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❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 2: Sɴᴏᴡ Sᴜɴ

ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 02 ;;

•𝑆𝑜𝑙 𝑑𝑒 𝑛𝑖𝑒𝑣𝑒•

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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ:23/07/2020☽︎

Uno tras otro los cuchillos volaban hasta impactar en las dianas de las siluetas humanas de la pared. Todos en el punto rojo del centro o extremadamente cerca de este.


—¿En quien estás pensando? Los lanzas con ganas.

La risa de Sol hizo que el rubio dejara lo que hacía para mirar atrás. El otro chico estaba apoyado en una baranda que separaba la zona de tiro al blanco del resto de la sala. Principalmente para que ningún despistado pasara por en medio y se llevara de regalo un cuchillo o una flecha en la cara o brazo.

—Nadie en específico, solo entreno —se encogió de hombros llevando otro de sus cuchillos entre sus dedos.

De nuevo de un limpio movimiento el arma se separó de su mano y se clavó justo en el centro de la diana que la silueta tenía en su cuello.

—Pareces enfadado.

—No lo estoy, no sé porque piensas eso —y un nuevo cuchillo voló dando esta vez en el centro de la cabeza.

—Vas a dejar agujereado al muñeco -y una risa volvió a escucharse.

—Para eso están ¿no? —esta vez dio en el pecho.

—Ya, eso díselo al pobre Mars, no quería venir a llamarte para ir a comer por que le dabas miedo.

Esta vez el cuchillo que lanzó no le dio a la silueta, chocó en la parte exterior y cayó al suelo. Luciel no dijo nada, tampoco pareció querer moverse para ir a recogerlo, simplemente suspiró.

—Perdona, estoy un poco de los nervios —reconoció.

—Solo un poquito —la sonrisa de el mayor se amplió— ¿Qué te pasa?

Ambos dejaron la zona de práctica y se sentaron en uno de los bancos de descanso de la sala. El rubio bebió un poco de agua de una botella que había traído con él antes de contestar.

—Digamos que estoy algo nervioso desde que llegamos ayer —se explicó Slocker—. En tan solo este poco tiempo he podido observar algo de las habilidades de los miembros de otros clanes y son realmente buenos.

—Tu también lo eres -aseguró el pelinaranja— ¿O es que acaso no has visto como lo dejaste? —señaló la silueta llena de cuchillos enterrados.

Slocker se rascó la nuca y desvió la mirada sin cambiar su gesto neutral, demostrar lo que sentía no era precisamente lo suyo.

—Me refiero —comenzó de nuevo para tratar de explicarse mejor—, a que hay muchas personas habilidosas aquí, y entre esas personas hay algunas muy fuertes en el cuerpo a cuerpo, justo en el campo en el que yo soy mediocre, así que si no quiero... Bueno, ya sabes, es necesario que mejore, no puedo darles la oportunidad de que se me acerquen.

—Está bien que te esfuerces y entrenes, solo no te pases ¿si? —Luciel asintió con un gesto que Sol no supo descifrar, no sabía si el rubio estaba de acuerdo o no, pero al menos sabía que era honesto y si había accedido cumpliría su palabra— Tampoco es bueno que te machaques y llegues cansado al torneo, me gusta mi novio vivo y me gustaría que siguiera así —sonrió acariciando la cabeza del menor.

La puerta de la sala se abrió y dos chicas entraron en la sala, una siendo más escandalosa que la otra que traía un semblante orgulloso y divertido.

Todos los presentes que aún entrenaban las miraron y vieron como se acercaban a la zona de tiro al blanco.

—Oh venga, no te cuesta nada, podrías tomártelo como parte de tu entrenamiento —decía la chica más baja de las dos y de pelo corto y celeste, pero aparentemente la otra no la escuchaba.

Slocker creía recordar que se llamaba Abigail, y era una de las chicas del equipo del clan de la niebla.

—¡Oye no me ignores! —y cogió a la otra chica de los hombros para hacer que se girara y la mirara.

—Ey chica —Abigail se giró sabiendo que era a ella—. Sera es sorda, no te ignora, simplemente no puede escucharte —explicó Doug que era del mismo clan que la pelimorada.

—Solo entiendo lo que me dices cuando te miro porque sé leer los labios —explicó Serafina Aura, del clan del viento, su voz sonaba algo rara, pero se entendía lo que decía— ¿Qué es lo que querías? —Abigail se quedó algo confundida sin saber muy bien que decir, hasta que finalmente volvió a reaccionar.

—Competir contra ti —afirmó—. Se que tu arma preferente es el arco, quiero medirme contra ti.

—No lo sé... Me apetecía entrenar sola —dijo Aura haciendo una mueca mientras se encogía de hombros.

—¿Acaso tienes miedo?

—No sé de que hablas —contestó reanudando su marcha.

Una amplia sonrisa apareció en la cara de la peliazul.

—Solo te he propuesto una... Pequeña competición de tiro con arco —volvió a insistir—, pero si tienes miedo de que te gane solo dilo, no hace falta poner escusas sobre tu forma de entrenar.

La pelimorada no dijo nada y cogió un arco y un carcaj lleno de flechas de la zona de armas. Abigail suspiró pues claramente la otra no la escuchaba.

—Supongo que iré a ver si logro convencer a Lynx, seguramente ese chico del clan de la luna sea mejor contrincante —y se dio media vuelta dispuesta a cumplir su palabra.

—Ey —Abigail se giró y tuvo que reaccionar rápido cogiendo un arco plateado en el aire antes de que le cayera encima—. Hagámoslo, pero te arrepentirás de desafiarme.

Abigail sonrió sabiéndose ganadora de esa lucha verbal, ahora podrían pasar a la de verdad.

—Nos acabará metiendo en un lío.

Slocker giró su cabeza encontrándose con Gabriel, quien al igual que Abigail era del clan de la niebla.

—Solo déjala, no es asunto nuestro —dijo Erika—. Mientras no dañe la imagen del clan todo estará bien.

—Eres un poco dura no crees —rió el pelirrosa.

—Solo realista.

—¿Vamos a verlas? —cuestionó Sol al rubio.

Este dudó por unos segundos, pero finalmente asintió. Ambos chicos se acercaron a la baranda donde hacía algunos minutos estuvo apoyado Sol. García, Müller, Il Grande, McArthur, Laurel, Nirvana, Kirk, Greene y Byoko eran el resto de presentes que hacían de público. Aunque la mayoría de ellos más que por el espectáculo o por querer saber que pasaba estaban allí para valorar las habilidades de sus contrincantes.

Algunos de los problemas de entrenar todos juntos es el cuidado con el que debían de andar. Si, tenían que entrenar todo lo que pudieran en esa semana, pero debían de hacerlo tratando de no mostrar todas sus cartas a sus rivales, debían llevar algún As bajo la manga.

—Tres disparos, quien más veces acierte en el centro gana, un disparo al pecho, después a la cabeza y por último al cuello, para aumentar la dificultad —dijo Aura y Abigail estuvo de acuerdo.

La primera en empezar fue la pelimorada, ya que la chica del clan de la niebla le dejó el camino libre.

Colocó la flecha en el arco, tensó la cuerda, apuntó y... Justo en el centro de la diana, en medio del pecho. Se escucharon los aplausos sarcásticos de Abigail, esta rápidamente tomó el sitio de Sera y ahora fue su turno de acertar en el centro de la diana de otra de las siluetas.

—Nada mal, niña —felicitó tomando de nuevo el centro—. Pero yo soy mejor.

Ahora la fecha se clavó en el centro de la cabeza. Abigail rió confiada, dando a entender que eso no era nada para ella, y como hizo anteriormente dio en el centro de la cabeza.

—Son buenas —escucharon decir en un susurro a Alessandro, el mayor se veía entusiasmado.

—Quizás sean buenas presas y todo —se escuchó decir a Liliya seguido de una risa que Slocker hubiera descrito como maníaca o al menos no muy cuerda.

Sera pasó al frente por última vez, y sin fallar, con una precisión perfecta como las dos veces anteriores clavó la flecha en el centro de la garganta. Sonrió con soberbia y dejó el paso libre a Aby. La pelimorada pensó que para ese punto la otra chica ya no podría hacer nada.

—O gana Serafina o quedan empatadas —dijo Gabriel—. Es imposible que Aby gane a estas alturas ya que la otra chica no falló.

Erika se encogió de hombros, no le interesaba mucho ese enfrentamiento, pero ya que Aby había sido la provocadora al menos que ganara.

La peliceleste tensó la cuerda de su arco una vez más apuntando a la garganta de la silueta a la que ella estaba disparando, pero en el último segundo cambió de parecer, pues la flecha se disparó en otra dirección.

Todos quedaron asombrados cuando la flecha que Coffee lanzó cortó exactamente por la mitad la de Storm y quedó clavada en el centro, incluso la propia Sera no podía creerlo.

—Creo que gané —dijo en un tono dulce y lindo mientras guiñaba un ojo.

—Ya... —Serafina bufó. Aby, contenta con el resultado, se marchó del lugar, después de todo ella no tenía interés en entrenar, quizás ahora iría a buscar a Rigel para retarlo también, los arqueros de ese año eran muy buenos.

El chico pelimorado de antes se acercó a la chica tocándole el hombro para llamar su atención.

—¿Harás algo o solo dejarás que te gane y ya? —preguntó McArthur.

—Ella es buena, lo admito, pero ni loca dejo así las cosas, tengo mi honor, ¿sabes? —el de ojos amarillos y morados en su centro rió moviendo su flequillo.

—¡Hey!¡Hey!¡Hey! Tu eres Luciel Slocker ¿verdad? —el mencionado giró la cabeza encontrándose con una chica de ojos violetas y pelo corto ceniza mirándolo.

—Emm... Si —contestó incómodo por la fija mirada de la fémina.

—¡Encantada! Soy Liliya Byoko, del clan del hielo ¡Me gustaría proponerte algo!

Slocker la miró con curiosidad, Sol también lo hizo, aquella chica parecía muy alegre, pero ambos escucharon las palabras que dijo antes y su risa desquiciada. Estaba claro que algo malo pasaba con ella.

—... ¿El qué exactamente? —preguntó finalmente al entender que si no la escuchaba esta jamas se iría.

—Luchemos.

—¿Qué?

—Quiero luchar contigo.

—No me apetece una lucha cuerpo a cuerpo en este momento —se excusó, no podía decir que era malísimo en ellas o todo el mundo sabría su punto débil.

—¡No es cuerpo a cuerpo! O bueno, no solo eso —reconoció Lili—. Será también usando nuestros dones. Ya sabes, hielo vs luz —y mostró sus blancos dientes en una amplia sonrisa.

—Oye podría ser una buena idea —interrumpió Sol.

—Pero... —trató de protestar el rubio, pero Daystar no lo dejó.

—Tu eras quien quería entrenar más ¡Ahora no te eches atrás! —lo regañó cogiéndolo de la muñeca y arrastrándolo a los tapices de lucha.

—Quería entrenar con los cuchillos no con el don —se quejó, pero fue ignorado.

¿Cómo había acabado así? Él solo quería entrenar tranquilo y lanzar cuchillos filosos y mortales a siluetas humanas tranquilo, ¿era tanto pedir?

—¡Ánimo Luciel! —al menos Sol lo animaba— ¡No dejes que te gane o mancharás el nombre del clan!

...

Un momento.

—¡Empezad! —gritó Daystar dando comienzo a la pelea antes de que Slocker tuviera tiempo de decir algo.

Sin que se lo esperara un punzante carámbano de hielo cruzó muy cerca de su cara y se incrustó en la pared.

—No deberías apartar la mirada de tu oponente —rió la chica.

El agetréo y el ruido atrajo de nuevo a los curiosos que había en la zona, esta vez había incluso más personas que antes. La velocidad con la que Byoko atacaba no le permitía al miembro del clan del sol atacar, pues una de las desventajas con las que contaba el don del clan del sol era que tenías que acumular energía, es decir. necesitabas tiempo.

—¿Qué hace? —Sol miró como tras él aparecieron, Bailong, Mars y Goldie.

—Nunca imaginé que Slocker se dejaría arrastrar a una pelea así —comentó divertido el pelirrojo del grupo.

—Quizás, y sólo quizás, yo tuve algo que ver con que esté ahí —Sol formó una mueca de culpabilidad.

La peliceniza no dejaba de atacar una y otra vez, no dejándole tiempo al rubio a hacer nada que no fuese esquivar. Estaba comenzando a cansarse y uno de esos malditos carámbanos le había rozado la mejilla, por suerte solo le hizo un pequeño corte casi invisible si no fuera por el fino hilo de sangre que salía.

Por fin consiguió respirar y concentrarse los segundos suficientes como para crear un pequeño destello que cejó a la más baja. Aprovechó esos segundos de confusión para intentar asestarle una patada en la cara, pero la chica reaccionó antes de lo que esperaba y pudo cubrirse cruzando sus antebrazos en el trayecto y bloqueando la patada.

La pierna del rubio comenzó a escarcharse al contacto con la piel de Liliya y retrocedió lo más rápido que pudo. Ambos volvían a estar en posición de ataque, pero antes de que tuvieran oportunidad de mover un músculo un estruendo, provocado por la puerta de la entrada de la sala al abrirse, llamó la atención de todos los presentes.

Era Nelly Raimon, mentora del clan del Sol, en compañía de Nathan Swift, mentor del clan del viento. Fue la mujer castaña la primera en hablar.

—La comida está lista —dijo sin cambiar su expresión—. A comer, ya seguiréis después.

Nadie se atrevió a contradecir a aquella mujer y poco a poco la sala se fue vaciando. Liliya no parecía estar feliz con la interrupción de su pelea, pero obedeció a regañadientes.

Sol se acercó a su pareja que nada más salir del tapiz se sentó exhausto en un banco.

—¿Todo bien? —cuestionó Raimon al acercarse a los dos menores.

—Si, todo bien —aseguró Luciel.

Nelly se quedó mirándolo por unos segundos, pero finalmente decidió no añadir nada más y asintió.

—Cúrale eso y venid al comedor —ordenó reuniéndose con Swift y saliendo de allí.

Slocker bufó tratando de limpiar la poca sangre que escurría por su mejilla con el dorso de su mano, Sol se la apartó y con un pañuelo limpió un poco la zona y lo dejó presionando el corte para que el sangrado parase.

—Ella es buena —reconoció el pelinaranja.

—Ella está loca —eso provocó las carcajadas del mayor.

Estaba algo frustrada, no le había gustado nada la interrumpió de su pelea con Slocker, pero bueno, aún tenía el consuelo de que quizás podría enfrentarlo de nuevo en el torneo.

Andaba dando saltitos por el pasillo de las instalaciones, no sabía que podía hacer, no le apetecía seguir entrenando y ya había terminado su comida, pero no era como si pudiera salir de aquel edificio. Podría salir un ratito al jardín y tumbarse en la hierba, simplemente observar las nubes, o quizás simplemente secuestrar a Terry o Glacia y obligarles a echar la suerte con su tarot, fue una suerte encontrar cartas de ese tipo en un lugar como aquel.

Probaría a secuestrar a Infinity, pero aquel tipo era escurridizo, y un gruñón, no le apetecía estar escuchando sus maldiciones e insultos hacia su persona por horas. Gracias, peno no gracias.

—Byoko —nada más oír esa voz olvidó cualquier posibilidad de secuestro y giró sobre sus talones con una amplia, y esta vez sincera, sonrisa.

Ahí, frente a ella estaba el amor de su vida, su alma gemela, él aún no lo sabía, pero se casarían, era el destino, ¿eso no había sonado a acosadora loca?... Bah, seguro que no.

—Njord —pronunció el nombre del recién llegado con una alegría algo escalofriante que el peliazul no pareció notar.

—Me gustaría que nos reuniéramos todos los del clan sobre las nueve, a esa hora la sala de entrenamiento está vacía y podremos usarla sin tener que preocuparnos por que los demás nos observen —explicó el peliazul— ¿Te importaría ayudarme a buscar a los demás? No los veo desde que terminó la comida y llevo como media hora buscándolos por todos lados.

—¡Claro que puedo ayudarte, cielo!

Njord alzó una ceja ante el apodo, pero no le dio mayor importancia. Ya de por si Liliya solía ser algo rara, no era nada nuevo.

—Si... Bueno, ve a buscar por las plantas de arriba y en el ala polar, puede ser que al ser el ala de nuestro clan encuentres a alguno por ahí. Yo mirare de nuevo por esta planta, el sótano y los jardines.

Liliya asintió y sin nada más que decir cada quien se fue por su lado, la chica como antes dando saltitos como si estuviera realmente alegre.

Como Snio le había dicho buscó por el ala polar sin obtener resultados, miró también en las duchas por si habían ido después del entrenamiento. Glacia no estaba en las femeninas, y Terry e Infinity no estaban en las masculinas, solo se encontró con unos chicos del clan del trueno que la echaron de allí a palazos, que poco educados, ella era una dama.

Buscó también en la sala de entrenamientos y la de hologramas, pero ni rastro allí tampoco... ¿Era normal haber visto a dos gemelos persiguiendo con hachas a otro chico? Aquellos dos le caían bien.

—¡GLACIA, TERRY, INFINITY ¿DÓNDE OS METEIS?!

Al no encontrarlos optó por una nueva opción, gritar sus nombres como descosida o hija de pescadero, pero ni así logró resultados. De hecho estaba segura de que si alguno de ellos la había escuchado había salido corriendo en la dirección opuesta, grandes compañeros ellos.

Llegó así a la última planta del edificio sin encontrar a ninguno de sus compañeros. Ya dándose por vencida decidió dar media vuelta y buscar a Njord para ver si el había tenido mejor suerte que ella. Entonces algo llamó su atención.

—¿Todo está preparado? —Esa era la voz de Cinquedea, pegó la oreja a una de las puertas que parecía ser la del despacho del mayor.

—Si señor, la isla ya a sido acomodada, solo falta terminar de sincronizar las cámaras y colocar los podios de inicio —esa parecía una voz femenina y por el tono esa chica no debía de ser mucho mayor que ella.

—Quiero que todo esté perfectamente preparado, no quiero de nuevo el error del torneo pasado.

¿Error?¿Qué error? Ella estuvo viendo el torneo junto a toda su familia, y que ella recuerde no hubo ningún fallo o error en el.

—No señor, Shearer y Quagmire lo revisaron todo cuidadosamente.

—Eso espero, puedes retirarte.

Ante eso Liliya se despegó de la puerta y salió corriendo pasillo abajo lo más rápido que pudo ocultándose detrás de una esquina. Lo hizo justo a tiempo, pues nada más esconderse la puerta del despacho se abrió y como ella pensó, una chica de pelo rosa recogido en un moño, salió de allí y se fue en la dirección contraria.

¿Quien sería? Estaba claro que no era una de las participantes del torneo ¿parte del personal que trabajaba para Cinquedea? Probablemente. Bueno, ahora eso daba igual Njord la esperaba, y si no la esperaba daba igual, ella iría de igual forma.

Byoko bajó de nuevo todas las plantas y después de un rápido vistazo en la planta baja salió al jardín donde los vio a lo lejos a todos reunidos. Sus compañeros no tardaron en verla a ella acercarse.

—Ah ahí estas —dijo el peliazul cuando Byoko salió al jardín.

Njord estaba en compañía de los tres chicos que habían estado buscando, el lado bueno era que ya no tendría que dar vueltas como una peonza buscándolos y el malo es que ahora no podría estar a solas con el chico peliazul.

—¿Dónde estabas? Llevamos un rato buscándote, deja de perderte —le reprochó Beyond cuando llegó junto a ellos.

—Voy a pasar eso por alto solo porque estoy de buen humor —rió la de pelo ceniza.

—Dejad de hacer el tonto, mientras no podamos usar la sala de entrenamiento entrenaremos aquí —dijo Snio—. Este sitio no es muy concurrido así que no nos cruzaremos con tantos rivales.

Snio tenía su punto, pero realmente Lili no tenía lo que se dice demasiadas ganas de entrenar. Ella no era de esa clase de personas que se mataba a entrenar los días de antes y así estar mejor preparada el día clave. Era más de entrenar de vez en cuando y dejar que la corriente la llevara.

Así pasaron buena parte de la tarde entre peleas de Infinity y Terry, ceños fruncidos de Glacia y resoplidos de un cansado Njord por tener que soportar a sus compañeros. Si, el ambiente en el clan del hielo era el mejor de posiblemente todos los clanes que allí había.

Mientras que en una nueva discusión Njord trataba de separar a los otros dos chicos, la atención de Lili se desvió a la otra parte del jardín y abrió mucho los ojos al ver a la chica pelirrosa de antes caminando por allí. Una amplia sonrisa se formó en su cara, era el momento de investigar un poco por su cuenta.

—Chicos realmente lo siento, pero tengo algo que hacer, ¡nos vemos luego! —y sin dar tiempo a los demás a contestar salió disparada en la dirección en la que vio a la otra chica ir.

—Ella es rara —se quejó Infinity.

—Le dijo la sartén al cazo —frunció el ceño Terry y una nueva discusión comenzó entre los dos.

No tardó demasiado en localizar a la chica, estaba sentada tranquilamente en uno de los tantos bancos bajo la sombra de uno de los árboles. Parecía leer unos papeles entre sus manos y a veces anotaba algo en estos con bolígrafo.

—¡Holi!¿Qué haces tu aquí solita? No recuerdo haberte visto en la cena del otro día, ¿eres de algún clan? —la de ojos violetas se sentó junto a la pelirrosa que pareció sorprendida al ser atacada con tantas preguntas de un momento a otro.

—Emm ¿qué? —soltó una risa nerviosa— Perdona me pillaste inmersa en estos papeles.

—Liliya Byoko —se presentó y le estiró la mano.

La otra chica se lo pensó por unos segundos, pero finalmente estrechó la mano de Liliya.

—Cherise Blossom —se presentó la pelirrosa también.

—Entonces... ¿Participas en el torneo?

—Que va, solo soy la ayudante-secretaria del señor Cinquedea.

—Anda ¿Y es un buen jefe?¿O es de esos que te echan el trabajo encima mientras se va a jugar al golf?

Cherise rió por la forma en la que la otra lo dijo.

—Una combinación de ambas —reconoció—. Es alguien responsable y muy ocupado que trata de hacerlo todo siempre perfecto y no tener fallos, pero esto hace que yo también tenga demasiado trabajo.

—Deberías tomarte un descanso, eso se ve realmente complicado —Liliya echó un vistazo a los informes por encima, pero Blossom en seguida los quitó de en medio.

—Bueno, una se acostumbra, además son urgentes ya que tengo que entregarlos hoy mismo —se levantó del banco sacudiendo su falda—. Perdona, pero tengo que irme.

—¡Claro, ya hablaremos después! —sonrió despidiéndose con la mano de la pelirrosa y en cuanto estuvo ya bastante lejos su sonrisa desapareció.

No había sido por mucho tiempo, pero pudo ver un poco de esos informes. Eran información sobre los participantes del torneo Midnight War de hace cinco años, es decir, del último torneo que se celebró, y eso no acababa ahí, pues ahí no solo aparecía información personal como los nombres, edad o clan de origen, sino también las causas de la muerte de estos si murieron durante el torneo.

¿Qué hacían con los papeles del torneo anterior?¿No deberían de estar centrándose en el de ahora? Todo era raro en aquel lugar.

—¡Ey loca! —Liliya se giró en dirección a la voz solo para ver a Infinity llamándola desde la puerta del jardín— La cena está casi lista, ven y no me hagas ir hasta allí.

Cierto, debían comer rápido si querían llegar pronto a la sala de entrenamientos y poder estar bastante tiempo. Sin darle más vueltas a la cabeza corrió hasta el comedor donde todo su clan ya estaba sentado y esperando a la comida, el resto de clanes también estaban, solo faltaban el del sol, el agua y la niebla, que llegaron algo más tarde.

Mientras comían se notaban ciertas tensiones entre algunos clanes, los conflictos de la guerra y posteriores problemas en esos 60 años de paz habían pasado factura logrando una baja confianza entre unos clanes y otros. Esto llegaba al punto de que entre unos clanes y otros a veces no podían ni verse de la mala relación que había.

Este era el caso del clan del bosque y el fuego, quienes ni se miraban a la cara, como si sintieran asco los unos de los otros, lo mismo pasaba entre el clan del sol y la luna, y entre los clanes del viento y la niebla. Aunque no podía decir que entre los demás se llevaran muy bien.

El caso del clan del hielo era algo especial, llegando a ser odiado por prácticamente todos los clanes. Eso se debía a que durante la guerra fue uno de los clanes más acusados de ser el traidor, e incluso a día de hoy esa creencia tenía mucho peso. Los clanes que más habían sido mencionados a lo largo de la historia como traidores eran; el clan del hielo, el clan de la luna y el clan de las bestias, todo cuentos chinos sin ningún fundamento.

—Liliya —fue llamada por su mentora, Camellia, que se levantó de su asiento—. Vamos.

La chica asintió y se levantó dándole un último bocado a un trozo de queso que se había partido y un ultimo trago a su vaso de agua. Salió del comedor junto a sus compañeros y notó la mirada de algunos presentes, no de todos, pues a muchos les daba completamente igual lo que hicieran.

—Bien, en este torneo, ¿sabéis cual es nuestro mayor punto débil? —preguntó Camellia una vez en la sala de entrenamientos.

—¿El calor? —dijo Glacia y la pelimorada asintió.

—El día es nuestro punto débil, pues el calor del sol hace más débil nuestro hielo, mientras que el frío de la noche lo fortalece, como el torneo comienza a media noche, no tendremos problemas, de hecho los clanes de la luna y el hielo serán los que cuente con una mayor ventaja, y dependiendo de la zona en la que comencemos serán los clanes del agua, las montañas o el bosque los que también tengan esa ventaja del terreno.

—Nuestros puntos débiles sería el clan del sol y el clan del fuego —dijo Terry.

—¡Exacto! —sonrió la mujer— Por eso quiero que ataquéis por las noches, y por el día os centréis en ocultaros o en defender y huir en caso de ser atacados.

—No pienso huir, eso es de ser un cobarde —dijo Infinity.

—Claro, porque morir a manos del enemigo es mejor —rodó los ojos Glacia.

—¿Tu que eres?¿Pasivo-agresiva?

—¿Y tu que eres?¿Idiota?

—Basta, chicos —puso calma Travis-. Tenéis que aprender a llevaros mejor, la colaboración será muy importante durante el torneo.

—¡No pienso colaborar con este/esta! —contestaron a la vez haciendo bufar a la mayor.

—Déjelos, que hagan lo que quieran, son unos cabezotas, si quieren morir que mueran, no es nuestro problema —intervino Njord.

—Mi cielo tiene razón, ellos que se busquen la vida —concordó Byoko.

Glacia e Infinity se limitaron a fulminar con la mirada a sus dos compañeros, al menos eso hizo que dejaran de pelear.

—En cualquier caso, el torneo llegará antes de lo que esperáis, y debéis de tener un plan ya en meten u os quedareis atrás muy rápido, además recordad que si uno del equipo cae, todo el equipo saldrá perjudicado.

—¡Pero yo ya tengo un plan! —alzó feliz la mano Lili.

—Oh no, si es un plan tuyo acabará mal, seguro —negó Vessal.

—Acabaremos todos muertos gracias a ti —añadió Archibald.

—¡Sois malos! —Byoko infló las mejillas indignada.

—Tan solo entrenad, por favor —suspiró Camellia.

𝗟𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗙𝗮𝗹𝗹𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀:

𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:

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El fin, final, finaloso del capítulo 2 llegó UwU

Me gustó escribir este capítulo, el enfrentamiento del principio de Abigail y Aura y el enfrentamiento de Slocker y Lili me sirve como pequeño entrenamiento para cuando lleguen las partes de acción >:3 Además amé escribir sobre Liliya porque la muchacha está muy mal de la cabeza, amo a ese tipo de personajes XD

En principio tengo planeado actualizar esta historia los lunes y jueves, esto podría variar dependiendo de la inspiración o el tiempo que tenga para escribir el capítulo, pero por el momento se quedará así UwU

También quería dar las gracias por el apoyo recibido en el primer capítulo <3 ya sabéis que cualquier cosa sobre la historia que queráis decir o agregar podéis decirla en comentarios, los leo todos toditos.

~Ciao ♥

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