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❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 3: Hɪᴅᴇ ᴛʜᴇ ᴋɪɴɢ ᴏʀ ɪᴛ ᴡɪʟʟ ʙᴇ ᴀ ᴄʜᴇᴄᴋ

ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 03 ;;

•𝐸𝑠𝑐𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑎𝑙 𝑟𝑒𝑦 𝑜 𝑠𝑒𝑟𝑎́ 𝑢𝑛 𝑗𝑎𝑞𝑢𝑒•

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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 30/11/2020☽︎

—Oh venga, solo una vuelta más —pidió con voz melosa—. O es que acaso nuestro gran Millennium se está mareando y quiere retirarse.

Una fuerte carcajada se escuchó al otro lado de la radio haciendo sonreír a la peliceleste. Sabía que ya había caído a pesar de que hacía como si se lo pensara.

—Pero solo una más que Riccardo ya me tiene que estar esperando en el aeropuerto —contestó—. Hemos quedado los antiguos compañeros del equipo del Midnight War del clan del bosque para cenar. Todos hemos estado fuera de misiones por bastante tiempo y ya llegaba el momento de un pequeño reencuentro.

—Vaya, eso suena bastante bonito, lo admito.

Abigail agarró los mandos del caza con más fuerza e hizo girar el avión en la dirección contraria. Por el radar podía ver como el avión en el que Maxim iba hacía lo mismo y se acercaba hacia ella hasta ponerse en paralelo, podía ver su avión gracias a la cercanía, pero manteniendo la distancia de seguridad.

—Vaya, la gran Abigail Coffee, conocida en la niebla por su forma de pensar independiente y fría ¿tiene sentimientos? Que novedad —se burló el de moños haciéndola reír.

—Tampoco soy un monstruo sin sentimientos —negó aún con una sonrisa residual—. He estado trabajando un poco en eso en estos dos años. Desde que Erika se casó y se comenzó a encargar del orfanato, y los Sesame se fueron al frente no hemos hablado, ha pasado ya casi un año. Admito que envidio un poco vuestra unidad.

—Hay dios mio me vas a hacer llorar —hizo un exagerado sonido de sorber por la nariz como si realmente estuviera llorando— ¿Por qué no das tu el primer paso? Ya sabes, llamar tu a Erika y los desquiciados.

—Le dijo la satén al cazo —rodó los ojos.

—Estamos hablando de ellos no de mi —se negó a entrar en el tema—. Quizás con los gemelos sea algo más difícil su están trabajando, pero estoy seguro de que Müller estaría encantada de verte, sois amigas después de todo.

—Ya no es Müller, recuerda que está casada, ahora es Erika Archibald —le recordó a su compañero—. Además, creo que tenéis cierta visión  equivocada de la personalidad de Müria —arqueó una ceja.

—¿Equivocada? ¡Pero si es un pan de Dios!

—Bueno es verdad que cuando vosotros la conocisteis la pillásteis algo más sensible, y sobretodo preocupada por Archibald, pero ella en realidad es bastante seria, independiente y estricta —se explicó—. Es la clásica chica que podría ser delegada de clase o incluso presidenta del consejo estudiantil.

—Anda pero si va a ser una autentica señorita y no como tu —le llegó el turno de burlarse a él.

—Cállate, acosador —le devolvió la puya.

—Uuuh te metes en agua pantanosa —rió Maxim—. Bueno venga, demos la última vuelta que tenemos que regresar.

Ambos dejaron la conversación ahí y dieron la última vuelta disfrutando de las vistas. Estaban en una simple vuelta de vigilancia y era un día muy tranquilo, les gustaban bastante los días así pues podían hacer esos pequeños juegos suyos o competiciones estúpidas que tanto los entretenían.

Al tomar tierra nuevamente en el aeropuerto bajaron de los cazas con normalidad siendo recibidos por los de mantenimiento quienes como siempre verían si alguno de los aviones tenía alguna avería o estaban perfectos y si todo iba bien con los misiles que portaba que necesitaban revisiones diarias pues sería un gran problema que a la hora de la verdad estos fallasen.

—Oh mira, ahí está el niño de tus ojos —señaló Abigail a Riccardo cuando lo vio acercarse.

—Uy es que ese puesto ya está ocupado —se encogió de hombros riendo.

—Al fin llegáis —habló Di Rigo una vez al lado de los demás—. Hola Aby.

—Ey —se limitó a contestar colocando un mechón de su pelo tras su oreja.

—Bay acaba de llamarme, él y Rina ya van para el centro —informó ahora el de moños.

—Solo dame cinco minutos para ducharme y cambiarme ¿si?

—Tienes tres —frunció el ceño el chico señalando hacia el interior del edificio como si le metiera prisa.

—¡A sus ordenes mi capitán! —hizo el saludo militar antes de irse provocando un suspiro del más alto.

—Deberías rezar a Ansythma para que te de paciencia con ese tipo —dijo en broma Abigail caminando también en la dirección de Maxim.

—A la Diosa que me de paciencia, pero al demonio que me de fuerza porque yo lo mato.

Eso provocó una nueva risa de la chica. Una vez dentro fue hacia los vestuarios de las mujeres encontrándose con que no estaba sola.

—Skie —saludó alzando una mano— ¿Qué haces por aquí?

La pregunta fue más por hacer conversación que por verdadero desconocimiento, pues la otra peliazul terminaba de ponerse un uniforme del cuerpo médico del ejercito haciendo obvio que comenzaba a trabajar en unos minutos.

—Hola Aby —le devolvió el saludo con una amplia sonrisa—. Tengo guardia esta noche en la enfermería con Rosie, será una noche muy larga —suspiró por vencida.

—¿Muy mal las cosas?

—Cada día hay más pacientes de gravedad, el acero lo está poniendo difícil en el frente —reconoció la mayor—. Cada vez hay más casos de perdida de extremidades u órganos como pulmones o riñones, incluso llegan con heridas o infecciones tremendamente delicadas en el hígado, estomago y algunos otros órganos.

—Debe ser horrible...

—Imaginate. Todos los días tenemos programadas al menos dos o tres intervenciones a vida o muerte y varias decenas más de menor gravedad pero que no por ello dejan de ser importantes.

—Cuando oigo estas cosas no puedo evitar darme cuenta lo mala enfermera, y sobretodo médico que sería —reconoció sacando de su taquilla ropa de calle una vez se quitó el uniforme.

—A mi esto me hace admirar mucho más a Tezcat. Él nunca se queja, realmente le apasiona la medicina y el poder ayudar a salvar vidas...

—Hablas como si a ti no te apasionara —la miró tras cerrar la puerta metálica.

—¡No es eso! Claro que me apasiona mi trabajo, salvar vidas de esta forma realmente me encanta y me hace sentir que tengo un camino que seguir y que me gusta, pero él es diferente en ese aspecto —hizo una pequeña pausa para tratar de buscar las palabras adecuadas—. Creo que para Tezcat esto es como respirar. Ser médico, todos esos tratamientos, operaciones, indicaciones... Le sale de una forma tan natural que hace parecer un trasplante de piel la cosa más normal del mundo ¡como quien pilla un catarro oye!

Abigail rió ante la forma de expresarse de la chica. Había tenido la oportunidad de ver a Tezcat alguna vez en acción y realmente era impresionante. Como si fuera un especialista que llevara más de 30 años ejerciendo y realmente no llevaba más de dos trabajando en un hospital militar.

—Bueno, no te entretengo más, que tendrás trabajo que hacer —sonrió Coffee recogiendo el uniforme que llevaría a su casa y ya lo lavaría en cuanto pudiera, tenía más cambios aún por lo que no había prisa.

—No te preocupes, siempre es agradable hablar con alguien —sonrió saliendo de los vestuarios tras dejar todas sus cosas en su propia taquilla— ¡Adiós!

Abigail no tardó mucho en salir también de allí, pero en la dirección contraria a la de la otra fémina. Salió del edificio con su bolsa colgada al hombro, la noche comenzaba a caer y a pesar del grueso abrigo tenía algo de frío. Quizás debía comenzar a llevarse unos guantes y una bufanda, pero es que a ella siempre le había agobiado bastante llevar tantas capas de ropa de encima, en momentos así extrañaba el clan de la niebla.

Caminó hasta llegar a su casa, quedaba cerca de la base militar aérea en la que trabajaba, cruzando la montaña que realmente no se tardaba tanto como podía parecer.

Su casa estaba en completo silencio y totalmente a oscuras, conforme entraba en una sala debía ir echando la luz. Soltó su bolsa en el sofá y al lado se dejó caer ella, estaba agotada y ahora solo quería cenar y meterse en la cama.

Él silencio era devastador, tanto que incluso se podía escuchar el agua que goteaba del grifo de la cocina al otro lado del pasillo, pero ella ya estaba acostumbrada, no era algo nuevo ni mucho menos diferente a lo que ya había vivido, después de todo era huérfana ¿qué se esperaba? Aunque debía admitir que eso no siempre fue así.

No recordaba nada de sus padres, sus primeros recuerdos ya eran en el orfanato en el que se crió y era un sitio lleno de niños tanto de su edad como mayores y menores de que ella. El lugar estaba lleno de sonido y vida y a pesar de esa falta de unos padres siempre sintió a sus cuidadoras como madre y al resto de niños como sus hermanos. Tuvo que aprender a una demasiada temprana edad que una felicidad perfecta no existe.

Con tan solo 5 años fue secuestrada, era irónico como no se acordaba de la cara de sus dos secuestradores, pero si perfectamente de lo que pasó y lo traumático que fue. Suponía que al principio la raptaron en la calle pensando que podría ser de alguna buena familia, pero al descubrir que tan solo era una huérfana de un orfanato de clase baja en el que apenas tenían el dinero justo para subsistir se dieron cuenta de que la opción no era pedir un rescate, sino venderla en el mercado negro.

La trata de humanos o venta de esclavos estaba prohibida totalmente, pero claro, el bajo mundo tenía sus propias reglas. Recordaba perfectamente como llegó de manera ilegal al clan del sol donde una familia de clase alta del bajo mundo la tenía como esclava, no solo en el hecho de que la obligaban a limpiar, cocinar o ese tipo de cosas. Sino que también la torturaban, la obligaban a dormir en el frío y oscuro sótano de la enorme mansión que poseían, e incluso la enseñaron a pelear con la simple intención de meterla en peleas ilegales de menores. Así había sido como aprendió todo lo que posteriormente usó en el torneo, métodos inhumanos, aprendidos de una forma inhumana y siendo usados en un lugar inhumano.

Era como una irónica y bonita poesía de tragedia.

Por suerte para ella la policía del sol descubrió aquella red ilegal, una de mucha de las que había pues muchos de los niños y adultos que habían conocido habían llegado allí de otras muchas formas y desde clanes muy diferentes. Fue devuelta a la fuerza con 10 años al clan de la niebla donde su orfanato la volvió a acoger, pero ya todo había cambiado, ella había cambiado, y no podía verlo de la misma forma que antes.

De hecho ahora veía aquel lugar. como una tortura, un dulce sueño que le arrebataron, aquel lugar donde su inocencia y visión infantil se quedaron y no volverían. Ver a los niños corretear sin preocupaciones y sin ser conscientes de nada de lo que pasaba a su alrededor la enfermaba a pesar de que sabía que ellos no tenían la culpa.

Al final con 12 años se fue de allí, buscó su primer trabajo en el que cobraba una miseria y encontró un pequeño apartamento donde vivir que casi era más pequeño que su habitación en el orfanato, pero al menos no estaba en la calle y el resto, bueno, era historia.

Cuando al fin se decidió a levantarse para prepararse algo de comer el timbre sonó. Se extrañó un poco pues no esperaba visita, es más, era un poco tarde para una.

Se acercó con precaución a la puerta y miró por la pequeña mirilla que esta tenía para ver quien había al otro lado. Sonrió al instante al reconocer a la persona y no tardó ni un minuto en abrir la puerta para saludar.

—Vaya, buenas noche, ¿qué te trae por mi humilde morada?

Fey, quien estaba tras la puerta, rió por las palabras de la chica y alzó una bolsa que llevaba en su mano sin sacar la otra que tenía metida en el bolsillo de su chaqueta.

—Recordé que hoy tenía patrulla con Maxim, supuse que llegarías tarde, con hambre, y sin ganas de cocinar y ya que somos vecinos pensé que podía comprar algo y cenar juntos.

—Eres un genio, lo admito.

Abigail se echó a un lado dando paso al otro quien entró a la casa de la chica.

—¿Y qué me has traído como ofrenda por dejarte pasar?

—Una hamburguesa y patatas.

—Pues a mi me vale —rió la peliceleste.

Quizás todo en su vida no tenía porque ser oscuridad y soledad, después de todo el mundo estaba lleno de gente asquerosa que merecía la más miserable muerte, pero también estaba lleno de personas que eran la luz que podía iluminar tu camino a seguir y ayudarte a que no te desviaras.

—Entonces... ¿No me vas a decir por qué estoy aquí? —insistió una vez más Dulce, pero la respuesta de Arion fue una vez más una negación.

—No soy el indicado para contártelo.

—¡Eres el sucesor del jefe del clan del viento! Si tu no eres el indicado para contarme lo que pasa ¿quién lo es?

—Ya lo verás, solo espera a que lleguemos al CG —Dulce suspiró ante el nuevo desvío del castaño.

Arion la llamó el día anterior y le pidió con urgencia que viajara hasta el clan del hielo a pesar de encontrarse justo en la otra punta del continente, en él clan de las Bestias, debido al trabajo. Él parecía preocupado, y el asunto muy urgente, por ello no puso ninguna objeción y cogió el primer vuelo que pudo hasta allí. Pero a pesar de esto Sherwind no había soltado prenda sobre lo que pasaba.

—Vas a empezar a asustarme —dijo bajando el volumen y mirando al cielo dando así la impresión de que solo lo decía por decir.

—Solo es algo delicado.

Finalmente para la satisfacción de Dulce por fin llegaron a la sede de La Resistencia y pudieron entrar sin demasiados problemas en cuanto los soldados de la entrada reconocieron a Arion. Parecía que ser un sucesor tenía sus ventajas, ya le gustaría a ella tenerlas también.

Sabía que la instrucción era difícil y tenías que esforzarte mucho llegando a veces a ser muy estresante, por esto no cualquier persona podía liderar un clan, pero ella estaba segura de que Arion podría con ello y mucho más. Además, ahora que lo pensaba Hillman no era el único que tenía que buscar un sucesor para el puesto, solo era que los demás líderes eran algo más jóvenes en comparación, a excepción a lo mejor de Ray Dark de la luna quien debía rondar la edad de Seymour.

Aquilina, Mark y Axel aún eran bastante jóvenes y apenas hacía algunos años que accedieron a sus puestos, era normal que ellos no instruyeran aún a nadie. Percival, Sonny y Stewart enseñaban a sus respectivas hijas Camellia, Nelly y Victoria para que ellas se encargaran en un futuro. Tampoco era un secreto para nadie que Deanna, jefa de la niebla, sentía cierta predisposición a ayudar a Turner, el hecho de que él pudiera ser el siguiente jefe de su clan comenzaba a ser un secreto a voces, lo mismo pasaba en el caso del clan de las bestias donde Sleight tenía una muy buena relación de amistad con Joseph King. Ahora a todo esto se les unía Arion por parte del clan del viento, pero aún así había varios clanes sin un futuro claro.

El clan de la luna, el clan del agua y el clan de la niebla aún estaba en tierra de nadie sin un sucesor claro. En el caso de la niebla y el agua no era tan importante o urgente al ser gobernantes aún jóvenes, entre los treinta y cuarenta años. Pero en el caso de la luna se iba acercando el momento de elegir a uno y no se barajaba todavía ningún nombre, Ray Dark era totalmente impredecible en estos temas.

Caminaron casi de manera automática por los pasillos de la sede, Dulce ni siquiera sabía hacia donde se dirigían, simplemente seguía a Arion como en trance hasta que pararon finalmente frente a una puerta al llegar al final de uno de los tantos pasillos por los que caminaron. Dulce notó al instante que estaban a punto de entrar a una sala importante ya no solo por el hecho de que esa puerta se diferenciaba bastante de las demás, sino porque la propia atmósfera había cambiado de repente.

Antes de decidirse a abrirla Arion se giró para mirarla, suspiró antes de hablar.

—Dulce confió mucho en ti y es por ello que te propuse para ayudarnos en algo, pero necesitó que me prometas una cosa.

La de pelo rosáceo tragó saliva, parecía que eso si que iba en serio y esta vez la preocupación ya era palpable en ella.

—Tu dirás.

—Todo lo que se te diga en esa sala es totalmente confidencial, no puedes contárselo a nadie, absolutamente a nadie sin excepción ¿puedes prometerme eso?

En los ojos del castaño se podía notar como todo eso iba totalmente en serio. Jamás, ni siquiera durante el Midnight War, había visto tan serio a Sherwind como en ese momento, pero por alguna razón eso no la aterró, solo la hizo decidirse al 100%.

Sentía que ella en cierta forma se había quedado atrás respecto a sus compañeros en el torneo. Todos ellos habían tenido una meta tan clara, supieron como ayudar desde un principio, y aunque muchos pensaron que ella lo tuvo igual de claro, eso estaba bastante lejos de la realidad.

Ahora tenía la oportunidad de ser útil directamente, y no solo eso, también iba a tener la oportunidad de ayudar a un gran amigo que siempre la ayudó a ella. Por fin los papeles se iban a invertir, quizás así tendría la oportunidad de devolverle todo lo que había hecho por ella.

—Puedes confiar en mi —asintió la chica.

Arion asintió mostrando, ahora si, una sonrisa. Había visto la determinación en la mirada de Loamy y sabía que lo aseguraba de corazón.

Abrió la puerta dejándola pasar finalmente al interior de la nueva sala y no podía creer lo que veía. Todos los jefes de los 12 clanes estaban allí reunidos y no estaban solos precisamente, aparentemente muchos de ellos venían con sus segundos al mando, como eran conocidos los sucesores, pero ahora que se fijaba no estaban los 12 exactamente.

—Dulce Loamy, me alegro de que hayas podido venir —la saludó en primer lugar Hillman.

Rápidamente ella hizo una pronunciada inclinación ante todos ellos, aquella atmósfera se había vuelto tremendamente solemne e imponente.

—Es un honor verlos a todos aquí —fue lo único que pudo decir ante tan inesperada situación.

—Ven, toma asiento, por favor —le pidió Aquilina señalando el asiento libre que quedaba justo al lado de ella.

Obedeció y se sentó ahí, siendo ocupada el asiento de su otro lado por Arion quedando entre Seymour y ella, aun así había un demasiado notable asiento vacío y varias personas que no deberían estar allí si era una reunión de jefes y sucesores. Incluso ella que fue invitada se sentía demasiado fuera de lugar.

—Verás, Sherwind nos dijo que podíamos contar contigo ante un problema que nos ha surgido hace poco, y tras contrastar cierta información hemos determinado que efectivamente eres la persona indicada —comenzó a explicar Schiller.

—Siento si parezco un poco ignorante, pero realmente no entiendo lo que pasa, Arion tampoco me a explicado demasiado —admitió algo nerviosa, pero Lina solo asintió sabiendo eso ya.

—Es cierto, te debemos una explicación, pero para ello es mejor comenzar desde el principio.

—Para empezar has notado la falta en esta reunión ¿verdad? —habló esta vez Axel Blaze.

—¿Se refiere a la falta del jefe del clan del agua, Longjohn Silver? —Axel asintió.

—Por ahí es justo por donde queremos empezar —afirmó—. Longjohn Silver fue asesinado por Gyan Cinquedea dos día atrás.

Aquella revelación por parte del rubio realmente la sorprendió demasiado, no podía ocultarlo.

—Aún no hemos dicho nada a la población, y de hecho muy pocos lo saben aún fuera de esta sala, tan solo el escuadrón de Laggerfeld quienes tristemente vieron morir al señor Silver —reconoció con notable pena Cometti.

—Tenemos planeado dar la noticia en cuanto tengamos a su sucesor ya listo —explicó Hillman.

—¿Sucesor? —Dulce trató de cambiar su sorpresa, no sería bueno mantenerse así durante toda la conversación— Pensé que Silver nunca había llegado a elegir a uno.

—Bueno, se barajaban varios nombres, pero tras el Midnight War él por fin se decidió —afirmó Cometti—. Davy Jones, seguro que lo conoces.

Había prometido dejar su expresión sorprendida, pero es que se lo ponían demasiado difícil ¡Joder! Nada más y nada menos que Jones.

—Admito que no esperaba eso.

—Ni tu ni el pobre chico —suspiró Victoria también presente en la reunión—. Estamos al corriente de su relación con Lynx Rigel y pensamos que sería mucho más receptivo si era él quien le explicaba la situación, pero aun así por el momento se a negado totalmente.

—Silver lo dejó bien en claro como su última voluntad, lo quería a él, pero tampoco es como que podamos obligarlo... —suspiró Deanna llevando una mano a su mejilla preocupada.

—Rigel nos pidió que lo dejáramos en sus manos y le diéramos algo de tiempo y eso hemos hecho —explicó Hans.

—Tampoco es como si tuviéramos un plan mejor —se encogió de hombros Hailey.

—Pero mientras que el nuevo jefe del clan del agua es seleccionado nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados —intervino por primera vez Mark—. Es casi seguro que a partir de ahora el clan del acero irá directamente a por los jefes tratando así de dañar emocionalmente a la ciudadanía, es decir, si alguien que supuestamente tiene la mejor protección de Kúvii, muere, sería un golpe muy duro.

—Por eso hemos tomado varias medidas —tomó de nuevo la palabra Hillman—. Para empezar aquellos jefes que aún no tenían un sucesor claro finalmente han elegido uno, en el caso de Longjohn Silver como ya sabes se quedará Davy Jones, a esto también se le suma por parte de Hailey Cometti será sustituida por Archer Hawkins, y por parte de Ray Dark su sucesor será Caleb Stonewall.

La chica miró a los dos nuevos nombrados que se encontraban en la sala. Ahora entendía por qué la presencia de ambos allí, le resultaba increíble tener una primicia como aquella, jamás lo hubiera podido imaginar.

—En el caso de Blaze, Evans y Schiller lo vemos un poco precipitado, son demasiado jóvenes aún, en el peor de los casos, la Diosa no lo quiera, sus padres volverán a ocupar su puesto mientras que el nuevo jefe es elegido —terminó de explicar Sonny Raimon.

—Una vez explicado esto ya podemos decirte la razón por la que necesitábamos tu ayuda —retomó Seymour el tema principal—. Nos hemos enterado de que puede ser que el acero tenga espías entre nosotros, es complicado averiguar quienes son así que vamos a aplicarles nosotros lo mismo.

—Tu compañía es conocida en todo el continente y tiene miles de empleados y voluntarios, además de que cientos de familias son ayudadas día a día, sois la mayor red de comunicación de la que disponemos en este momento —explicó Nelly.

—Creo que entiendo a donde queréis llegar, usar a esa gente a modo de espías entre comillas —indicó Dulce y Aquilina a su lado asintió.

—No hay mejor manera de enterarte de todo que por el boca a boca, los rumores y lo que alguien vio o escuchó puede ser muy importante, me gustaría que alertadas a todos los trabajadores de tu ONG y que tuvieran los ojos y oídos bien abiertos.

—Por supuesto, estoy seguro de que todos estarán encantados de ayudar como sea en esta situación.

—En este momento tienes acceso a todos los clanes y una gran influencia, Loamy, apreciaremos de verdad tu ayuda —agradeció a su manera Hans Sleight.

—Aumentaremos la seguridad de los jefes de clan, pero si una alerta, aunque sea falsa, puede llegar a advertirnos todo será mucho mejor —aseguró Camellia.

—Estamos todos jodidos —bufó Caleb haciendo rodar los ojos a algunos jefes y sucesores y haciendo reír a otros.

—Que pena que Sharp no esté para ver tu impresionante intervención —le picó Lina.

—Como si me importara ese tipo irritante.

Dulce salió de la sala dándose por terminada la reunión que tenía con los jefes. Estos aún se quedaron allí debatiendo varias cosas por lo que Arion no pudo acompañarla fuera ya que tenía que quedarse, pero aún así sabía que en cuanto estuviera libre iría a hablar con ella para asegurarse de que todo había ido bien, era un cielo.

Caminó por los pasillos buscando la salida, hasta que tuvo que admitir que no sabía donde estaba, estaba totalmente perdida. Como para ir había seguido a Arion sin fijarse por donde iban ahora no sabía regresar.

¿Y ahora qué?

—Parece que necesitas ayuda.

Ante aquella voz Dulce se giró encontrándose cara a cara con Bailong, su corazón literalmente dio un vuelco.

—Bailong ¿Qué haces aquí?

—Tenía una reunión con un superior y al salir te he visto de casualidad dando vueltas sin saber a donde ir —el albino metió las manos en sus bolsillos mientras hablaba.

Se notaba cierta tensión entre ambos, no de la mala, por supuesto. Digamos que en su momento habían intentado algo que se quedó en intento cuando Bailong se marchó de nuevo al clan del sol por un traslado y Dulce regresó al clan del viento, pero al parecer aunque de eso hacía ya varios meses, casi un año si no recordaba mal, todavía se podían notar esos tontos titubeos de adolescente con un crush a pesar de que ella ya tenía 20 años y Bailong 22.

—Bueno, me vendría bien que alguien me dijera como salir de aquí —soltó una risa nerviosa.

—Claro, si quieres puedo acompañarte.

Si, definitivamente esa conversación perdía potencia, y Dulce no iba a dejar que eso pasara, no en su guardia... Ella era cabezota.

—Tengo una idea mejor, vayamos a por un café.

Por fin después de dos días de retraso está aquí el capítulo de Midnight War, se nota que amo estudiar y las clases en general ;-;

En fin, espero que os haya gustado este capítulo en el que se han visto tanto cosas más cotidianas como se empieza a meter ya en el tema. Parece que nuestros jefecitos tienen problemas y ya hemos conocido a sus sucesores ewe y también a nuestro misterioso sucesor de Longjohn, venga Davy que tu puedes.

No tengo mucho más que decir así que solo avisar de que espero poder publicar el jueves el esperado capítulo de Olympus, que se me acumulan las cosas.

Y perdón por los posibles dedazos, no hice la lectura de revisión ;w;

~Nova/Dreamer

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