Todoroki ya se encuentra abajo, solo espera que bajara Midoriya para poder irse, nunca se había imaginado que Midoriya quisiera ver a su madre, después de pensarlo seriamente, se da cuenta que no es tan malo a veces actuar para tratar de ganarse a Midoriya.

Está resultado muy bien hasta ahora.

Nadie ha salido herido ni perjudicado con sus acciones, solo Izuku pero de manera positiva, está comenzando a debatirse internamente si es buena idea seguir así, lentamente demostrarle a su pequeño que siempre cuenta con él sin importar qué, incluso se enfrentaría a su padre de ser necesario.

Se siente inusualmente motivado el día de hoy y es algo que le gusta.

De repente visualiza a Midoriya.

El niño llevaba una sudadera amarilla, unos pantalones de mezclilla y sus inolvidables zapatos rojos, al parecer había tomado el ascensor en lugar de las escaleras, este se acercaba a paso rápido con una sonrisa.

—¡Perdón la tardanza Todoroki-kun!—el infante llegó a su lado con una sonrisa cansada.

—Descuida Midoriya—se limita a decir mientras toma al pequeño en sus brazos y comienza a caminar a la salida.

—Yo-yo pu-puedo caminar so-solo Todoroki-kun—habló el de melena verde totalmente rojo.

—Vienes cansado y como vamos a la ciudad te puedes perder entre tantas personas—se excusa el mayor con un pequeño sonrojo.

De ahí ninguno volvió a hablar, menos Izuku que se encontraba más perdido en sus pensamientos.

Después de una hora de camino, llegaron al hospital donde se encontraba la madre de su amigo el bicolor y este va con la recepcionista aún con él en sus brazos, la chica se veía sorprendida de ver por primera vez al niño con el joven.

—¿Es su hermano o un familiar suyo?—preguntó curiosa la enfermera.

—Es un amigo—responde el joven monótono.

La chica solo se confundió más pero decidió quedarse callada registrando la visita de ambos, Midoriya solo se sentía ligeramente herido por eso pero decidió ignorar ese sentimiento.

—La señora Todoroki ya puede recibir visitas, como recordatorio, solo son dos horas—informó la chica después de mirar la pantalla de la computadora.

Todoroki sólo asiente, Izuku le jaló levemente del saco y con sólo mirarlo supo que quería su pequeño. Con todo el pesar del mundo, baja al de rizos verdes de sus brazos, así juntos caminaron lado a lado, tardaron unos minutos más y llegaron al fin a su destino.

Midoriya respiró profundamente.

Todoroki rápidamente le indica que le esperara afuera unos minutos, él obedeció y esperó tranquilamente. El joven entra al cuarto y ve a la mujer sentada mirando la ventana, volteó ante el ruido y se sorprendió de ver a su querido hijo nuevamente.

—¿Shotō? Que gran sorpresa verte cariño—saludó la albina mientras se levantaba para abrazar al chico.

—Hola mamá—saluda como siempre.

—¿Qué te trae aquí está vez?—preguntó la mujer curiosa.

—Traje a Midoriya para que lo conozcas—responde mientras se instalaba en su cuerpo el sentimiento de vergüenza.

Su mamá quedó como piedra, estaba analizando las palabras de su querido hijo menor. ¿Había escuchado bien?

—Creo que no escuché bien ¿Puedes repetirlo?—preguntó con una voz amable pero luciendo ansiosa.

—Traje a Midoriya para que se conozcan—repite Todoroki con un pequeño sonrojo.

Rei se sorprendió y miró en dirección a la puerta esperando ver entrar al muchacho o algo—¿Por qué no pasa?—preguntó alejándose de su hijo para no incomodarlo.

—Porque iba a saludarte primero y decirte que él venía conmigo—responde la duda de su progenitora calmado.

—¿¡Qué son esos modales Shotō!? Dile que pase—reprendió la mujer alarmada.

El chico se sorprende con el actuar de su madre, se disculpa con ella y abre la puerta, se asoma a los pasillos y encuentra al niño recargado en la pared a un costado de la puerta.

Se veía que se había perdido en sus pensamientos que sonrie por la ternura que le causa.

—Midoriya—llama con calma, su pequeño volteó a verlo y sonrió sabiendo a lo que se refería.

Con pasos tranquilos entra al cuarto seguido de su acompañante y cuando alzó la cabeza su vista conectó con la de la mujer albina que lo miraba alegre.

—Tu debes ser el amigo de mi hijo, Midoriya-kun—se presentó la señora con una sonrisa amable.

—Ho-hola señora... Eh...—el niño comenzó a dudar, sabía más o menos lo que sucedía en la familia Todoroki por su amigo.

"Vaya primera impresión" pensó el pequeño muy nervioso.

—Dime Rei—dijo la albina mientras se agachaba a su altura.

—Es un gu-gusto conocerla señora Rei—saludó el pequeño mientras hacía una reverencia.

—Shotō me contó lo que pasó, espero y puedas regresar a tu forma normal—mencionó Rei—aunque he de admitir que eres muy adorable como niño—comenzó acariciar la melena verde del niño.

Midoriya solo sonrió avergonzado mientras dejaba que lo agarrara la señora.

—Shotō ¿Por qué no me dijiste que Midoriya-kun era tan lindo?—preguntó la señora luciendo encantada con el infante.

Shotō sólo se queda parado observando como su madre y el chico–convertido ahora en niño–que le gusta convivían bien, su madre le contaba algunas anécdotas suyas de niño mientras Midoriya le contaba las de la escuela, observa a ambas personas más importantes en su vida ser felices juntos, sonríe mientras toma asiento en una de las sillas.

Llevaban rato platicando entre ellos hasta que su mamá hizo una pregunta muy importante.

—¿Puedo decirte Midoriya-chan?—preguntó la albina observando fijamente al pecoso.

—¿Midoriya...chan?—repitió este con la sorpresa en su rostro.

—¿No hay problema con eso verdad?—volvió a preguntar para mirar a sus dos acompañantes.

Todoroki mira al niño esperando por su respuesta.

—¡Claro! No tengo problema con que me llame así señora Rei—respondió el menor sonriendo.

—¡Genial!—dijo la mujer luciendo complacida—y por cierto...—murmuró mirando de reojo al bicolor—¿Cómo se conocieron mi hijo y tú, Midoriya-chan?—preguntó curiosa.

—¿Cómo...nos conocimos?—musitó la voz infantil algo atónito.

De repente el cuarto se sumió en un silencio algo incómodo.

Perdón por la tardanza :c

Estoy disfrutando mis vacaciones durmiendo lo que un ser humano debe hacer pero les traigo el capítulo de hoy con la aparición de nuestra querida Rei.

Siempre me he imaginado a Rei con la actitud de Fuyumi ya que son muy parecidas para mí uwu

—BorreWinther249