cap 2. Aprendizaje
Aprender es bueno.
Susie solo miro la puerta de su cabaña, su hermana carecía de tacto con sus cosas, como no deseaba interrumpir si relajante masaje solo uso su magia para arreglarlo y reforzarla, así nadie volvería a interrumpir su sesión de relajamiento.
Betsy estaba empeñada en seguir masajeando como Susie le había pedido.
— Así, justo ahí —Susie comentó complaciente — recuerdas anoche como te enseñé — Susie comentó tranquila.
Betsy solo afirmo y se acercó un poco más, con algo de duda pero sin vacilar demaciado esta comenzó a lamer el dedo gordo del pie de Susie, desde la base hasta la punta lentamente, lento y firme como le había enseñado Susie dejando solo una linea de saliva que escurría.
— vamos no te detengas el que sigue —Susie comentó mientras solo se retorcia con su bata puesta — no tengas pena, imagina que es una paleta, no espera no muerdas — Susie soltó una risilla.
y miro como Alice había tomado la iniciativa, en su masaje comenzaba a dar pequeños mordiscos a sus orejas, esto hacía que Susie se sonrojara un poco — definitivamente eres la más rápida en aprender — Susie le dio una palmadita a su amiga haciendo que esta sonriera.
Betsy por su parte no le parecía que Alice recibiera toda la atención, siguió con su trabajo, moviendo la lengua entre los dedos, mordisqueando suavemente y solo ver la expresión de Susie retorcerse sabía que estaba haciendo un excelente trabajo, tal vez demasiado bueno.
— Ya, basta por ahora — Susie se incorporó rápidamente con un aire de culpa, pero para no espantar a sus amigas les dio un besito en la mejilla a cada una haciendo que estas estuvieran más sonrientes.
— ok vamos a comer, esto solo me abrió el apetito — Susie usó su magia para usar nuevamente su uniforme y con un puf llegó a la cafetería donde disfrutaron de la comida del día.
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Solo un par de labores más y el día de trabajo había terminado.
Lavar la ropa de los niños era algo pesado para cualquiera, los costales de ropa sucia era interminable y bueno enseñarle lo primero fue difícil, pero una vez dominado lo básico en minutos todo el proceso de lavado fue realizado con excelencia.
La ropa estaba lista arreglada y doblada y regresada a los sacos para llevarlos de nuevo a los campistas, el dia habia sido tan pesado que literal a Mildred le faltaban energías y aun debían entregarlas a cada cabaña y recoger los nuevos costales de ropa sucia.
— Como no lo pensé — Mildred volteo a ver a su amiga — Puedes entregar la ropa, yo te dirijo mientras tomo un descanso — Mildred no bromeaba estaba tan agotada que ni su magia podía usar con la libertad que ella quería.
A diferencia de un clon mágico que ya habría desaparecido o se negaría a trabajar más por nada, su ser mágico tomo la ropa y la cargo en el carrito, cabaña por cabaña estaba entregando la ropa, hasta que al final solo faltaba una, pero al intentar abrirla estaba cerrada, esta se asomo un poco para ver si el campista estaba dormido no quería molestarlo, así que discretamente fue a la puerta trasera y se asomo con cuidado.
Ahí estaba un par de campistas, una erizo y un elefante, ellos llamaron la atención de la coneja, estaban jugando, haciendo algo que no había visto, pero sobre todo le llamó la atención lo felices que se veían haciéndolo — Una pelea de lenguas? — esta pensó curiosa tratando de recordar todo lo aprendido.
Cuando los chicos se percataron de la presencia de la extraña estos se espantaron tanto que hasta cayeron de espaldas.
— Se lastimaron están bien — La chica comentó a los campistas, uno de ellos aclaró que no pasaba nada y estaban bien así que no debía preocuparse, así la coneja le entregó la ropa limpia y tomó la bolsa con la ropa sucia despidiéndose de ambos campistas.
A Mildred se le hacía raro que tardara tanto pero cuando regreso con la siguiente carga de ropa sucia ella estaba realmente satisfecha — paso algo que tardaste un poco —
— Todo bien solo que me distrajo un juego que estaban haciendo un par de campistas — La chica comentó.
— Juegos, bien seria bueno tomarnos un poco de descanso, si mañana terminamos antes podremos jugar un poco, veras como lo disfrutas — Mildred comentó mientras con lo que quedaba de su magia arrastraba el carrito de ropa sucia a la lavandería donde con suerte otro pobre incauto terminará lavandola.
Mientras Mildred avanzaba a rastras con el carrito la coneja estaba tratando de mover la lengua como los campistas, era un juego complicado a su parecer.
Mildred estaba desecha, ella solo quería dormir, así que volvió a su cabaña acompañada de su ser mágico.
estaba por tirarse a la cama cuando se percató de algo fatal, ella apestaba y si hasta su ropa estaba sucia, así que sin mucha gracia tiro sus tenis en el camino, se quitó la playera, la hizo bola y la lanzó a una esquina, antes de llegar a la puerta del baño se deshizo de su short y la trusa.
Aunque cuando lo noto su amiga mágica se le quedaba mirando curiosa e intrigada — Es usted es hermosa — Comentó la coneja. quien seguía sentada en el suelo.
Mildred solo sonrió, bueno era su esclavo mágico.
Mildred abrió la regadera y poco a poco dejo que el agua quitará todo su cansancio, se acordó de su amiga quien estaba igual de cansada o eso parecía de ella.
— Ven aquí debes tomar una ducha también — Mildred le habló a su amiga.
Esta entró con todo y ropa, Mildred solo miró incrédula, ella estaba echando el jabón en el cabello y le parecía gracioso como se le mojaba su uniforme — cierto, aun no le enseñaba a bañarse— Mildred pensó.
Sin mucha gracia Mildred levantó la playera húmeda de la coneja, su pelaje rosado era aún más intrincado de lo que había imaginado, Mildred tocó el vientre para sentir su textura y noto como ciertas líneas en sus hombros resaltaban.
— date la vuelta — Mildred comento, ella comenzó a ver como incluso en su espalda las texturas de su pelaje rosa varían, y un par de manchas que parecían un par de alas le llamaron la atención.
Para la coneja esta sensación era diferente, el agua caliente salpicando su piel, la mano de Mildred acariciando su vientre y luego su espalda le lanzaban escalofríos que sin saber por que ella disfrutaba, era como recibir mil palmaditas en la cabeza.
Su mano bajaba poco a poco y la coneja lo disfrutaba, cuando su ama le bajo el short y escucho su asombro, ella estaba elogiando su pelaje, eso le encantaba.
Mildred nunca había visto un diseño tan interesante, un corazón en su sentadera, Mildred estaba analizando como su magia influyó en estos diseños o su imaginación,
Mildred le bajo la trusa, dejando al descubierto este curioso diseño aunque su curiosidad fue interrumpida cuando un poco de jabón vayo en sus ojos.
— Au, au au — Mildred se quejó. esta mejor decidió regresar bajo el agua para quitarse esa molestia.
La coneja estaba contrariada, por un lado aliviada de no seguir sufriendo esa tortura y algo triste por que deseaba que su ama continuara, ser admirada y palpada asi era lo mejor para ella.
y recordó sus palabras "eres hermosa" tan hermosa como su ama ya que venía de su propia magia, así la coneja repaso mentalmente el cuerpo de su ama tratándose de verse a sí misma como ella.
Hasta que en su interpretación la coneja noto algo diferente a su ama, y parece que su ama no tenía, esto lo dejo dudando acaso era una falla?
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