Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

16. Mañana cálida.

Dentro de una habitación donde apenas el reflejo del sol pegaba contra el cristal que la separaba de las avenidas que el dueño de esta solía recorrer cada mañana, dos cuerpos reposaban sobre el colchón cubierto por sábanas delgadas y un edredón con el que no se taparon, el frío se perdió en los brazos del otro.

El primer chico despertó un poco extrañado a pesar de que él era el dueño de aquella habitación. Pronto comenzó a sentir un peso extra sobre su pecho, el peso de la cabeza de Park SungHoon. Sonrió por inercia notando que jamás había imaginado estar en esa posición con la persona que más le había gustado entre una larga lista de amores imposibles y uno que otro que se concretaron, pero terminaron de la peor manera.

Pasó las yemas de sus dedos por las raíces del cabello de SungHoon, era tan suave al contrario del suyo que parecía haber sufrido cientos de decoloraciones, mismo acto que se había convertido en el favorito de su vida. El menor liberó una pequeña sonrisa aún estando inconsciente, Jake pudo notarlo, ¿cómo podría haber ignorado aquella imagen celestial?

—Me pregunto que estarás soñando —dijo murmurando sin detener la tarea de depositar caricias sobre el de cabello negro—, me gustaría que sea algo sobre mí, eso solo podría significar que piensas tanto en mí como yo en ti. Sé que lo nuestro no ha sido fácil, sé que estamos envueltos en una situación complicada, pero me gustas más que nadie —Suspiró—. Es extraño que diga esto mientras descansas, pero hay cosas que, entre más despierto estés, más pena me da decírtelo. Quisiera decirte con cientos de palabras melifluas lo enamorado que estoy. ¿Tú sientes lo mismo, SungHoon? ¿No es demasiado pronto para sentir que lo único que quiero justo ahora eres tú?

No hubo respuesta, claro que no la recibiría, Jake lo sabía bien, pero no podía esperar el momento en que pudiera gritarle al mundo lo mucho que amaba a SungHoon y saber que él era correspondido.

—Seremos más de lo que los demás puedan pensar de nosotros —prometió dejando una última caricia antes de que el menor despertara sin decir ni una sola palabra—. Finalmente puedo decir que son buenos días.

SungHoon se levantó hasta terminar sentado a solo milímetros de Jake. Comenzaba a recordar cada parte del día anterior y los momentos previos a terminar dormido en los brazos del castaño.

—Eres hermoso, SungHoon.

El nombrado sonrió. Sus ojos aún estaban entrecerrados, estaba avergonzado, era en demasía probable que su cabello fuera un desorden y sus ojos estuvieran llenos de lagañas.

—Adoro tus mejillas abultadas, justo como las tienes ahora. Eres lindo incluso confundido —expresó Jake poniéndose de rodillas hasta acunar aquel rostro tibio entre sus manos y dejar un pequeño beso sobre los labios resecos de Park.

—¿A qué se debe tanto amor? —cuestionó el menor luego de que los labios contrarios se apartaran de los suyos.

A diferencia de una respuesta elaborada como pensaba, solo recibió una sonrisa. Jake siempre tenía algo que decir, pero en esa ocasión se quedó en silencio, pero no uno incómodo, solo el silencio juzgador de su mirada sobre el cuerpo del menor que necesitaba tomar de inmediato.

Jake estiró sus brazos hasta poder abrazar a SungHoon que colocó de inmediato una sonrisa desconcertada en sus adorables labios. Pronto se alejaron. Jake tomó de nuevo una de las mejillas de SungHoon con la palma de su mano. Se miraron como nunca, analizando cada parte del rostro contrario con cientos de pensamientos de por medio. SungHoon, por su parte, deseaba sentir de nuevo aquella tierna explosión en su corazón de emoción que Jake lograba provocar en él sin esforzarse demasiado. Sin embargo, Jake pensaba en lo mucho que amaba y necesitaba a SungHoon, pero tenía miedo, miedo de lastimarlo con todo aquello que en su instituto decían de él, no quería que su amado sufriera lo mismo que él en su momento.

—¿Qué hora es, Jake? —preguntó SungHoon rompiendo el contacto que se había creado entre ellos—. Mi mamá va matarme si nota que no estoy en casa.

Jake asintió varias veces antes de levantarse y tomar la chaqueta que estaba en su escritorio para salir lo antes posible de su casa para llevar a SungHoon a la suya. Por más que quisiera tenerlo a su lado, no quería causarle problemas.

Ambos bajaron en silencio las escaleras pensando que los padres de Jake seguirían durmiendo, pero al contrario de eso, toda la familia estaba reunida en el comedor desayunando.

Huir ya no es una opción viable.

SungHoon sintió su corazón detenerse por un momento y su estómago contraerse hasta provocar aquellas náuseas matutinas que comenzaron gracias a la ansiedad que se desarrolló en su cuerpo luego de aquel trágico episodios llamado EuiJoo.

—Buen día, Jake y chico desconocido —saludó la señora Shim a ambos menores que habían desbloqueado un nuevo nivel de incomodidad y tensión en sus cuerpos—, algo me dice que se trata de ti, SungHoon.

Jake frunció su seño intentando recordar en que momento su madre había aprendido su nombre. Todo el conflicto mental terminó recordando una de sus muchas pláticas entre madre e hijo intentando averiguar que debía hacer.

—Buenos días, señora Shim. Soy Park SungHoon —Luego de terminar su presentación, hizo una reverencia.

Jake sonrió. Debido a la timidez del menor, esperaba todo menos que diera el primer paso.

—El nuevo novio de Jake —dijo Jane sentada en su lugar favorito comiendo de su plato amarillo aquel cereal que amaba tanto. Aquellos componentes formaban su día perfecto, pues ella en realidad no buscaba más que estar con su familia comiendo.

—¡Jane! —reprendió el hijo mayor de la familia.

—¿Por qué no se sientan? Creo que hay muchas cosas que aclarar en este momento —invitó el señor Shim.

Jake miró a SungHoon, veía sus manos temblar un poco y sus ojos reflejando incomodidad en el momento en que se miraron. SungHoon asintió y acto seguido murmuró: "puedo hacerlo". Jake no tuvo otra alternativa más que obedecer a su progenitor.

—¿Qué signo de zodiaco eres, SungHoon? —inquirió el jefe de familia una vez que ambos chicos se encontraron sentados frente a frente con los dueños del apartamento.

—¡Dios, papá!

—Sagitario, señor —respondió SungHoon una ligera sonrisa. Nadie le había preguntado en su primer plática su signo.

—Cancér, mucho gusto —dijo con mirada desafiante al menor con lunares. Quizás no se llevarían muy bien desde ese momento, estaban destinados a ser rivales.

—Amor, esas preguntas son estúpidas —intervino la madre del chico que miraba con los ojos entrecerrados a sus progenitores deseando haberse escapado por la ventana con SungHoon, a veces ellos eran... así. El señor Shim la miró con un mohín, al parecer había herido sus sentimientos de cáncer—. ¿Ustedes estaban juntos desde la fiesta? ¿Qué pasó realmente? Recuerdo que estaban peleados hace solo algunos días.

—No quiero hablar de eso —Jake alzó la voz—. Estamos mejor así. Quédense con que todo fue un mal entendido.

La mujer asintió con una expresión que nadie en la mesa pudo interpretar. El silencio se implantó, hasta que Jake tocó por debajo de la mesa una de las manos de SungHoon.

—Quiero pedirles una disculpa por este momento —SungHoon mató aquel silencio que cada vez se hacía más tenso. Todos lo miraron, incluso Jane—. Sé que quizás no sea bienvenido después de aquello que le hice pasar a Jake, pero en serio quiero hacer las cosas bien apartir de ahora.

Los padres se miraron entre sí para que luego miraran a Jake que estaba viendo con una sonrisa a SungHoon, sabía que no era el único que se sentía de esa manera, ambos querían hacerlo bien y eso era suficiente.

—Puedo jurar que tus intenciones no son negativas —dijo la señora Shim a SungHoon, él mismo asintió—. Gracias por ser honesto con nosotros. Creo que eres la única persona de los que han estado interesados en mi hijo que nos ha dado la cara.

SungHoon miró a Jake de nuevo, ese solo sonrió.

—¿Acaso ya hay algo más entre ustedes? —preguntó el padre de familia. Jane dejó su cuchara a un lado y miró con atención, a ella también le interesaba saber aunque no sabía bien a qué se referían.

—Nos gustamos —contestó Jake convencido, levantando su mano entrelazada con la de SungHoon hasta ponerla sobre la mesa—, eso es suficiente.

SungHoon no pudo evitar sonreír ligeramente y sentir el sonrojo en sus mejillas.

—Pero, si nos disculpan, la madre autoritaria de SungHoon puede matarlo si es que descubre que no durmió en casa.

La señora Shim viró la vista mientras que el señor Shim soltó una risa discreta. Jake fue el primero en levantarse de la mesa y tomar la muñeca de SungHoon para llevarlo con él lo más rápido posible fuera de aquel departamento.

Dentro de poco tiempo ya estaban a tan solo una calle del hogar al que SungHoon se rehusó a regresar hasta que Jake logró convencerlo con un par de palabras de apoyo y recordándole lo mal que la pasaría si es que descubrían que seguía fuera de casa.

Finalmente entró a casa con la sorpresa de que no había nadie en la sala, ni en el comedor, ni siquiera en la cocina. Había un silencio reconfortante para él, quizás no le iría tan mal.

Subió a su habitación dándose cuenta que la habitación de ChaeJin estaba cerrada, solo podía significar que ella seguía dormida. Dio un brinco de alegría ya estando dentro de su propia habitación. Al estar completamente tranquilo, tomó su móvil que había estado apagado durante toda la noche que estuvo con Jake, al recién encenderlo, lo primero que pudo notar fueron mensajes de JongSeong. Solo rodó los ojos.

¿Dónde estás?
10:12 P.M.

HeeSeung se quedó esperándote,
cómo eres.
11:01 P.M.

¿Tanto te tardas en el baño?
11:01 P.M.

Bájale a los lácteos, ¿¡qué no
ves que te hacen daño!?
11:02 P.M.

¿Con quién andas que no
respondes?
11:30 P.M.

Ay, niño... niño...
01:07 A.M.

Buenos días, amiguito.
08:12 A.M.

Sonrió, aunque comenzaba a sentir un poco de culpa por dejar a HeeSeung esperando por él. Pero estaba feliz por otro lado, aunque algo muy dentro de él decía que no merecía aquella felicidad después de hacer tan infeliz a Jake durante aquellos días.

¡Me leíste!
09:23 A.M.

¿Con quién estabas, galán?
09:23 A.M.

Los mejores recuerdos
se guardan bajo llave.
09:24 A.M.

holaaa tt
muchas gracias por todo, lxs amo, bebés<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro