❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 6: Sʜᴏᴄᴋ ᴏғ ᴄᴀʟᴍ ᴀɴᴅ ᴛᴇɴsɪᴏɴ
ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 06 ;;
•𝐶ℎ𝑜𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒 𝑐𝑎𝑙𝑚𝑎 𝑦 𝑡𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜́𝑛•
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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 14/12/2020☽︎
Correr ya no le había parecido suficiente, era demasiado lento, por lo que la mejor opción al no tener un coche cerca fue fundirse en su sombra y moverse con ella a ras de suelo, era como un borrón negro moviéndose a toda velocidad, velocidad que seguía sin ser suficiente. Sentía su corazón palpitar en sus oídos como si en cualquier momento le fuera a estallar.
Le faltaba el aire y de usar su don con esa intensidad desde casi dos o tres ciudades mas atrás sentía como se comenzaba a fatigar, no duraría mucho más en esa forma. Sus pulmones suplicaban por aire, su cuerpo por un descanso y su corazón por tranquilidad, pero en aquel punto solo los ignoró, hizo caso de su cerebro que le indicaba que siguiese, que no parase.
Lynx se consideraba alguien de mente fría, la mayoría de veces, debía de ser una situación demasiado crítica como para alterarlo y nublarle la mente, y lo era, Ansythma sabía que estaba jodido, él y todos.
Todo fue una trampa desde el principio.
Ya veía el CG a lo lejos, casi estaba allí y justo a unos metros de este su energía al final fue completamente exprimida y salió expulsado de la sombra como un muelle. Casi dio con la cara en el suelo, pero logró apoyar un pie y una mano bien en este y sin llegar a caer retomó la carrera.
Unos guardias trataron de pedirle la identificación y al verlo tan alterado casi lo atacan pensando que podía estar tramando algo, pero el albino simplemente cogió la tarjeta que llevaba en el bolsillo de su chaqueta y se la lanzó a la cara a uno de los guardias sin dejar de correr.
Corrió por lo pasillos esquivando a funcionarios, civiles y soldados y tomó las escaleras, el ascensor definitivamente era demasiado lento, estaba seguro de haber subido siete u ocho plantas sin frenar y ahora di que era verdad que ya no tenía aliento. Sus piernas comenzaban a temblar por el cansancio y sentía que caería al suelo en cualquier momento.
Milagrosamente pudo aguantar y abrir de golpe la puerta del despacho de Travis quien estaba en compañía de su hija y otro joven de la edad de la chica aproximadamente. Los tres lo miraron sorprendidos por su intrusión repentina y las malas formas, ni siquiera tocó la puerta y en definitiva se veía muy alterado.
—Señor Rigel, me gustaría que mantuviera las formas al entrar a mi... —pero para sorpresa del adulto fue interrumpido por aquel que siempre se mostró tan formal y más frente a un jefe de clan.
—¡Era una trampa! —gritó con desesperación con la primera bocanada de aire que pudo tomar— ¡El clan del acero sabe que nosotros estamos al corriente de su ataque! ¡Los ataques al clan de las bestias y la niebla son una distracción para atacar por el norte al clan del fuego!
Un rato antes
—Ya lo sé papá —decía por sexta vez por el teléfono mientras rodaba los ojos. Su tono cansado se hacia presente ya.
—¿Por qué no terminas ya con esto? Tu madre está muy preocupada y deprimida desde nuestra discusión contigo —habló su padre, Kaus, por la otra línea.
—¿Y de quien es la culpa de toda esta situación?
Un silencio se mantuvo por ambas partes. Fue el padre quien la rompió.
—Nosotros solo queremos lo mejor para ti.
—¿Lo mejor para mi? —frunció el ceño.
—Si, somos tus padres y sabemos lo que te conviene, nosotros solo...
No pudo seguir aguantando aquella conversación llena de palabras hipócritas, estaba harto de ella, siempre que alguno de sus progenitores lo llamaba era para decir exactamente lo mismo y sinceramente eso ya llegaba al hartazgo.
—Para, no quiero oír lo mismo otra vez —pidió masajeándose la sien con su mano libre—. Si, hay algo en lo que tenéis razón, intentáis buscar lo mejor para mi...
—Me alegra que lo entienda hijo, entonces...
—Pero —lo interrumpió igual que Kaus lo interrumpió a él, no quería perder el hilo y que su padre volviera a llevarlo a su terreno—, a veces incluso los padres podéis equivocaros. Buscáis lo mejor para mi desde vuestro punto de vista, pero los tiempos cambian, la situación cambia, y no todas vuestras experiencias son aplicable a mi vida porque son vidas diferentes en todos los sentido.
Con eso al fin logró que su padre callara y lo escuchara. Se alegraba de que así fuera pues ya estaba perdiendo la paciencia y no quería soltar algo de lo que después se arrepintiera, después de todo era su padre y a pesar de sus diferencias lo quería.
—Entiendo que mamá y tu perdierais familiares en la guerra e incluso después de ella por los muchos actos terroristas llevados a cabo en todos los clanes, pero debéis entender que la enemistad ha acabado, ya no tenemos por qué pelear, y aunque se que esta reconciliación no será de la noche a la mañana yo quiero poner mi granito de arena —comenzó a explicar lo mas simple y calmado que pudo—. No voy a romper con Davy, da igual cuantas veces mamá y tu me lo rogueis o exijais, no voy a cambiar de opinión respecto a eso.
—Pero Lynx, el clan del agua... ¿Y si él no resulta ser como tu crees? Os conocisteis en ese torneo, a penas hace dos años y en unas circunstancias... ¿Y si te hace daño? Yo solo digo que irte a vivir con él fue muy precipitado.
—Te equivocas, no conocí a Davy en el torneo.
—¿Qué?
—Fue en nuestro propio clan, hace ya varios años de eso, en una playa, de alguna manera consiguió llegar hasta allí al ser una zona de costa fronteriza. Ahí fue donde nos hicimos amigos, nos conocemos desde hace años y yo sé que no me hará daño, jamás lo haría, ni yo a él.
—¿Por qué nunca nos dijiste nada? ¿No confiabas en nosotros? ¿En tus padres? —su voz sonaba dolida y decepcionada.
Sabía que la respuesta que iba a dar era dura, e incluso tal vez cruel, pero era la verdad, no quería mentir a su padre descaradamente, él no era así.
—No, no confiaba en vosotros —continuó rápidamente sin dejar que su padre dijera nada—. Igual que vosotros me conocéis a mi, yo os conozco a vosotros, y sabía que si os contaba sobre mi nuevo amigo secreto del clan del agua no me dejaríais volver a verlo, es más, me lo prohibiríais —suspiró recordando el miedo que muchas veces sintió a que ellos se enteraran—. Yo no tengo vuestro odio hacia lo diferente, hacia otros clanes, comprendo de donde viene el vuestro, pero no podéis pedirme que lo comparta. Quiero a Davy, me gusta vivir con él porque me hace realmente feliz, y si de verdad me queréis espero que algún día lo comprendáis y nos apoyéis.
—Entiendo tu punto, pero no me pidas que lo comparta —usó sus propias palabras contra él y eso de alguna manera le había partido el alma, sintió como si le tiraran un cubo de agua helada por la cabeza, tenía ganas de llorar—. Tu madre te envía un abrazo y Vega irá la semana que viene a visitarte, tratala bien, parece que es la única que entiende por qué a nuestro hijo se le ha ido la cabeza.
Y ahí finalizó la llamada, le había colgado sin siquiera despedirse correctamente o darle a él la oportunidad de hacerlo. Miró la pantalla de su teléfono y cómo se veía la pantalla de bloqueo, se sintió impotente, quería gritar, llorar, lanzar ese maldito móvil por la ventana y romperlo todo.
Algunas lágrimas de impotencia se le escaparon. Dejó el aparato sobre la mesa del salón sin levantarse del sofá donde estuvo sentado durante toda la llamada y hundió su cara entre las palmas de sus manos. Permaneció así por varios minutos mientras pensaba en todo lo que había estado pasando hasta el momento.
Sus padres no se tomaron bien su relación con Jones desde un principio, y lo que empezó como un simple desacuerdo terminó convirtiéndose en una verdadera pelea familiar. Llegó hasta el punto de que el ambiente en su casa era insoportable y esa fue una de las razones que le hizo aceptar de inmediato la propuesta de Davy de ir a vivir juntos.
No entendía que problema había con ellos, el padre de Davy al principio tampoco estaba muy seguro de la relación, después de todo era lo normal, pero lo acabó comprendiendo, durante aquellos dos años hizo el esfuerzo de escuchar a su hijo, conocer a Lynx y dejarlos ser, incluso a día de hoy los apoyaba incondicionalmente ¿Por qué sus padres no podían simplemente hacer lo mismo?
La única que lo entendió fue su hermana, Vega no podía dar de lado a su hermanito pequeño, le parecía injusto. Ella intentó hablar también con sus padres, pero nada, no había manera de hacer que cedieran ni un poco.
Alzó la cabeza después de haberse secado las lágrimas rebeldes, normalmente Davy estaba para animarlo en aquellas situaciones de bajón, pero justo esa tarde tuvo que salir por tener una reunión con un jefe para hablar sobre la posibilidad de que él se convirtiera en el nuevo jefe del clan del agua. Davy seguía sin estar seguro de aquello, al principio cuando Lynx y el resto se lo comentaron se negó rotundamente, pero poco a poco fue cediendo y aquella reunión debía ser la que finalmente zanjara el asunto.
Recogió su pelo hacia atrás y se lo ató con la goma que llevaba en su muñeca, ya comenzaba a molestarle. Desde hacía un tiempo se había replanteado el cortárselo, pero amaba demasiado su pelo largo y al final siempre se echaba para atrás y acababa solo cortando las puntas para sanearlo, de hecho era probable que la vez que más corto lo llevó desde que tenía memoria fuera en el torneo.
Recordaba como Vega le ayudó a cortarlo un poco para que no le molestara durante un combate y aun así le llegaba por algo más abajo de los hombros.
Se levantó del sofá y a paso tranquilo se dirigió a la cocina, necesitaba tomar algo, aunque fuera un vaso de agua. Terminó por rebuscar también algo de picar y encontró un paquete de galletas que había empezado Davy el día anterior y que habían cerrado con una pinza. Con eso y el vaso regresó al salón dejándolo sobre la mesa y acomodándose de nuevo.
Abrió el paquete y se llevó una de esas galletas de sabor a vainilla y limón a la boca y en seguida el tono de llamada de su móvil se escuchó por toda la sala. Lo cogió y sonrió al ver el nombre de quien le llamaba por lo que tras descolgar saludó con una sonrisa.
—Jade, cuanto tiempo ¿Que tal todo?
—Lynx, perdona pero voy a tener que ir al grano —el tono de la chica era extremadamente serio y se escuchaba algo apresurado, esto preocupó al albino y dejó otra de esas galletas a medio camino hacia su boca—. Tenemos un problema, un gran y jodido problema.
—¿Qué pasa? Me estás asustando.
—¿Recuerdas que los contactos de Dulce dijeron que atacarían el clan de las bestias o la niebla?
—Si, ¿qué pasa con eso?
—No sé si realmente han atacado uno de esos clanes, pero todo era una trampa, un flota completa del clan del acero se acerca a nuestra costa, van a atacar el clan del fuego.
Dejó caer la galleta al suelo y cortó la llamada de inmediato con su amiga pelirroja. A penas le dio tiempo a coger su chaqueta y las llaves de su casa antes de salir disparado de allí.
Tenía que avisar a Travis cuanto antes y para su mala suerte Davy se había llevado el coche, le tocaría ir a pie.
En la actualidad
—Lynx necesitó que te calmes por un momento —pidió Percival pasando por alto el comportamiento del albino dada la situación— ¿Cómo que van a atacar el clan del fuego?
Lynx se dejó caer al suelo ya sin fuerzas ni energías, utilizó la última gota de tranquilidad que le quedaba para explicarle la situación a Travis lo mejor posible.
—Al parecer siempre supieron que los trabajadores de Loamy los espiaban, dejaron escapar esa información a propósito para entretenernos y desviar nuestra atención del verdadero plan.
—¿Me estás diciendo que no van a atacar el clan de la niebla ni el de las bestia? —Lynx negó.
—No, es probable que si ataquen, quizás un poco a la desesperada y para hacernos creer que de verdad la amenaza estaba en esos dos clanes, pero definitivamente su mayor ejercito está llegando al clan del fuego si no es que ya están allí.
—Mierda —dijo para di mismo el mayor—. Frost —llamó al otro chico que había en la sala de pelo plateado—. Como ya has escuchado debemos enviar refuerzos rápido al clan del fuego, su jefe Axel Blaze y la propia estabilidad del clan corren peligro. Reúne a un grupo lo más rápido posible y partid de inmediato.
—¡Si señor! —afirmó y sin demorarse ni un segundo salió de la sala.
—¿Y qué hacemos con los jefes de la niebla y las bestias? —preguntó Camellia.
—Los escuadrones de David y Bryce se ocuparan, nuestra prioridad ahora es el clan del fuego —dijo— ¿A quien tenemos allí?
—A parte de las propias tropas del fuego tenemos a... —entonces la chica palideció—. Tenemos un problema.
—¿Otro? —el hombre no se lo podía creer.
—Davy Jones partió esta tarde al clan del fuego para mantener una reunión con Blaze, y si no me equivoco Mark Evans, jefe de la montaña, también estaría presente.
—¡¿Qué?! ¿Dos jefes de clan y un futuro jefe están en el mismo sitio, justo al que están atacando? —Camellia asintió—¿Quienes han acompañado a Davy como escolta al clan del fuego?
—Ibara y Laggerfeld.
—Esperemos que puedan aguantar hasta que lleguen los refuerzos.
Ahí estaba el problema, el por qué había corrido tan desesperadamente hasta allí, no solo por el hecho de que atacaran otro clan, sino porque justamente tenían que atacarlo cuando Davy estaba allí.
—Señor —le llamó Lynx pero Travis negó de inmediato.
—No puedes ir.
—¡Pero...!
—Pero nada, te afecta de manera demasiado directa, si quieres ayudar contactalos —Lynx lo miró confundido—. Contacta con los Blade y diles que vayan para el clan del fuego.
Consiguió colocar sin problema el helicóptero en el helipuerto que había en la parte de arriba del edificio principal del clan del fuego. Definitivamente se notaba el calor excesivo de aquel clan, a pesar de que ella estaba acostumbrada al calor, pues el clan del bosque era el tercero más cálido tras el fuego y el sol, no se podía comparar con las temperaturas de aquel lugar.
—Aún no supero que sepas pilotar un puto helicóptero —mencionó Davy bajando del helicóptero y siendo seguido por Damian y Rina.
—Hay que adaptarse —se encogió de hombros la fémina.
—¿Cuantos vehículos sabes conducir exactamente?
—Aéreos solo helicópteros, terrestres casi de cualquier tipo excepto trenes y camiones grandes, como un tráiler por ejemplo, marítimos si que es verdad que ninguno —explicó tratando de rememorar—. No es para tanto, Greenway definitivamente es mejor que yo.
—También te digo que Greenway lleva años aprendiendo y practicando y tu en apenas dos años sabes conducir y pilotar más o menos la mitad de cosas que él —recalcó Damian.
—Pero si, aún le falta practica —afirmó Davy—. Si no que se lo digan al pobre Eugene —rió.
—Bienvenidos al clan del fuego —todos se giraron y se sorprendieron al encontrarse con una cara conocida allí.
—Jade —fue Rina la primera en hablar.
—¡Madre mía cuanto tiempo! —mencionó esta vez Jones.
La pelirroja no pudo evitar sonreír y la formalidad que mostró en un principio se acabó esfumando, no podía ocultar su verdadera naturaleza.
—¡A mis brazos, mis niños!
La pelirroja prácticamente los espachurró a los tres y ni siquiera Damian dijo algo al respecto, ya todos estaban al corriente de la efusividad y fuerza bruta de la chica. Si alguien como Artemisa ya parecía ser muy fuerte físicamente imagínate a una Artemisa 2.0 pero con más altura.
Ahora comprendía eso de que los ciudadanos del clan del fuego eran los segundos con más fuerza tan solo por detrás del clan de la montaña. Y la verdad es que si te olvidabas por un momento de personas como Wallside, Il Grande o Houdini, los del clan del fuego también podían imponer bastante, es decir, para empezar tenías a su jefe, Blaze no era precisamente el que tenía cara de ser más amable de todos.
—Estoy supercontenta de que estéis aquí, Arti y Brad me han estado hablando de lo que pasa por allí por el clan del hielo y de verdad que estaba deseando poder cruzarme con alguno de vosotros.
—No te preocupes, no te pierdes mucho —reconoció Rina—. Solo hielo, nieve y gente congelándose entre la que yo me incluyo.
—Ver a Sol allí debe ser un poema, con lo poco que le gusta el frío al pobre niño —rió la chica.
—Lo divertido no es ver a Daystar pasar frío, es ver a Slocker tan a gusto, el tío es del clan del sol y no le gusta el calor —Davy puso cara de confusión— ¡Es como si alguien del clan del agua no supiera nadar o a alguien del clan de la luna le diera miedo la oscuridad! No tiene sentido.
—No seas pelma —lo mandó callar Rina—. Por cierto Jade ¿vienes para llevarnos con Blaze?
La pelirroja asintió aún con una amplia sonrisa.
—Estaré por aquí por unas semanas hasta que me adjudiquen una nueva misión —explicó— ¿Sabéis? Evans también está aquí.
—¿Mark Evans? ¿Y eso?
—Oficialmente dicen que es para tomar parte de la reunión de Axel y Davy, pero —Jade miró a todos los lados asegurándose de que nadie los estaba escuchando y se pegó más a sus tres amigos para susurrar— yo creo que hay algo más.
—¿Algo más? —Rina se había perdido.
—¿A qué te refieres? —Davy muchas veces decía que Aqua era un cotilla, pero la verdad es que él no se quedaba atrás.
—Bueno entre ciertos miembros políticos y del ejercito del clan del fuego y la montaña hay rumores —admitió—. Son algo dispersos y no demasiado concretos, pero hablan sobre un supuesto romance entre ambos líderes.
—Ay por dios, ya estamos con eso otra vez —Rina negó con la cabeza poniéndose derecha de nueva tras tanto secretismo.
—No deberías meterte en esos rumores o podrías acabar enredada en un problema tu también —advirtió Damian—. Quizás cuando Evans y Blaze se enteren de los rumores que recorren sus clanes quieran buscar responsables.
—Ay si los exagerados sois vosotros —negó Davy colocando sus brazos en jarra—. Tet me pagará millones por esta información.
—¿Y este va a ser vuestro nuevo jefe? —le preguntó Ibara a Laggerfeld en un susurro y este hizo una mueca en respuesta.
—No somos muy buenos eligiendo a nuestros representantes.
—Ey os he escuchado.
—¡Bueno venga! Que el tiempo es oro y como tarde mucho en llevaros me meteré en un lío —dijo Jade animándolos a seguirla—. Y de lo que os he contado ni una palabra a nadie... Bueno solo a Tet.
Davy levantó una mano solemnemente en gesto de que se lo prometía.
Los cuatro caminaron hasta un ascensor por el que bajaron y cuando las puertas se abrieron en otra planta siguieron de nuevo a Jade por los pasillos.
—Por lo menos dentro hace más fresco que fuera —comentó Damian.
—Tenemos un sistema de refrigeración para cuando vienen visitas —explicó Greene—. No queremos que se nos muera alguien de un golpe de calor —les guiñó un ojo.
—Algo me dice que eso ya pasó —achinó los ojos Damian mirando acusatoriamente a la pelirroja que rió con culpabilidad.
—No se ha muerto nadie, pero si es verdad que a Cometti le dio un yayo la última vez que vino y fue entonces cuando pusimos el sistema de ventilación y refrigeración.
—Lo sabía.
—Mirad aquí es —se paró Jade frente a una de las tantas puertas sabiéndose salvada por los pelos de la mirada de su amigo. Tocó un par de veces y en cuanto escuchó un "adelante" dejó a los otros tres que procedieran—. Suerte.
Fue Rina quien abrió la puerta dejando pasar a Jones y Damian y luego ya entró ella mirando por última vez a Jade que se despedía moviendo la mano.
—Oh, veo que ya estáis aquí.
Rina se giró al escuchar la voz de Evans, al parecer si que había ido. Al darse la vuelta, como les pasó también a Damian y Davy, se quedó mirando a los dos mayores sin saber muy bien que decir. La atmósfera era extraña, no sabía como explicarlo, era tensa, pero a la vez la amplia sonrisa de Mark parecía indicar que no pasaba nada.
Por otro lado Axel daba toques con el pie en el suelo nervioso mientras los miraba con gesto neutral, tanto que parecía llegar a ser indiferente.
¿Qué había pasado allí? ¿Habían discutido? Porque si ese era el caso rezaba internamente porque no se enteraran justo en ese momento de los rumores que Greene mencionó o se pondría fea la cosa.
Con precaución, y sin bajar la guardia por lo que pudiera pasar, los tres tomaron asiento en la amplia mesa de reuniones frente al rubio y el castaño. Se seguía notando la tensión, pero había disminuido tras su entrada, Mark no dijo nada y esperó a que Axel tomara la palabra.
—Me alegra que aceptaras venir Jones —habló finalmente—. Espero que no te haya supuesto muchos problemas.
Davy estaba tentado a decir que si, en serio que ese temita de tomar el relevo en el clan del agua comenzaba a cansarlo. Él no se consideraba apto para un cargo así y de alguna forma lo ponía nervioso que el resto si lo viera capacitado, se sentía sobreestimado y con una carga que no le correspondía y sólo lo asfixiaba. Al final se mordió la lengua y negó.
—No pasa nada —dijo ahora más serio— ¿De qué quería hablar exactamente?
—Tuteame, no nos llevamos tantos años realmente y es probable que pronto ocupemos un rol similar —pidió el rubio.
—Me gustaría ir al grano —fue lo que pidió a cambio el peliazul y Axel asintió.
El rubio miró a los dos escoltas que acompañaban a Davy, Rina al percatarse de que sobraban le dio un leve golpecito a Damian con el codo y ambos se levantados para salir de allí.
—Estaremos fuera vigilando —dijo la peliverde a Jones también a modo de explicación rápida.
Básicamente también quiso decir "si hay problemas solo grita, estamos aquí", cosa que también comprendieron claramente los dos jefes. Quizás Mark pensó que era demasiado excesivo una declaración así, pero teniendo en cuenta que ciertos problemas del pasado, por mucho que trataran de taparlos con su nueva alianza, seguía estando frescos lo podía llegar a comprender.
Davy miró por el rabillo del ojo a sus dos compañeros salir y cerrar la puerta tras ellos dejándolo solo ante el peligro.
—¿Has pensado bien la propuesta? —cuestionó Blaze, ni siquiera hacía falta aclarar a qué propuesta se refería.
—Si, pero mi respuesta sigue siendo negativa.
—Creo que te subestimas, Silver si que pensaba que eras plenamente capaz.
—Quizás fue el señor Silver, que en paz descanse, quien me dio más crédito del que realmente tenía.
—Un jefe sabe sobre estas cosas y jamás cometería un error así.
—¿Y qué hay de la guerra?
Si, Davy fue a la yugular, pero era la mayor verdad de la que ahora disponía, su mayor argumente entre los varios que tenía para negarse a ocupar el puesto de jefe de su clan.
—Somos conscientes de ello —habló esta vez Mark—. Queremos arreglar los errores cometidos en el pasado y una nueva generación es una muy buena forma de empezar, personas más abiertas a esta nueva era que llega.
—¿Y qué hay de Lynx? —ambos mayores no entendieron— ¿De verdad creéis que mi clan aceptará tan fácilmente a alguien que mantiene una relación con un chico de otro clan? Puede que mi generación sea más abierta a este tipo de cambios, pero la mayoría siguen reticentes.
—¡Precisamente por eso! —indicó Mark— ¿Quien mejor para guiar a los suyos a una sociedad sin discriminación entre clanes que alguien que sale con uno de ellos?
—¿Quieres usar mi relación como método de propaganda? —frunció el ceño.
—No, por supuesto que no —negó con tranquilidad—. Solo queremos demostrar que no hay diferencia, que podemos convivir en paz, y la mejor forma gráfica eres tu, tu y muchos otros en esa misma situación, pero siendo el jefe del clan todo quedaría mucho más claro.
—No solo Mark y yo pensamos así —intercedió Axel—. Longjohn también lo pensaba, y otros líderes como Aquilina y Hillman, incluso futuros jefes como Victoria y Camellia.
—Si lo que te preocupa es tu inexperiencia o juventud, no te preocupes, mira a Sherwind, es incluso más joven que tu y es probable que no tarde demasiado en ocupar el puesto.
—Pero no es lo mismo —negó Davy—. Arion al menos está recibiendo una instrucción, una base, tiene dotes de líder, pero yo...
—Jones —Mark se levantó de su silla y apoyó una mano sobre la mesa para inclinarse hacia el menor y colocar su otra mano en su hombro en señal de apoyo—. Nadie nace sabiendo, por supuesto que todos nosotros te ayudaremos en todo lo que necesites hasta que seas capaz de valerte por ti mismo. Este es un puesto en el que da igual cuantos años pasen porque siempre habrá cosas nuevas que aprendas.
Seguía sin estar nada seguro de todo aquello ¿Quizás debería darle una oportunidad? Ahora mismo su cabeza era un completo lío y no parecía tener una solución próxima.
—Crees que estará bien —le preguntó Damian a Rina en los pasillos frente a la puerta.
—Seguro que si —asintió segura—. La cabeza de Davy debe ser ahora como un puzzle, debe resolverlo para llegar a tomar una decisión, pero en este momento le faltan piezas, esperemos que Evans y Blaze se las puedan dar.
—Esperémoslo, tanto por su bien, como por el bien del clan del agua...
—Cambiando ahora un poco de tema ¿Soy yo la única que sintió la tensión al entrar? —cuestionó la peliverde alzando una ceja.
—Por supuesto que no, se podía cortar con unas tijeras, demasiado presente —afirmó Laggerfeld—. No sé que haya podido pasar, pero espero que no tenga que ver con una mala noticia referente al acero, ya tenemos suficiente con la muerte de Silver y el ataque próximo a la niebla o las bestias.
—Sabes que no fue tu culpa ¿verdad? —Damian miró de reojo a Rina—. Longjohn no murió por tu culpa, ni mucho menos.
—Lo sé, no te creas que algo así es suficiente para deprimirme. En todas las guerras hay perdidas y Silver decidió por si mismo ser una para salvar aquellos documentos.
—Solo era por si acaso, no quiero... Bueno nadie realmente quiere volver a verte deprimido como cuando...
Pero fue interrumpida. Damian le dio un leve golpecito en la frente con sus dedos índice y corazón y Rina lo miró confundida.
—No te preocupes, en serio, no volverá a pasar porque tengo una deuda con él y la pienso cumplir.
—¿Una deuda? Damian no te referirás a...
Unos pasos apresurados se escucharon por el fondo del pasillo y ambos miraron en esa dirección. Una cabellera pelirroja se vio acercarse apresuradamente y una vez cerca comprobaron que por su cara no parecía venir con buenas noticias.
Greene no se paró a hablar con sus dos amigos y entró de golpe a la sala donde Blaze, Jones y Evans mantenían su reunión. Rina y Damian se asomaron por la puerta abierta para ver que pasaba y a qué se debían tantas prisas por parte de Jade.
—¡Señor Blaze traigo malas noticias! —gritó tratando de retomar el aliento— ¡Acaban de confirmarme que una flota de barcos de guerra del clan del acero se acerca a nuestras costas por el norte!
—¡¿Qué?! —gritaron levantándose al mismo tiempo de sus sillas Evans y Blaze.
—¡Llama a todas las divisiones, que esté alerta y preparadas para el combate! —ordenó el rubio y Jade asintió— ¡Avisa también a la sede de La Resistencia!
—¡Ya lo he hecho de camino aquí, señor! ¡Enviarán refuerzos de inmediato!
—Pues en marcha —Mark fue el primero en salir de la sala y Blaze se giró a mirar a los otros tres antes de marcharse también—. Ibara, Laggerfeld, la seguridad de Davy Jones recae en vosotros, cuidadlo.
—¡Si, señor!
Porque me encanta crear tensión aquí tenéis este capítulo que no pude traer ayer pero aquí está hoy uwu
Hemos podido ver un poquito de cómo están las cosas entre la familia Rigel, todo no podía ser arcoiris y unicornios, y también sobre la situación de Davy respecto a la maravillosa idea de Silver de ponerlo a él como líder. Pero es Davy, a sobrevivido siendo novio del man de las flechas, seguro que todo sale bien, esto no es nada en comparación XD
Nos vemos este jueves en Olympus que se vienen cositas interesantes ewe que ya toca ir profundizando ciertos temas.
~Nova/Dreamer ♥
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