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❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 11: Mʏsᴛɪᴄᴀʟ ᴠᴇɪʟ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴡᴀᴛᴇʀғᴀʟʟ

ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 11 ;;

•𝑉𝑒𝑙𝑜 𝑚𝑖𝑠𝑡𝑖𝑐𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑠𝑐𝑎𝑑𝑎•

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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 07/09/2020☽︎

—¡Atrás, vamos, atrás ahora! —ordenaba Davy esquivando un nuevo trozo de cristal.

Davy, Adé y Damian había ido esa tarde al bosque de último minuto. Resultó que se habían quedado sin provisiones y decidieron ir rápidamente ha recolectar algo.

El atardecer ya caía sobre la isla y ellos, ya con varios alimentos, se disponían a regresar a su campamento cuando fueron atacados por el clan del cristal quienes andaban por la zona, también de recolecta.

Meyer, Skywalk y Kirk eran los tres miembros del cristal con los que se cruzaron. Habían intentado de todo; atacar para asustarlos, defenderse e incluso tratar de despistarlos entre los arboles del bosque, pero eran buenos y les pisaban los talones todo el rato.

Estaban ya cansados después del largo día y además sus dones de agua se veían debilitados al no tener una fuente de agua cerca y estar lejos de la playa. Definitivamente tenían que darles esquinazo si no querían acabar muy mal.

Jones repelió algunos cristales más con la hoja de su sable mientras que Damian trataba de acercarse a ellos por la espalda aprovechando la distracción que creó Kebé, pero fue inútil. Lucas lo sintió al instante y creó un escudo de cristal frente a ellos que bloqueó las cuchillas que lanzó.

Al notarlo Iris rápidamente cogió su látigo y lo usó contra el castaño logrando darle en la mejilla y creándole un corte desde la comisura derecha de su labio hasta casi su oreja. Damian tuvo que retroceder adolorido tapándose el corte con su mano, el cual sangraba al haber sido cortada su piel por la velocidad de aquella arma.

Davy tensó la mandíbula exasperado, ya quería quitárselos de encima de una vez ¿qué tan insistentes podían llegar ser esos tres?

Miró en todas direcciones tratando de pensar en algo, cuando vio que Lagenffeld le hacía unas señas con su mano libre. Se quedó mirándolo fijamente hasta que comprendió lo que trataba de decir, no era el mejor de los planes, pero eran el único que tenían si no querían alargar aquel encuentro más.

—¡Adé! —llamó al moreno que prestó atención al instante— A la de tres —avisó señalando con su pulgar su espalda.

Adé asintió entendiéndolo y los tres miembros del clan del cristal se pusieron alerta y en posición de defensa ante cualquier ataque.

—¡Tres! —gritó Damian harto de la tensión y echó a correr en la dirección contraria a la del clan del cristal.

Jones y Kébé sorprendidos por la reacción del castaño tardaron unos segundos en reaccionar, pero terminaron corriendo tras él en seguida. Iris miró a sus dos compañeros confundida y finalmente corrieron para tratar de atraparlos.

Después de moverse por medio bosque por la pelea habían acabado algo más cerca del borde de la isla, por lo que si corrían por unos minutos llegarían al límite y eso no sería bueno para el clan del cristal pues así tendrían agua que usar en su contra.

Cristales y agua volaron en todas direcciones, unos huían y los otros los perseguían, digna escena del juego de policías y ladrones. Finalmente el acantilado que marcaba el final de la isla se hizo presente y Kirk chasqueó la lengua sabiendo que se iba a complicar la cosa.

Digna de enmarcar fue su cara cuando vio que Davy y sus dos compañeros no aminoraban la carrera, al contrario, corrieron aún más rápido y se tiraron de cabeza por el acantilado.

Se asomaron rápidamente tratando de saber que había pasado con los tres chicos.

—Allí —señaló Iris.

Miraron en la misma dirección que la rubia y vieron como tres borrosas figuras se movían a toda velocidad por el agua. Ciertamente la velocidad de esos tres en su elemento era muy superior a la de cualquier otra persona, incluso podrían rivalizar con la velocidad del clan del trueno.

—Menuda panda —suspiró Lucas sentándose en el suelo agotado.

Nadaron bordeando la isla hasta llegar a una de las playas de la zona noreste donde finalmente pudieron volver a tierra firme. Estaban bastante cansados a decir verdad y se dejaron caer en la arena nada más salir.

—Vaya día —rió Adé siendo seguido por Davy.

Damian se mantuvo estoico observando y escuchando a sus compañeros. Después de intercambiar un par más de maldiciones y planear un ataque al clan del cristal que probablemente nunca llegarían a hacer porque se olvidarían del tema, retomaron el camino hacia la zona donde se asentaba su clan.

No estaban muy lejos, solo tuvieron que encontrar uno de los pequeños ríos de la isla y seguir el curso abajo hasta llagar a aquella zona acuática que tan bien les había venido.

—Haremos un recuento de lo que sobrevivió al combate nada más llegar, seguramente la mitad de fruta se aplastó y ahora solo serán zumo —explicaba Davy—. También tenemos que acordar los turnos de vigilancia de esta noche y...

—Davy —lo interrumpió Damian quien frenó el paso y sus dos compañeros lo miraron confundidos—. Creo que eso son malas noticias —señaló al frente y el peliazul miró.

Desde allí ya se podía ver el campamento improvisado. Cálico y Tet, quienes se quedaron cuidando el lugar mientras ellos iban a por la comida, estaban fuera, y no estaban precisamente solos como cuando se marcharon. Ambos miraban hacia abajo, donde una tercera persona, que estaba atada, se mantenía en calma y no parecía contestar a lo que ambos chicos del clan del agua le preguntaban.

En cuanto Jones reconoció a esa tercera persona salió disparado hacia ellos y Damian no tardó en seguirlo.

—¿Qué?¿Soy el único que no se ha enterado de lo que pasa? —cuestionó Adé siguiéndolos.

—¿Qué está pasando aquí? —cuestionó en cuanto llegó junto a sus compañeros.

—Davy ¿ya habéis regresado de coger provisiones?¿y por qué estáis empapados? —cuestionó Aqua.

—Tuvimos un encontronazo con el clan del cristal —se limitó a decir para luego mirar a la persona atada— ¿Y esto?

—Lynx Rigel, del clan de la luna —dijo Corsair, aunque eso Jones ya lo sabía—. Lo encontramos merodeando por la zona, parece que viene solo, no hemos encontrado a nadie del clan de la luna, del hielo o de algún otro clan con él.

Por la cara que el peliazul puso, Damian supo perfectamente que al chico se le arremolinaron todas las emociones y no supo como reaccionar. El castaño puso su mano en el hombro de su líder para que reaccionara pues el resto comenzaban a mirarlo extrañados.

—¿Qué... Qué estás haciendo aquí? —trató de sonar seguro, pero los nervios le hicieron fracasar en su objetivo.

—Deserté, por así decirlo, del equipo del clan de la luna —explicó el albino—. Sus ideas de aliarse con el clan del hielo no eran... Ideas u objetivos que yo compartiera.

—Ya, pero eso no nos contesta la pregunta que hizo Davy —habló Cálico—. Sentimos mucho vuestros problemas internos, pero ¿porque has venido aquí? Es más ¿Cómo has encontrado tu solo nuestro campamento?

El albino no dijo nada, se mantuvo en silencio desafiando con la mirada al chico que había preguntado.

—No creo que estés en posición para hacerte el interesante —mencionó Aqua.

—Fue de casualidad —se limitó a decir.

—Imposible, esta es una zona de difícil acceso lleno de trampas acuáticas naturales que solo alguien del clan del agua podría soltear... O alguien a quien ya le hubieran contado como acceder a la zona —frunció el ceño el pelirrojo.

El silencio regresó por parte de Lynx.

La paciencia Corsair y Agua comenzaba a agotarse, Jones parecía estar procesándolo todo a máxima velocidad y tratando de buscar algo que decir para salir del paso, mientras que Adé miraba la escena totalmente perdido. Damian suspiró cuando notó que Corsair acercaba su mano lentamente a su arma preparado para cualquier mala señal por parte de Rigel, eso tenía que acabar o sucedería algo no demasiado bonito.

—Davy.

La voz seca y diligente del castaño hizo que Corsair se detuviera y todos, incluido Lynx, lo miraran. La mirada café del chico se enfrentó en una lucha silenciosa con los ojos marrones de su compañero, siendo este último quien cedió ante la impasibilidad de Laggerfeld.

—Tenemos algo que hablar —dijo el peliazul rascando su nuca.

Hizo un gesto con su mano para que sus otros tres compañeros lo siguieran algo más lejos del campamento, mejor que estuvieran lejos de Rigel mientras hablaba con ellos... Solo por si acaso.

Damian suspiró y miró con indiferencia al de tez morena que lo miró a él con desgana. Finalmente se agachó y desató las cuerdas sabiendo que el otro no haría nada pues ya se imaginaba lo que hacía allí tras lo que había dicho sobre su clan.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó.

Lynx se puso en pie masajeando sus muñecas y miró a Damian sabiendo a lo que se refería.

—Créeme, enfrentarme a tus compañeros furiosos es mil veces mejor que quedarme tan cerca del clan del hielo.

—¿Alguien más desertó de tu clan? —Lynx negó.

—No quiero dar mucha información, me he ido, pero eso no significa que vaya a venderlos, pero no, dudo que alguien más se haya ido.

Y era cierto, después de todo la otra persona en desacuerdo con la alianza era Raven, pero ella nunca se iría dejando a su suerte a Vlad.

—Pues suerte, supongo.

Tras eso se escucharon a lo lejos unas voces. Ambos supieron que eran los chicos que hablaban con Davy que habían subido el tono de la conversación. A los pocos minutos vieron como los cuatro se acercaban de nuevo, Davy algo más lento que los otros tres y ciertamente Damian y Lynx temieron que no habían acabado muy bien las cosas.

La cara de sorpresa y confundida de ambos, incluso la de Damian quien era conocido por su inexpresividad absoluta, fue instantánea cuando Corsair y Adé se engancharon a Lynx y no precisamente para golpearlo.

—¡¿Por qué no nos lo contásteis antes?! —preguntó Adé.

—¡En nuestro grupo se estaba viviendo una escena digna de una película de amor prohibido y nosotros sin saberlo! —recriminó indignado el de mechón rojizo.

La cara de ambos implicados en ese "amor prohibido" se tornó en el mismo color que el pelo de Aqua.

—¡Ya os dije que no es eso! —le llamó la atención Davy.

—Ya, ya, solo sois amigos y bla bla bla... —se burló Tet.

Lynx miró confundido a Damian buscando una explicación, pero el castaño simplemente se encogió de hombros.

—¡Nos lo teníais que haber contado antes! Puedes quedarte lo que quieras, en nuestro grupo siempre serás bienvenido —aseguró Aqua.

—Davy te prometo que no te voy a perdonar que me ocultaras algo así —repitió Calico mirando a su líder— ¡Con lo que a mi me gusta un buen drama amoroso!

—Ven ven, íbamos a cenar ya, ahora que estos idiotas han traído la comida —lo guió Tet.

—¡Ey!¿Cómo que idiotas? —se quejó Adé siguiéndolos.

Damian se acercó a Davy quien suspiraba y dudaba en ese momento si tirarse al río más cercano.

—¿Te siente más aliviado ahora que les has contado la verdad?

—¿Verdad?¿Qué verdad? —rodó los ojos— Nada más escuchar "amigo de la infancia de otro clan" sus mentes desconectaron y automáticamente lo tradujeron a "amor prohibido ultrasecreto".

A Damian se le escapó una leve risa y le dio una palmada al otro en la espalda.

—Anda vayamos a comer —dijo—. Y no, no te puedes tirar al río, y no, al mar tampoco.

—No dije nada...

—Pero se te nota en la cara.

Se reunieron con sus compañeros que ya habían empezado a sacar algo de carne para asarla al fuego de la hoguera y algo de fruta a forma de postre. El ambiente fue distendido y tranquilo hasta que después de la cena, y cuando la luna ya se alzaba en el cielo, algunas preguntas algo más serias surgieron.

—¿Realmente Vessal murió? —cuestionó Tet.

Lynx asintió.

—El clan del bosque y el sol le hicieron una emboscada, aprovecharon el momento en el que se dividían para hacer guardia y los atacaron superándolos en número —explicó el albino.

—Bueno, al menos solo fue un ajuste de cuentas y solo Glacia... Bueno, ya sabes, si hubieran ido con la intención de exterminar al equipo pudieron haber más bajas —suspiró el pelirrojo.

Lynx solo volvió a asentir, no sería bueno decir que Liliya estaba fuera de combate. Aquella chica era una de las mayores amenazas de esa alianza luna-hielo y saber que ya no podría luchar podría hacer que quisieran atacarlos.

Realmente la alianza del hielo y a luna tenía tres pilares principales por los cuales merecía la pena esa unión.

En primer lugar estaba el poder destructivo a corta distancia de Liliya e Infinity, la psicopatía de la chica sumada al temperamento del chico podía llegar a ser una combinación peligrosa, aunque este se había reducido tras la baja de Byoko. La capacidad de ataque a larga distancia de Raven y Lynx gracias a sus armas, aunque ahora solo de Raven. Y por último la abrumadora ventaja que ambos equipos tenían por la noche.

El clan de la luna por obvias razones, y el del hielo por la bajada de temperaturas que en la noche había en la isla. En fin, un equipo a temer, pero que tras tres bajas esa ventaja se había reducido considerablemente, aunque realmente Lynx no podría asegurar por cuanto tiempo Liliya estaría fuera, ella era capaz de muchas cosas, pero no de estarse quieta después de la ofensa del clan del bosque de cortarle una extremidad. Ella claramente buscaría venganza en cuanto estuviera lago más recuperada.

NOCHE 4

Después de tantos días y tantas penurias que habían pasado, por fin pudieron sacar algunos minutos par estar juntos. El velo de la noche había caído al fin en la isla dejando vía libre a todos aquellos aventureros que s atrevieran a moverse por la isla solo acompañados de la luz de las estrellas y la luna, algo ciertamente peligroso teniendo en cuenta la gran cantidad de clanes que podían atacarte, pero cuando la aventura era por romance se era capaz de atreverse a eso y más.

Terry salió del campamento del clan del hielo con la escusa de que él haría la primera ronda de vigilancia, y tras despistar a Infinity y Víctor, quienes lo acompañaban, pudo encaminarse al asentamiento del clan de la niebla.

Con gran sigilo pudo encontrar a Müller y lograr que ella notara su presencia sin que los demás lo hicieran. Nada más ver al albino la peliazul se fue con la escusa de que ella seria la primera en montar guardia esa noche, a lo que sus compañeros no tuvieron ningún problema.

Ambos se fueron algo más lejos del campamento para evitar ser descubiertos, perdiéndose en las laberínticas calles de esa ciudad en ruinas en la que estaban, aunque no podían ir muy lejos tampoco por miedo a adentrarse en el terreno del clan del cristal por error.

Se habían subido a la azotea de uno de los edificios, uno de los más altos que había allí y desde donde podían observar unas espléndidas vistas tanto del mar como del bosque tras ellos. Erika se sentó al borde del edificio, entre las piernas de su pareja, descansando su cabeza y espalda en el torso del albino, quien así vez acomodaba su mentón sobre la cabeza de la más baja mientras jugeteaba con los dedos de ella tranquilamente.

—Estaba asustada —habló Erika rompiendo el tranquilo silencio que los envolvía. Se lamentó por ello, pero era algo que debía decir—. Y no por mi o por mi seguridad, sino por ti, me asustaba que te hubiera pasado algo.

—Tranquila, no me va a pasar nada, se cuidar de mi mismo.

—Pero... Glacia era tu compañera ¿verdad? Y ella ahora está...

—Eso no tiene que ver conmigo —la detuvo antes de que continuaran—. Ella murió porque fue débil, murió a manos del clan del bosque al no poder seguirles el ritmo, por un descuido que le costó la vida, pero eso no me va a pasar a mi.

—¿Y como lo sabes?

Erika se giró para encarar a Terry. El chico se sorprendió al ver los ojos vidriosos de su pareja a punto de llorar.

—El clan del hielo se ha hecho con un buen puñado de enemigos, no solo el clan del bosque, el clan del sol y el viento también, además de que sabiendo que ahora sois uno menos habrá muchos que quieran tratar de atacados aprovechando la brecha.

—Glacia murió, pero seguimos siendo más que antes. Con el clan de la luna...

—¡El clan de la luna no hace milagros! —gritó soltando al fin aquella presión que la oprimió por días—. Tu mismo me has dicho que su clan está dividido, Rigel se fue y Dreamblack no confía en vosotros, Vessal murió y Byoko está fuera de combate. Vuestras mejores cartas están siendo neutralizadas poco a poco.

Terry abrazó a la chica hundiéndola en su cuello, Erika necesitaba decirlo, necesitaba sacar todo aquello que la carcomía por dentro. Mostrar aquel terror que la había tenido temblando aquellos cuatro días y que se incremento tras saber sobre la primera muerte en el clan del hielo; el miedo a perderlo a él. Lo único que le quedaba en aquel mundo, lo único por lo que luchaba día a día, lo único que la hacia querer vivir un día más y la mantenía alejada de la locura.

Con tan solo 8 años ella ya estaba sola en aquel cruel mundo. El resentimiento de la guerra era latente a pesar de que hubieran pasado más de 50 años desde ella, pero las mafias y sectas no pensaban dejarlo así.

Grupos organizados de gente denota a la diosa, personas que buscaban expirar sus propios pecados a través de matar a los impuros, o personas que simplemente aprovechaban la situación bélica en su beneficio.

Su padre se había metido en problemas con una mafia tras pedir un préstamo de dinero y no poder devolverlo. Mataron a sus padres, los llamaron traidores y acusaron de difamar a Ansythma, a su madre le cortaron la cabeza y a su padre lo quemaron vivo la mafia del clan del fuego. Cuando la mayor secta religiosa del clan de la niebla se enteró de estas falsas acusaciones, que ellos creyeron reales, fueron a por los hijos del matrimonio. Todos sus hermano murieron y ella casi lo hizo también.

Estuvo muy grave por varios meses en el hospital, afortunadamente salió a delante, pero cuando le contó todo lo que sabía a las autoridades ¿cuál fue la respuesta que obtuvo?

"Las cosas ya están demasiado revueltas, será mejor no meternos más en el fango tal y como estamos ahora, solo recuerda sus muertes como crímenes de guerra".

¿Crímenes de guerra?¡¿De qué demonios hablaban?! La guerra había finalizado hacia 50 años ¡¿Por qué demonios dejaban que la gente siguiera comportándose así?! Estaban tan obcecados en su maldito torneo que no veían las atrocidades que pasaban a su alrededor.

Fue ahí donde cualquier orgullos sobre su clan desapareció, dudó por años sobre si sería bueno abandonar su clan, ser una refugiada en otro territorio, o partir a la zona muerta donde ningún clan gobernaba, pero fue entonces cuando conoció a Terry. Él logró devolverle la sonrisa y que olvidara su odio y su rencor con el objetivo de algún día estar juntos, y tras el choque que fue saber que ambos participarían en el Midnight War decidieron que ya no esperarían más, sobrevivirían al torneo y huirían juntos.

—Te quiero —dijo el albino.

Erika levantó su cabeza del pecho de su novio dejando ver su llorosa mirada, como las lágrimas empañaban su mirada cian.

Terry besó la frente de la chica, Erika se limitó a cerrar los ojos para tratar de tranquilizarse, tratar de verlo todo en perspectiva. Solo que en esos momentos de tensión era difícil.

—Vaya, vaya, que bonito ¿no te parece?

A ambos casi se les paró el corazón. Giraron sus cabezas para ver quien era, la sangre se les heló literalmente al ver a Beyond y Blade algunos metros tras ellos. El primero los miraba divertido mientras les daba aplausos sarcásticos, el segundo solo los miraba con indiferencia.

—¿Qué hacéis aquí? Se supone que deberíais de estar vigilando la zona del campamento —habló Archibald poniéndose en pie.

Erika se quedó sentada sin saber que decir o que hacer, temiendo que algo malo pasara.

—Es exactamente lo mismo que deberías de estar haciendo tu —frunció Infinity el ceño—. Sin embargo estás aquí, ¿dándote mimos con la novia? Repugnante.

—Cierra la boca... —dijo con rabia el albino cerrando los puños con fuerza hasta que sus nudillos se volvieron blancos.

—¿O si no qué?

—Te la partiré hasta que no puedas volver a abrirla —amenazó haciendo reír al moreno.

—Ya, uy que miedo. Sabes perfectamente lo que la ley dice acerca de los romances interclanes, están rotundamente prohibidos, el siquiera relacionarte con ellos está mal visto.

—Y a mi que más me da, es mi puñetera vida y hago lo que me da la gana con ella.

El frío cada vez más notable hizo temblar a Erika, la ira de ambos estaba congelando literalmente el ambiente, Víctor también lo notó y retrocedió un poco, no eran de su clan, así que no era su pelea.

—Seguro que nuestro líder estará encantado de escuchar eso.

—Njord me importa una mierda, el no...

—No me refiero a Njord —lo cortó—. Me refiero al líder del clan, seguro que a Percival Travis le resultará de lo más interesante tu historia como traidor del clan.

Esta vez si que colmó la paciencia de Terry quien lanzó sin miedo docenas de afilados carámbanos al moreno. Infinity levantó un muro de hielo para frenarlos, pero Terry solo usó eso como distracción y acercarse por detrás para darle un golpe con sus guates de acero ya puestos, pero antes de siquiera rozar su cara se quedó estático en el sitio.

Con una gran dificultad movió el cuello lo suficiente para ver como Víctor usaba las sombras para retenerlo y que no se moviera.

—No son mi problema vuestra peleas de clanes, pero no puedo dejar que hieras a un aliado.

—¡Yo también soy tu aliado, imbécil!

—No, ya no —contestó Beyond dándole u rodillazo en la boca del estomago que lo hizo caer al suelo retorciéndose por el dolor—. Solo eres un sucio traídos, incluso Blade comprendió algo así.

—A mi no me metas —frunció el ceño el de pelo azul oscuro.

—Ye llevaremos de vuelta al campamento aunque sea arrastran...

Beyond fue cayado de golpe cuando un golpe con la empuñadura de una espada le llegó directa a la cara, tuvo que esquivar como pudo un segundo golpe que esta vez si venía con la hoja del arma.

Escupió al suelo tras el golpe, sangre y un diente salieron, esa zorra si que tenía fuerza.

—Si no te he matado es simplemente por respeto a sus excompañeros —dijo Müria con la furia hirviendo por su sangre y en una posición perfecta de ataque mientras empuñaba sus dos espada Juan, menos mal que las llevó consigo por si acaso.

—¡No te metas en nuestro camino, zorra!

Infinity tuvo que volver a retroceder cuando una flecha casi le da, por suerte de un salto la esquivó y esta se clavó en el suelo.

—¡Ya sabía yo que había mucho revuelo por aquí! —rió Abigail al ver a los miembros del clan del hielo y la luna.

—Tres contra una no es una batalla justa —mencionó Pocus haciendo un puchero.

—Erika ¿estás bien? —le preguntó Gabi cuando llegó con ellos.

—Si, si, todo bien —asintió sin dejar su posición.

—Oímos mucho jaleo, así que temimos que te estuvieran atacando ¡Y mira por donde dos clanes por el precio de uno! —mencionó la chica de pelo celeste relamiendo sus labios.

—Yo me encargo del que tienes detrás —dijo Hocus saltando hacia Terry cuando este se levantaba con dificultad del suelo.

Pero la daga del de pelo guinda nunca llegó a rozar a Archibald al ser bloqueado totalmente por la espada de Müller, ganándose así una mirada de sorpresa de sus compañeros.

—Müria, cielo, se que estás confundida por el ataque y tal, pero estás defendiendo al tipo sucio del clan del hielo —explicó inocentemente Hocus.

—No está confundida —dijo con altanería Beyond—. Al parecer esos dos traidores se creen el Romeo y Julieta de su generación —explicó con desprecio.

Las miradas totalmente confundidas de los miembros del clan de la niebla no tardaron en llegar.

—¿De qué habla? —le preguntó Coffee directamente a Erika— ¿De qué cojones está hablando?

Erika tragó saliva, su pulso estaba por las nubes y no sabía que decir. No conseguía destensar sus músculos que permanecían en posición defensiva a pesar de que estuviera hablando con los de su mismo clan.

—Que están saliendo juntos, cabeza hueca —reiteró Infinity.

—¡Cierra tu sucia boca, escoria! —y así el moreno tuvo que esquivar una nueva flecha— Tus mentiras de mierda no te van a salvar el culo.

—No es mentira —consiguió hablar al fin la de pelo azul.

—¿Qué? —hablaron los Sesame a la vez.

Terry puso una mano en su hombro para mostrarle su apoyo, ya se encontraba algo mejor después de la patada así que la apoyaría en caso de que las cosas se pusieran muy feas, aunque no sabía que tanto podrían hacer ellos dos solos contra 6 personas.

—Terry es mi pareja —confesó.

—Una traidora... —susurró Abigail— Al final solo resultaste ser una sucia traidora.

—Eso no es cierto, yo soy vuestra compañero y yo no...

—¡Bobadas! —la interrumpió la de hebras celestes.

Abigail se veía enfadada, indignada, como si se hubieran estado riendo de ella en su cara, se sentía realmente solida. Aparentemente había confiado en Erika, pero aquella confesión no le gustó un pelo.

Abigail estaba enfadada, Beyond buscaba destrozarlos, los Sesame parecían indignados, pero definitivamente solo les importaba poder dañar a Terry, Víctor estaba estoico, pero listo para cualquier movimiento de parte de los dos amantes trágicos, y Gabriel... No parecía tener la mente presente.

Erika confiaba en el pelirrosa, se conocían desde hace tiempo en el clan, eran buena amigos y habían congeniado muy bien como compañeros en el equipo, además era el líder del equipo del clan de la niebla, algo tenía que hacer o decir, algo. y esperaba por todos los medios que fuera a su favor. Pero el chico simplemente ni siquiera la miró, estaba perdido en sus propios pensamientos.

Erika se sentía decepcionada con ellos, pensaba que serían diferentes a los del clan del hielo, que ellos si la defenderían y comprenderían, ellos que mejor que nadie sabían sobre su triste pasado porque ella misma se lo contó, ahora la que se sentía verdaderamente traicionada era ella.

—Supongo que jamás seréis capaces de entenderlo —dijo Müria con verdadera tristeza en su tono de voz.

Una espesa niebla se comenzó a crear al rededor de la pareja, obra de la chica peliazul. Beyond y Blade no podían ver nada bien, por lo que no podían atacarlo, sin embargo...

—Eso no funcionará conmigo —dijo con ira Abigail.

Y si no llegó a atacarlos y pudieron huir del lugar, fue porque Gabi la detuvo negando con la cabeza.

—Déjalos, recuerda que cuando el torneo acabe ya tendrán su propio castigo, todo lo que aquí pasa se retransmite en vivo y en directo a todos los clanes.

𝗟𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗙𝗮𝗹𝗹𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀:

– Zaphod Riker

– Aum Nirvana

– Frank Foreman

– Mars Deimos

– Glacia Vessal

𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚎𝚕𝚘: 35 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚃𝚛𝚞𝚎𝚗𝚘: 25 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙰𝚐𝚞𝚊: 20 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘: 15 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙽𝚒𝚎𝚋𝚕𝚊: 5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎: 5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙲𝚛𝚒𝚜𝚝𝚊𝚕: -5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊: -5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚝𝚊𝚗̃𝚊: -5 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚅𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘: -10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚘𝚕: -10 p

• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝙱𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊𝚜: -20 p

Ahora si que sí aquí está el capítulo de hoy, siento mucho el pequeño retraso, pero ya sabéis que como compensación habéis tenido la presentación de personajes en Horror Circus ;)

Esta capítulo lo llevaba queriendo escribir un tiempo, fijándome en la clásica frase de "las dos caras de una misma moneda" viendo como dos grupos de personas diferentes pueden tomarse de diferente manera una misma noticia.

En el caso de Davy y Lynx sus compañeros se mostraron receptivos y abiertos a la idea apoyándolos así, aunque supuestamente no son pareja (todos sabemos que son almas gemelas, ya Davy declárate >:v).

Y en el caso de Erika y Terry como ninguno de los clanes se lo tomaron demasiado bien, siendo el orgullo del clan superior al sentido común, apreciando así hasta que punto la guerra, aunque bélicamente haya acabado, sigue estando dentro de las personas. El resentimiento es un sentimiento difícil de borrar u.u

Ha sido un capítulo relativamente tranquilo, pero preparaos porque próximamente se acerca una rachita no muy buena para la vida de ciertas personas :')

Nos vemos el lunes que viene y este jueves en Olympus.

~Ciao ♥

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