Parte única
Varios de los nuevos estudiantes de primer año de la academía U.A. tenían una incógnita en sus recientes semanas.
Tenían un maestro con cicatrices en parte del rostro y en las manos: Izuku Midoriya.
Conocían que hace tiempo tuvo un poderoso quirk, no estaba del todo certero entre sus rumores porque ya no tenía su poder. Algo similar a lo que pasó en su momento con All Might.
Bueno, a los estudiantes eso no tenía tanta prioridad como otros asuntos.
―Kota-kun, tú que eres más cercano a Midoriya-sensei, ¿sabes si está casado?
Preguntó con interés un grupo de alumnas que se acercó inmediato al lugar del chico, era hora libre de estudio.
―¿Eh? ―Kota parpadeó descolocado de la pregunta con la mano garabateando en una hoja del cuaderno de apuntes.
―¿O vive con su pareja?
―Eso se escucha atrevido ―chillaron las chicas emocionadas de la idea.
Kota Izumi alzó una ceja con una mueca abstracta e incómoda en los labios y bajó la vista de nuevo a su cuaderno, apretando el lapicero en mano.
―¿Y yo por qué sabría eso? Además, no les importa.
―Por tu reacción se nota que sabes algo~ ―canturreó divertida de notar al joven evasivo.
El puño de Kota apretó en su escritura haciendo que la punta del lapicero se rompiera.
―¡No! ¡No lo sé! Tampoco se metan en la vida privada de los maestros ―gruñó exaltado, se puso de pie con ambas manos en la mesa.
―Vamos, no seas así, es que hemos notado un patrón extraño en él.
―¿Patrón? ―Balbuceó el azabache relajando el ceño por eso.
―Sí, mira, a veces Midoriya-sensei viene muy formal. Con un traje bastante elegante de corbata ―escarbó la chica con orgullo de su observación―, pero hay ocasiones que esa corbata la trae en un horrible nudo.
―¿Y qué con eso? ―Dijo Kota rascando su cuello con desinterés nuevamente.
―Es más que obvio, Midoriya-sensei no sabe hacer el nudo de la corbata y alguien más se la hace ―reiteró sujetando la propia corbata de su uniforme como ejemplo.
―Es como cuando el esposo se va trabajar, pero antes la cariñosa esposa en el recibidor le ajusta su uniforme y le da un tierno beso de despedida ―dijo emocionada de solo imaginar un escenario como ese con Midoriya.
―Lo cual nos hace asumir que probablemente su esposa también trabaja, y lo que es peor en algo que la hace ausentarse días porque hay veces que Midoriya-sensei viene con la corbata y su grotesco nudo.
Kota se alejó un poco al ver como una de las chicas mostraba un horario en el cuaderno de los días que anotaron cuando Izuku estuvo con la corbata diferente.
―¿Por qué les emociona esto? No sé nada, déjenme en paz ―carraspeó en un intento de evadirlas.
No podía creer lo meticulosas que fueron las chicas de su aula como para notar esa tontería, que ahora en adelante él la percataría fuera de su voluntad.
―Un día cuando fui a la sala de profesores a recoger unos libros me encontré a Midoriya-sensei comiendo un bento que no era de la cafetería, lucía muy nutritivo pero debajo de una servilleta logré leer parte de una nota de reclamo que no debía dejar de comer por revisar tantos exámenes. Debe ser una esposa estricta...
El chico rodó los ojos y bajó su gorra roja para volver a evadirlas. Por más que intentaran no daría detalles de nada.
―¡Vamos Kota-kun, no seas así! ¡Sólo confirma nuestras sospechas!
Las chicas insistieron sujetando el hombro de Izumi agitándolo con desesperación por su indiferencia a las solicitudes.
―¡Si tanto les interesa pregunten directamente a Deku-niichan, quiero decir, a Midoriya-sensei! ―Les detuvo con un delimitado manotazo. ―De mí no sacarán nada.
―Que aburrido eres ―quejaron indignadas con los pulgares abajo en desaprobación. Seguirían por su cuenta tratando de averiguar, era una forma de pasar parte de las rigurosas clases de aprendizaje de héroe.
La hora de estudio terminó y sonó la campana para las clases regulares. El presidente de la clase puso orden en todos volver a su lugar, segundos después la gran puerta que tiene 1-A fue arrastrada con Izuku adentrando, llevaba un par de carpetas en brazo y la típica mochila amarilla a la espalda.
Las chicas rieron entre dientes al darse cuenta que Izuku llevaba la corbata perfectamente puesta en su cuello, miraron de reojo a Kota que solo arrugó el entrecejo irritado.
―¡Buenos días! Chicos hoy tendremos una dinámica diferente a las clases regulares ―saludó con una sonrisa, poniendo las manos en su escritorio y mirando a los alumnos. ―Como pronto iniciarán sus pasantías se dio la recomendación de tener directamente la experiencia de alguien que ha estado en la vanguardia y cerca de posicionarse en el primer puesto del ranking. ¿Saben de quién estoy hablando?
―¿Shoto? ¿Lemillion?
―Ellos dos han estado dando mucha delantera en las últimas semanas ―comenzaron los murmullos intrigados de la idea. Izumi solo suspiró recargando la barbilla a su mano por lo predecible de esto.
―No son ellos. En realidad, fue complicado para su apretada agenda estar aquí así que estoy sumamente feliz, tendrán oportunidad de preguntarle a Dynamight como es su jornada, ya sea para manejo de su quirk, casos que haya resuelto, no pierdan esta valiosa oportunidad de absorber conocimiento de un profesional como él.
Dijo Izuku con una radiante emoción señalando la puerta, sin embargo, sus alumnos no estaban tan dichosos de ver al rubio entrar casi a zancadas. Una vez en frente hizo el antifaz hacia arriba con un chasquido de lengua de enfado.
A diferencia del carisma en la seriedad de Shoto o lo simpático y agradable que era Lemillion, Dynamight carecía de eso. Con ese porte mal humorado parecía estar perdiendo el tiempo allí frente a ellos. Desde luego que los alumnos estaban tímidos de comentar algo.
―Sero y Kirishima dijeron que irían a una emboscada y pidieron apoyo-... ―masculló entre dientes con fastidio.
―No digas eso, me prometiste hace dos semanas venir a la academia ―intervino Izuku con un susurro cercano entre ellos dos.
―Pues sí, aunque no pinto nada en este lugar, si quieres que aprendan tomaré pasantes, pero no me hagas venir a tu salón.
Había una extraña discusión entre murmullos que apenas se escuchaban, pero se veía el reclamo frente a todos.
Izuku unió sus palmas haciendo un ruido y rodeando su escritorio para llamar la atención.
―¡De cualquier manera! Tenemos al Dios de las Explosiones Asesinas Dynamight con nosotros, ¿alguien quiere hacerle una pregunta? ―Dijo con una sonrisa mirando a sus alumnos y forzando a terminar esa "discreta" discusión.
Los alumnos lucían tímidos, algo extrañados, pero uno de ellos tuvo la iniciativa en levantar la mano llamando la atención.
―Dynamight, ¿prefieres los rescates o golpear malhechores?
―¿Qué pregunta tonta es esa? No puedes separar la prioridad entre ellas... ―inicialmente estaba con la voz elevada y molesta por lo obvio, sin embargo, ante la mirada de reprimenda de Izuku intentó suavizar. ―Esas cosas llegan a estar juntas, ya sabes... Ganar para salvar o salvar para ganar.
Fueron de los 30 minutos más largos y fastidiosos que había tenido Katsuki. Tratando de explicar con paciencia y explícito las cuestiones que daban los alumnos de primer año. Por otra parte, Izuku tomó asiento en su escritorio descansando una mejilla en su mano mirando a Katsuki interactuar, inevitablemente se daba una sonrisa apacible y unos gestos entretenidos en sus tarareos.
Tenía una expresión diferente a lo que acostumbraban sus alumnos ver cuando hablaba de héroes, era más allá de admiración, tenía un particular brillo en sus ojos verdes que algunas chicas percibieron.
―Entonces, si ya no hay nada más que responder me voy de aquí. Tengo una agenda apretada.
―Sí, gracias por todo Dynamight ―agradeció despidiendo con una mano a la espalda del rubio que se desaparecía por la puerta. Pronto retomó a la clase.―Espero que los consejos que les dio sean de mucha ayuda porque próximamente los veremos en la siguiente clase práctica, así que vayan por sus trajes y acudan a la cancha...
―Midoriya-sensei, ¡tengo una pregunta! ―indicó una chica levantando lo más que podía su brazo para llamar su atención.
―Lo siento, Dynamight ya se fue, se molestará bastante si le llamo porque antes de irse preguntó si no había más dudas ―dijo preocupado mirando la puerta.
―No, de hecho es para usted, no sea malo y solo responda esto que nos ha estado dando vueltas todos estos días... ―imploró la chica poniéndose de pie en su lugar. Kota encogió en el pupitre imaginándose a donde iba todo eso.
―Ah... Lo siento si no les he dado oportunidad de aclarar dudas, creí que era muy accesible a eso ―Disculpó con algo de arrepentimiento por creer que no estaba haciendo bien su trabajo.
―No es nada de clases, pero queríamos saber... Midoriya-sensei, ¿es soltero?
Los murmullos emitieron en la clase con interés por la pregunta y la iniciativa que tuvo la alumna para decir lo que varios no se atrevían.
Izuku amplió su mirada aturdido por no esperar esa cuestión, parpadeó un par de veces y dirigió un dedo a rascar la cicatriz de su mejilla.
―P-pues... ciertamente no tiene que ver con las clases... ―balbuceó mirando el techo con incomodidad empezando a sonrojarse.
Eso lo tomaron como afirmativo y empezó un barullo. Interesados en saber más, estaban a punto de preguntar por su identidad cuando la puerta nuevamente fue abierta de manera abrupta.
―¡¿Cómo que no les has dicho a tus mocosos?! ¡¿Por qué lo estás ocultando?!
Exclamó Bakugo volviendo hacia el escritorio con Midoriya. Los alumnos callaron conmocionados por darse cuenta que Dynamight había escuchado todo a pesar de que se había retirado hace minutos.
―N-no lo estaba ocultando, ¿pero porque tendría que decirles? ―Exclamó Izuku con las mejillas rojizas.
―Entonces les dejaré en claro con mi visita ―exhaló pesado de sus fosas nasales con determinación. Tomó una mano de Izuku levantándola en su enlace. ―Él no está soltero. Midoriya-sensei es mío, y yo soy de él.
Los alumnos quedaron en blanco por esa confesión, Izumi Kota, quien era el único al tanto solo volvió a suspirar mirando la ventana con desinterés del predecible proclamo de Katsuki.
―Podrá estarles ofreciendo la mano porque así actúa un héroe como él, pero yo soy el que tiene mayor privilegio de sujetarla. Siempre. ―afirmó apretando su agarre.
Los labios de Izuku temblaron con el sonrojo que iba aumentando el calor de su rostro por las confesiones que Katsuki daba sin pudor.
Algunas alumnas miraron con estrellitas en sus ojos por la ilusión y cambio de perspectiva que tenían del intimidante héroe explosivo. Pronto otra elevó su mano llamando la atención.
―¡Dynamight! ¿Qué es lo que más te gusta de Midoriya-sensei?
―¿Hah? ¡¿Por qué rayos tendría que elegir?! Me gusta su nerd maestro en todos los sentidos, pero si tanto insisten... Diría que su sonrisa cuando descubre algo nuevo.
Gritos emocionados había en el aula por las confesiones desvergonzadas y claramente posesivas que Dynamight daba. ¿En qué momento la entrevista se convirtió en cosas le gustaban de Izuku? No paraban de preguntar y Katsuki solo daban aptitudes adorables del peliverde.
Izuku estaba hundido en vergüenza con el rostro en la madera y Katsuki sentado en la mesa del escritorio sin soltarle la mano mientras respondía cosas del maestro. Como cuantas pecas tenía antes en el rostro, como fue que perdió el quirk o cada cicatriz que llevaba en el cuerpo. Izuku era una masa de vergüenza por la atención.
―Él es tan malditamente lindo que puede que lo confundan con coqueteo, así que aseguren que replantee la idea cualquier otro docente de aquí.
Indicó Katsuki como última encomienda a los alumnos de que vigilaran a Izuku, los alumnos afirmaron con confianza.
―Kacchan nunca haría algo como eso... ―susurró Izuku cubriéndose el rostro con una palma.
―Tú no, pero podría haber algún oportunista que te busque cuando no esté por misiones ―carraspeó sin soltarle la mano.
La conversación de preguntas y respuesta de Midoriya-sensei terminó minutos después, una última persona levantó su mano con interés persistente antes de que se levantará de su asiento el rubio.
―Si llevan tanto tiempo, ¿por qué no se han casado? ¿No sería más fácil "cuidar lo que es suyo" de esa manera? ―dijo señalando su propia mano con intención de indicar algún anillo.
Izuku resopló resignado de darse cuenta que sus alumnos estaban adquiriendo ese vocabulario de Katsuki. Notó que no hubo una respuesta inmediata como las otras preguntas, así que descubrió su vista un poco para mirar a su pareja.
―Soy perfeccionista. Aun no es el momento... pero desde luego que lo haré, y entonces... Llorarás de felicidad.
Susurró eso último mirando de reojo a Izuku a su lado, quien alzó una ceja extrañado, realmente no le importaría si se lo pidiera ya, en cualquier momento le diría sí, estaba seguro que Katsuki lo sabía.
La clase dio un barullo efímero con emoción por la mención, indicando a su maestro que presumiera el anillo después.
Katsuki se despidió otra vez saliendo del aula. Se dirigió a otro sitio fuera de la salida principal, hacia el departamento de apoyo. Abrió la puerta encontrándose con un sitio lleno de máquinas y aparatos a medias, entre todos los presentes se dirigió especialmente a una pelirosa que soldaba un guantelete.
―Oye, ¿qué detalles le faltan al traje?
La mujer alzó sus gafas y dio media vuelta con el rubio.
―Vaya, Dynamight tenía semanas sin verte por aquí preguntando ―saludó con grasa de máquinas en la mejilla y ladeó en su escritorio para buscar algo en la pantalla de la tablet de por ahí, salió un prototipo en 3D. ―El traje de Midoriya está por completar, en estos momentos está en América refinando los últimos detalles, así que necesitaré el último deposito para el ensamblaje y su envío.
―Tendrás el resto en la tarde.
No dijo más apartándose de Mei para dejarle seguir con su trabajo.
Luego de tantos años, por fin tendría esa oportunidad perfecta. Nunca dejaría de enmendar parte de su pasado con Izuku, pero también forjaría su futuro aspirado a su lado.
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Que bonito te ves de sensei, pero más hermoso como héroe. Agradecida de eso.
No me gustó mucho el final del canon, pero intento verle el lado bueno.
Tenía que escribir algo del final sí o sí, ya se me estaba pasando el tren debut, pero las historias de Izuku-sensei y Kacchan sugar es lo de hoy, ñajajaja.
Adiós :3
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