ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 18 ;;

•𝑁𝑖𝑒𝑏𝑙𝑎 𝑑𝑒𝑛𝑠𝑎•

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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 16/10/2020☽︎

Abigail suspiró aburrida. A su grupo le había tocado la tarea más aburrida de todas, vigilar la entrada de la cueva por la que se le vio la última vez al clan de la montaña.

Llevaban allí parados ya horas ya que ellos fueron los primeros en marcharse de la reunión improvisada mientras el resto se ponían de acuerdo. No hubo ni un mísero movimiento o ruido en todo ese tiempo, llegó un punto en el que sentía que estaban perdiendo el tiempo.

No era la única que comenzaba a desesperarse, Luciel y Colby también se comenzaban a impacientar, mientras que Jade y Callis se veían impasivos.

Jade Greene, Callis Jove, Luciel Slocker, Colby Columbia, Fey Rune, Sol Daystar, Davy Jones y ella misma eran los que tenían la tarea más aburrida de todas las que podía haber.

Volvió a removerse aburrida sobre la rama del árbol en la que estaba subida, sentía que los minutos se hacían horas, lo único interesante que pasó es que vieron a una ardilla caerse al suelo al perder el equilibrio, Columbia se estuvo riendo por varios minutos y acabó pegándole la risa a Sol y Fey, después de eso nada más sucedió. A Abigail al principio le pareció una ardilla estúpida, ahora la echaba de menos a ella y su distracción por esos dulces minutos.

—Se nota tu cara de diversión desde aquí.

Miró hacia abajo al notar que se dirigían a ella y Davy le sonreía desde abajo. Rodó los ojos y trató de ignorarlo, pero el de pelo azul tan solo rió.

—¿Sigues enfadada por lo de García y Damian? —el silencio de la fémina fue suficiente confirmación— ¿Sabe que no tiene sentido que te enfades con el resto del clan del agua?

—¿Puedes dejarme tranquila? Formamos equipo, pero eso no quiere decir que tengamos que hablar.

Davy negó con la cabeza, pero hizo caso a Coffee y se alejó para hablar con Greene. Abigail se quedó de nuevo sola con sus pensamientos, pero escasos minutos después bufó, ya no aguantaba ese aburrimiento.

Bajó de la rama de un salto, daría un paseo por la zona, esa no la había visto demasiado y aprovecharía la tranquilidad temporal para hacer "turismo".

—¿A dónde vas? —le preguntó Jade al verla alejarse.

—No demasiado lejos, ahora vuelvo —dijo simplemente.

Ninguno la detuvo, probablemente al no tener ganas de discutir con ella, podía ser bastante cabezota cuando quería.

Estaba enfadada, pero no con Damian o Gabi como todos pensaban, sino con ella misma. A veces podía parecer inamovible, inquebrantable e infranqueable, demasiado impulsiva e incluso algo temperamental, pero ¿qué podía hacer? Fue como ella creció, ocultando sus sentimientos, acatando ordenes sin importar que tan difícil fueran. Para ella el honor y la lealtad lo eran todo y ni la familia o los amigos debían intervenir en eso, por ello cuando Gabriel admitió que mantenía una extraña relación amorosa de no novios con Damian se enfadó tanto, para ella eso fue un rechazo a su honor como miembro del clan de la niebla.

Para alguien como Abigail, quien creció huérfana y explotada en el bajo mundo, el clan lo era todo. No tenía familia, amigos o siquiera personas cercanas a ella que pudiera querer proteger, lo único que conoció fue la muerte.

Tenía escasos 5 años cuando sus padres murieron y fue poco tiempo después cuando fue secuestrada del orfanato a donde fue enviada, al parecer todo el asunto del accidente de sus padres no fue un accidente, sino que fue provocado por un ajuste de cuentas debido a unas deudas de su padre con la gente equivocada.

Pero claro, el asesinato no fue suficiente para ellos, esa gente no solía conformarse fácilmente, cosa que aprendió a las malas. Por lo que decidieron secuestrar a la hija huérfana del matrimonio Coffee para entrenarla como sicaria, como una vil asesina.

Daba igual cuanto llorara por las noches a causa del dolor, el cansancio y la pena por no poder ver a sus padres, ella no lloraba cuando alguien cercano moría pues sabía que daba igual cuantas lágrimas derramaras, el muerto no iba a regresar. Mostrar emociones era estúpido, solo servían para hacerte ver débil. Por ello ante la gente tan solo mostraba una falsa sonrisa y felicidad, mientras que por dentro solo albergaba odio, un odio que pudo sacar a relucir en aquel torneo y desahogarse.

A los 10 años aquellos tipos la soltaron, ya no les era de utilidad, después de 5 horrible años la abandonaron como a un perro. Regresó al único sitio que conocía, al orfanato, jamás le contó a nadie que hizo durante esos 5 años, solo la policía lo sabía y decidieron que era mejor no contarlo por la posible repercusión sobre ella si en el clan se enteraba que ya se había manchado las manos de sangre ¿no era irónico? Ellos celebraban el Midnight War donde literalmente se mataban los unos a los otros porque si, pero cuando se mataba fuera de él por este mismo motivo si que era un delito, que hipócritas.

Fueron muchas las noches en las que desvelada, sin poder dormir, se replanteaba cada segundo de su existencia ¿para qué estaba ella allí?¿Acaso su único objetivo en la vida era sufrir? Llegó un momento que ya no quería ni pensar en eso, solo quería poder olvidarlo todo, dejar su mente en blanco para siempre, ni siquiera el recuerdo de sus padres era ya un tranquilizante.

Juró que nunca sería como ellos, pero era tan solo una niña, una cría que no entendía nada del mundo, cuanto más crecía, más veía que sus padres no verán héroes, solo eran como ella.

Dejó de caminar y apoyó la espalda en el tronco de uno de los tantos árboles de la falda de la montaña, ya se había alejado suficiente. Dejó escapar un suspiro de su boca y se deslizó hasta sentarse en el suelo, llevó sus rodillas a su pecho y ocultó su cara entre ellas abrazándose las piernas.

Ese sentimiento de querer dejar la mente en blanco y simplemente desaparecer había vuelto, ese torneo había revuelto demasiados sentimientos en ella, sentimientos que creía enterrados en lo más profundo de su ser y que no quería que afloraran de nuevo.

—Ey.

Abigail se sobresaltó, levantó la cabeza rápidamente viendo a quien tenía al frente.

—¿Estás llorando?

Apenas lo notó tras esa pregunta. Mierda, todo estaba volviendo en forma de huracán a su mente, todos esos sentimientos la superaban y lo odiaba, odiaba no poder controlar la situación, se sentía inútil.

—Estoy bien —contestó de forma rápida y cortante mientras secaba las leves lágrimas rápidamente y se ponía en pie— ¿Qué quieres Rune?

—Jade me mandó a buscarte, parece que hay movimiento por la cueva, quiere que estemos todos juntos por lo que pueda pasar.

—Está bien vamos —pero la mano del peliverde sobre su hombro la frenó.

Aby lo miró con disgusto, molesta por que la tocara y la hiciera frenar, Fey simplemente no le dio importancia a ese gesto de asco, sentía que comenzaba a entender de qué pie cojeaba la fémina.

—No estás bien ¿cierto?

—¿Ahora eres vidente?

—No, solo alguien que puede ser que te comprenda mejor de lo que tu crees.

—Tu no comprendes nada.

—No si no me lo explicas.

—¿Por qué debería explicártelo? Una tregua no significa que...

—Que seamos amigos, ya lo sé, ya lo has dicho.

Ese intercambio de palabras fue demasiado rápido y casi sin tiempo para respirar hasta que Fey la interrumpió con esa última frase.

Abigail frunció el ceño, comenzaba a ser demasiado pesado, y ella odiaba a la gente pesada que se empeñaba en meterse en asuntos que no les incumbían.

—Un niño perfecto y feliz como tu no lo entendería —se pudo notar esta vez el veneno en sus palabras.

—Mi madre murió dándome a luz y mi padre me abandonó ¿qué parte de todo eso es feliz?

Esta vez el ceño fruncido vino por consideración de Rune, realmente Coffee se quedó sin palabras ante esa revelación que no esperaba. Ella era de contestar con ironías o sarcasmo, pero sencillamente su mente se quedó en blanco, eso si que era irónico, tanto tiempo buscando ese efecto y lo conseguía en el momento menos oportuno.

—Quizás deberías dejar de juzgar a cada persona que se te acerca, la vida es triste, pero nosotros mismos podemos amargarla aún más sin darnos cuenta.

Con esas última palabras el peliverde reemprendió la marcha de vuelta sin esperar a la peliceleste.

Aby también comenzó a caminar una vez que reaccionó y siguió a Fey a algunos metros de distancia, no sabía que añadir, por lo que optó por mantenerse en silencio simplemente, eso era mejor que añadir algo que lo estropeara todo, al menos más estropeado de lo que ya estaba.

Al regresar el resto ya estaban algo tensos, y algo que llamó la atención de la chica era que Davy y Slocker no estaban tampoco con el grupo ¿Dónde se habían metido?

No había tenido tiempo a preguntar cuando ambos salieron de la cueva con un fuerte estruendo, Davy salió literalmente volando varios metros, mientras que Slocker rodó por el suelo hasta chocar con Callis y tirarlo al suelo junto a él.

Se había levantado un montón de polvo en la entrada, no dejando ver qué o quién había dentro, se escuchaba rocas caer y pasos huecos que aumentaban su intensidad por el eco de la cueva. Al fin una silueta se hizo visible y Houdini salió como si nada del interior arrastrando con su mano derecha un gigantesco martillo, o al menos una mitad era un martillo, porque la otra mitad mostraba la hoja de un hacha.

—Esto no se ve bien —dijo Columbia haciendo aparecer en las palmas de sus manos unas llamas que lanzó al pelirrojo y este bloqueó sin esfuerzo haciendo elevarse las rocas del suelo formando un escudo—. Nada bien.

—Lo siento chicos, pero tengo algo de prisa, no tengo tiempo de jugar con vosotros —fue lo que dijo apuntando con su arma a Jade a quien miraba desafiante, pero serio.

—Me gustaría saber donde mierda estamos —fue la petición de Liliya.

—¿En una cueva? —fue la aportación de Terry que hizo soltar una carcajada a la peliceniza.

—Anda, pero si tienes sentido del humor y todo.

Erika podía definir aquel grupo como... curioso cuanto menos. Liliya Byoko, Rina Ibara, Njord Snio, Bay Laurel, Terry Archibald, Lucas Skywalk, Jimmy Kirk y ella misma lo componían. Se supone que ellos debían de adentrarse a las cuevas subterráneas por la única entrada abierta que el clan del cristal encontró cuando exploraron la zona y hacer salir a los del clan de la montaña al exterior, daba igual por cual salida fueran, en cada una habría un grupo esperándolos.

Lamentablemente, y como era previsible y de hecho Njord advirtió antes de entrar, se perdieron.

—Eres una psicópata.

—Y tu una rata traidora —le devolvió la puya la chica.

Terry y Liliya habían estado intercambiando insultos y malas palabras desde que les tocó juntos en el mismo equipo, ninguno parecía estar feliz de compartir espacio con el otro.

—¿Como puedes dormir tranquila sin remordimientos después de todo lo que hiciste?

—De la misma forma de la que tu puedes andar por la calle a plena luz del día con ese careto.

Inevitablemente a Lucas se le escapó una risa ahogada y Jimmy le dio un codazo, ese no era el momento.

—Eres una hija de puta.

—Y tu un capullo sin dignidad o amor propio.

Antes de que Archibal le respondiera con un nuevo insulto un fuerte golpe se escuchó y los sobresaltó a todos, exceptó a Rina que parecía estar concentrada en otra cosa, Njord había dado un fuerte golpe en la pared de la cueva con su puño.

—Os calláis u os despellejo ¿ha quedado lo suficientemente claro? —la mirada de Snio no dejaba lugar a dudas, estaba dispuesto a cumplir la segunda opción, por lo que ambos miembros del hielo asintieron.

—¿Pasa algo? —le preguntó Bay a Rina al verla tan pensativa.

—Creo que estamos dando vueltas por el mismo sitio todo el rato —dijo para después señalar un punto de la pared— ¿Ves esa marca en la roca? La hice yo con la lanza hace unos 30 minutos.

—Pero eso no puede ser, hemos estado avanzado todo el rato en linea recta, en ningún momento hemos tomado ningún desvío o hemos encontrado un cruce para cambiar de camino —señaló el pelimorado.

—¿Creéis que puede ser obra del clan de la montaña? —preguntó Kirk.

—Tiene toda la pinta —asintió la peliverde.

—¿Entonces ahora qué hacemos? Si están transformando esto en un laberinto con su don jamás saldremos del bucle —suspiró Lucas.

—Pues haremos trampas —afirmó Ibara haciendo surgir vides y enredaderas del suelo—. En lugar de seguir el camino del laberinto haremos un atajo en línea recta.

Con la plantas atacó la pared de roca creando un pasadizo que comunicaba con otro camino diferente.

—Lo que estaban haciendo era taponar los desvíos para que andáramos infinitamente en círculos, pero se nota que fue un plan sobre la marcha, no está bien perfeccionado, se nota el cambio de grosor de la pared demasiado.

Atravesaron la pared para cambiarse al nuevo camino desbloqueado y esta vez fueron moviéndose por él, ahora si que había más desvíos e incluso caminos que subían o bajaban. Caminaron por ese laberinto de rocas por bastante tiempo hasta que Jimmy notó algo raro y paró su camino quedándose mirando a una pared. Los demás al notarlo también pararon y lo miraron confundidos.

—¿Ya se volvió loco? —preguntó Byoko.

—Si, le pegaste la estupidez —le contestó Ibara y la de ojos violetas le sacó la lengua en una ataque infantil.

—Esto no es pared —dijo el de pelo naranja.

Lucas se acercó a él y miró a la misma pared, pero no notó nada raro.

—Macho, que poco observador eres —se burló Terry quien si notó la diferencia.

—Es verdad, no es roca, es más liso —asintió Njord y junto a Jimmy pasaron la mano quitando un poco de polvo y tierra dejando a la vista lo que parecía ser acero oxidado por el paso del tiempo.

—¿Qué demonios? —cuestionó Lucas incrédulo.

—Ayudadnos —pidió Njord y los demás asintieron.

Cuando el polvo, tierra, barro, moho y raíces fueron quitadas quedó a la vista un portón de acero oxidado con una inscripción en un idioma desconocido.

En Kúvii había un idioma oficial que todos usaban, pero cada clan tenía su propio dialecto y ese en concreto no fue reconocido por ninguno de los presentes.

—No es del clan del hielo —afirmó Snio.

—Del clan del cristal tampoco —negó Jimmy.

—Ni de la niebla —habló Erika y Terry asintió dándole la razón pues en su estancia con aquel clan vio algo de su idioma y las letras que usaban definitivamente no eran así.

—Tampoco del bosque —continuó Laurel—. Al menos yo nunca vi este dialecto ¿y tu? —cuestionó a su compañera de ojos dorados que negó.

—Intentemos entrar —propuso Rina.

—¿Y si en la inscripción pone algo así como "No entréis o moriréis"? —cuestionó Müller.

—Pues moriremos —sonrió Liliya haciendo tragar saliva a la peliazul que abrazó a su novio.

—Tu ni caso, que está mal de la cabeza —le dijo el albino.

—Aunque no deja de ser una posibilidad —se encogió de hombros Rina.

—¿Veis?¡Riri está de acuerdo conmigo! Sois unos tontos que no me creen ¡diles algo amorcín! —se enganchó al brazo de Njord.

—Ignoremos eso —pidió Lucas y todos asintieron.

Los 8 se pusieron a empujar las pesadas puertas, pero estas no cedían ni un milímetro, estaban tan oxidadas que se quedaron encajadas.

—Bueno, parece que el modo fino no va a funcionar, por lo que toca ponerse serios —dijo Lucas remangándose.

Al final todos atacaron la puerta con sus dones con la finalidad de romperla más que de abrirla, pero ese jodido acero para ser tan antiguo era muy resistente, quizás demasiado para ser acero normal.

—¡Puta puerta! —Lucas pateó la puerta enfadado y esta con un crujido muy feo cedió y cayó desplomándose hacia adentro.

Todos miraron a Skywalk con una ceja alzada.

—Quiero dejar claro que esto formó parte de mi elaborado plan todo el tiempo —se adelantó a decir el rubio haciendo reír a Erika.

Entraron dentro, parecía ser una antigua sala de reuniones oscura, fría y húmeda que daba escalofríos.

—Cómo me gustaría tener ahora aquí a los del clan del fuego o el sol —reconoció Erika mientras la recorría un escalofrío.

—¡¿Pero qué dices?!¡Este sitio es de lo mejor! —afirmó Byoko dando saltitos entusiasmada.

El grupo revisó cada centímetro de la sala, pero aparte de una gran mesa de reuniones con algunas sillas bastante estropeadas alrededor no había mucho más, si aquella sala alguna vez contuvo algo importante ya no estaba allí.

—Ey chicos —les llamó Bay—. Mirad la mesa.

El de pelo morado señaló el centro de la mesa circular, parecía haber algo grabado en ella. De nuevo todos ayudaron a quitar el polvo y tierra acumulada en ella para poder ver que era con algo más de nitidez.

—Voy a salir de esta isla con unas ganas de darme un baño decente impresionante —suspiró Erika.

—Tengo el presentimiento que no tardaremos mucho en salir de aquí de una forma u otra, así que no te preocupes —le contestó Rina.

—Creo que me preocupa la parte de "una forma u otra".

Cuando el grabado de la mesa se hi  los suficientemente visible dejaron de frotar el mueble, tenía que tener siete tipos de enfermedades de tanta mierda acumulada que había en aquel lugar.

—Parecen los escudos de los clanes ¿no? —indicó Terry.

—Si, mirad, ese es el escudo de mi clan —señaló la de pelo azul.

Los escudos de los doce clanes formaban un circulo perfecto algo más pequeño que la mesa. El escudo del clan del bosque formado por una flor de loto y un árbol, el escudo del sol formado por literalmente un sol y el de la luna por una luna creciente con una estrella ente las dos puntas. El clan del hielo representado por un copo de nieve y una laza tras el, el del clan de la niebla formado por unas ondulaciones imitando la niebla, el del agua formado por una ola y una caracola. También el escudo del clan del fuego formado por una pequeña hoguera, el del viento formado por un tornado y el del cristal formado por un cuarzo y un escudo pequeñito. Por último estaba el escudo del clan de las bestias conformado por una cabeza de lobo y unas marcas de garras, el del clan de la montaña conformado por pequeñas montañas y el escudo del clan del trueno formado por una nube de tormenta y un rayo descendiendo desde esta.

Pero había otra cosa que les llamó más la atención que esos 12 escudos, y era el hecho de que no estaban tan solo los 12 escudos de los 12 clanes, había uno más, un escudo conformado por un lirio atravesado por dos espadas cruzadas.

—Ese escudo... —interrumpió el silencio que se había formado Laurel—. Lo vimos al llegar al edificio central, estaba sobre la puerta para entrar al comedor ¿recuerdas Rina?

La fémina asintió.

—Pero ¿por qué el escudo de esta isla estaría junto a los escudos de los 12 clanes? —cuestionó incrédula Erika.

—Porque no es el escudo de la isla —afirmó convencida Ibara y levantó la cabeza mirando a sus 7 compañeros—. Es el escudo del decimotercer clan.

—Neil ¿Cómo va eso? —cuestionó Victoria.

—No muy bien —admitió el de pelo rosáceo—. No puedo cortar el suministro de electricidad de la puerta desde aquí.

Todos los presentes soltaron un gran suspiro.

—Si no fuera por estas estúpidas esposas... —Nelly bufo hastiada por la situación.

Hacía ya casi un día desde que Cinquedea y los suyos atraparon a todos los mentores y los encerraron en las mazmorras del edificio. Les colocaron unas esposas especiales que aparentemente podían bloquear sus dones ¿Cómo era eso posible? Ningún clan poseía esa clase de tecnología, los dones otorgados por la diosa eran imposibles de anular o frenar, solo podían debilitarse mediante ciertos métodos.

—Todo por culpa de cierto bocazas —fulminó Archer con la mirada a Xavier.

—Oh, pues perdona por avisar a tus juniors de que iban a morir estallados por una bomba dándoles así margen de actuación antes de que fuera demasiado tarde —se disculpó el pelirrojo sarcásticamente.

—Basta chicos, este no es el momento —frenó Jude la discusión—. Neil por favor, dinos como está la situación.

—Resumiendo, este panel eléctrico que Tori encontró al romper la pared sin querer no es suficiente para provocar un cortocircuito en la puerta y liberarnos —indicó Turner—. En cuanto el sistema eléctrico detecta el fallo en los cables de esta parte desvía la energía por otro camino y desde aquí no puedo ni saber por cual ni mucho menos desactivarlo.

—Es decir ¿que realmente estamos atrapados? —cuestionó Camelia preocupada.

Neil tan solo puso asentir.

—Pero tío ¿Qué teníais en la cabeza para ayudar a Gyan? —le preguntó Hurley al más corpulento de la sala.

Jack parecía nervioso, de hecho estaba al borde de un ataque.

—Ellos tenían a Mark, tenían a nuestro líder ¿Qué esperabais que hiciéramos? —trató de excusarse— ¿Acaso vosotros no haríais lo mismo por vuestros amigo o líderes?

—Supongo que tiene razón —admitió Nelly suspirando.

—Pero si no logramos salir de aquí no podremos ayudar a los chicos —recordó Nathan.

—¿Quien pensaría que habría un decimotercer clan? —habló Xavier— Jamás en la historia hubo precedentes de ello.

—El clan del acero, eh —Jude se masajeó la sien—. Va a saber mucho de lo que hablar cuando regresemos, al parecer fueron 160 años perdidos en un conflicto sin sentido.

—Si, muchas cosas de las que hablar si es que salimos, porque por ahora no vamos demasiado bien con eso —indicó Archer.

—Tío, hay que ser más positivo —lo regañó Kane.

Ahora fue el de pelo morado quien se masajeó el puente de la nariz, quizás podría hacer atravesar a Hurley la pared de una patada y hacer una vía de escape. Si no funcionaba por lo menos era posible que el pelirrosa no sobreviviera para contarlo, pasara lo que pasara él saldría ganando.

Cuando un pitido extraño sonó todos se giraron hacia la puerta. La luz empezó a fallar bajando y aumentando la intensidad con la que brillaba, casi como si se fuera a fundir de un momento a otro.

La puerta al final se abrió con un sonido fuerte dejando ver al otro lado a Stonewall apoyado con una llaves en su mano.

—¿Alguien ha pedido un héroe?

Todos sonrieron al verlo a pesar de la sonrisa socarrona que portaba.

—Tu eres más bien el villano, pero nos sirves —rió Swift.

—Quítanos las esposas anda —dijo Sharp estirando los brazos hacia él.

—¿Sabes? Las cosas se piden por favor —pero el ceño fruncido de el de rastas le quitó las ganas de bromear—. Aguafiestas amargado.

—Si, si, lo que tu digas, Stonewall.

—Por cierto, Jude nos contó que te caiste al mar desde decenas de metros, ¿cómo es que estás vivo? —cuestionó Austin tocando sus muñecas ya libres de las esposas.

—Mala hierba nunca muere —susurró Nelly por lo baja haciendo reír a Camellia.

—Una combinación de mi don por la noche, el saber nadar y la suerte —explicó por encima—. Ahora agradecedme el volver a por vosotros y no largarme dejándoos aquí atrapados, mortales.

—Ya, quizás en otro momento —rodó los ojos Jude—. Ahora tenemos un torneo que detener y unos chicos a los que salvar.

𝗟𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗙𝗮𝗹𝗹𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀:

– Zaphod Riker

– Aum Nirvana

– Frank Foreman

– Mars Deimos

– Glacia Vessal

– Wanli Changcheng

– Zack Avalon

– Doug McArthur

– Adé Kébé

– Goldie Lemmon

– Serafina Aura Storm (OC)

𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚃𝚛𝚞𝚎𝚗𝚘: 40 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚎𝚕𝚘: 40 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙲𝚛𝚒𝚜𝚝𝚊𝚕: 25 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙽𝚒𝚎𝚋𝚕𝚊: 20 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎: 15 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘: 10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙰𝚐𝚞𝚊: 10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊: 0 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚘𝚕: -5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝙱𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊𝚜: -10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚝𝚊𝚗̃𝚊: -15 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚅𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘: -30 p

SE REVELÓ QUIEN ES EL CLAN TRAIDOR AAAAAAH

Según las teorías que vi en el tag de Midnight War ¿nadie se lo esperaba? No estoy segura, pero en principio no, perdón si alguien me comentó algo así pero ya no me acuerdo.

Este capítulo ha sido algo más corto de lo que los suelo hacer, pero creo que se compensa un poquito con la gran revelación llevada a cabo. Ahora tengo un dibujo pendiente de los escudos de los clanes y también de los uniformes oficiales del torneo, seguramente suba las imágenes con el capítulo del lunes, no os riáis de mi nivel de dibujo plis XD

Nos vemos nuevamente este sábado en Horror Circus y espero que alguien pillara la referencia del traidor con cierta revelación de los juegos del hambre.

~Ciao ♥