A veces no nos percatamos hasta que ya es demasiado tarde.

— ¡Basta! — Susie apenas podía hablar por la intensidad que provocaba ese poderoso afrodisiaco.

— ¡Es suficiente, te ordeno que te detengas! — Susie habla con más fuerza.

La supuesta criatura mágica solo hizo gestos corporales de duda levantando los hombros pero pronto ignoro a Susie y con las manos llenas de esa sustancia aceitosa se disponía a sujetar los pechos de esa bruja, su mirada lujuriosa era clara deseaba ver gemir a Susie como si no existiera un mañana.

— he dicho que basta!! — Susie gritó entre pequeñas lágrimas que se escapaban de sus ojos — Susie usó su fuerza innata y su magia que tanto domina para maximizar sus propios músculos y romper las ataduras arrojando a esta supuesta Betsy a la orilla de la cama.

— No puedo soportar más ver tu rostro mugre montón de piedras, no mereces llevar el rostro de Betsy — Susie rápidamente invoco su varita.

La supuesta criatura cayó de la cama por la impresión y retrocede hasta la pared con el rostro lleno de miedo.

Susie suspiro un poco más calmada al ver a su asustadiza creación — No es nada personal pero quiero compartir estos momento con la verdadera Betsy no con un consolador viviente — Susie canalizo el hechizo y miró con un poco de desprecio a su creación — Por que no te puse otro rostro —

El cuarto estaba parcialmente obscuro y solo se podría ver el rostro de Susie iluminado por el conjuro, esta se levantó de su cama y a pesar de lo difícil avanzó a su muñeco para desarmarla, era difícil con ese afrodisiaco que tanto la estaba atormentando, era muy concentrado tanto que cada paso casi la haría estremecer si es que no estuviera molesta.

Finalmente estaba frente a su criatura, esta estaba sentada contra la pared tratando de retroceder con una cara de espanto por su final era inevitable, como un último recurso esta miro con un rostro triste a Susie casi como si le rogara.

Susie solo sonrió — Lo lamento pero mi corazón solo le pertenece a Betsy — está toco a su supuesta creación directamente en el pecho pero para su sorpresa solo soltó una risita.

— que diablos — Susie no tardó ni un momento y reintento el hechizo para deshacerse de su creación pero cada vez que lo hacía esta solo soltaba una leve risita por el contacto de la varita con su piel — Pero... como —

Esta Betsy se reía en cada intento hasta que — Auuu, au, espera maldición me acabas de picar una bubi — Esta se sobaba su lastimado pezón mirando en forma de burla a Susie.

— Espera, tu... Esto no es lo que parece — Susie se percató que esto no era siquiera su creación.

Betsy no tardó demasiado en recomponerse y comenzar a gatear hacia Susie quien retrocedía poco a poco por el temor y la vergüenza de lo que estaba pasando.

— A donde crees que vas — Betsy se acercaba mientras su amiga no encontraba forma de explicar qué había pasado.

— No espera un poco, no es lo que crees Betsy yo puedo explicartelo — Susie retrocedía hasta que llegó al filo de la cama sin más a dónde avanzar fue alcanzada rápidamente por su amiga, por un pequeño empujoncito Susie termino sentada en la cama pero no podía escapar mas tenia a Betsy recargada sobre sus rodillas mirándola con un rostro pintoresco.

— Bruja tonta, sabes cuanto tiempo he estado he estado esperando para que al fin habrás un poco tu frío corazon — Betsey comentó.

— Yo.. lo siento — Susie comentó incómoda.

— Rompiste una promesa y debes ser castigada — Besty sin demasiada gracia le separó las piernas a Susie y se lanzó directo a su ya húmeda entrepierna.

— Betsy, yo... noo ... hay carajo, hmmm!! — Susie tuvo que morderse la mano para no gritar por sus gemidos, el afrodisiaco, la emoción del momento y la ágil y brutal lengua de Betsy estaban destrozando la mente de la bruja, su cuerpo se estremecía y en cada segundo que pasaba podía sentir como perdía el control de su cuerpo.

Por más que quisiera tomar distancia, por más que quisiera resistirse su cuerpo no podía con tal carga sensorial sus movimientos solo se limitaban a retorcerse y sujetarse de las sabanas de su cama, sentía que en cualquier momento perdería el conocimiento.

Solo un suspiro ahogado fue lo último que escuchó Betsy y el cuerpo de Susie había dejado de luchar.

Betsy se dio cuenta — Susie? — la bruja dejó su labor y se levantó a ver a su amiga — No, no, no — Esta reacciono nerviosa — responde que te pasa —

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En la cabaña de al lado Mildred estaba indecisa sobre que hacer, era algo diferente y no sabía como tratarlo, asi que realizó varias tareas para tratar de olvidarse del tema, hasta que en algún momento ella se enfadó y decidió tomar la iniciativa, todo fuera por el bien de su mascota mágica.

— Muestramelo — Le ordenó Mildred a su mascota.

Esta estaba claramente nerviosa pero era una orden directa de su ama, no podía negarse a sus órdenes, poco a poco se bajó el short deportivo junto a su trusa dejando a la vista a lo que ella llamaba su pequeña imperfección.

MIldred se acercó para analizarlo más de cerca era único a su forma más grande que los que ha conocido antes, no era el primero que tenía cerca pero a diferencia de las otras veces en esta le daba más curiosidad su funcionamiento en su mascota.

La joven bruja se agacho para tenerlo a nivel de su cara y estuvo a punto de tomarlo con las manos aun con sus dudas y miedos su curiosidad era aún mayor.

El casi tocarlo la emocionaba, corazón palpitaba y sentia una emocion culposa pero justo antes de tenerlo entre sus manos la puerta de su cabaña se abrió de golpe.

— Ayuda, es una emergencia!! — Betsy quien estaba literal en ropa interior, la de su hermana.

— ¿Pensaba que no podías hablar? — Mildred comento con el paquete de su mascota en mano.

— Deja eso es Susie, necesitamos llevarla al médico — Betsy comentó preocupada.

Esto alteró más a Mildred dejando a su mascota semi aterrada, esta duro incluso varios minutos en la misma posición mirando como su ama salió angustiada del lugar.

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Una hora más tarde en una clínica del pueblo, Susie estaba en una camilla del hospital con intravenosa y varios medicamentos administrados.

El doctor estaba revisando y comentando su diagnóstico.

— La señorita Susie se encuentra en buen estado de salud, solo tuvo un desmayo posiblemente se a sobre esforzado demasiado en el trabajo, además de un ligero cuadro de deshidratación pero ya se le está tratando con vitaminas en la intravenosa — El doctor miro a las dos brujas angustiadas — Solo dejen que descanse ella estará bien es incluso mas saludable que la mayoría en esta isla —

— Gracias doctor, la llevaremos a casa en cuanto ella se recupere — Besty comentó algo angustiada.

— No gracias a ustedes, por favor no se sobre esfuerce tanto — El doctor se despidió dejando a estas dos brujas solas.

Susie estaba aún dormida y Betsy y Mildred por fin pudieron hablar con confianza.

— Gracias por no decir nada — Comentó Betsy aun nerviosa e incómoda.

— que gran lío, asi que no aguanto tu ritmo — Mildred comentó con una leve sonrisa.

— Porfavor no le digas nada o se enfadara aún más la conozco bien, vamos te debere una — Betsy rogó por un poco de piedad ya que sabía la dinámica de estas dos hermanas y se lo estaria restregando como burla durante años.

Mildred suspiro dándose por vencida en sus planes de bullying — Bien pero con la condición que me surtas de esa misma posición que le quitamos a Susie de encima—

— Si lo que pidas, solo dame unos días para hacer más, creo que gaste mis reservas — Betsy comentó apenada.

— es un trato, solo ten cuidado con mi hermana no la vayas a romper — Mildred terminó con una sonrisa ante la apenada Betsy y una convaleciente Susie.