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❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 20: Jᴇᴡᴇʟ ᴏғ ᴛʜᴇ sᴜɴ

ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 20 ;;

•𝑱𝒐𝒚𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍•

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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 26/10/2020☽︎

Después de varios anuncios de muertes, todos sintieron que esto no iba bien, se les salía de control, así que optaron por sellar lo mejor que pudieron las salidas y regresar con el grupo al único acceso que permanecía abierto; por aquella cueva a la que entró la montaña por última vez.

El grupo de Iris, compuesto por los Ash, Di Rigo, Whyte, Corsair, Dreamblack, Sherwind y la propia Meyer, comenzó a andar montaña abajo para reunirse con el grupo de Jade, los encargado de vigilar la entrada anteriormente mencionada y los que se encontraban en el punto de encuentro.

Estaban ya a pocos metros, de hecho ya podían ver a Jones y cerca estaba Artemisa, al parecer su grupo también había llegado ya. Aceleraron el paso para llegar antes y algunos los saludaron cuando ya estaban cerca.

—Vaya, ¿vosotros también por aquí? —cuestionó Maxim sentado, cosa que extrañó a Riccardo quien sabía de primera mano lo inquieto que era el de moños.

—¿Estás bien?

—Me jodí la espalda —señaló con el pulgar atrás— ¡Pero ahora tengo mayordomo! —y señaló a Beyond que frunció el ceño.

—Sellamos la puerta y decidimos volver, han sonado muchos anuncios de muertes y nos comenzamos a preocupar —indicó Arion tratando de volver al tema principal.

—Hablando de eso, lo sentimos mucho por García —dio su pésame Bradford agachando un poco la cabeza.

Fue Hocus quien tomó la palabra en ese ocasión.

—Fue inevitable, estamos en un torneo a muerte después de todo, las perdidas son... inevitables —dijo eso último con resignación.

En ese momento Iris miró a Arion el pobre había perdido a tantos... Solo le quedaba Dulce, ambos dependían emocionalmente el uno del otro, dudaba seriamente que si alguno más perecía el otro pudiese aguantar la presión.

Estar en el Midnight War ya era duro de por si, pero podías intentar apoyarte en tus compañeros, quedarse solo era muy duro y una condena. Ella aún recordaba las veces que vio el torneo por la televisión, cuando alguno de un grupo se quedaba solo la cosa no solía acabar bien, la vez que más le marcó fue el torneo de hace 5 años, fue justo la generación de cuando participó su mentor, Neil Turner.

El cristal no ganó ese año, pero si que quedaron entre los 5 mejores grupos al solo tener una perdida, cuatro sobrevivieron. Eso lamentablemente no se aplicaba a todos los grupos, y aquel año la peor parte se la llevó el clan del trueno, todos murieron a excepción de uno.

Dos días antes de que al final el clan del fuego se alzara como campeón Maxwell Carson, del clan del trueno, murió a manos de Caleb Stonewall, del clan de la luna, dejando así solo a un superviviente de dicho clan, Thor Stoutberg. Aquel chico no acabó demasiado bien, empezó a ser muy paranoico con su seguridad, a temer a su propia sombra pues sabía que el sería el siguiente, en tan solo 24 horas perdió totalmente la cordura.

El torneo, matar personas y ver morir a las suyos fue demasiada presión para él, y ya no tenía en quien apoyarse ya que además de quedarse solo, ese año el clan del trueno no hizo ninguna alianza con ningún clan, no tenía quien le protegiera.

Recordaba aún como Silvia Woods, del clan del viento, entró en un gruta subterránea que había cerca de un río, recordaba su grito al descubrir el cuerpo de Stoutberg en un estado deplorable, él mismo se suicidó golpeando su cráneo varias veces contra las rocas de la gruta. Ver esa imagen definitivamente marcó a Iris, incluso sus padre le taparon rápidamente los ojos.

Esa imagen fue la que no paró de atormentarla durante todo el torneo, tenía más miedo de quedarse sola que de morir.

—Mirad, por ahí viene el resto de grupos —señaló Greene.

Ya todos estaban allí a excepción de dos grupos; el de Bai Long y el de Njord.

—Quizás entraron a las grutas subterránea y aún están barriéndolas —dijo Dreamblack.

—O a lo mejor ya se han muerto —habló Infinity.

—¿Cómo puedes decir eso? Te recuerdo que tus tres compañeros están ahí dentro —le señaló Iris.

—Solo es una posibilidad más —se encogió de hombros—. Cuando Saturn se escapó selló de nuevo la entrada y seguro que llenó la zona de trampas para que no lo siguiéramos ¿quién te dice a ti que no hicieron lo mismo con el resto de caminos?

Infinity tenía su punto, pero esa forma de decirlo seguía sin gustarle a Iris un pelo.

—¡Chicos!

Todos se giraron a mirar la entrada por donde salia la voz, era una voz femenina y en el clan de la montaña eran todos chicos, por lo que supieron que era alguien de otro clan.

—¡Dulce! —al verla Arion corrió hacia ella, que ya casi salia de la cueva— ¿Te encuentras bien? ¿Todo fue bien allí dentro?

—Bueno... Todos caímos en una trampa preparada por los de la montaña y nos separamos, pero gracias al cielo me encontré con Bai Long y entre los dos pudimos encontrar a los demás.

Como la fémina dijo detrás de ella el resto de su grupo fue saliendo, todos parecían estar bien, o bueno, casi todos.

—¡Estás herida! —exclamó el castaño al ver la sangre en el hombro de la pelirosada y el torniquete improvisado.

—Si... Esto fue...

—Eso fue que la atacó Flashman —habló Bai Long yendo directo hacia Cronus, que apenas estaba saliendo de la cueva, y lo agarró de la solapa de la chaqueta.

El castaño le agarró de los antebrazos impidiéndole así que le tirara más.

—¡Bai Long! —Dulce quiso ir a separarlos, pero Arion no la dejó por miedo a que fuera un daño colateral.

—¿Por qué mierda le atacó alguien de tu grupo? Sé que esa panda de idiotas no mueve un dedo a no ser que tu se lo órdenes —eso indignó a Divine, Jove y Princeton— ¿Qué pretendéis?

—No sé lo que a podido pasar, ahora suéltame —la orden de Cronus sonó ciertamente amenazante, pero el albino no se acobardó, al revés, apretó aún más el agarre.

—Tu querido compañero casi mata a alguien que era su aliada, todos contra el clan de la montaña ¿recuerdas? ¿O es que acaso vosotros sois el clan traidor?

—No lo somos y no sé por qué Falco actuó de esa manera, yo no le di ninguna orden.

—Tiene razón, Cronus no nos dijo nada, nosotros no somos los traidores, debe de haber una explicación —habló Preston tratando de calmar las aguas.

—¡Como si fuera a creeros!

—¡He dicho que me sueltes! —y así Cronus le dio una descarga eléctrica, no suficiente para hacerle verdadero daño, pero si la justa para que le soltara y retrocediera entumecido.

En ese momento Cronus también tuvo que retroceder cuando un cuchillo pasó peligrosamente cerca de su cara.

—Vuelve a hacerle eso y será lo último que hagas en tu patética vida —habló enfadado Slocker.

—Y tu también será mejor que no vuelvas a lanzarle algo a Fourseason o vas a tener problemas, ya te dieron un flechazo, pero parece que te quedaste con ganas de otro —Divine lo estaba apuntando con su propio arco.

—¡Bueno ya basta! —gritó Artemisa— ¡Así no vamos a llegar a ninguna parte!

—Arti tiene razón —la apoyó Columbia—. Si tan solo sabéis liaros a ostias nunca sabremos porque Flashman hizo lo que hizo.

Bai Long chasqueó la lengua hastiado, pero se fue con sus compañeros dejando en paz a los del clan del trueno.

—Que pena dais —esa nueva voz procedente del exterior los alteró y todos se pusieron en guardia.

Al localizar al dueño de esta volvieron a bajar las armas viendo como Damian se acercaba. El chico venía casi sin aliento y bastante sudado, parecía que se había hecho una buena carrera.

—Damian, ¿dónde te habías metido? Menos mal que estás bien —se alegró Tet de verlo.

El castaño, sin decir nada, le pasó a Davy lo que parecía ser una tablet, el chico lo miró desconcertado, pero Damian simplemente se dejó caer en unas rocas cercanas a donde estaba Maxim para descansar.

—Se lo quité a Houdini, del clan de la montaña, imagino que debe tener información bastante importante si tiene algo así en este lugar —indicó una vez dejó de hiperventilar.

—¿Cómo lo hiciste? —preguntó Jade asombrada.

—¿Recordáis cuando Houdini salió de la cueva, pero en lugar de enfrentarse a vosotros tan solo os dio un par de golpe para que os quitárais de en medio y se fue?

—Si de verdad os pasó eso fue penoso —indicó Maxim.

—Si, lo recuerdo —asintió Davy ignorando al del clan del bosque por su sanidad mental.

—Pues yo lo seguí y conseguí quitársela, la llevaba en la riñonera que se quitó mientras trataba de trepar a un árbol para a saber que cosa, así que me acerqué sigilosamente y me la llevé. Lo malo es que al final me pilló y tuve que perderlo en el bosque, correr definitivamente no es lo mío —suspiró.

—¿Y no viste qué hacía? —preguntó Riccardo y Damian negó.

—Me centré más en poder robarle la tablet y salir de allí con vida.

—¿Ya la has mirado? —preguntó Davy encendiéndola.

—¿Cuando se supone que la iba a mirar si he estado huyendo del otro armario de tío?

Todos vieron como Davy tocaba varias veces la pantalla con un gesto serio, como si buscara algo muy importante, pero al final frustrado dejó el intento.

—¿Qué pasa? —preguntó Iris.

—Todo está cifrado o tiene una contraseña para entrar —dio la mala noticia.

—No me lo puedo creer, ¿después de todo no vamos a conseguir nada de información? —dijo hastiado Infinity.

—A ver, déjamelo —pidió Preston.

—Si, claro, justo a ti, no te jode —Bai Long se interpuso para que Jones no le diera el aparato.

—¡¿Nunca te han dicho que eres un puto pesado?! —le gritó el de pelo plateado enfadado.

—A ver, trae —al final fue Fey quien la cogió y empezó a trastear con ella.

—Dulce, esa herida sangra demasiado, déjame echarte un vistazo —pidió Tezcat, la chica asintió.

—Aura era la mejor en medicina, sabía un montón —dijo la chica llamando la atención de Arion y el resto—. Cuando curaba una herida te decía lo que podías y no podías hacer ¡Y pobre de ti como no le hicieras caso! Tenía un genio...

—¿Te acuerdas cuando le dio una patada a Doug? —habló Arion y Dulce rió.

—Doug le sacaba dos cabezas y aun así fue capaz de pegarle, ni él se la jugaba tanto.

Iris notó en seguida la mirada de pena y nostalgia en ambos, ahora más que nunca estaba segura de que ambos se necesitaban como compañeros.

—Aquí estáis.

Nadie tuvo tiempo de reaccionar cuando un enorme mazo le dio a Fey lanzándolo contra la montaña.

—¡Cuidado! ¡Es Houdini! —gritó Damian.

—Asi que tu eres el hijo de puta que me robó la tablet, me gustaría que me la devolvierais, sino os la tendré que quitar por las malas —el pelirrojo estaba evidentemente enfadado.

Una flecha le llegó desde la derecha, pero la esquivó sin demasiados problemas y con el mango del martillo le dio en la boca del estomago a Abigail, quien lo atacó, y después recibió otro golpe en la espalda que terminó por tumbarla.

Vladimir quiso aprovechar la distracción para atacarlo por la espalda con sus sombras, pero del suelo surgieron unas rocas enormes que lo lanzaron varios metros al golpearlo.

—¡Vlad! —gritó Raven.

—Llegas tarde —le reprochó Harrold a Ringo quien salia de la cueva.

—Si no te hubieras dejado robar la tablet de esa forma tan patética no tendría que haber venido.

Raven cogió su pistola y creando en su interior balas de sombras, pero que dañaban tanto como unas de verdad, comenzó a disparar al pelirrojo, pero Saturn creó un muro de rocas para impedir que les dieran.

—¡Tu, cabrón! —si no hubiera sido por el grito Saturn ni se hubiera dado cuenta de que Laggerfeld de le acercó por la espalda para atacarlo.

Para cuando lo vio ya era muy tarde y un golpe directo de agua en caño del otro lo golpeó estampándolo contra la pared.

Harrold a ver esto creó una gigantesca cúpula que dejó en su interior a Rune, Harrold y Saturn y fuera al resto. Con tantos atacando la cúpula no duraría mucho, así que tenía que darse prisa.

Se acercó a Fey, quien trataba de levantarse para huir, pero el dolor del golpe se lo impedía. Cuando Harrold llegó a su lado le dio una patada en la cara haciendo rebotar su cabeza de una forma no muy bonita en la roca. Fey cayó inconsciente y el pelirrojo aprovechó para quitarle la tablet de entre sus manos. Justo cuando se levantaba la cúpula se rompió por ese lado y una enorme llamará entró.

Tuvo que saltar a un lado y lanzarse al suelo para esquivarla y aún así le jodió un poco en un brazo.

—¡No vuelvas a acercarte a él! —gritó Abigail colocándose delante del peliverde.

—Es hora de quemarlo todo —sonrió Carmina yendo al frente.

Houdini se levantó, y ya con la tablet en su posesión se fue corriendo hacia Saturn echándoselo en el hombro pues el golpe de Laggerfeld lo dejó fuera de combate. La cúpula empezó a romperse por todos lados después de tantos golpes y algunos ataques con dones empezaron a acercarse a ellos peligrosamente, tocaba retirarse.

Justo antes de entrar a la cueva, la cúpula se rompió a su izquierda y con una fuerte corriente de viento Arion los lanzó de nuevo contra la pared haciendo que a Harrold se le cayeran Saturn y la tablet al suelo.

—No vais a ir a ningún sitio —dijo el castaño—. Tenéis muchas cosas que explicar.

Houdini tensó la mandíbula, estaba atrapado ¿qué podía hacer? Si fracasaban ahora Evans iba a...

El resto se acercaban con rapidez, pero todo fue muy rápido.

Alessandro salió de entre la oscuridad de la cueva con un enorme cuchillo militar en la mano, Arion no tuvo tiempo de reaccionar y tan solo pudo esperar el golpe. La sangre se esparció por todos lados, manchando toda la zona, todos quedaron impactados y el recién llegado aprovechó para agarrar a Saturn, y Houdini la tablet, y salir corriendo de allí.

Colby al verlos huir les lanzó una bola de fuego para tratar de darles, pero una roca se levantó del suelo como por arte de magia chocando con su llama y extinguiéndola. Había sido obra de Lapin quien permaneció oculto como apoyo para Il Grande.

Arion alzó las manos cubiertas de sangre y cayó de rodillas al suelo por el impacto, al mirar al frente vio el cuerpo sin vida de Meyer ¿por qué lo había hecho? ¿Por qué se interpuso dando su vida a cambio de salvarlo a él?

Con el cuchillo habían rajado el estómago de la rubia, se desangraba a una velocidad tremenda y a pesar de que Tezcat, Slocker y Tet se acercaron rápidamente para ver si podían hacer algo por ella fue imposible, ya había perdido mucha sangre y era una herida demasiado profunda.

Iris dejó de escuchar los gritos de sus compañeros, su vista se volvió borrosa y sabiendo que llegaba su fin no pudo evitar que una lágrima resbalara por su mejilla mezclándose con la sangre escarlata que salia de su boca. Había cumplido lo que siempre había dicho, prefería morir a quedarse sola, prefirió dar su vida para salvar a otro que ver a Loamy destruida al quedarse sola, no podría soportar ver otra imagen como la de Stoutberg, no podía.

Aunque todos hubieran perdido la fe en la humanidad, la confianza en unos y otros, ella no había dudado en cambiar su vida por la alguien de otro clan. La última imagen que vino a su mente en sus últimos momentos fue la de su madre y hermanos juntos sonriéndole. Su madre, su hermano y hermana mayores y los dos mellizos, los pequeños, eran una familia numerosa de 5 hijos que su madre tuvo que criar sola tras la muerte de su padre.

"No te preocupes mamá, lo hiciste muy bien"

Le hubiera gustado poder decirle esas palabras en persona, pero ya era demasiado tarde. Todo se volvió blanco, ya no sabía donde estaba ¿había muerto ya?

Hija —su padre estaba ahí, envuelto en una brillante luz y le extendía la mano.

Sabía que él estaba muerto, pero la sensación de calidez en su corazón le hizo saber que todo estaba bien.

Papá —no pudo evitar que las lágrimas salieran sin control de sus ojos.

Trató de limpiárselas, no quería que su amado padre la viera así, y se lanzó a abrazarlo, lo había extrañado tanto, tenía tan solo 8 años la última vez que lo vio.

Papá, papá lo siento, lo siento tanto, dejé a mamá y los demás solos, lo siento —lloraba sin parar, ya le daba igual, no quería contenerse, solo quería soltarlo todo.

Iris, mi pequeña, lo hiciste muy bien, eres mi heroína.

—Se ha ido —anunció el rubio una vez que perdió su pulso y alejó sus dedos del cuelo de la fémina.

—Lo siento mucho —le dijo Tet a Wolfe y Pen.

—No lo sientas, ella dio su vida por Arion, fue su decisión, así que si Sherwind está bien su sacrificio no fue en vano —dijo White agachándose al lado de la rubia, cerrando sus ojos y secando esa lágrima rebelde que había caído en su último suspiro de vida.

—¡Arion! —Dulce prácticamente se abalanzó hacia su compañero, entró en panico solo de pensar que le podía haber pasado algo a la última persona que le quedaba allí— ¿Estás bien? ¿No estás herido? Estás muy pálido.

El castaño seguía arrodillado en el suelo sin saber muy bien como reaccionar.

—Ha sido mi culpa, ella murió por mi culpa —fue lo único que pudo decir.

—No, no, no es tu culpa —Dulce agarró con ambas manos su cabeza para que la mirara a los ojos—. Ella quiso salvarte por su propia voluntad, no te eches a los hombros una carga que no es tuya y que además no podrás soportar, tu no la mataste, Alessandro lo hizo, el clan traidor lo hizo.

—Arion —Teller se agachó al lado del castaño y este lo miró—. No te eches la culpa de algo que ya no tiene solución, ahora vive por ella ¿de acuerdo?

Arion asintió apretando sus labios para tratar de no llorar, no era el momento, y si alguien tenía derecho a llorar esos eran los campaneros de Iris, no él.

—Cuando regresemos yo hablaré con su familia —le susurró Pen a Wolfe—. Estoy seguro de que su madre y hermanos estarán destrozados.

Arion pudo escuchar eso último al estar cerca de ambos. Su familia, sus hermanos, era verdad, todos allí tenían un motivo por el que regresar, un motivo en el que nadie se paraba a pensar cuando asesinaban a otra persona. Los puntos que obtenían allí no eran puntos de victorias, eran puntos por el vacío que originaban a las familias.

Apretó los puños sobre sus muslos y bajó la cabeza, él no había matado a nadie, pero sentía como si todas las muertes fueran su culpa en ese momento, no directamente claro, sino por no haber tratado de impedirlo de laguna manera.

Había tantas formas de frenar el Midnight War ¿Y si se hubieran puesto todos de acuerdo para no combatir? ¿Si hubieran tratado de localizar todas las cámaras de la isla y romperlas para que tuvieron que cancelar el torneo? Solo habían sido ovejas que siguieron el camino trazado por sus ancestros, y lamentablemente ese cálido daba salida directamente a un precipicio.

Se sentía como un completo idiota.

—Se escuchan unos pasos —advirtió Luciel mirando al interior de la cueva y sacando de su chaqueta uno de sus cuchillos.

—¿El clan de la montaña vuelve a por más pelea? —Infinity también se puso en posición de ataque.

—No lo sé.

Los pasos se fueron intensificando y unas figuras humanas se fueron haciendo más nítidas al salir de la oscuridad de la cueva.

—Descansad, es el grupo de Njord —avisó Tezcat gracias a su buena vista en lugares oscuros.

Todos se relajaron y efectivamente en cuestión de uno o dos minutos el único grupo que faltaba por llegar salió de la cueva.

—¿Qué con esas caras? Parece como si hubierais visto un fantasma —alzó una ceja Snio.

El silencio que se creó dejó confundidos al grupo recién llegado que los miraron hasta localizar la pieza que fallaba en todo aquello.

—¡Iris! —Lucas prácticamente se abalanzó hacia el cuerpo tirado de su amiga en total pánico.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué está así? —preguntó Jimmy a Wolfe y Pen.

—Tranquilizaos, os lo explicaremos todos —los trató de calmar Pen.

—El clan de la montaña nos atacó para recuperar una tablet con información que Laggerfeld robó, intentaron matar a Sherwind pero Iris se interpuso para salvarlo —explicó Whyte.

Jimmy y Lucas miraron al castaño mencionado, este tragó saliva al pensar que ambos podrían estar enfadados con él, después de todo habían perdido a su compañera.

—Ella siempre luchó por una justicia que parecía inalcanzable ¿eh? —suspiró Lucas bajando la cabeza.

—¿Tu estás bien, Arion? —cuestionó Kirk.

El castaño asintió al no salirle las palabras. Lucas miró de nuevo a su amiga y cerró los ojos rezando a la diosa por ella, porque su alma llegara a su lado, al terminar se levantó del suelo apenado.

—Que tu sacrificio no haya sido en vano —susurró el de gafas de sol.

¡Atención todo el mundo, Iris Meyer del clan del cristal ha caído, muerte a manos del clan de la montaña!

—Dios de verdad, que asco le estoy pillando a esa puta voz —se quejó Terry.

—Una muerte en el clan de la niebla, una en el clan del trueno y una muerte en el clan del cristal —Liliya parecía estar haciendo cuentas—. Parece que ya no quedan casi clanes sin ninguna muerte, que afortunados los del clan de la luna y el fuego ¿no creéis? —sonrió ampliamente.

—¿Qué insinúas? —frunció Víctor el ceño, esto solo hizo reír a la peliceniza.

—Ni caso, solo intenta picaros —dijo Rina—. Después de todos nosotros ya sabemos quien es el traidor.

Ante esa afirmación todos miraron extremadamente sorprendidos a la peliverde.

—¡¿Qué?!

—En la cueva encontramos una puerta que daba a una sala secreta subterránea —explicó Laurel.

—Lo que indicaría que esos túneles o cuevas no son hechas por la naturaleza, si no por alguien más —habló Njord.

—¿Queréis decir que aquí vivió alguien? —cuestionó Jade.

—¿Recordáis la ciudad en ruinas en la que el clan de la niebla y el del cristal teníamos nuestros campamentos? —cuestionó Erika y todos asintieron—. Pues básicamente creemos que eso no está simplemente construido como atrezo para el torneo, sino que ahí realmente vivió un clan.

—Pero eso no tiene sentido —indicó Michael—. Los clanes llevan viviendo en el continente de Kúvii desde que la Diosa Ansythma nos creó como especie.

—¿Cuantos clanes hay? —la pregunta de Jimmy los descolocó.

—Doce clanes ¿a qué viene esa pregunta? —arqueó una ceja Cronus.

—¡IN-CO-RREC-TO! —rió Liliya confundiendo a los demás.

—¿De que habla la loca? —cuestionó Aitor.

—Todo el mundo piensa que hay doce clanes, pero la realidad es que son trece —afirmó Rina.

—¡¿Trece?! —la cara de Maxim reflejaba a la perfección la incredulidad de todos los presentes.

Rina asintió sin más.

—En la sala que encontramos había una mesa de reuniones con los escudos de todos los clanes, pero adivinad, no había doce escudos, sino trece —explicó—. Es más el decimotercer escudo era el mismo que había en el edificio central donde estuvimos la semana antes del torneo.

—¿El de los lirios y las espadas? —cuestionó Luciel.

—El mismo —asintió Erika.

—Entonces no era el escudo de la isla como nos dijo Cinquedea...

—Si, en eso si dijo la verdad, era el escudo de la isla, pero es que esta isla es el territorio de este misterioso clan —explicó Njord.

—Claro, esperad un momento, ¿de qué clanes son los organizadores del torneo? —preguntó Preston.

— ...No lo sé —reconoció Abigail mientras estaba sentada al lado de Fey quien a pesar de que ya estaba despierto tenía un dolor de cabeza insoportable.

—Se supone que la procedencia se mantiene en secreto para evitar atentados o quejas —explicó Vladimir.

—Claro, y eso es porque estos organizadores no son de ninguno de los doce clanes, Cinquedea y los suyos son los miembros del decimotercer clan —afirmó Kirk.

—Todo esto es tan absurdo —suspiró Pocus—. Me está mareando todo este asunto.

—¡Joder espera un momento! —gritó de repente Michael— Si hay otro clan aparte de los doce, eso significa que ese clan...

—Es el traidor, en efecto —asintió Laurel.

—¡Mierda! ¡Y nosotros como gilipollas matándonos en esta isla por generaciones cuando teníamos al culpable en nuestras narices!

Definitivamente todos estaban tan ofuscados como el moreno de pelo celeste. Tan solo de pensar en las vidas que se perdieron en la guerra y las que se perdían en cada torneo la sangre les hervía, se sentían timados, tratados como idiotas, y lo que es peor, unos asesinos, pues resultaba que esas muertes no tuvieron sentido desde un principio, pues justo el clan que tenía la culpa de todo aquello y el que tenía que sufrir, no estaba participando.

—Cinquedea debe estar dándoles ordenes a los del clan de la montaña, seguro que él tiene a Evans y así hace el chantaje, por eso también es que no pueden desobedecerle, al este nuevo clan no tener a nadie en la isla no pueden hacer nada —terminó la explicación Lucas.

—Me siento tan idiota ahora mismo —suspiró Langford.

—Todos nos sentimos así —admitió su hermano menor.

—¿Y ahora que hacemos? Obviamente no vamos a seguir matandonos porque sí en esta isla —apuntó Slocker— ¿Buscamos una forma de regresar a nuestros clanes y avisar a los demás?

—No va a ser tan fácil —negó Cronus mordiéndose la uña del pulgar—. Recuerda que ellos tiene a nuestros mentores, serían capaces de matarlos si ven que huimos.

—¿Y entonces qué? ¿Seguimos haciendo lo que ellos quieren? —habló Hocus con un tono de voz que indicaban que si seguían por ahí él no ayudaría.

—No —negó Bai Long—. Iremos a rescatarlos nosotros mismos —afirmó ganándose una mirada curiosa de los demás—. Cuando Dulce y yo estábamos buscando a los demás vimos algo muy curioso, había como unas escaleras que bajaban a otro nivel aún más profundo, creo que por ahí es por donde pretenden escapar los del clan de la montaña cuando pongan la bomba, creo que puede ser como los tubos por donde llegamos a la isla.

—O sea que esa zona conectaría directamente con el Edificio Central, eso sería perfecto, podríamos acceder por ahí e ir a por los mentores —Artemisa se veía decidida.

—Es una pena que perdiéramos la tablet, muy posiblemente contenía información sobre este decimotercer clan —suspiró Langford.

—Perdimos la tablet, pero no la información —habló al fin Fey y mostró su reloj—. Esta cosa es mucho más moderna y tiene más almacenamiento del que pensé, por lo que hice una copia de todos los archivos aquí, lo malo es que siguen estando cifrados y no puedo acceder.

—¡Eres un genio, Fey! —Abigail se besó su mejilla por la emoción sonrojando al peliverde— ¡Ahora se la podremos llevar a los clanes, seguro que ellos si lograran acceder!

Fey al fin logró levantarse del suelo y Rina se acercó a él.

—Enhorabuena, lo has hecho muy bien —sonrió la peliverde dándole un golpecito amistoso en el brazo.

—Vale tenemos la información, y la vía de salida, solo nos falta... ¿un plan? —rememoró Columbia.

—Entramos, noqueamos a los del clan de la montaña, nos los llevamos a rastras, salvamos a nuestros superiores y nos vamos —dijo Jade y sin más se adentró en la cueva.

—¡Eso no es un plan! —gritó Colby pero fue ignorado.

—Bueno, es lo mejor que tenemos después de todo —se encogió de hombros Njord.

—Por favor, tu también no...

—¡Si mi amorcín lo dice es lo que se hará así que todos para adentro! —y creando en el suelo en una capa de hielo hizo que todos resbalaran al interior de la cueva.

—¡Estás loca! —se escuchó la queja de Coffee.

Liliya solo rió y ella también entró deslizándose por el hielo.

𝗟𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗙𝗮𝗹𝗹𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀:

– Zaphod Riker

– Aum Nirvana

– Frank Foreman

– Mars Deimos

– Glacia Vessal

– Wanli Changcheng

– Zack Avalon

– Doug McArthur

– Adé Kébé

– Goldie Lemmon

– Serafina Aura Storm (OC)

– Falco Flashman

– Gabriel García

– Iris Meyer (OC)

𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚎𝚕𝚘: 40 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚃𝚛𝚞𝚎𝚗𝚘: 30 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊: 30 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎: 15 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙲𝚛𝚒𝚜𝚝𝚊𝚕: 15 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙽𝚒𝚎𝚋𝚕𝚊: 10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘: 10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙰𝚐𝚞𝚊: 10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚝𝚊𝚗̃𝚊: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚘𝚕: -5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝙱𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊𝚜: -10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚅𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘: -15 p

;-;

Eso me representa mientras escribía la muerte de Iris.

Siento que esta fue una de las que más sad me quedó, todo eso de el reencuentro de padre e hija en el más allá me parte mi débil corazoncito de pollo. Antes no moría ningún OC y ahora caen como moscas, es lo que tiene la vida, un minuto de silencio por nuestra rubia favorita.

El final de este arco se va acercando, repito, de este arco, no de la historia, porque de eso aún nos queda para rato, ahora iremos aproximadamente por la mitad. Ya se ha descubierto quien es el clan traidor y se han organizado para tratar de salir de la isla, ya solo quedaría saber por qué no se sabía de la existencia de este decimotercer clan y que es lo que pretendían matando a la Diosa y creando el Midnight War.

Se viene fuerte ahora la cosa.

También vengo a dar mi pésame a todos los que sean de España porque hemos entrado en una nueva "semi-cuarentena" en la que estaremos hasta abril, o al menos eso oí :') que sad nuestra vida.

Nos vemos de nuevo este jueves ;)

~Ciao ♥

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