Habían pasado dos años, seguía sin sentir algo, yo no era nadie y no importa quien era, yo ya no soy nadie.

.- Yyyyy sonríe!-. Dijo enfocando la camara de su teléfono hacia mí.

Hice lo que pude, pero más que una sonrisa salió una mueca, una mueca sin ninguna importancia.

.- Okeyyy está vez avanzaste -. Me mostró la foto sonriendo.
.- Si, supongo....-.

Desde que sufro alextimia no puedo sentir nada, es como si todo lo que había aprendido, todo lo que era y sentía se ubiera borrado, como la memoria de un celular.

.- Debo irme-. Me despedí y camine a mi hogar.

Cortadas, quemaduras de alto nivel, hacia de todo para sentir algo, lo que fuera, nada funciona, nada.
Con el tiempo mi madre hacia que viera películas emotivas, como cosas de la vida real, o el chico que es atropellado por una motocicleta, muere, y le deja a su amada unas medias de abeja, o con rayas amarillas y negras, debo de admitir que no era de lo mejor pero al menos podía decir que a mi madre se le dan muy bien las emociones.

.- Oye!-. Me lanzó un cuaderno.- Fenómeno! Sientes eso?!-. Me empujo tirandome al suelo.
.- NO DEJENLA-. No termino de llegar hacia mi cuando ya la estaban sosteniendo.
.- Porque defiendes a esta tonta, es un monstruo!-.