❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 10: Nɪɢʜᴛᴍᴀʀᴇs ɪɴ ᴀ ʜᴀʀsʜ ᴡɪɴᴛᴇʀ
ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 10 ;;
•𝑃𝑒𝑠𝑎𝑑𝑖𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑢𝑛 𝑐𝑟𝑢𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑛𝑜•
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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 31/08/2020☽︎
—¡Byoko suelta a Njord de una vez! —gritó Glacia tirando de la ropa de la ojivioleta.
—¡No quiero, no quiero!
—Es una cría —bufó Infinity hastiado.
—Tenemos que ir a vigilar —dijo Glacia entre dientes enfadada— ¡A si que sueltalo de una maldita vez! —y tiró más fuerte sin lograr nada.
El clan del hielo había establecido su base al norte de la isla en unas montañas realmente altas, incluso más que aquellas en las que estaban el clan del fuego o el de la montaña, llegando incluso a estar nevadas en su cúspide por la bajada de temperatura, aunque todos estaban seguros de que la altura no era suficiente como para que nevara allí y más teniendo en cuenta el calor que hacía en el resto de la isla.
Como estaban totalmente al norte, esa parte de las montañas daban a un acantilado y por tanto el acceso era casi imposible por ahí, por lo que los miembros del clan del hielo se centraban en vigilar el sureste y el suroeste. Se dividían así en dos grupos de dos personas y dejaban a uno de los miembros vigilando el campamento.
Aquel día sería Snio quien se quedaría en el campamento, Archibald y Beyond quienes irían hacia el oeste y por tanto Vessal y Byoko quienes se encargarían de vigilar el este, pero a Liliya no le había gustado esta propuesta. La fémina de pelo ceniza se había empeñado en que quería ir con su amorcín, es decir, Njord, y cuando le dijeron que no podía ser se enganchó al torso del chico y no se soltaba a pesar de los tirones de Glacia.
—¿Y por qué no puedo ir con Njord? —infló las mejillas.
—Porque no necesitamos que dos personas se queden en el campamento, con una ya vale —explicó Terry por cuarta vez.
—¡Pues entonces nosotros iremos a hacer guardia y Glacia que se quede aquí!
Los tres bufaron al mismo tiempo de nuevo, solo Njord parecía estoico ante la escena que estaba montando la chica.
—Está bien —todos miraron al peliazul—. Yo iré con Liliya, que Glacia se quede, así acabaremos antes.
Mientras que Liliya daba saltitos de felicidad tras soltar al chico, sus tres compañeros le dieron el pésame por tener a aquella loca como acosadora.
—Solo no la líes como siempre —advirtió Glacia a la otra chica que asintió repetidas veces.
—Vamos —dijo Njord comenzando a andar y finalmente todos se separaron.
Mientras caminaban montaña abajo Lili iba como en una nube, por fin después de 4 días podía pasar algo de tiempo a solas con el chico de personalidad cortante. Las primeras veces que hicieron guardia tuvo que ir junto a Glacia o Infinity, y sin ofender, pero no le llegaban ni a la suela del zapato a su amorcín.
Njord no solía ceder a sus caprichos, porque si, las veces anteriores también hizo berrinche para hacer pareja con él, pero no funcionó, fue extraño que esa vez si. Liliya podía definirse como alguien un poco bipolar, si bien podía ser una sádica y una psicópata, también podía ser una cría infantil y pegajosa, aunque solo con aquellos que ella quería.
Eso siempre impactaba a todo el mundo por igual, estaba harta de que la gente la mirara raro, que la marginaran solo por como era, ni siquiera sus padres le prestaban demasiada atención, pero todo cambió cuando fue elegida para el Midnight War. Al fin podía ser todo lo psicópata que quisiera, al fin podía sacar su verdadero ser, al fin sería admirada y aceptada por su clan pues sus habilidades serían de utilidad y podrían otorgarle la victoria al clan del hielo ese año. El problema esta vez no sería ella, el problema esta vez serían sus compañeros.
¿Y si ellos solo eran unos niños asustados?¿Y si le tenían miedo?¿Y si se venían abajo en el momento de la verdad?¿Serían capaces de matar a alguien?¿Serían capaces de que no los mataran a ellos? Realmente la primera impresión de ellos no fue muy buena. Glacia le parecía la clásica chica tsundere y susceptible, Infinity solo parecía hacerse el guay y Terry no le pareció la gran cosa a pesar de que fuera el más alto y fuerte físicamente del grupo.
Pero luego le vio a él. Aquel chico que ocultaba sus sentimiento y se mantenía firme y frío como un tempano de hielo, que no dejaba ver lo que pensaba ni a través de su mirada, que era todo un misterio y por sobre todo que no miró con asco a Liliya cuando se confirmó que sería parte del equipo. Njord era todo lo bueno del mundo para Lili, la atrapó y enamoró, y por más que el chico no pareciera corresponderla ella no se daría por vencida fácilmente. Podía sonar psicópata, podía sonar acosador, podía sonar algo tóxico como había dicho Terry en una ocasión, pero ¿qué iban a saber ellos de ella? Lo único que habían hecho toda la vida era despreciarla, como el resto de infantes y adultos del clan. Solo comenzaron a aguantarla porque vieron su enorme potencial cuando en el primer día mató a Zaphod Riker y a la segunda noche a Aum Nirvana, y si no se había cargado a más gente era porque en esos dos últimos días no salieron tanto de caza, como ella le llamaba a ir a buscar a otros participantes.
Njord era diferente a ellos, era diferente a todos los demás, y era precisamente esa rareza lo que le gustaba de él, porque como una vez leyó en algún libro: "Estás completamente loco. Pero te diré un secreto: Las mejores personas lo están". Si, definitivamente esa era su frase favorita, con la que más se identificaba.
—Liliya suéltame el brazo... —pidió Njord en su tono neutral.
—Nop —dijo con una enorme sonrisa—. Imagínate que nos atacan, que miedo.
Entonces Njord se detuvo para mirarla con una ceja alzada.
—Tu eres la que le das miedo a los otros clanes.
La fémina no pudo evitar carcajearse y soltar el brazo del mas alto.
—Está bien, tu ganas.
Caminaron unos minutos más en completo silencio cada uno perdido en sus pensamientos hasta que Liliya decidió romperlo de nuevo.
—Njord —lo llamó bajando la mirada y jugueteando con sus dedos— ¿Tu qué... qué piensas de mi?
—¿A qué te refieres?
—Bueno... —la chica rodó la mirada, no se atrevía a mirar al chico por si este creía que era muy rara— Ya sabes que en el clan yo no soy muy popular... Creo que realmente ahora solo me ven como una más porque les estoy haciendo avanzar positivamente en el torneo... También se que Infinity y los demás piensan que soy una loca sin remordimientos, pero... Tu nunca dijiste que pensabas.
—No le suelo dar importancia a las palabras de los demás cuando no me interesan sus opiniones.
—Gran filosofía, pero eso no responde a mi pregunta.
Dejó de hablar para ver si el chico añadía algo más, pero ante la falta de una respuesta decidió insistir.
—Tu opinión si que me importa, así que me gustaría saberla... Por dura que sea —dijo eso último para si misma.
Pero siguió habiendo una ausencia de respuesta, el silencio era ensordecedor.
—¿Njord? —pero al levantar la cabeza el chico no estaba— ¡Njord!¡¿Njord dónde es...?!
—Perfecto, gracias a Byoko ahora tengo que quedarme a hacer el inventario —suspiró Glacia.
Mientas que el resto de miembros vigilaban, la persona que se quedaba en el campamento debía ver como iban de víveres, lo que iba faltando y necesitaban para cuando volvieran para abastecerse al bosque y además las perdidas de objetos que pudieran haber sufrido, aunque en ese aspecto estaban bastante bien, pues aún lo conservaban todo.
—Ni siquiera sé como llegó todo ileso con lo bruto que fue con la mochila Terry —susurró—. Además vamos a necesitar más agua, la poca que quedaba se ha congelado.
—Creo que ahora mismo no os hará falta —ese susurro en su oído hizo que la chica se levantara de golpe.
Tomó distancia rápidamente, y al girarse vio como detrás de ella estaba un sonriente Millennium y unos pasos más atrás estaba Lemmon ¿Cómo demonios habían llegado hasta allí? Se suponía que ese sitio era desconocido por el resto de clanes, además para llegar hasta allí arriba debieron de toparse si o si con sus otros compañeros. Sus compañeros podían ser unos idiotas, pero jamás los dejarían pasar tan fácilmente.
—Oooh ¿estás sorprendida? —Maxim ladeó la cabeza como si fuera un niño curioso—. Seguro que te estás preguntando si tus compañeros están bien ¿verdad?¡No te preocupes! Estarán perfectamente a no ser que mis compañeros los maten —y le mostró una amplia sonrisa.
—No son tan débiles.
—Ni nosotros tan amables como para regresar a casa sin un par de puntos.
Mientras que Maxim terminó su frase, Glacia se dio cuenta de que Goldie trataba de atacarla por la espalda. La fémina más baja llevaba en las manos lo que parecía ser un pequeño cañón portátil que apuntaba directamente hacia Vessal.
El cañón comenzó a acumular energía en su interior y luego la disparó en forma de una enorme bala que la chica del hielo esquivó de milagro gracias a sus buenos reflejos.
La bala impactó en unas rocas más adelante, y literalmente esas rocas desaparecieron. Glacia chasqueó la lengua enfadada y corrió hacia el lugar donde dormían para recoger de ahí su lanza.
Un nuevo disparo de ese cañón se dirigió hacia ella, pero si esta vez lo esquivaba le daría a los objetos que tenían y los perderían, por ende creó un grueso muro de hielo que pudo frenar el disparo a pesar de que acabó roto.
—Vaya, pero si es una chica lista y todo —se escucharon tras eso las carcajadas del chico
Glacia tenía que deshacerse como fuera del molesto cañón de Lemmon, después de eso ya podría atacarlos sin problemas y sin tener que estar protegiéndose a cada rato.
La chica de pelo verdoso congeló los pies de Maxim para que este no pudiera moverse y atacarla de cerca, el chico se mostró sorprendido, pero no hizo nada. Tras eso se abalanzó hacia Goldie quien uso el mismo cañón para bloquear la lanza de Vessal, quien lanzaba ataques sin parar, también notó que algo de hielo se formaba bajo ella y trataba de moverse lo máximo posible para que no le congelara los pies como a sus compañeros.
Glacia finalmente pudo atraparla, Goldie rápidamente usó el cañón a modo de martillo para destrozar el hielo y liberarse, lo logró, pero esos segundos de distracción le valieron a Glacia para acercarse y quitarle el cañón a la castaña de una fuerte patada en las manos. El cañón salió volando algunos metros y Glacia aprovechó esto para tratar asestarle un golpe con la lanza a Goldie, pero la mas baja creó un cegador destello que hizo retroceder a Glacia... hacia su muerte.
La sangre cayó casi en cascada al suelo, manchando el puro blanco de la nieve de color carmín, un contraste tan bello como aterrador. Las fuerzas se le fueron de golpe, ya ni siquiera era capaz de mantener su cabeza recta, cuando la bajó pudo ver el enorme agujero que tenía en el centro de su estómago.
Se dejó caer hacia atrás una vez las fuerzas la abandonaron por completo. Durante su caída pudo ver varías cosas; las hermosos vistas desde aquel pico de la montaña, durante aquellos días jamás se había fijado, había estado demasiado obcecada en el torneo, el cielo donde el sol brillaba iluminando cada rincón de la isla, seguiría repitiendo que le parecía raro que allí estuviera nevado a pesar de ese sol resplandeciente, y una vez cayó al suelo pudo verlos a ellos.
Goldie estaba a un lado algo apenada, seguramente el matar a alguien no era su sueño, pero era lo que se debía hacer, pero definitivamente aquello que la atormentó en sus últimos segundos de vida fue la macabra sonrisa que Millennium mostraba, no podía ver sus ojos desde aquella posición, pero su sonrisa alegre era definitivamente terrorífica. En su mano derecha el chico tenía el cañón portátil de Goldie, había sido él quien había efectuado el disparo.
Los ojos de Glacia se opacaron dejando en claro que cualquier rastro de vida en la chica había desaparecido.
—¡¿Dónde está Njord?! —preguntó Liliya bloqueando con su hacha la lanza de Rina.
—¿Debería decírtelo?
Por la rabia la peliceniza empujó a la de ojos dorados hacia atrás alejándola de ella. Njord estaba a su lado y al segundo siguiente fue atacada por aquella chica tuerta tan pesada.
—Dímelo o juro que te mataré —exigió muy enfadada.
—Seguramente se esté divirtiendo ahora con Bay y Bailong, no te preocupes, seguro que está bien... Quizás.
La sonrisa de la peliverde no hizo más que enfurecerla, lanzó unos carámbanos que fueron rápidamente bloqueado por raíces que la otra hizo germinar del suelo, y cuando quiso atacar de cerca con su hacha Rina pudo esquivarla.
—La última vez conseguiste darme porque me pillaste desprevenida, pero eso no volverá a pasar —dijo— ¿Has escuchado alguna vez la frase de ojo por ojo y diente por diente? Bueno, vosotros matásteis a Nirvana, nosotros hemos hecho lo mismo con uno de los vuestros.
En ese momento Byoko pensó en las extrañas explosiones que había estado escuchando, por un momento se preocupó por sus compañeros, pero su preocupación no duró mucho pues ella no estaba tampoco en una buena posición.
—Pero aún —la peliverde se señaló la venda que cubría su ojo izquierdo—, nos debéis un ojo.
Liliya lanzó de nuevo los afilados carámbanos hacia la chica, pero esta los esquivó e hizo que unas raíces la atacaran, las esquivó, pero acabó demasiado cerca del borde del acantilado de la montaña, así que cuando Ibara se acercó a ella no pudo esquivarla, solo tratar de bloquearla con su hacha, hacha que salió volando cuando la lanza de la peliverde chocó con ella.
Rina agarró del brazo a Liliya y la alzó por encima de ella para estamparla de espaldas al suelo y luego hacer que nuevas raíces la atraparan e impidieran que se moviera.
La chica del clan del hielo trató de congelar las raíces para romperlas, pero por alguna razón su hielo no era lo suficientemente fuerte, llevaba un rato notando que sus ataque eran más débiles de lo normal, pero eso solo pasaba en lugares de altas temperaturas y aquella montaña era más bien fría. Tampoco debería de haber nadie del clan del fuego cerca, entonces... ¿Por qué?
—Quizás te he mentido un poco —reconoció Ibara recogiendo del suelo el hacha de Lili—. Njord no estaba divirtiéndose con Bay y Bailong, solo estaba divirtiéndose con Bay.
En eso de detrás de unas rocas salió el albino mencionado, parecía brillar de una forma extraña y por alguna razón ahora que estaba allí el ambiente se volvió mas caluroso.
—¿Sabes? Quizás el clan del sol no pueda crear grandes llamaradas e incendios como el clan del fuego, pero si que pueden acumular energía térmica en sus cuerpo subiendo así su temperatura corporal a niveles increibles —explicó Rina.
Entonces Liliya lo comprendió, toda aquella pelea contra Rina solo fue una distracción para que ella no encontrara a Bailong y así este pudiera centrarse en acumular aquella energía. Eso logró caldear el ambiente lo suficiente como para debilitar su don del hielo, y si a eso se le sumaba que ya estaba algo cansada de pelear contra Ibara había sido una estratagema perfecta.
Liliya soltó un quejido cuando Rina pisó su mano aprovechando su inmovilidad. La miró con dolor y odio en aquel momento.
—Pero hay algo de lo de ojo por ojo que no me convence... Eso implica pagar con la misma moneda, pero a mi me gusta dar más de lo que recibo, ya sea para bien o para mal —sonrió la chica.
—Nymph date prisa —pidió Bailong.
La chica tirada en el suelo volvió a soltar un quejido cuando la presión del pie sobre su mano aumentó.
—No te preocupes si te duele, pronto no lo hará, porque ya no tendrás mano.
La hoja de su propia hacha brilló con la luz del sol cuando fue alzada. Lo siguiente fue un grito agonizante y el carmín manchando el metal de su arma y la tierra a su alrededor.
—Sabéis que sigo en contra de esto —dijo Raven.
—Raven ya lo hemos hablado y pensaba que estaba todo claro —dijo Vladimir apenado.
—Déjala, parece que no quiere entender la situación —bufó Víctor ganándose la mirada afilada de la albina.
—Ya vale, no os peleéis —llamó a la calma Tezcat—. Solo vamos a hablar con el clan del hielo, a acordar unos últimos términos y ya ¿vale?
Nadie dijo nada, aunque la incomodidad de Shadow y Lynx ante la idea de formar equipo con el clan del hielo se seguía notando. Ellos dos cedieron finalmente al ver que la mayoría si estaban dispuestos a intentarlo, pero ceder no significaba que les encantará la idea.
Fue el propio Njord quien les dio la localización del clan del hielo, se suponía que Terry e Infinity irían a recogerlos abajo de la montaña, pero al llegar al sitio acordado no había nadie. Pensaron que simplemente habían llegado pronto, así que esperaron por varios minutos, pero nadie llegó.
—Encima nos hacen esperar... —se quejó Dreamblack— ¿Por qué no vamos nosotros mismo? No es como si nos fuéramos a perder, solo hay que subir.
—No sé si les hará gracia que vayamos por nuestra cuenta...
—¿Ahora no solo somos sus aliados si no que también sus esbirros? —le cuestionó Raven a Vladimir haciéndolo suspirar.
Vladimir iba a contestarle, pero Tezcat alzó la mano para que callaran, todos guardaron silencio expectantes hasta que escucharon algunos golpes y gritos.
—Vamos —ordenó Vlad y todos corrieron en formación hacia el epicentro del alboroto.
Ocultos desde el bosque vieron como en la falda de la montaña, Beyond y Archibald mantenían alejados a Daystars, Slocker y Di Rigo a duras penas.
—Los clanes del sol y el bosque —susurró Víctor.
—Habrá sido un ataque sorpresa, vamos a ayudarlos —dijo Vladimir recibiendo un bufido de Raven.
Lynx pasó a ser literalmente una sombra en el suelo que se movió a toda velocidad hacia el grupo que peleaba, los demás se dividieron para atacar por sorpresa.
Sol se lanzó para tratar de atacar a Infinity, quien estaba distraído esquivando las ramas que Riccardo creaba, pero antes de llegar a su lado sintió algo agarrar su pierna y tirarlo al suelo. Al mirar hacia atrás vio como Rigel salía del suelo y se acercaba a él, pero se volvió a ocultar cuando Slocker le lanzó un cuchillo.
Los tres tuvieron que retroceder cuando una lluvia de púas comenzó a caer hacia ellos, eran como varillas finas y negras con una punta bastante afilada. Una vez que la púa se hincaba en el suelo desaparecía como la sombra que era, pero si te daba debían de hacer bastante daño.
El ataque vino por consideración de Tezcat desde lo alto del precipicio que tenían encima. Víctor y Vladimir también trataron de atacarlos con las espadas, pero pudieron esquivarlos y en el caso de Sol pudo bloquear algunos ataques.
—El clan de la luna —susurró Di Rigo—. Al final parece ser cierto que solo son unos cobardes que se aliaron con el clan del hielo —dijo esta vez alzando un poco la voz para ser escuchado.
Iba con clara intención de meter puya, y lo logró, pues Raven tensó la mandíbula.
—Es mejor que nos retiremos, no podremos con los siete —dijo Sol.
—Si, de todas formas el trabajo ya estará hecho —asintió el chico de pelo rizado.
—¿A qué os referís? —cuestionó Terry.
—Que ahora deberíais ser menos miembros en el hielo, y uno de vosotros literalmente tendrá un miembro menos conociendo a Ibara —contestó Riccardo.
La cara de preocupación de Terry e Infinity fue digna de enmarcar, pero no hubo tiempo a más charla.
—¡Atención todo el mundo, Glacia Vessal del clan del hielo ha caído, muerte a manos del clan del bosque!
Y aquel mal presentimiento se hizo realidad.
—Sois unos cobardes —apretó los puños Infinity.
—Vosotros matásteis a Nirvana e hicisteis que Ibara perdiera su ojo, tomároslo como un Quid pro quo —sonrió Riccardo.
—Y vosotros tomaros esto como nuestro agradecimiento personal —escucharon una voz a sus espaldas.
Detrás de ellos estaba Lynx, quien tensaba el arco con una flecha ya preparada. En cuanto soltó el arco la flecha salió veloz hacia Daystars, pero el pelinaranja no fue quien la recibió.
Luciel cayó al suelo de rodillas con la flecha hincada en el abdomen retorciéndose de dolor por haberse interpuesto. La sangre resbalaba entre sus dedos y su palma mientras trataba de frenar el sangrado.
—¡Luciel!/¡Slocker! —gritaron ambos compañeros a la vez.
Riccardo atacó al albino con unas ramas y este las esquivó por los pelos volviendo a fusionarse con las sombras. Sol creó con su mano un fuerte destello que los cegó a todos y para cuando pudieron volver a ver con claridad los tres chicos ya no estaban.
—Busquemos a Liliya y Njord y volvamos al campamento —ordenó Infinity—. Ahora que Glacia ya no... está, el lugar se a quedado sin vigilancia.
Todos asintieron y corrieron en la dirección donde los dos chicos deberían de estar haciendo su guardia. El lugar estaba demasiado en silencio, sabían que no estaban muertos pues el anuncio hubiera sonado, pero podían haberlos dejado muy graves o incluso habérselos llevado como rehenes.
Algunas piedrecitas cayeron por el desfiladero a causa de la vibración del suelo, eso les hizo saber a todos que alguien se acercaba y se tensaron. Solo siguieron andando cuando Tezcat desde un camino algo mas arriba les avisó que eran Njord y Liliya.
Todos siguieron y giraron para encontrarse con ellos, pero la escena no era ni de lejos lo que esperaban.
Njord cargaba entre sus brazos el cuerpo inmóvil de Byoko, no estaba muerta, pero si inconsciente por la perdida de sangre. Faltaba la parte de su brazo derecho del codo hacia abajo y Njord tan solo pudo hacer un torniquete provisional para tratar de que no perdiera más sangre y había cubierto la herida con su chaqueta que ya estaba empapada de rojo.
—¿Qué... Qué ha pasado? —cuestionó Terry.
—Le cortaron el brazo —dijo con voz ronca—. Peleaba con Laurel del clan del bosque cuando escuché su grito de dolor. Me quité de encima al otro rápidamente y fui a ver que había pasado, cuando llegué estaba en el suelo atrapada por raíces que salían del suelo y al lado de su cabeza estaba su hacha cubierta de sangre... Y su brazo separado de su cuerpo.
—¿Una venganza del clan del bosque? —cuestionó Vlad.
—Es lo más probable —asintió el chico de pelo azul oscuro.
Tezcat se acercó a la herida, su pulso era débil y su respiración entrecortada, pero seguía viva.
—Volvamos lo más rápido posible a vuestro campamento —ordenó el de pelo negro—. La trataré lo mejor posible, pero tiene que ser ya.
Todos asintieron y entre Vladimir y Njord cargaron a Liliya hasta lo alto de la montaña de nuevo.
—Joder —fue lo único que Infinity pudo decir cuando al llegar vieron el cuerpo de Glacia tendido en el suelo en un charco de sangre.
—Pronto pasará el jet a recogerla, aguantad, ahora Liliya el la prioridad —dijo Tezcat.
Infinity y Terry tuvieron que tragar saliva y apechugar. Pasaron de largo dejando el cuerpo de su amiga y compañera tirado en la nieve, su piel incluso comenzó a tornarse azulada por el frío.
Lynx y Raven estaban atónitos ante esto, no podían evitar mirar a la chica difunta, sentían su pena y frustración ante la muerte, pero ellos no... Los compañeros de esa chica y los suyos habían...
Lynx se fue algo más lejos a despejarse, mientras que Raven se alejó dando pasos dudosos por donde habían venido, se mordía la uña de su dedo pulgar nerviosa y miles de pensamientos se arremolinaban en su mente a tal velocidad que no podía ni procesarlos.
—Raven.
Un toque en su hombro la trajo de vuelta y su corazón volvió a latir más lentamente.
—Vlad.
—¿Te encuentras bien?
—Si —pero la mirada fija de su novio al no creerla la hizo ceder—. No.
—Sé que todo esto parece que nos va a sobrepasar, pero...
—No, Vlad, no lo parece, está sucediendo ¡No podemos controlar esta mierda aunque queramos!
Dreamblack había tratado de mantener la compostura todo este tiempo, pero había estallado, no podía mantener su fachada fría y distante, ya no.
—Raven, yo...
—No, ahora vas a escucharme tu a mi. Te lo advertí, te dije que aliarnos con el clan del hielo era un peligro, se han buscado enemigos peligrosos, básicamente sus cabezas tienen precio, ¡por la diosa solo mira a esa pobre chica! —señaló a Glacia sin realmente querer ver esa desoladora imagen ella misma, su estomago no era de acero— Si seguimos con ellos nosotros acabaremos así también. Esta vez fue el clan del bosque, pero la próxima vez puede ser el del viento ¡o a saber a qué clanes mas les tocaron las narices!
—Raven, escucharme —Vladimir puso sus manos en los hombros de la chica para que lo mirara a los ojos—. Este torneo es así, nos aliáramos o no con el clan del hielo terminaríamos siendo objetivos de algún otro clan, es morir o matar, y ahora no es el momento de llorar por los muertos, lo haremos cuando salgamos vivos de aquí, juntos.
Se podía ver claramente la duda en los ojos dorados de la albina. Raven se mordió el labio inferior con fuerza, tanta que empezó a sangrar, fue el propio Vladimir quien tuvo que detenerla.
El mayor acarició la mejilla de su novia y esta tan solo cerró los ojos intentando calmar su mente, intentando silenciar esa voz que le decía que todo eso acabaría mal, muy mal.
Pasaron varios minutos, unos 20 desde que llegaron, y por fin todos a excepción de Liliya y Njord se reunieron en el exterior del pequeño iglú que el clan del hielo construyó para protegerse. Tezcat estaba cubierto de la sangre de la fémina herida, pero por su expresión tranquila supieron que todo había ido medianamente bien.
—¿Cómo está? —cuestionó Vladimir.
—Mucho mejor, el torniquete que hizo Njord impidió que perdiera más sangre y eso le salvó la vida. Hemos frenado la hemorragia lo mejor que hemos podido y he desinfectado tanto la herida como las vendas y gasas usadas, aún así aquí no tengo los utensilios necesarios para tratar una amputación, lo ideal sería llevarla a un hospital lo antes posible —explicó Tezcat.
—Eso será difícil por el momento —admitió Infinity—. Hay que ganar esto, y ganarlo ya.
—Pues tendrá que ser sin mi ayuda.
Todos miraron a Lynx, que era el que había hablado.
—¿De qué hablas? —cuestionó Víctor.
—Lo siento, pero yo paso de todo esto —dijo—. Si vosotros queréis arriesgaros con este plan me parece bien, es vuestra esperanza de no solo ganar, sino también de sobrevivir, pero no me pidáis que yo os siga en un plan que para mi no representa lo mismo.
—Pero ¿qué vas a hacer?¿Te vas a ir tu solo por tu cuenta? —cuestionó Raven y Rigel asintió.
—No es obligatorio en el torneo que los miembros de un mismo clan permanezcan juntos —explicó—. A estas alturas ganar es lo que menos me importa, lo que yo quiero hacer es sobrevivir, tengo... tengo cosas por las que volver.
—Como todos nosotros, pero no por eso huimos —dijo Víctor.
—No estoy huyendo —frunció el ceño el albino—. Solo voy a seguir mi propio plan, uno en el que si crea que tengo un futuro.
Víctor iba a volver a decir algo, pero su hermano lo detuvo.
—¿No podemos hacer nada para que cambies de opinión? —preguntó Vladimir.
—Lo siento —hizo una leve inclinación ante el mayor.
Vladimir suspiró, pero no parecía enfadado, solo preocupado.
—Si es lo que tu has elegido lo respetaremos, solo esperamos que no nos traiciones.
—No lo haré —aseguró Rigel—. Si lo hiciera no merecería seguir vivo, ya que eso lo gané a través de un sacrificio no voluntario.
Vladimir sonrió y le dio unas palmaditas en la espalda al chico a modo de apoyo. Con todo ya dicho Rigel cogió su arma y se marchó a paso lento pero firme de aquella cima de la montaña. Ya era bien entrada la tarde, así que si quería llegar al sitio que tenía en mente debía de darse prisa para llegar antes del anochecer.
Todos lo vieron marcharse y una vez que lo perdieron de vista volvieron cada uno a lo suyo.
—¿Dónde está Njord? —preguntó Vlad.
—Se quedó dentro con Liliya —dijo Tezcat, Vladimir asintió dándose como satisfecho con la respuesta.
Se giró para encarar de nuevo a su novia que seguía algo decaída.
—¿Estás pensando en hacer lo mismo? —preguntó preocupado por la respuesta, para su alivio Raven negó.
—No tendría sentido marcharme si lo que quiero proteger sigue aquí —respondió mirándolo a los ojos.
Vladimir la miró con ternura y unió sus labios con los de la más baja para tratar de reconfortarla y asegurarle que todo iría bien.
—Iré a hablar con Njord de algunos asuntos pendientes, luego hablamos ¿si?
Raven asintió y Vladimir se despidió con un nuevo beso de la fémina encaminándose hacia aquel curioso iglú.
—Yo considero que tienes más suerte de la que crees.
Raven se giró encontrándose con Terry.
—Hay personas que no sabes lo que darían por poder estar con la persona a la que desean proteger ahora —y sin nada mas que añadir se fue a ocuparse de sus propias cosas dejando a Dreamblack algo confundida.
—Señor las estadísticas de hoy ya están listas.
—¿Son las originales del torneo? —la otra persona asintió.
—Sacadas directamente de la isla, también viene la que será la clasificación de popularidad de hoy.
Aquella persona recibió los papeles que le extendían, los revisó todos y le dio su visto bueno.
—Es increíble lo que la gente puede hacer por imponerse ante los demás —se carcajeó.
—¿Tiene alguna orden especifica para hoy? —negó.
—Por ahora va todo bien y según lo planeado, no creó que sea necesario intervenir por el momento, dejemos los que se diviertan un poco más y que sigan creyendo que tienen el control.
La persona que había ingresado a la habitación para darle los papeles hizo una reverencia y se marchó con ya todo en orden. Quien se habían vuelto a quedar solo miró la televisión de la sala y como aquellos críos se mataban entre ellos por honrar a esa estúpida Diosa.
—Si tan solo supieran la verdad.
Y en aquella sala oscura lo que más resaltó fue la macabra sonrisa de aquella silueta. El honor del clan volvería a brillar, como debió ser hace 160 años y como sería ahora.
𝗟𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗱𝗲 𝗙𝗮𝗹𝗹𝗲𝗰𝗶𝗱𝗼𝘀:
– Zaphod Riker
– Aum Nirvana
– Frank Foreman
– Mars Deimos
– Glacia Vessal
𝗖𝗹𝗮𝘀𝗶𝗳𝗶𝗰𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻:
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙷𝚒𝚎𝚕𝚘: 35 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚃𝚛𝚞𝚎𝚗𝚘: 25 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙰𝚐𝚞𝚊: 20 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙵𝚞𝚎𝚐𝚘: 15 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙽𝚒𝚎𝚋𝚕𝚊: 5 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎: 5 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝙲𝚛𝚒𝚜𝚝𝚊𝚕: -5 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊: -5 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙼𝚘𝚗𝚝𝚊𝚗̃𝚊: -5 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚅𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘: -10 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚘𝚕: -10 p
• 𝙲𝚕𝚊𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝙱𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊𝚜: -20 p
¡AJÁ! no os esperabais ese extra ¿verdad? :p
Estos extras aparecerán esporádicamente en algunos capítulos a partir de ahora, este ha sido cortito, pero pueden venir extras más largos.
Además ¡Se murió Glacia! ;-; Es la primera chica que se muere y lo admito, me dolió, Glacia es de mis waifus de Inazuma Eleven Go. Se que algunos esperabais que muriera un OC, pero por el momento no, aunque si se nos quedó manca Liliya. Esperaré un poquito más para matar a algún OC para que les cojáis cariño y duela más cuando se mueran >:D
Ok no :'v solo esperaré un poco más para poder enlazar mejor ciertos relationships y desarrollar bien un par de tramas que tengo pensadas primero, pero las muertes seguirán dolorosas e imparables ;-;
Espero que sufriera- DIGO disfrutarais de este hermoso capítulo y nos vemos el próximo lunes.
Además, vigilad mi tablón de anuncios porque pronto daré una nueva pista sobre la trama del nuevo fic que estoy preparando uwu
~Ciao ♥
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