Ese momento fue inquietante para la criatura mágica, su ama y alguien que se parecía a su compañera mágica había salido por algún motivo, para su fortuna ella ya había aprendido a prepararse la cena y arreglarse para dormir.

Fue a la cama como en los últimos días, pero algo la inquietaba y fue esa visita inesperada, no es que fuera a pasar algo importante pero...

— Concéntrate — Se dijo a sí misma — Ammmff —

No tuvo más opción que corroborar algo con sus propios ojos.

Algo interesante es que entre criaturas mágicas de este tipo son fáciles de reconocerse entre ellos sobre todo cuando usan materiales similares o de la misma procedencia, en este caso todos estaban hechos de materiales de la isla pero en diferentes proporciones.

Así que cuando Susie confesó que las dos brujas que la acompañaban eran también un par de creaciones para esta no fue una sorpresa solo le dio un poco de curiosidad y algo de alegría que tendría lo que se podría considerar hermanas o primas cualquiera de los dos conceptos lograba aplicar.

La coneja salió aún con un poco de duda su ama le pidió que esperara pero no especifico donde asi que no estaba cometiendo ninguna falta y no podía evitarlo era ese presentimiento que la invadía y tenía que salir de dudas.

En la primera cabaña que entró fue en la de Susie donde se supone estarían sus hermanas o primas, la coneja pensaba y estaba mas comoda diciéndoles hermanas, aunque después de pensarlo un poco le mortifico un poco más ante las situaciones que habia pasado, pero por su reacción casi tranquila puede que ellas lo vieran como algo natural o simplemente estaría exagerando las cosas.

Se dispuso a buscar en el baño, pero solo encontró algo de ropa sucia, en donde se supone estaría la habitación, la cama era un desastre y solo había ropa regada alrededor de la misma.

— Holaaa! — La coneja comenzó a susurrar tratando de no ser descubierta pero no obtenía respuesta alguna, se esmeró en buscar bajo la cama o adentro de algún ropero.

— Tal vez — La coneja pensó.

Así que sin dudar demasiado salió a una de las cabañas, en la que vivió una de las brujas tal vez la habrá alojado en ese lugar.

— Hola? — Ella susurraba mientras tocaba la puerta con algo de cuidado.

La habitación estaba oscura pero la luz que lograba filtrarse era más que suficiente para tener una simple visión de su entorno, al igual que las demás estaba vacia no habia nadie solo un olor familiar pero nadie a quien dirigir su atención, sin mas esta salio de la cabaña sin siquiera haber notado ese montón de escombros de tierra, piedra y barro que estaba cerca del espejo.

Cuando llegó a la siguiente cabaña en esta ocasión no toco la puerta simplemente entro pero de forma discreta ella estaba segura que aquí estarían sus dos compañeras, pero solo noto la luz donde se encontraba el baño encendida y un pequeño ruido.

La criatura mágica trato de ver si se trataba de sus hermanas y casi pensó que era una de ellas, hasta que noto que esta se estaba quejando y estaba medio vomitando en el baño o tal vez se quedó dormida junto a la taza.

— Hola? estás bien, la coneja se arrimo un poco y toco el hombro de la que parecía ser su compañera — No tu no eres —

— Ahhh. que? — Alice se despertó un poco aturdida y aun con un poco de saliva escurriendo por la boca.

La bruja se levantó ignorando a la caneja y se fue a enjuagar la boca — Que asco, no volveré a tomar esa cosa — entonces noto medio borroso a esta invitada — no de nuevo, otra vez Susie creando clones de más, que no aprende la ultima vez hizo que Betsy se molestara, espera se supone que ya te habian desecho o una que se parecía a mi —

La bruja algo tambaleante y murmurando cosas ilegibles para la coneja sacó su varita y caminó hacia la coneja.

Algo la alertaba, algo le decía que se alejara pero no sabia que era así que solo retrocede por instinto sin saber qué ocurría mientras la bruja balbuceaba y caminaba hacia ella hasta que a escasos centímetros de tener la varita en su pecho esta perdió el equilibro y cayó sobre un montón de escombros.

— Ya limpiare eso mañana, espero Betsy no se descuenta o termina gritándole a Susie una semana entera — Alice aturdida por su mala elección de bebidas alcohólicas balbuceaba sus pensamientos y al no ver a la coneja pensó que su cometido había sido cumplido así que en la oscuridad de la noche regresó a su cama.

El corazón o lo que lo representaba estaba palpitando al máximo, ella estuvo en peligro no sabia solo hasta no que no vio lo que estaba en sus pies fue cuando su corazón se horrorizo.

Eran piedras, ramas y lodo pero no era cualquier escombro, este montón de materiales aún conservaban una leve parte de la esencia de su hermana la que se parecía a esa que estuvo de atacar — hermana? — La coneja sintió algo que no desearía experimentar nunca, el dolor de una pérdida.

Sin titubear demasiado y alejándose lo más rápido posible de esa bruja se arrastró como pudo fuera de ese lugar, tardo un poco en procesar pero se percato de algo, asi que regreso a la otra cabaña, ese aroma familiar — O hermana — Pensó con dolor mientras veía el otro puño de escombros.

Regreso a la cabaña de su ama y se arrastró angustiada a su cama, esta no podía dejar de pensar en lo que había pasado, las palabras resonaban en su joven mente, esos momentos que había vivido en esas últimas horas y el fatídico destino de sus hermanas, acaso tendría el mismo destino.

Ya eran las 2:00 Am de la madrugada y la criatura no podía mantener su calma, todo parecía ser cierto, estaba por ser desechada ella era simplemente imperfecta.

Las 3:00 am se veían en el reloj de la pared y la coneja estaba revisando el libro del cual contenía el hechizo de donde fue creada y solo reafirmo un poco su temor, con una lágrima corriendo por su mejilla supo la verdad, esta seria su ultima noche como un ser conciente mañana sería solo otro puño de escombro que si tenía suerte emitirá algún ruido o alguna palabra sin demasiado sentido.

Eran las 6:30 am y el sol comenzaba a levantarse.

La coneja había tomado una decisión, busco afuera de la cabaña ramas, piedras y un poco de lodo, acomodo la pila cerca de su cama, fue al refrigerador ya la alacena para buscar provisiones y materiales para acampada.

Si bien su lealtad estaba con su ama, ella quería vivirlo y disfrutarlo con ella no ser una carga, pero a la vez no quería desaparecer tan pronto, no aun apenas había nacido, apenas conocía el mundo.

Así la criatura mágica salió de la cabaña de Mildred y camino hacia el bosque en una dirección desconocida.