Adrien Agreste nunca ha experimentado el mundo exterior, así que le aterra la idea de salir a conocerlo.

De tan solo imaginarse dando un paso afuera de su mansión una terrible ansiedad lo invade y al ver en la televisión programas de la vida diaria tiene ganas de vomitar por toda la gente que ve en ese lugar.

Él tiene mucho miedo. Le aterran las críticas, la hipocresía, el daño que otros puedan proporcionarle, conocer gente nueva, la inseguridad; todo lo que pueda encontrarse en la calle. Su casa es su lugar seguro.

Sin embargo tiene que salir del país con su institutriz Nathalie debido a que su padre sufrió un accidente y está grave, en un hospital de México.

Ama a su padre, ha sido el único que le ha brindado apoyo encerrándolo para mantenerlo protegido, así que debe ir con él.

Por lo tanto toma sus maletas y sale, respirando profundamente y tratando de calmarse. No se siente bien, pero tampoco tan mal como creyó que se sentiría. Él puede superar su miedo, él lo hará.