Capítulo 5

Número de palabras: 1546

Escrito: 30/03/19
Publicado: 29/09/19

[M I E D O - Preguntas]
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Ella sostenía el pequeño collar con algo de fuerza mientras su mirada se dirigía a diferentes lugares buscando la causa de porque estaba ahí, ella recordaba que lo traía puesto en la mañana.

Suspiro con pesadez frotando un poco su sien un poco frustrada, definitivamente ese no era para nada su día. Sin más la joven se adentro a su habitación cerrando también la puerta de su balcón detrás de si sin saber que una sombra estaba justo al lado de ella, esta solo desapareció al instante de que ella se fue. Tal como apareció ya no se encontraba, sin ninguna explicación, nada que pudiera explicar el porque de ese extraño comportamiento.

Esta sombra recorrió un gran camino solitario hasta parar enfrente de una posada, la sombra solo tomó una forma humana mostrando a un joven de cabello azabache de tez pálida y ojos de color Rojo sangre, este solo camino dentro del establecimiento sin siquiera parar por la recepción, solo fue al lugar de las habitaciones buscando una en específico.

Parecía estar atrapado en sus pensamientos, hasta que escucho una voz aparentemente conocida para este, levanto la mirada hacia la puerta de una habitación encontrando a un Rubio de ojos azules con el ceño levemente fruncido y con ambos brazos cruzados.

—¿Donde estabas, Rogue?

Parecía Molesto y no era de extrañar ya que el moreno llevaba más de 6 horas separado de el sin siquiera haber avisado por lo que solo lo miro buscando alguna explicación.

El Rubio le parecía ya muy extraño el hecho de que su amigo desapareciera de su lado a penas la rubia saliera corriendo, aunque fuera un idiota podía darse cuenta de algo tan obvio como eso. El nombrado solo paso a su lado adentrándose en la habitación sin decir nada hacia su compañero ignorándolo por completó.

—Rogue Cheney, No me ignores y responde mi pregunta ¿Donde estabas?

Se adentro en la habitación siguiéndole el paso Buscando la manera de que el Moreno soltara alguna que otra razón de porque desapareció por tantas horas, no era de extrañar la actitud del Eucliffe hacia su acompañante, después de todo era lo suficientemente extraño que este desapareciera derrepente cuando tenían una misión importante que cumplir. La cual, se había atrasado hasta el día siguiente por culpa de el de ojos carmesí.

El Cheney solo se sentó en su cama tomando un libro que había a su costado para empezarlo a leer, el Rubio admitía que esa fue una gran manera de ignorarlo olímpicamente.

Estaba apuntó de rendirse y dejarlo en paz de tantas preguntas puesto que sabía que no lograría que este hablará, Su mejor amigo aunque no lo pareciese era muy terco en muchas cosas y lo era mucho más cuando no quería hablar sobre algún tema en especial, por lo que estaba apuntó de recortarse en su cama cuando un pequeño pero notorio olor llegó a sus fosas nasales.

Fruncio levemente el ceño de nuevo, ese olor que desprendía su compañero lo había sentido antes, no era proveniente de el, si no de alguien más pero no lograba reconocer de quien, se acercó rápidamente a su amigo arrebatándole el libro y lanzándolo al suelo mientras se subía encima del Moreno sobre la cama, lo olía de una forma muy extraña por todos lados el otro solo lo estaba empujando claramente molesto por esa acción.

—¡Ya basta Sting, Sueltame! ¡Luego decías que el gay era yo!
¡Que te quites!

Levanta la voz un poco pero sin la intención de exagerar ya que no quería que nadie lo escuchará ya que podían malinterpretar la situación, ya harto le suelta un fuerte puñetazo en la cara mandándolo directo al suelo de un zarpazo, el Rubio gruño de molestia sobando un poco su espalda baja puesto que el golpe había sido más fuerte ahí. Se levanta un poco irritado y dice.

—¡Que te sucede imbécil, ¿Por que me golpeas?!

El Moreno lo vio incrédulo por unos segundos, ¿Ese idiota de verdad no se había dado cuenta de que sus acciones se podían malinterpretar? Con su Palma golpeo un poco fuerte su cara y frustrado le respondió.

—¿Como que "Por qué"? ¿Acaso no te diste cuenta de que estabas encima mío en mi cama mientras me Olías? ¡Cualquiera pensaría que tenías otras intenciones!

Y justo en esos momentos el Rubio caía en cuenta de sus acciones por lo que solo atinó a poner una cara de asco para alejarse unos cuantos metros del Moreno el cual seguía en la cama solo que ahora sentado con los brazos cruzados, el tenía la suficiente paciencia para no matar a Sting, tenían suerte de que sus demás compañeros estuvieran en otra habitación ya dormidos puesto que era más de media noche. Si, el admitía que había llegado un poco tarde.

—¿Y bien?

Pregunto ya con su paciencia casi por el piso, el Rubio lo estaba sacando de sus casillas.

—Olvida eso, solo estaba oliendote para poder descubrir cual era ese extraño aroma que desprendes.

Su respuesta fue algo sería lo cual sorprendió un poco al Moreno pero este no le tomó tanta importancia, no debía ser nada malo ¿Verdad?.... O que tan equivocado se encontraba pues el Rubio con tan solo esos segundos encima de el pudo notar de quien era perteneciente tal olor.

—No sabía que te llevarás bien con Lucy Hearfilia.

Esas simples palabras lograron dejar de piedra al dragón slayer de las sombras, había olvidado por completo el hecho de que estuvo cerca de Lucy en su balcón, por lo que aunque no tuvieron contacto físico sus olores se mezclaron un poco, el Moreno estaba apuntó de negarlo completamente cuando se abrió la puerta de la habitación en la que estaban dando paso a Minerva, Rufus, Yukino y Orga, los cuales apenas entrar analizaron el lugar hasta que encontraron al Moreno.

—¡Rogue! ¿Tienes idea de lo que hiciste? Ahora nos retrasaremos un día por tu culpa, Le dijimos a Makarov que estaríamos en fairy tail hoy y no pudimos ir porque tu desapareciste.

Regaño la mujer de cabello azabache fulminado con la mirada a Rogue el cual solo quiera que la tierra lo tragase.

¡Solo fue a ver si la rubia estaba bien y a entregarle su collar! No hizo nada malo, bufo, sabía que no podía darle sus razones a sus compañeros por haber desaparecido hoy ya que luego lo llenarian de preguntas de las que el tampoco es capas de responder, solo quiso seguirla sin saber el porque.

Ella lo intrigaba desde lo que sucedió con la puerta Eclipse, el sabía que ella escondía algo y ese algo tenía que ver con el.

Suspira, sus manos se dirigen a su cabello despeinandolo un poco. ¿Cómo saldría de esta? Busco en toda su mente una excusa válida pero no contaba con el hecho de que su compañero, El Dragón Slayer de la luz diera la razón por el.

—Por lo que se, El trae el olor de Lucy heartfilia impregnado en su ropa.

Ante esto todos en la habitación abrieron sus ojos con sorpresa, Mirando al azabache quien estaba sin palabras evitando contacto visual con sus compañeros, La señorita de Sabertooth Se acercó al Eucliffe colocando su mano sobre el hombro de este.

—¿Estás seguro de ello Sting?

El Asintió aún mirando al moreno con seriedad luego volteo hacia esta.

—El olor es leve...— Pauso.— Pero está ahí.

Por alguna extraña razón, el rubio Eucliffe sentia que estaba delatando a su hermano, «¿Por que será?» Se preguntó a si mismo en su mente.

Silencio, Derrepente todo era silencio en esa habitación.

La mayoría mirandose entre sí mientras que el mago de las sombras seguía con su mirada separada de los demás, evitando cualquier contacto visual que pudiese generar siquiera una mínima pregunta.

—Rogu...

—Deberiamos dormir, es tarde ya.

Interrumpió él de manera rápida a Yukino causando otro silencio, este no dejaba de evitar sus miradas así que resignados suspiraron y salieron de la habitación dejando solos a los Dragon Slayer gemelos.

El Cheney se agacha para tomar el libro el cual aún se encontraba en el suelo, el rubio estaba apunto de acercarse a él para intentar sacarle aún más información pero se detiene en seco al ver al moreno colocando el libro en la mesa de noche a su lado mirándolo con seriedad.

Cuando estuvo apunto de decir siquiera algo el moreno lo corto de inmediato.

—Buenas noches.

Apagó la luz desde el interruptor que había cerca de su cama quitándose las botas y metiéndose en la cama colocando la fina sábana blanca sobre el abrazando con cuidado de no despertar al pequeño exceed dormido a su lado.

El rubio no tuvo de otra más que dormir.

«Esa mirada de temor... ¿Por qué siento que... es hacia mi? ¿Qué escondes en esos pensamientos Heartfilia y por qué.. Siento que estoy involucrado?»

Pensó para si mismo mirando al techo, Tania tantas preguntas y muy pocas respuestas pero de algo si estaba seguro, Si lo que iban a hablar con el maestro de Fairy tail salía a la perfección, Podría indagar más respecto a esa rara actitud de la Rubia.

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CONTINÚARA.

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