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«Capítulo 3»

Capítulo 3

Número de palabras: 2138

Escrito: 07/12/18
Publicado: 28/04/19

[M I E D O - Una Mirada]
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Con algo de duda lentamente se levantó de la fuente, su mirada estaba un poco pérdida mientras su corazón latía tan fuerte que podría jurar que estaba apuntó de salir de su pecho.

Después de lanzar la moneda su mente quedó en un pequeño trance.

Jamás imagino estar así solo por una persona, tenía miedo de ir y encontrarse con el en el gremio al que tanto ama, lo ve como una amenaza.

Sin darse cuenta empieza a avanzar y unos pequeños copos de nieve empezaban a caer, estaba haciendo un poco de frío así que llevó sus manos a sus brazos frotándose un poco.

El camino parecía hacerse más largo de lo normal, ya se encontraba en el centro, donde se hallaban las tiendas, tanto de ropa, comida o frutas, a su alrededor algunos trabajadores la saludaban puesto que ella pasaba mucho por ahí pero su mirada seguia un poco pérdida, sin responder a los saludos, ella estaba ahí pero a la vez no.

Su cuerpo estaba, pero su mente no.

La fría nieve caía sobre ella, eran pequeños copos de diversas formas ella siempre admiraba la nieve, anhelaba tocarla, sentir su textura y su frialdad.

¿Era una estupidez admirar algo que jamás pudiste tocar?

El ambiente lograba relajar su mente, esta vez su mirada no estaba en los niños, miraba la forma de actuar de los adultos la cual era distinta en cada uno.

Una pareja de amigas paso a su lado escuchando un poco de su conversación, la cual dejó aún más atrapada a la Heartfilia en su mente.

“—Dime ¿Que harás más tarde?”

Una de las dos inicio la pequeña conversación, era un poco más baja que su acompañante como unos tres centímetros, cabello castaño de ojos verde agua.

“—Quiero alejarme de esta fría nieve, estar en mi casa y acurrucarme junto a la persona que amo.”

Mencionó la segunda la cual tenía el cabello totalmente oscuro de ojos café y piel bastante pálida.

Sus palabras hicieron a la rubia detenerse y pensar sobre lo último mencionado.

«Acurrucarse junto a la persona que amas, ¿Como... Se sentirá?»

Ella a pesar de ser una aspirante a escritora jamás había llegado a pensar en como se sentirían las emociones que supuestamente sentían sus personajes el uno del otro cuando jamás había sentido algo igual.

Para ser sincera, ella era una inexperta en ese tema.

Nunca supo como eran en realidad esas sensaciones que tanto relataba, quería sentirlas, experimentarlas pero la inseguridad sobre ese tema la detenía por completo... Porque ella sabía que algunas historias de "Amor" No terminaban para nada bien.

Todos sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir un pequeño escalofrío recorrer su columna vertebral.

Su cuerpo para en seco.

Ella sabía que no era por lo helado que se encontraba el ambiente, ese tipo de sentimiento lo reconocía donde fuera, por instinto cambio la trayectoria de su mirar hacia la derecha quedándose completamente congelada.

Esto no podía estar pasando, ¿Por qué su suerte le jugaba en su contra?

Era el. ¿Que estaba haciendo el allí?

Su mirar no se apartaba de sus movimientos, un jadeo escapo de ella, esto no podía estar sucediéndole ¡No!

A unos tres metros de distancia, en una tienda de frutas se encontraban los dragones gemelos de sabertooth junto a sus compañeros exceeds, su mirada no precisamente estaba en el rubio o en los felinos, estaba clavada en alguien en especial, Rogue Cheney.

Todo a su alrededor se congeló dejando en movimiento solo lo que el Moreno hacia.

Un sudor empezó a recorrer su cuerpo, cada vez el escalofrío se hacía más fuerte, sus piernas estaban temblando muy notoriamente mientras sus labios empezaban a abrirse un poco, sus ojos denotaban terror... Mucho terror.

Las pesadillas y las cosas que sucedieron con mirai Rogue regresan a su mente, sus ojos empezaban a cristalizarse sin que ella pudiera detenerlo, no sólo sus piernas temblaban... Ella también lo hacía.

Uno de sus pies dio un paso atrás, quería gritar, correr, desaparecer ¡Pero ya!

Dos pasos atrás, su mirada seguía clavada en el, tenía miedo de apartar la mirada y que el llegará a atacarla, aunque supiera de antemano que eso no sucedería.

La fría y sádica sonrisa de mirai llega a su mente, su respiración empezaba a entrecortarse siendo aún más rápida.

Se abraza a si misma mientras unas cuantas lágrimas salían sin ser pedidas, personas a su alrededor la miraban con confusión, pero su mirada no se apartaba, no podía... No podía dejar de mirarlo.

Sus sollozos se vieron presente, en Cámara lenta noto como el Moreno empezaba a mirarla.

Su cuerpo se congeló por completo, esos ojos tan rojos como la sangre, más fríos que el hielo la estaban mirando.

Ella sentía que la sombra de el se acercaba a ella, pero el no se movía solo estaba ahí... Parado mirándola.

Sus pulmones rogaban aire, sus pasos seguían hacia atrás, como una presa acorralada ante su cazador.

¿Se sentía así tan solo por una mirada?

Sentía el miedo recorrer cada parte de su cuerpo, sin más sale corriendo, su mente le rogaba que no mirara hacia atrás, se sentía en su misma pesadilla, sentía la sombra siguiendola a gran velocidad, que poco a poco esta estaba apuntó de alcanzarla.

Sus lágrimas le impedían ver el camino su mente se repetía las mismas palabras una y otra vez.

«No mires atrás»

Los árboles se hacían visibles, al no tener hojas por la nieve los hacia verse más espeluznantes, sentía sus pasos lentos.

Solo corría y corría sin rumbo alguno, tropezando con una piedra haciendola caer en el suelo.

Algunos raspones se hicieron presentes en su piel, unas mínimas gotas de sangre salían de ellas.

Se apoyo recostada en un árbol mirando el camino por donde había ido.

Nada.. No había nadie.

Se sentía como una estúpida al correr sin que nadie la estuviese persiguiendo.

Sus lágrimas seguían callendo, tomo la llave de Leo invocandolo al instante, este al aparecer lo único que hace es abrazarla con fuerza mientras esta lloraba en sus brazos.

Un pequeño grito de ella es ahogado por el cuerpo del espíritu que se encontraba abrazandola.

Los animales eran expectantes de cada una de sus lágrimas que era causadas por el miedo en ella.

☆✿☆

Todo el mundo aún seguía expectante por la repentina huida de la hada mirando por donde se había ido.

Los dos Tigres se acercaron hacia donde ella se encontraba hasta hace unos minutos.

Lentamente todo el mundo siguió con lo que estaban haciendo.

“—¿Deberíamos seguirla?”

El Rubio parecía un poco confundido por lo ocurrido recientemente, el Moreno estaba totalmente callado he ignoraba cada palabra de su compañero atrapado en su mente.

El Rubio al notar que su compañero lo ignoraba solo suspiro regresando a la tienda donde estaban los exceeds.

El Cheney permaneció parado ahí mirando el camino donde ella fue, su mirada estaba un poco pérdida.

«Su mirada estaba llena de... Miedo... ¿Por qué?»

Un pequeño brillo llamó su atención, era un collar de plata, el mismo que ella tenía en el cuello antes de salir corriendo.

Se agacha tomándolo entre sus manos, apareciandolo, tenía un pequeño escrito en el... No, eran iniciales "L.H" En su interior estaba una imagen de una niña rubia con un vestido Rosa con toques blancos hasta las rodillas y dos adultos vestidos formalmente, la mujer en la foto le llamó la atención por su gran parecido a la Heartfilia.

Se levanta, su mirada se dirige por última vez hacia donde ella se fue, dándose la vuelta guardando el collar en su bolsillo regresa con su compañero.

☆✿☆

Ese pequeño acontecimiento podría marcar un después al haberse encontrado por casualidad, sus miradas logrado cruzarse con diferentes tipos de emociones por parte de cada uno.

Todos alguna vez hemos tenido algún miedo al cual nos aferramos sin darnos cuenta, al estar siempre con ese temor no logramos centrarnos en nada más. Si, puede que haya veces que logremos olvidarlo por tan solo unos pocos minutos o horas al estar rodeados de personas que logran distraer nuestras mentes.

Pero lo cierto es que al volver siempre a la oscuridad o soledad siempre regresa, no importa como, no hay manera de poder evitarlo. Muchos queremos superarlos pero no logramos encontrar la forma de hacerlo, lo cierto es que, no hay que tenerle miedo a lo que desconocemos o incluso los prejuicios que nosotros mismos llegamos a crear.

Todo a su alrededor parecía tan diferente sin su presencia, sin su mirada que sentía que la perseguía se sentía más segura en un bosque sin saber ni siquiera donde se encontraba con tan solo a unas pocas horas del anochecer que cerca de ese chico.

Los pequeños cantos de los pájaros que aún se encontraban aún despiertos en su pequeño nido, su mirada se había quedado complemente clavada en esos animalitos, ya se encontraba un poco más tranquila y relajada.

El haber huido de esa forma debe de aceptar que fue algo cobarde de su parte, pero ¿Que podría hacer? Cada día veía menos posibilidades de poder llegar a superar ese temor que la atormentaba.

Y ahí estaba otra vez, siempre pensando en lo mismo ocasionando que su cuerpo empezará a temblar un poco, esos ojos completamente fríos que la analizaban por completo y ese gran escalofrío en su espalda apareció.

El sonido de un pajarito que había bajado y se estaba acercando a ella.

Su propio subconsciente actuó sin su autorización levantando un poco su mano haciendo que el ave color café obscuro se colocará en su dedo índice de su mano derecha. Su mirada y atención estaban con la pequeña criatura la cual la tranquilizaba un  poco.

Siempre le gustaron los animales.

Con su otra mano delicadamente acaricia la cabecita de la criatura, un Pequeño copo callo sobre su nariz logrando un estornudo, ¿Por qué caían copos y después no?

La mano de su espíritu celestial que se mantuvo a su lado sin separarse ni un centímetro de su amiga y compañera se posicionó en su hombro haciéndola sobresaltar. Se había ensimismado tanto en sus pensamientos que había olvidado por completo de él, este solo la cubrió con su chaqueta para luego decir...

“—Lucy, ya está empezando a hacer más frío será mejor que vayamos a tu departamento, te puedes enfermar solo traes un pequeñ abrigo.”

Esta lo pensó por unos segundos, si se enfermaba tendría una excusa extra para faltar al gremio, pero no querría preocupar a sus compañeros y mucho menos a sus espíritus.

Tomo al pequeño pajarito levantándose sacudiendo un poco su ropa la cual tenía algo de tierra y nieve encima.

Colocándose de puntillas regresando el ave a su nido se voltea a mirar al capitán de los doce espíritus dorados. Su mirada estaba con un brillo un poco opaco, sus lágrimas proclamaban por querer salir De sus ojos chocolatados.

“—¿Como... Podría superar este temor?”

No se esperaba esa pregunta para nada ¿Que podría responderle? El silencio invadió su alrededor, buscando en sus pensamientos la respuesta a ello.

“—Lo sabía, no hay manera para lograrlo.”

Ella bajo su mirada ocultando parte de su rostro con su flequillo Rubio mientras su labio empezaba a temblar un poco.

“—Los miedos... Los miedos son difíciles de entender, algunos son absurdos y otros se entiende el porqué de ellos, pero la única manera que hay para poder superarlos es enfrentándote a ellos, Lucy... Deberías hablar con ese tal Rogue”

Otra vez el silencio estaba entre ellos, un aura incómoda apareció en el ambiente, Ahora era el turno de él para apartar la mirada por su parte ella lo miraba con total sorpresa y duda.

¿Que no vio todo lo que hizo para alejarse de el solo por haberla mirado?

Esa era una locura sin igual ¡Como podía proponer semejante locura! Ella, ella no podía hacerlo ¿Como reaccionaria el Cheney al saber lo que ocasiona en ella?

Miedo, su miedo la detenía, estaba completamente atrapada, estancada.

Ella sabía que las palabras de su espíritu eran verdad, necesitaba hablar con el Cheney pero sabía que ella no sería capas de lograrlo, le era imposible, completamente imposible.

La sola idea de tenerle cerca, ella tener que hablarle, sincerarse y peor aún... Contarle de su miedo junto a su razón del porque.

No le saldrían las palabras para poder expresarse, ¿Como decirle todo eso sin soltar lágrimas y querer correr sin parar?

Sería como llegar y decir "Hola Emm, Rogue te tengo muchísimo miedo y quisiera que desaparecieras de la faz frente la tierra" Sería completamente ridículo.

“—¿Yo? ¿Hablar con Rogue Cheney?”

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C O N T I N U A R A


Próximo capítulo: Noche fría.

Dedicado a: galxyst y CozzuYai

¡Lamento la tardanza chicas!

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