💚Two💚
Apenas es martes 6 de Julio.
Todoroki apenas se percata de los cambios que hay en su salón de clase, las chicas ahora acosaban al pobre de Midoriya y no dejaban de agarrarle las mejillas que ya estaban rojas de los pellizcos, incluso la silla donde se sentaba tenía un gran cojín verde hecho por Momo para que así pudiera ver y escribir en su escritorio Midoriya.
También apenas se entera que Momo le había hecho el uniforme y un poco de ropa a Midoriya.
La mayoría de los chicos se compadecían del pobre Izuku, excepto Mineta y Denki, ellos querían igual estar como niños para recibir los mismo tratos del afectado. Incluso Bakugo había dejado de meterse con el chico, solo le insultaba de vez en cuando pero no le gritaba ni trataba de explotarlo, cosa que sorprende a todos.
La cosa no para ahí.
Su maestro, Aizawa había decidido que Midoriya no participaría en los entrenamientos, dada su condición podía sufrir lesiones muy graves si usaba su quirk en ese cuerpo tan pequeño. Al parecer la noticia llegó a oídos de All Might que enseguida fue con su pupilo denotando preocupación por este.
Apenas es martes, segundo día en el que Midoriya había sido convertido en un niño. Pero todos se habían vuelto locos, principalmente las chicas.
Platicó un poco con Midoriya durante el camino al edificio y al parecer el quirk solo afectaba el cuerpo, no la mente. Cosa que agradece internamente pues hubiera sido un gran problema el que Izuku tuviera solo sus memorias de cuando era niño.
Curiosamente, ese día fue especialmente lento para él.
Es raro. Los días siempre pasaban rápidos y no era como si tuviera mucha prisa, hacía todo con calma pero pasaba rápido todo para él así que nunca se quejó como lo hacían usualmente sus compañeros, pero ese día había sido muy lento que juega con su paciencia por el acoso excesivo al pequeño.
Pero por fin ya está el atardecer, solo está en su habitación terminado sus tareas.
O eso hacía cuando escucha unos pequeños golpes en su cuarto, se levanta de su silla para abrir la puerta. No ve a nadie hasta que alguien carraspeó y mira abajo, ahí está Midoriya mientras sostenía con sus dos pequeños brazos un peluche, algo grande, con él.
—¿Qué ocurre Midoriya?—pregunta mirando al bajito.
El mencionado se notaba avergonzado que desvío la mirada sonrojado.
—Es que la chicas no me dejan en paz y-y pensé que si estaba contigo me-me dejarían tranquilo—respondió el infante mientras escondía su rostro en el peluche de conejo blanco.
Shotō mira a su alrededor rápidamente, escucha varios pasos desde la lejanía de los pasillos y suspira.
—Pasa—dice mientras se hace a un lado para que el pequeño pasará. Al cerrar la puerta su atención se dirige en el peluche que con trabajo cargaba el otro.—¿Y ese peluche?—señala provocando que se colocará aún más rojo el pequeño.
—E-es que es mi peluche favorito y-y tenía mi-miedo de las chicas—de ahí el niño comenzó a murmurar de manera rápida explicando lo del peluche.
"Hay costumbres que no se pierden", piensa con ironía.
—Calma—habla Todoroki alzando un poco la voz para hacerse escuchar—Sólo se me hizo curioso que trajeras un peluche—menciona mientras se adentra a su cuarto en compañía del otro.
—Se que es tonto e infantil p-pero me gustan los peluches—dijo el pecoso colocando su peluche en el futón mientras tomaba asiento en esta.
—No es tonto ni infantil que te gusten esas cosas—habla firme tomando asiento enfrente del escritorio.
Por un momento el niño se quedó en silencio.
—¿Y qué estabas haciendo antes de interrumpirte Todoroki-kun?—preguntó con la curiosidad desbordando de su voz infantil.
—Estaba terminando la tarea y no interrumpes nada, Midoriya—responde mientras escribe algo en su libreta.
—Oh—musitó y abrazó su peluche con fuerza. El silencio en el cuarto era cómodo para ambos.
Así se mantienen, Shotō terminando su tarea y Midoriya acompañándolo en silencio. Estuvo mirando la habitación de su amigo, nunca había entrado ahí hasta ese día.
Se entretiene mirando hasta el más mínimo detalle. El cuarto era sencillo, estaba el futón en medio del cuarto, el escritorio donde está Shotō, el clóset y unos estantes dónde está colocado el despertador junto con otras cosas como libros, libretas, etc.
En algún momento se sintió cansado que soltó un bostezo. Su cuerpo de niño se cansaba muy rápido y eso le molestaba, se acomodó en silencio en el futón y abrazado de su conejo cerró sus ojos para quedar profundamente dormido.
Todoroki suspira.
Ya está terminada su tarea y ahora se puede relajar, gira en la silla y se sorprende de la imagen que tiene enfrente. Midoriya estaba durmiendo plácidamente en su futón abrazando al conejito blanco de felpa, había olvidado que se encontraba su amigo en su cuarto y como este no había hecho ruido alguno desconoce en que momento había quedado rendido ante el sueño.
Concluye que, como se trata del cuerpo de un niño, se cansa más rápido que el de un adolescente. Toma sus sábanas y tapa el pequeño cuerpo que en respuesta sonrió, mientras abrazaba más fuerte al peluche. Le da ternura la imagen que sonríe, casi imperceptible de lejos.
Así pasa la tarde mirando al pequeño dormir cómodamente en su futón hasta que anochece, ya es la hora de la cena y con todo el pesar de su corazón tiene que levantar al pecoso.
—Midoriya—llama mientras mueve levemente al mencionado.
El niño solo bufaba y murmuró protestas.
—Midoriya, levántate para ir a cenar—avisa mientras sacude el cuerpo pequeño un poco más fuerte.
Y lo consigue.
Midoriya estaba parpadeando mientras se sentaba, comenzó a restregar sus ojitos y soltó un bostezo.
—Cena...—musitó y cuando abrió los ojos recordó dónde estaba—¿¡M-me dormí!?—preguntó exaltado.
Todoroki solo asiente en respuesta.
—¡Perdóname Todoroki-kun! Solo te causo problemas—se disculpó y comenzó a murmurar un montón de cosas sobre que era un desvergonzado.
Lo hubiera podido callar como otras veces pero su voz de niño se le hizo tierna y adorable que solo lo deja seguir, lo observa atento como si fuese lo mejor del mundo. Cuando Izuku se dió cuenta de que sólo hablaba e iba a disculparse nuevamente, nota la mirada penetrante del bicolor, sólo se sonrojó y tomó a su conejito.
—Hay que bajar con los demás-dice levantándose de su silla.—¿Llevarás tu conejo a la cena o a tu cuarto?—pregunta señalando al acompañante de felpa.
Midoriya pareció pensarlo un poco.
—Lo llevaré al cuarto, no quiero que las chicas me molesten por esto—respondió mientras se levantaba y tomaba al conejo como podía.
Shotō lo observa, se notaba que se esforzaba por cargar ese conejo y no caer en el intento, por instinto carga al pequeño en sus brazos. Izuku chilló de sorpresa y se aferraba al conejo, se puso rojo pero intentó relajarse, Todoroki empieza su recorrido hacía la habitación del que traía en brazos.
Al llegar abre la puerta y se adentra al cuarto hasta dar a la cama del otro, con sus dos manos toma con cuidado de los costados a Midoriya y este dejó su conejo en la cama. De ahí Todoroki lo vuelve a llevar en sus brazos, salen de ahí y bajan con los demás con calma, recibieron las miradas sorprendidas de los chicos y las de las chicas llenas de ternura, les tomaron muchas fotos así pero al bicolor le da igual mientras que el pequeño moría de la vergüenza.
Y durante la cena, Todoroki tiene sentado a Midoriya en su pierna derecha para que esté alcanzará la mesa, cosa que hizo quedar atónitos a sus compañeros de clase, cuando terminaron, Todoroki se encarga de llevar a Midoriya a su cuarto cargándolo hasta su cama. Se retira de ahí y cuando llega a su cuarto se tumba en su futón.
La piel de Midoriya es muy suave, recuerda con la vista en el techo.
Aquí con el segundo capítulo de esta pequeña historia.
Perdonen la tardanza pero se me olvidó con todo eso de la tarea que tengo atrasada 👉🏻👈🏻
Espero lo hayan disfrutado.
—BorreWinther249
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