Cuidado con lo que anhelas.

Betsy estaba realmente molesta con su amiga Alice, esta venía completamente embriagada sobre su escoba, literalmente la tenía amarrada a la misma por seguridad sobre todo y para evitar que cometiera más desastres.

— No puede ser Alice, juro que no volveré a llevarte a unas vacaciones o mínimo pedire que te prohiban el acceso a la barra libre —

— Callate... yooo.. digo este tu no eres mi mama — Alice respondió realmente en muy mal estado, a los pocos segundos esta quedó dormida, para su fortuna Betsy tenía sujeta su escoba asi no se caería de esta como las últimas tres veces.

— Creo que debí avisar a Susie, pero no tengo el valor de explicarle que nos corrieron del hotel, pero se va a divertir cuando se entere que Alice golpeó a varios empleados y algunos policías — Betsy trataba de no reírse pero Alice en ese estado tiene una terrible actitud.

Cuando llegaron a la isla las nubes de tormenta la tomaron desprevenida haciendo que su viaje fuera algo complicado pero a pesar de eso logró llegar a sus cabañas, literal toda empapada, lo primero dejar a Alice en su cabaña, un poco de magia le secaría el pelaje y le pondría su pijama y a dormir, simple y efectivo.

Pero antes de dejar sola a Alice notó algo interesante — Un constructo? o un doble mágico? no es algo más — Betsy estaba conmovida se encontró con la creación mágica que Susie creo con forma de sus mejores amigas — Ella realmente nos extraño —

El esclavo mágico de Susie con forma de Alice estaba un poco seria, sentada en una parte de la habitación sin poder decir nada solo mirando a la que parecía ser la verdadera Betsy y la verdadera Alice.

Esta intentó comunicarse pero con un simple toque de la varita de Betsy esta se comenzó a caer en pedazos, la mascota mágica miro como perdia los dedos y la mano, seguido de los brazos, cuando intentó hablar su cabeza simplemente rodó en el suelo descomponiéndose de lo que realmente estaba hecho, ramas, piedra y lodo de esta misma isla.

— Que desastre, tendré que limpiarlo mañana — Comentó Betsy despreocupada — Apuesto que tambien vere mi versión, solo espero que no exagera como la última vez, juro que yo no tengo el trasero tan grande —

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Susie salió de bañarse ahora con su pijama claro la que no habla a esa la mandó muy lejos de vacaciones, no era exactamente la pijama más discreta del mundo.

estaba lavándose los dientes y sintió un poco de culpa haber mandado a sus creaciones castigadas a sus respectivas cabañas — Es necesario deben aprender a no tomarse demasiadas libertades, si no tendre líos manejandolas — Pensó Susie mientras recoge la ropa con su magia.

— Sería demasiado engorroso que Betsy y Alice se enteraran, la última vez que cree un esclavo mágico a su semejanza se puso muy agresiva — Susie no paraba de divertirse ante los recuerdos de su molesta amiga.

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Cuando Betsy llegó a su cabaña fue fácil encontrar a su contraparte, esta era curiosamente idéntica, una verdadera obra de arte desde su perspectiva mínima requeriría una habilidad, paciencia única.

La curiosidad invadió a Betsy asi que seria bueno usar su control maestro en estas creaciones, a diferencia de Susie que solo leyó la información más superficial, Betsy conocía a fondo este hechizo así como sus respectivas variantes, tan bien que podría usar algunas características propias de estos seres o juguetes mágicos.

Sin que el ser mágico en forma de Betsy pudiera objetar está preparó su hechizo y lo canalizo desde su varita, tocó la frente de esta construcción mágica y listo ahora también obedecería sus órdenes.

— Bien pequeña quitate la ropa — Betsy le pidió de forma muy natural mientras buscaba en su ropero una de sus pijamas, cuando volteo a ver al ahora juguete mágico le sorprendió la exactitud de la obra de Susie — Es como verse al espejo —

Betsy se desvistió y se deshizo de su ropa húmeda por la tormenta, usó su magia para secarse, se miro al espejo junto a la criatura mágica, se sorprendió de la delicadeza de la obra de Susie era como una carta de amor por lo bien diseñado que estaba.

Betsy encontró y cambió su ropa interior por una prenda limpia, asi como su cómoda pijama que era un pants y una simple playera.

— qué hacemos contigo — Betsy pensó un poco — Es demasiado bueno como para solo tirarlo, bueno al menos cuentame que hicieron estos días —

La mascota mágica intentó hablar pero esta cuando abría la boca simplemente no podía pronunciar nada era como si Susie premeditadamente hubiera dejado muda a estos ayudantes.

— Que decepción y pensar que consideraba una pieza perfecta — Susie estaba por usar el mismo hechizo que con la otra criatura cuando algo le vino a la mente.

Otra de las características de estas mascotas es que te permiten transmitir información e incluso sensaciones pero eso ya era un poco colateral — Bueno es mejor ponerse al corriente con las actividades que realizó Susie —

Betsy canalizó un nuevo hechizo uno diferente que no solo lograba deshacer a esta criatura además podría asimilar lo aprendido, cuando la varita de Betsy tomó un tono diferente era señal de actuar, simplemente recargar su varita en el pecho de esta criatura, en cualquiera era como tener un dedo encima, para estos seres la varita entraría en su cuerpo, absorberá su magia así como sus experiencias.

Betsy recargo la varita en el pecho de esta criatura y poco a poco el mismo proceso se repetía, cada extremidad de este ser se empezaba a desarmar sus dedos, sus brazos e incluso su cabellera, en cuestión de segundos no era más que polvo y rocas de la isla.

En la punta de su varita estaba una pequeña burbujita que contenía sus escasas experiencias, Betsy muy confiada de sí misma la devoró para que en unos minutos se podría poner al día con las actividades del campamento.

Betsy se sentó en su tocador y comenzó a cepillar su cabello, era una rutina que no podía dejar pasar.

En cuestión de segundos esta comenzó a sentir que hacía un poco de calor e incluso noto como su cara se ponía roja poco a poco, cuando ella se percató noto que además ella empezaba a sudar, sentía que el lugar estaba un poco agitado.

— ¿Hice algo mal? — Betsy estaba curiosa repasando el hechizo empleado pero nada ahora su corazón se agitaba y su respiración le pesaba un poco — Esto es incomodo—

Como si fuera una serpiente subiendo por sus extremidades Betsy sintió como un escalofrío recorría por cada parte de su cuerpo era una descarga de emociones únicas — Aaaahhh... ahhh — Betsy se estaba agitando y gimiendo sin poder controlarse — Susie que le hiciste a esta mascota mágica — Betsy se retorcía por un placer intenso tan grande que inconscientemente movía las caderas para maximizar el placer.

y justo cuando sentía que estaba a punto de sentir el orgasmo más salvaje de su vida, se detuvo — Qué mierda!! — Betsy comentaba enojada mientras aún respiraba agitada — eso fue intenso — Betsy se quejó no tanto por la invasión emocional, si no por la frustración de no poder terminar.

Betsy metió la mano para tocar su entrepierna — Maldición — la humedad en sus dedos era prueba de lo excitada que estaba y la frustración que se apoderó de ella.

La bruja no pensó más salió directo a la cabaña de Susie tenía cuentas que atender.