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❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 4: Cʀʏsᴛᴀʟ Sᴛᴏʀᴍ

ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 04 ;;

•𝑇𝑜𝑟𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑟𝑖𝑠𝑡𝑎𝑙•

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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ:30/07/2020☽︎

DÍA 1

—¡Este calor es insoportable!

Iris cayó de rodillas al suelo dramáticamente mientras el resto de sus compañeros la miraban, algunos divertidos y otros algo hastiados, pero no por ella, si no también por ese calor infernal.

—Ya sabemos que es una mierda, pero ¿qué esperabas? —cuestionó Lucas— ¡Estamos en un jodido desierto!

El rubio de gafas de sol alzó los brazos como señalando su alrededor, todo era arena, arena y más arena, ah ¿y había dicho ya que había arena? Enormes dunas que se alzaban hasta donde alcanzaba la vista.

Teller se llevó el dorso de la la mano una vez más a su frente secando el sudor que resbalaba por ella. Puso esa misma mano a modo de visera sobre sus ojos y forzó la mirada para tratar de divisar algo distinto en el paisaje, pero nada.

—Anda, levantate y sigamos andando, no debe quedar demasiado para salir de él, la isla no era tan grande y llevamos caminando por aquí al rededor de cuatro horas —dijo Wolfe, pero Iris no parecía tan animada, hizo un puchero y se cruzó de brazos sin levantarse.

—Estoy cansada, me duelen los pies, me sudan partes del cuerpo que no sabia que podían sudar y tengo arena hasta en los oídos —dijo casi sin respirar.

—Ya, eso nos da grandes ánimos a los demás —dijo sarcásticamente Jimmy mientras rodaba los ojos.

—De todas formas —Lucas se giró hacia la chica—. Es tu culpa que estemos así.

Iris formó un exagerado gesto de indignación.

—No te hagas la víctima que Skywalk tiene razón —apoyó Wolfe—. Quisiste seguir al clan del viento en lugar de seguir el plan, pero los perdimos en el bosque y acabamos aquí.

—Era un momento igual de bueno que cualquier otro para atacar a otro clan —se defendió—. Además seguir a un clan y atacarlo mientras están solos era mucho más fácil que atacarlos mientras estuvieran rodeados de otros clanes.

—Ahí hay que darle la razón —cedió Kirk—. Era más fácil atacarlos solos que estando el clan del trueno y el de la montaña de por medio.

—Ya, pero ahora por su culpa estamos perdidos en medio de un desierto sin forma de orientarnos —se cruzó de brazos ahora Lucas.

—Bueno, realmente pudimos dar media vuelta al llegar y volver a adentrarnos en el bosque. Si vinimos fue porque todos lo decidimos —rememoró Pen.

—Además si que podemos orientarnos por la posición del sol —dijo Kirk.

—¡Chicos os amo! —Iris se levantó y se lanzó a abrazar a Jimmy y Pen— Ellos son malos y quieren echarme la culpa de todo —mandó una mirada enfadada a Lucas y Wolfe.

—Solo sigamos, por favor —bufó el chico rubio.

—¿¡Y alguien me puede decir que mierda hay en esta mochila? Pesa como una vaca! —White se quitó la enorme mochila de la espalda y la dejó en el suelo abriéndola.

—A ver, a ver —Jimmy se asomó por encima del castaño mirando el interior—. Comida, una cantimplora, un pequeño maletín de primeros auxilios, una bomba, el mapa y eso creo que es pomada para las quemaduras.

—Espera —interrumpió Pen— ¿Qué dijiste?

—Que hay pomada para las quemaduras, supongo que será por si te quemas al sol o...

—No, eso no —negó con los ojos exorbitados— ¿Dijiste que ahí dentro hay una bomba? —señaló la mochila.

—A si, aquí —señaló algo en el interior como si sus compañeros pudieran verlo.

A esa respuesta le siguieron unos segundos de silencio y una mirada penetrante a la mochila.

—¡UNA BOMBA! —gritaron todos a la vez.

—Pero bueno ¿se puede saber que pasa con vosotros?¿Recién lo procesáis? —el de pelo lila se masajeó el puente de la nariz.

—¿Por qué demonios hay algo así? —Wolfe la sacó de la mochila mostrándosela a los demás.

—Es bastante grande... —dijo Iris— ¿Creéis que el resto de clanes también tengan una?

La bomba en cuestión era negra, con dos tubos en la parte superior. la batería en la parte baja y sobre los tubos un reloj digital que ahora mismo estaba apagado, pero que tenía varios botones pequeñitos y grises tanto para encenderla como para programarla. También se veían un cable azul y dos rojos que conectaban los tubos con la batería.

Parecía la clásica bomba de una película de acción, al puro estilo de agentes secretos.

—No lo sé, pero espero que no —Kirk quitó la bomba de manos de Wolfe y la metió de nuevo en la mochila—. Se supone que no deberíamos de tener este tipo de armas.

—¿Se habrán confundido entonces al darnos la mochila? —cuestionó Lucas.

—Ni idea, pero si es así la pregunta sería ¿Para quién era entonces esta bomba?

Nadie dijo nada mientras que el pelinaranja acomodaba el artefacto con cuidado y cerraba la mochila pasándosela a Wolfe.

—Ten cuidado, no sería bueno que explotara.

—No me digas...

El castaño finalmente se colocó de nuevo la mochila a su espalda. Una vez listos el clan del cristal reanudó la marcha por aquel infierno de arena y sol ¿Cómo podían aguantar esas temperaturas los clanes del sol y el fuego? Eran monstruos.

Caminaron por casi una hora más sin lograr salir de allí, comenzaron a temer el estar andando en círculos y que por eso no lograban salir del desierto, eso sería malo. Pero cuando al fin en el horizonte divisaron algo que no eran dunas de arenas se pusieron realmente contentos y corrieron hacia allí.

El lugar al que habían llegado parecía ser una ciudad en ruinas, era casi como la imagen de una guerra, edificios medio destruidos, sin nada en el interior, cristales de las ventanas rotos y nadie en toda la ciudad, pero al menos ya no había arena.

—Esta ciudad parece ser bastante grande —dijo Jimmy después de que todos se reunieran de nuevo tras separarse para investigar.

—Si, creo que no hemos mirado ni una cuarta parte de este lugar —secundó Wolfe mientras sacaba algo de la mochila, el mapa—. Mirad, si hemos accedido desde el desierto debemos estar por esta zona.

—¡Pero si estamos prácticamente a la derecha del bosque del que vinimos! —señaló Lucas.

—Seguramente al haber estado dando vueltas sin rumbo hemos acabado por aquí, probablemente si que llevábamos cuatro horas caminando en circulo —Indicó Jimmy.

—¿Y ahora qué hacemos? —cuestionó Iris— ¿Seguimos caminando o tratamos de poner nuestra base en esta zona?

—Creo que será mejor quedarnos en esta zona, dentro de los edificios hace fresco y podremos resguardarnos del sol intenso, además si subimos a lo alto de los edificios tendremos un punto alto desde el cual vigilar que no nos ataquen...

Antes de que Kirk pudiera terminar su explicación se escuchó un fuerte impacto en el edificio donde estaban. Todo el edificio comenzó a temblar y algo de polvo y algunos pequeños escombros cayeron al suelo.

—¿Qué decías sobre los ataques? —preguntó Teller.

—No te hagas el listo, vamos —ordenó el pelinaranja.

Rápidamente los cinco salieron corriendo del edificio para ver lo que sucedía, pero una vez en la puerta de entrada tuvieron que ponerse a la defensiva al instante.

—¡Cuidado!

Blue se puso delante del grupo estirando los brazos al frente y creando así con sus palmas un enorme escudo de cristal, similar al cuarzo, que recibió el impacto de una enorme rama mandando al castaño a volar y estrellándolo contra la pared del edificio que tenían atrás.

—¡Es el clan del bosque, tened cuidado! —advirtió Kirk.

Iris observó como estaban rodeados de ramas, raíces y enredaderas, incluso el edificio del que acababan de salir, y contra el que Wolfe se había chocado, estaba siento rodeado de hiedra. La rubia miró en todas direcciones buscando al miembro responsable de aquello y al fin lo localizó entre algunas enredaderas a lo lejos observándolos, era Aum Nirvana.

Iris apretó los dientes y sacando su látigo salió corriendo dispuesta a capturarlo, si estaba solo al menos podrían usarlo como chantaje para el clan de bosque.

—¡Meyer no! —pero la advertencia de Pen no llegó a tiempo.

Mientras corría en dirección al moreno pudo ver por el rabillo del ojo como una chica peliverde salía de detrás de una ramas que la habían estado ocultando, y corriendo, lanza en mano, se acercó a ella dispuesta a darle con ella en el estómago.

Iris trató de esquivarla, pero todo fue tan repentino que no le daría tiempo, mierda. Gracias al cielo, alguien tuvo más reflejos que ella y bloqueó la lanza de Ibara con un escudo de cristal.

—¡Wolfe!¿Estás bien?

—Si, perfectamente, pero haz el favor de andar con más cuidado.

Finalmente Ibara no tuvo más remedio que retroceder y reunirse con Aum. Los cinco volvieron a estar alerta, nadie les aseguraba que si esos dos estaban allí, el resto de su equipo no lo estuviera también.

Irónicamente esta vez fueron Rina y Aum los que tuvieron que esquivar un ataque, y no precisamente del clan del cristal. Lo que parecía un enorme golem echo de niebla de unos diez metros apareció en el lugar y tras el monstruo dos personas del clan de la niebla.

—¿A que es alucinante lo que podemos hacer? —dijo Pocus.

—Nadie más en el clan puede crear figuras sólidas de niebla que puedan golpear —las carcajadas de Hocus no tardaron en escucharse.

—Esto es entre el clan del cristal y nosotros, marchaos —exigió Rina, pero los dos gemelos solo rieron.

—Lo siento linda, pero va a ser que no, nosotros también queremos jugar un rato.

Y tras las palabras de Hocus el golem volvió a moverse y a atacarlos. Todos lograron esquivar el primer puñetazo que esa cosa lanzó, y pudieron ver como había roto bastante la zona del suelo que golpeó, definitivamente eso tenía que hacer daño si te daba.

Jimmy creó afiladas puntas de cristal que lanzó hacia el monstruo como si fueran flechas, pero todas y cada una de ellas lo traspasaron, seguía estando hecho de niebla después de todo.

—La única manera de pararlo sería atacarlos a ellos directamente —indicó Teller.

Tanto el clan del cristal, como el clan del bosque se acercaron a los dos gemelos para intentar atacarlos, pero Hocus usó al golem para frenar en seco al clan del cristal y Pocus creó una enorme serpiente de niebla del mismo tamaño que el golem que frenó a Ibara y Nirvana.

—Vuestro error, recordad que los objetos traspasan la niebla —Ibara lanzó su lanza lo más fuerte que pudo hacia el peliazul.

La lanza, como pasó anteriormente con el cristal, atravesó la serpiente de niebla y se dirigió hacia el menor de los Sesame. El peliazul reaccionó y pudo esquivarla por los pelos, pero fue la distracción necesaria para que Nirvana rodeara la serpiente y les atacara por la espalda.

—Eso no va a servir —rió Hocus.

En ese momento una densa niebla apareció rodeando al peliverde, y como si fuera una gruesa cuerda le rodeó el cuerpo impidiendo que se moviera.

—Siempre hacéis cosas muy peligrosas —se quejó Abigail que sin siquiera pensárselo lanzó una flecha a Rina, siendo esta esquivada.

—No son tan débiles como parecen, eso es todo —se defendió Pocus.

—¡Le di! —gritó Hocus justo al momento viendo como Lucas era lanzado contra unos árboles al ser golpeado con la mano del golem.

Cuando Pen trató de ir a ayudarlo la otra mano le golpeó a él enviándolo hacia el edificio como antes a Wolfe. Nuevos trozos de cristal por cortesía de Jimmy volaron hacia los tres miembros del clan de la niebla siendo estos esquivados.

—Picasteis —sonrió Lucas mientras se levantaba con dolor del suelo.

Abigail, al volver a pisar el suelo después de esquivar el ataque, solo tuvo tiempo de soltar un pequeño respingo de sorpresa cuando del suelo, como si fuera una mina, salieron un montón de enormes picos de cristal de casi un metro que la hirieron y lanzaron al suelo varios metros más allá.

Si no hubiera sido por los reflejos de la peliauzul probablemente esa mina hubiera acabado con ella.

—¡Nos retiramos! —gritó Coffee mientras se levantaba rápidamente adolorida y con algunas heridas sangrando.

—Pero yo quería seguir jugando —Pocus infló las mejillas.

—Dije que nos retiramos! —volvió a gritar.

—Tirana —bufó Hocus.

Pero cuando los tres se giraron, dispuestos a irse, Iris ya estaba allí. La rubia se agachó tocando el suelo con sus palmas y un montón de cristal surgió del suelo abruptamente. Los Sesame se dividieron yendo así Hocus, cargando a Abigail, hacia la derecha, y Pocus hacia la izquierda. Lamentablemente Meyer solo podía atacar en una dirección, así que aquella división le jodió y se decantó por atacar a Hocus, quien al cargar a su compañera corría más lento.

Lamentablemente no tuvo tiempo para eso pues como un rayo Pocus apareció por detrás y creando un enorme puño de niebla la golpeó mandándola también hacia un edificio. Wolfe y Jimmy trataron de ir a ayudarla, pero Hocus levantó un enorme muro que se lo impidió y además el clan del bosque volvió al ataque, pero ahora hacia ellos.

El menor de los gemelos se acercó a Iris, quien estaba en el suelo con la espalda apoyada en la pared del edificio.

—Queríamos haber podido acabar con alguno más, pero al menos acabaremos con uno, que ya es algo para empezar.

Pocus sacó de una funda que llevaba en la pierna una daga cuyo filo brilló terrorífico ante la luz del sol. Iris no se quedó quieta, y a pesar del dolor que sentía por todo su cuerpo alzó las manos colocando sus palmas en la pared tras ella creando así más cristal que salió a gran velocidad y Pocus esquivó como si nada acercándose a su hermano.

Iris podía hacer salir esos cristales de cualquier superficie inerte siempre y cuando sus palmas la tocaran. Cuando el menor intentó volver a atacar una enorme rama casi lo golpea, cortesía de Nivana.

—Vámonos, ya volveremos en otra ocasión —indicó Hocus.

Los gemelos cargando a Coffee desaparecieron del lugar perdiéndose entre los edificios. Rina corrió para recuperar la lanza que anteriormente le lanzó a Pocus y junto a Nirvana también se alejaron del lugar.

El clan del cristal al fin pudo respirar tranquilo.

—Será mejor que nos vayamos de aquí, si nos quedamos sabrán donde estamos y podrían volver a atacarnos —dijo White ayudando a Iris a levantarse.

—Vayamos hacia el sur, dirección a la costa —propuso Jimmy y todos asintieron.

—Menos mal que al fin salimos de ese condenado desierto —suspiró Zaphod.

—No fue tan malo —rió Sera.

—Eso díselo a mi ropa, tengo arena por todos lados, y ya mejor no hablar de la duna que podría hacer con la arena que tengo en el pelo —se quejó Dulce—. No quiero ver más arena por un buen tiempo.

—Lo bueno es que logramos salir por el lado correcto y no nos perdimos.

—Eres demasiado positivo, Arion —rió Doug.

—¿Y ahora que hacemos?¿Nos adentramos en el prado? —cuestionó Loamy.

—Será lo mejor —asintió el pelimorado moviendo su flequillo—. Estaría bien encontrar un lugar donde asentarnos hoy, no me gustaría perder más de un día en eso.

—Al ser un prado no habrá demasiados lugares donde esconderse, así que es mejor que vayamos a la zona de hierba alta al este —señaló Arion en el mapa que Doug le pasó.

—No perdemos nada por ir a echar un vistazo —sonrió la pelirrosa.

Arion dobló de nuevo el mapa y lo guardó en la mochila. Caminaron un poco más por aquella zona, poco a poco la arena que quedaba un poco desperdigada por aquí y por allá por las corrientes de aire, al rato desapareció por completo dando paso a tan solo hierba y más hierba. Cuanto más se adentraban en aquella zona más alta de volvía hasta que llegó un momento en la que esta era igual de alta que ellos mismo creando el efecto de un maizal.

Debido a tanta planta no se veía nada, era un sitio donde podías ocultarte con facilidad, pero había relativamente buena iluminación por la luz que se colaba por arriba.

—Oh, aquí se acaba —avisó Arion.

Cuando el castaño apartó unas hojas más para poder continuar andado se topó con la salida, ya no había hierba alta y esta volvía a estar al ras del suelo devolviéndole es aspecto de prado.

—Podríamos quedarnos aquí —propuso Aura.

—A ver, tendríamos la hierba alta para ocultarnos y este prado para retiradas estratégicas —explicó Zaphod.

—Vamos, que tendríamos vía libre para huir —tradujo Dulce.

—Es una "retirada estratégica" —recalcó el pelimorado.

—Eso en mi pueblo es huir y se acabó —zanjó el asunto la chica.

—Como sea —Riker rodó los ojos.

—Podría ser un buen sitio, la verdad es que aquí el viento sopla bastante, nos ayudaría a luchar en caso de que otro clan atacara la base —concordó Doug.

—Y creo que escucho agua... ¡Iré a echar un vistazo!

Y con un leve movimiento Arion usó una corriente de aire para alzarse del suelo e ir rápidamente en la dirección en la que creyó escuchar algo.

—Mientras Arion vuelve será mejor que nosotros vayamos asentándonos.

Todos obedecieron a McArthur poniéndose manos a la obra. Dulce fue a explorar un poco la zona mientras que Sera y Zaphod comenzaron a trenzar y atar la hierba en el interior de la zona de hierba alta logrando hacer así como una pequeña bóveda semejante a una tienda de campaña, lo que les serviría para resguardarse un poco.

Mientras tanto Doug sacó algo de comida de la mochila y se puso a cocinar algo para que todos comieran. No tenían reloj y no podían saber la hora exacta del día, pero por la posición del sol Doug juraría que ya debían ser cerca de las 3 pm.

—White, ¿que tal la exploración? —preguntó Serafina cuando su compañera regresó.

—Bastante bien, he visto varias madrigueras de conejos que podremos cazar cuando se nos agoten los suministros, también hay algunas zarzas por allí de la que podemos extraer frutos rojos.

—Solo espero que no sean venenosos...

—¡No seas pájaro de mal agüero, Zaphod! —le regañó la de ojos dorados.

—Volví —avisó Arion descendiendo al suelo de nuevo—. Como había pensado por allí hay un pequeño riachuelo con agua.

—Tenemos refugio, tenemos agua y también comida —habló Zaphod—. Además en un lugar que favorece nuestro don de viento.

—Yo creo que es nuestro lugar ideal —sonrió Loamy.

—¡A comer! —los llamó Doug.

No era la gran cosa, pues la comida de "regalo" que les entregaron no era demasiado espectacular, solo habían hecho algo de arroz y un poco de carne que venía enlatada. Y de poste unos sabrosos frutos rojos que Dulce trajo de su expedición.

Comieron tranquilamente disfrutando de la brisa fresca y el sol de la tarde, un sol primaveral que aún no era tan cálido como el del verano, pero que cuando apretaba podía llegar a hacer bastante calor, véase como ejemplo el desierto del que acababan de salir. No fue hasta que llegó la hora del postre que el ambiente se tensó.

Todos comenzaron a mirarse entre ellos y posteriormente a las frutillas entre sus manos, ¿quién sería el primero en aventurarse en probarlas?

—La primera debería de ser Loamy, después de todo ella las trajo —nominó Zaphod.

—Muy gracioso.

—¿Si nos morimos intoxicados a quien le dan los puntos por nuestra muerte? Técnicamente ningún clan nos mató.

—¡Storm! —la regañó Doug.

—Lo más justo sería que nos los dieran a nosotros, después de todo sería Dulce quien nos mató —dijo Riker recibiendo un golpe por parte de la chica mencionada.

—Sois unos miedicas, ya los pruebo yo —cedió Dulce.

La pelirrosa miró las frutas tragando saliva, aspiró una gran bocanada de aire y sin pensarselo se metió un pequeño puñado en la boca, las masticó y las tragó. Todos la miraron fijamente por unos largos minutos, Dulce mantuvo los ojos cerrados con fuerza todo ese raro, hasta que al ver que no pasaba nada comenzó a abrirlos lentamente.

—¿Notas nauseas, malestar, picor en la piel, vista borrosa o similares? —preguntó McArthur.

—No, me noto bien, de hecho esto está bastante bueno —y se metió una mora en la boca.

—No sé yo... Puede ser que el efecto sea a largo plazo —dijo Zaphod—. Que muestre los síntomas en unas horas o días.

—Podría ser... Pero no creo que sean venenosas, de hecho no creo que haya demasiadas cosas venenosas aquí.

—¿Por qué lo dices Sera? —preguntó Arion.

—Bueno, ellos quieren que nos Matemos entre nosotros, no que muramos al comer fruta venenosa —explicó su punto.

Esa explicación aparentemente los contentó a todos y como Dulce hizo momentos antes comieron algunos frutos.

—Tu lógica es buena —dijo Dulce tras tragar la última fruta en sus manos—, pero también podría haber fruta, plantas o setas venenosas para que las utilicemos para matar a otros clanes, por ejemplo colándoselas en la comida sin que lo notaran, eso contaría como asesinato.

—Genial, se me quitó el hambre —y el de labios pintados soltó las frutas restantes entre sus manos en un pañuelo, los otros tres hicieron lo mismo.

Doug enrolló los frutos rojos en el pañuelo y lo guardó para después, si resultaban no ser venenosos podrían comérselos más tarde, y por el bienestar de Loamy esperaba que así fuera.

Después de aquella comida decidieron descansar un poco antes de movilizarse, por la noche, con el viento nocturno y la ayuda de la oscuridad y su velocidad, podrían intentar localizar otros clanes sin ser descubiertos y así realizar un ataque sorpresa. Sería genial localizar a dos clanes en concreto, el del sol y el de la luna, pues si lograban saber su ubicación podrían atacarlos cuando fueran más vulnerables.

Es decir, podrían atacar al clan de la luna a pleno día y al del sol en plena noche, era una buena estrategia.

El tiempo pasó tranquilo, pero cerca de las 7 pm, cuando el sol comenzaba a caer por el horizonte, Doug se puso alerta. Eso alertó también a sus compañeros que lo miraron asustados.

—¿Pasa algo? —preguntó Sera al notar el ambiente enrarecido.

—Creo que viene alguien.

—Yo también lo he notado, es como si el viento nos alertara de una presencia —explicó Arion.

—¿Queréis que me eleve y echo un vistazo? —preguntó Dulce.

—No —negó rápidamente el pelimorado de ojos dorados sacando un enorme y afilado cuchillo militar—. Serías un blanco fácil si viniera algún arquero o tuvieran un buen nivel en ataque a distancia con su don.

—¿Y qué hacemos?¿Simplemente esperamos a que nos ataquen?

Pero Dulce tuvo que callarse cuando escuchó la hierba moverse, pero fue un sonido tan efímero que no supo de donde vino.

Todos comenzaron a mirar a un lado y a otro y comenzaron a reunirse al rededor de Sera, quien al no poder huir estaba en desventaja en esa situación. No volvieron a escuchar ni sentir nada más, así que se comenzaron a relajar lentamente, parece que lo que fuera que estaba ahí ya no lo estaba.

—Del miedo me han dado hasta escalofríos —reconoció Arion.

—¿Escalofríos? Yo estoy temblando —dijo Dulce abrazándose así misma.

—No, más que temblando estás tiritando ¿Tienes frío? —le preguntó Serafina preocupada.

—Un poco, siento como si la temperatura hubiera bajado de golpe, debe ser por el susto.

—No, no es por el susto, la temperatura realmente bajó —avisó Doug y de repente la mala corazonada regresó— ¡Es el clan del hielo!

Todos sabían que la lucha sería dura, todos sabían que podrían morir, era algo que tenían presente en el día a día y que sus mentes les repetían sin parar. Pero cuando ves la muerte ante tus ojos, el carmín brotar de un cuerpo y como unos ojos pierden el brillo de la vida, es ahí cuando te das cuenta que lo sabías, pero no por eso lo tenías asumido.

Siempre se tiende a pensar que la muerte no va con uno, la ven tan lejana y tan poco probable... Sienten que es algo que a ellos no les pasará a pesar de verla en el día a día en la televisión, leerla en los libros de historia, incluso es mencionada en cientos de canciones.

No es hasta que la vieron en persona que los pensamientos se agolparon en sus cabezas, decenas, cientos de ellos ¿Podría haber sido yo?¿Habrá sentido dolor?¿Seré yo el siguiente?¿Por qué esto le pasó a él o ella? No entienden nada, su mente se queda en blanco y solo reaccionan cuando esa sangre color carmín oscuro mancha su piel al salpicar, su ropa está manchada y el ambiente huele a óxido.

El cuerpo inerte de Zaphod Riker cayó al suelo a plomo con un sonido seco y su sangre comenzó a impregnar la hierba en la que hasta hace unos minutos habían estado descansando y comiendo. No se movía, no respiraba, su corazón dejó de latir en el instante en el que esa enorme estaca de hielo perforó su pecho por un ataque por la espalda, ese hielo que parecía no derretirse y que la sangre manchaba haciéndola brillar por la luz incidente del sol.

¡Atención todo el mundo, Zaphod Riker del clan del viento ha caído, muerte a manos del clan del hielo!

Ese anuncio sonó por toda la isla, avisándoles a todos de la perdida, la perdida de la vida de una persona.

Dulce cayó al suelo cuando sus piernas temblequeantes no pudieron seguir soportando su peso. Aura se acercó con rapidez al cuerpo, trató de buscarle el pulso, algo de respiración, una simple mirada, pero nada, Riker no reaccionaba, murió al instante y sin dolor aparente. Ni siquiera tuvo tiempo de procesar que iba a morir antes de dar su último suspiro.

Lo siguiente que se escuchó fue una risa macabra y aguda que taladraba los oídos.

—Pensé que el clan del viento era mucho más fuerte, que decepción.

Una chica salió del bosque portando un hacha, la hacia girar amenazante entre sus manos y la hierba por donde ella iba pasando se escarchaba bajo sus pies.

—Eso fue tan patético, murió sin saberlo y sin saber quien fue su ejecutor —dijo de nuevo la voz.

Liliya paró de caminar mirando con una amplia sonrisa el cadáver de Zaphod, era tan repulsivo que daban ganas de vomitar.

—¡No te acerques! —gritó Arion y se colocó entre Lili y el cuerpo de su compañero caído.

—¡Eres una zorra! —esta vez fue Doug, quien se abalanzó hacia la peliceniza.

El filo del hacha y del cuchillo chocaron, aunque claramente no era una lucha igualada, por lo que el pelimorado en seguida tuvo que retroceder de nuevo.

Una fuerte ráfaga de aire no se hizo esperar, fue tan fuerte que Liliya tuvo que clavar su hacha con todas sus fuerzas en el suelo y agarrarse a ella para no salir volando. Por desgracia no notó que mientras, Arion se había acercado por su espalda y le asestó una patada haciéndola estamparse contra el suelo.

Rápidamente la chica se giró y le dio una patada en el estómago al castaño haciéndolo desestabilizarse y que cayera al suelo. Rápidamente se levantó cogiendo su hacha, cuando Doug trató de acercarse le lanzó una ráfaga de carámbanos de hielo que el chico tuvo que esquivar y aprovechó esos segundos ganados para levantar el hacha y bajarla a toda velocidad hacia Sherwind.

Un fuerte impacto en el arma, como si fuera una bala de aire, le quitó el hacha de las manos lanzándola lejos. Byoko miró en la dirección de la que ese golpe vino y vio como había sido obra de Dulce, que a pesar de estar aún aterrada en el suelo reaccionó a tiempo. La chica pelirrosa se preparó para hacer un ataque de nuevo, pero se detuvo cuando vio que por su lado se acercaba un montón de hielo afilado que surgía del suelo.

Doug mandó una nueva ráfaga en esa dirección destrozando el hielo y dejando tan solo la sensación de frío en el ambiente. Pudieron ver todos a lo lejos a Njord mirándolos, nadie volvió a atacar, así que el peliazul tan solo dio media vuelta y se fue a paso lento, pero firme. Cuando volvieron la mirada al frente, ni Liliya ni su hacha estaban allí, pero al menos todos estaban bien, todos menos Riker.

¿En qué momento se había torcido todo?¿Por qué ellos tuvieron que ser los primeros en sufrir la perdida de un compañero? No hacía ni 24 horas que habían estado hablando con Swift sobre la posibilidad de que todos salieran de allí vivos, y ahora, solo quedaban 4.

Quizás el fallo en todo eso es que habían pecado de optimistas, se habían tomado aquello como un juego, o al menos no tan en serio como debían, y habían sido los más descuidados.

—Arion, ayudame —pidió Doug mientras cogía el cuerpo de Riker por los brazos.

—¿Lo vais a mover? —preguntó Storm.

—No podemos dejarlo aquí tirado, no es un animal —dijo el chico.

—Doug, espera —Arion señaló al cielo—. Mira.

Todos miraron en la dirección que el castaño señaló y vieron como un jet se acercó a donde ellos estaban. Un fuerte aire se levantó haciéndoles retroceder y alejarse del cuerpo de Riker. De la parte de abajo del jet salió lo que parecía un gancho que agarró el cuerpo del fallecido y se lo llevó a su interior, en cuanto tuvo el cuerpo el jet se fue por donde vino sin hacer nada más.

—Creo que ellos tiene su propia forma de ocuparse de los cadáveres —dijo Sera.

—Tiene sentido, sino la isla estaría llena de cadáveres y tumbas —suspiró Arion sentándose en el suelo.

Y así terminó el primer día en la isla del clan del viento, con una vida menos en aquel lugar. Y un yugo de culpabilidad para sus compañeros.

𝗟𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗙𝗮𝗹𝗹𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀:

– Zaphod Riker

𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚎𝚕𝚘: 15 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙰𝚐𝚞𝚊: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚅𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚝𝚊𝚗̃𝚊: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚃𝚛𝚞𝚎𝚗𝚘: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙽𝚒𝚎𝚋𝚕𝚊: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙲𝚛𝚒𝚜𝚝𝚊𝚕: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝙱𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊𝚜: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚘𝚕: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊: 0 p

:(

Si, la lista de fallecidos al fin tiene su primer nombre y la clasificación ha cambiada al obtener un clan sus primeros puntos.

Ay, Zaphod bebé, te moriste muy prontito. Se que este no es un personaje muy principal por decirlo así en Inazuma Eleven Go, pero tampoco quería empezar matando a no sé un OC o un personaje más importante como podrían ser Doug o Arion.

Ah, pero eso si, puede ser que alguno de ellos acabe muriendo en el futuro, solo que yo voy a empezar de un poquito más suave a las muertes dolorosas que te hacen necesitar una caja de pañuelos XD

Creo que matando a un personaje en el capítulo 4 se empieza a entender que las muertes vendrán en momentos inesperados y que la hora del día no importará u.u En un momento puede estar todo feliz y family friendly y al momento siguiente tu personaje favorito puede morir :')

Solo espero que en el momento en el que un OC o un personaje importante muera no me matéis a mi :'v

~Ciao ♥

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