una caricia en la mejilla y el dios murmuró algo,para después tomar una pocisión más cómoda, boca arriba, quedándose muy quieto. Aquello tomó por sorpresa a Whiss,quién se retiró después de recibir una mirada de la muchacha. Una vez solos ella se abrazo a él y descanso su rostro en el pecho de Bills, quedándose allí varios minutos antes de decirle en voz baja, pero perfectamente audible:

-Despierta por favor...te extraño.

Whiss, oculto tras una de las alarmas, observó aquello en juicio silencioso. Después se retiró.

Bills no despertó ese día,ni el siguiente,ni el que vino después, pero una mañana cualquiera abrió los ojos lentamente viendo el rostro de Mary de forma difusa. Antes de poder mirarla con claridad,la mujer saltó a sus brazos y lo apretó contra ella con todas sus fuerzas. Algo que no le molestó demasiado al dios.

-El Pez Oráculo dijo que despertaría hoy-le dijo Mary al apartarse un poco de él.

-Ah...si-murmuro el dios antes de lamer el dorso de su mano y pasarlo tras su oreja-¿Qué le pasó a tu cabello?-le preguntó después de observar a la muchacha sentada sobre sus piernas.

-Creció-le respondió Mary tomando un mechón.

-¿Tan rápido?-le cuestionó Bills cerrando los ojos para volver a lamer su mano.

-¿Rápido? Para nada-le dijo Whiss que apareció flotando a un costado de la cama-Usted a dormido por tres años, señor Bills...

Aquello no sorprendió al dios, pero le causó una sensación un poco extraña,al mirar a esa mujer a los ojos.