❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 18: Sᴛᴇᴇʟ ɪs ʜᴀʀᴅᴇʀ ᴛʜᴀɴ ɪᴛ sᴇᴇᴍᴇᴅ
ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 18 ;;
•𝐸𝑙 𝑎𝑐𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑠 𝑚𝑎́𝑠 𝑑𝑢𝑟𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑖𝑎•
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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 23/02/2021☽︎
Todos salieron del sótano en cuanto comprobaron que Jerry se había esfumado. El olor allí abajo comenzaba a ser insoportable además de que no era el sitio más agradable para estar en ese momento.
—Deberíamos ir a la enfermería para que te vean eso —dijo Shawn preocupado por la mano de Erika.
—Aún me duele, pero al menos ya no sangra tanto como antes —contestó la chica mirando la venda que ya estaba algo roja.
—Es un buen vendaje —dijo tomando su mano—. Buen trabajo Rae, se nota que echabas una mano a veces en la división médica.
—No soy un experto, pero Skie me enseñó cosas básicas.
—La mayoría de médicos del ejercito están ahora en medio de la batalla atendiendo a los heridos de primera línea. Pero aún debería quedar alguien aquí.
—Capitán Frost, agradezco la preocupación, pero ahora mismo ¿No es más importante ocuparse de los jefes de clan y sus segundos al mando? —dijo Erika preocupada por la intrusión de algunos escuadrones del acero en el clan del hielo.
—No te preocupes por eso, hemos sido precavidos y todos están a salvo.
Erika no parecía estar muy segura. No era que desconfiara de Shawn, simplemente todo aquel caos la mantenía alerta.
Su inseguridad se fue cuando al volver a la primer planta todo estaba despejado. Había algunos cuerpos en el suelo pero ya no había soldados allí luchando, solo un pequeño grupo de ellos vigilando la zona dentro y fuera del edificio.
—¡Capitán! —una mujer se acercó a Frost en cuanto lo vio asomar por la puerta— Ya hemos despejado todo la zona. La mayoría de los intrusos están muertos y hemos mandado una patrulla a buscar a los pocos que quedan y han huido.
—Perfecto, avisame si pasa cualquier cosa —la mujer asintió—. Por cierto ¿sabes si queda en el edificio alguien de la división médica?
—Si, capitán. Si no me equivoco Silvia Woods se quedó en la enfermería de la quinta planta.
—Gracias, soldado.
La mujer hizo una pequeña inclinación ante su superior antes de retirarse. Shawn encaminó la marcha hacia las escaleras y todos lo siguieron sin necesidad de que este lo ordenase.
Tuvieron que coger las escaleras gracias a que el ascensor quedó inutilizable, Shawn dijo que no sabía muy bien por qué ya que aunque restablecieron la corriente no funcionó de nuevo. Erika no pudo evitar pensar en el cortocircuito que provocó Hyperion, pero decidió no añadir nada.
Llegaron finalmente a la quinta planta y como aquella soldado dijo Silvia se encontraba allí moviéndose de un lado a otro de la enfermería cogiendo varios botes, vendas y otro tipo instrumental médico. La chica tan solo paró por un minuto al ver entrar al adulto y los tres menores.
—Silvia necesito que atienda a Archibald.
—¿Cuál Archibald? —Shawn señaló a la chica con una leve sonrisa y Silvia asintió.
—Le atravesaron la mano con un objeto afilado. Rae se la vendó para frenar la hemorragia pero aun así no deja de sangrar.
Silvia retiró la venda para poder ver mejor la herida, era una perforación limpia, entró y salió sin daños colaterales y eso era bueno dentro de lo que cabía. Y lo más importante es que no parecía haber dañado ningún nervio importante.
—¿Puedes mover los dedos? —preguntó y Erika asintió haciéndole una lenta demostración.
Silvia cogió uno de los tantos botes que tenía, algodón y un nuevo rollo de vendas.
—Va a necesitar puntos, pero ahora tengo algunos soldados heridos que atender de emergencia. La herida no es muy grande y aún puede mover la mano bien por lo que desinfectarse la herida y la vendaré más fuerte para frenar lo máximo posible el sangrado.
La peliverde lo fue haciendo al mismo tiempo que lo explicaba. Erika puso cara agria más de una vez por el escozor del alcohol, lo que preocupó a Terry. La chica trató de tranquilizarlo diciéndole que no pasaba nada.
—En cuanto termine con el resto te echaré los puntos que necesite esa mano así que no te vayas muy lejos —dijo Silvia mientras volvía a vendar la mano más fuerte de lo que Rae lo hizo—. Es mejor que os vayáis a otro lugar por si los del acero deciden regresar, no sé que tan segura será la enfermería.
—Saldremos al helipuerto —señaló Shawn hacia arriba—. No les vendrá mal tomar algo de aire y yo podré vigilar el perímetro.
—Perfecto, yo iré a buscaros allí en cuanto esté libre.
Se despidieron de Silvia en la puerta y fueron de nuevo hacia las escaleras para subir algunas plantas más. Realmente el aire fresco del exterior por primera vez era reconfortante, como si la temperatura bajo cero no importara lo más mínimo. En ese momento Erika lo único que buscaba era un momento de paz y reflexión así que el clima era lo de menos.
Se sentó en el borde de aquella azotea que también funcionaba como helipuerto para los helicópteros que llegaran al clan. Terry no tardó en sentarse junto a ella y Erika apoyó la cabeza sobre el hombro de su pareja.
—Esto es de locos —suspiró la fémina haciendo soltar una leve risa al albino.
—¿Quién te hubiera dicho a ti hace unos años que acabarías luchando a muerte en una guerra tras sobrevivir a un torneo de asesinato y matanza?
—No es gracioso —hizo un mohín golpeando con casi nada de fuerza el hombro de Terry.
El chico hizo como si le hubiera dolido mucho con exceso de dramatismo logrando así que Erika volviera a quejarse por lo infantil que era. Terry rió y Erika tan solo volvió a apoyar su cabeza.
—Era una niña repelente y estúpida comparado a ahora. Bueno ahora sigo siéndolo un poco —rió.
—No digas tontería. Eras una niña que no entendía como funcionaba el mundo realmente y cuan horrible podía llegar a ser. Como yo y como todos los demás, ni siquiera los adultos pudieron imaginarse remotamente lo que estaba sucediendo verdaderamente ahí fuera.
—Echo de menos esa época donde nuestro mayor problema era que no nos pillaran en nuestras escapadas —bromeó Erika algo sonrojada—. Aunque en parte también me alegra que todo avance de forma distinta. Si todo hubiese seguido igual nunca hubiéramos podido estar juntos con normalidad, solo huyendo. Pero ahora, después de que todos los clanes hicieran las "paces" por así decirlo, hemos podido incluso casarnos, vamos a poder vivir una vida normal sin ser alguna clase de traidores.
—Esa es la parte que más me gusta a mi también —sonrió el albino besando a la chica.
La atmósfera fue rota tras escuchar un disparo. Los dos se giraron sorprendidos y Erika no pudo evitar quedarse en blanco cuando nada más girar la cabeza apoyaron el cañón de una pistola en su frente. No gritó o trató de moverse, todo su cuerpo había quedado paralizado y sus ojos ya demostraban el terror que su cuerpo no podía.
Frente a ella vio a la persona que sujetaba el arma, una chica joven y bastante guapa cabía decir. La chica mostraba una sonrisa que de no ser por la pistola la podría haber descrito como elegante, estaba acuclillada frente a ella mirándola fijamente mientras sus hebras azules y blancas caían como una suave cargada por sus hombros y espalda.
Terry miró al dúo también con sorpresa y miedo sin atreverse a mover ni un músculo. El chico pudo notar rápidamente que Shawn estaba arrodillado en el suelo unos metros más atrás sujetándose la piernas, Rae trataba de ayudarlo aunque no sabía muy bien qué hacer. Ese debió ser el disiparon que escucharon hace tan solo unos segundos.
¿Cómo había llegado aquella mujer hasta allí sin que ninguno de los cuatro la notara antes?
—Levantáos —ordenó con voz firme pero un tono sereno y casi dulce.
Erika y Terry obedecieron y se pusieron en pie lentamente levantando las manos en señal de que no harían nada raro. La mujer, a la que tras el desconcierto inicial reconocieron como Isabelle Trick, sonreía complacida por tanta obediencia.
—¿Estos son, Ónimo?
La mujer se echó a un lado dejando que los dos vieran a una segunda persona que venía con ella. Jerry, aquel soldado de élite que se les escapó en el sótano, asintió.
—Ellos son contra los que nos enfrentamos en el sótano —afirmó—. Y ella es la que mató a Gene —señaló a Erika.
—Vaya vaya, y eso que tiene cara de mosquita muerta. Ya sabía yo que esas eran las más peligrosas —su sonrisa que hasta el momento era elegante y amable se tornó oscura y sádica.
Esa fue una señal que no gustó nada a la pareja, menos aún a Erika, a quien sus piernas comenzaron a temblarle. Shawn trató de moverse, pero un disparo que dio en el suelo muy cerca de él lo detuvo. Isabel le había sacado una segunda pistola que apuntaba ahora hacia él sin dejar libre a Erika.
—Estoy un poco cansada ya de esto, hasta el momento seis de mis compañeros han caído ya, seis de los catorce de la élite del acero, algo impensable —comenzó a decir la peliazul—. Y además habéis cogido a uno de ellos como rehén, eso es jugar sucio, y ese es mi juego favorito así que me gustaría unirme al juego a mi también.
—Capitana Trick, si me lo permite creo que lo mejor sería acabar con ellos antes de que...
—¡Cierra el pico! —hizo callar Isabelle a su compañero que obedeció sin rechistar— Tú y Gene fallásteis patéticamente en vuestra misión por tomaros esto como un juego. Ahora mismo no eres mejor que la basura y si no quieres que yo misma te mate será mejor que te calles.
A Erika aquellas palabras le parecieron horribles. En el clan del acero no solo abusaban del resto de clanes, sino que se trataban mal entre ellos mismos.
—De todas formas no tienes por qué preocuparte Ónimo, los voy a matar, solo que me divertiré en el proceso. Tú —señaló a Erika— date la vuelta.
La peliazul dudó un poco pero acabó por girarse y mirar al vacío que estaba a tan solo unos pasos de ella. Tragó saliva y se negó a mirar hacia abajo para evitar el vértigo.
—Salta.
Erika giró la cabeza de golpe para mirar a Isabelle. Tenía que ser alguna clase de broma cruel.
—¿Qué miras, niña? Salta.
—No voy a hacer eso —sacó el valor para contestar.
Isabelle le pasó una de sus armas a Jerry para que este vigilara que Frost y Godmother no se movieran. Isabelle por su parte cambió su objetivo y apuntó ahora directamente a la cabeza de Terry.
—Ambos moriréis, solo te estoy dando la opción de que lo hagas tú primero y no veas morir a tu querido novio. Pero si prefieres ver como le vuelo la cabeza y luego que te empuje por mí bien.
—¡No! —gritó alterada Erika.
—¡Pues salta!
—¡No lo hagas, Erika! —le gritó Terry.
Ella volvió a mirar el vacío que había desde aquel lugar, una altura de siete pisos desde la que era imposible sobrevivir si te caías, si saltaba era una muerte segura, pero tampoco querían ver como mataban a Terry por su culpa. Al final ambos morirían de cualquier forma, y eso era algo que molestaba a Erika, no el ser ella quien moriría, eso le daba miedo por supuesto, pero lo que la aterraba era ser consciente de que Terry no tardaría en seguirla.
—Vas a arrastrar al amor de su vida a un destino fatal —escuchó decir a Isabelle—. Justo como las historias de romance trágico ¿no es bonito? Ahora no pierdas más el tiempo y tírate.
Sintió como la mayor le daba un pequeño empujón en la espalda con el cañón del arma, lo suficientemente fuerte como para que avanzara un par de pasos más hacia el filo.
Daba igual cuanto pensara, no encontraba la forma de librarse de aquella situación. Si no saltaba por voluntad propia la empujaría después de que viera morir a Terry, y si no le dispararía en la cabeza. No podía ser que realmente hubiera llegado a un punto muerto.
—Vale, se acabó el tiempo —sentenció Isabelle y la mente de Erika quedó en blanco.
Esperó un empujón o el sonido de un disparo, pero en su lugar escuchó un grito. Se giró para saber qué estaba sucediendo y vio a Isabelle y Terry forcejear. Isabelle se había centrado tanto en ella que el albino lo aprovechó para avalanzarse y tratar de quitarle el arma.
Se escuchó un disparo entre el forcejeo, pero este dio por suerte en el suelo. Jerry se alteró y quiso ir en ayuda de su superior, pero Shawn aprovechó la distracción para lanzarse el también hacia el menor. Shawn creó en su mano una estaca de hielo e impulsándose con todas sus fuerzas la clavó en el pecho del chico.
Rae corrió hacia Terry agarrando a Trick desde atrás y Terry al fin logró arrebatarle el arma y acercarse hacia Erika para agarrarla de la mano y alejarla del filo de la azotea. Una vez la pareja se alejó lo suficiente Rae soltó una descarga para tratar de dejar frita a Isabelle, no la mató, pero sí la dejó inconsciente.
—¿Qué hacemos con ella? —preguntó Rae soltándola en el suelo de golpe.
—La mataré —Terry se acercó dispuesto a hacerlo, pero Shawn se interpuso.
—No, será una buena rehén para negociar o al menos para sacar información.
—¡Casi lanza a Erika desde un séptimo piso! —gritó enfadado y la propia chica se acercó a abrazarlo para calmarlo.
—Lo importante es que todos estamos bien —dijo Shawn—. Aunque ella no creo que tanto cuando despierte.
—Iré a por algo para atarla, y de paso a buscar a Woods —dijo Rae corriendo hacia la puerta—. Me parece que ahora tiene dos heridos para atender en lugar de uno —señaló la herida de bala de la pierna del peliplata.
Abigail, ahora acompañada por Nelly, continuó caminando por la desolada ciudad del clan del hielo. La mayor le contó que habían evacuado a los ciudadanos al igual que a los jefes de clanes y sus segundos. El hecho de que muchos soldados continuaran allí era solo para aparentar y que los del acero no se dieran cuenta del engaño.
—Aparentemente ha funcionado porque un escuadrón a atacado el CG y también se han visto a varios miembros de los catorce del acero.
—Ahora entiendo por qué Nishiki estaba aquí.
—Normalmente los de la elite se dividen para abarcar un mayor terreno, suelen ir en solitario o por parejas, pero no hay que fiarse —advirtió—. Aunque vayan solos como bien has podido comprobar son altamente peligrosos y letales.
—Si, confiarse en un combate contra ellos es una sentencia de muerte...
Se mantuvieron en silencio por un rato hasta que llegaron a un pequeño edificio que se utilizaba como almacén del ejercito. Nelly introdujo un código en el panel de seguridad y la puerta se desbloqueó pudiendo así abrirla y pasar al interior.
Abigail echó un vistazo al lugar cuando Nelly encendió las luces. No era muy grande pero tenia varias cosas bastante útiles para ellas.
—Coge lo que necesites, lo importante ahora es armarnos adecuadamente y prepararnos para continuar luchando, esto aún no ha acabado.
Abigail asintió y al primer lugar que se acercó fue a los percheros donde había colgados varios uniformes del ejercito de tierra. Se cambió para estar más protegida del frío exterior que la había estado atacando desde que salió de su avión y ahora se sentía bastante mejor.
Se aproximó después a la zona donde estaban las armas y cogió un arco plateado y un carcaj con un buen número de flechas. Se hizo también con un cuchillo que colocó en su muslo gracias a una funda que colocó al rededor y un pequeño revólver que escondió en el interior de su chaqueta.
Estaba a punto de irse cuando vio un pequeño expositor con unos botes que llamaron su atención. Se quedó un rato mirándolos y al final cogió uno de ellos guardándolo también en el interior del abrigo.
—¿Estás ya lista? —le preguntó Nelly cuando se reunió con ella.
—Si, ya estoy —afirmó—. Es una suerte que este lugar estuviera tan cerca.
—La verdad es que si, a pesar de que has evolucionado, por así decirlo, con tu don, no era una buena idea que fueras desarmada. Además la ropa que llevabas no te ayudaba demasiado.
Ambas chicas salieron de aquel lugar reemprendiendo su camino. Nelly ya había recibido el aviso de que habían logrado echar del CG a los soldados intrusos, pero que debían de tener cuidado por si quedaba alguno por la zona.
Al saber que existía esa posibilidad decidieron que ellas mismas ayudarían con el barrido de la zona. No había mucho más que hacer por el momento ya que el primer ataque había sido repelido tanto en tierra como en aire. No sabían tampoco si habría un segundo y sería mejor no dejar demasiados espías del acero por ahí sueltos.
Caminaron por el pueblo y como sospechaban encontraron a algún que otro soldado solitario tratando de esconderse para dar la alarma al resto de su clan. No sabían si alguno la habría conseguido, pero cada soldado que se cruzaba con las chicas era un soldado muerto. No necesitaban rehenes así que no tenían po qué dejar a ninguno con vida.
¿Que si no les resultaba cruel el matar a personas? Que le preguntaran eso a la pila de cadáveres que había en la plaza del pueblo de sus compañeros. La guerra era un baño de sangre constante, era cruel, pero era la realidad.
—¿Crees que ya estén todos? —preguntó Coffee cuando después de veinte minutos ya no se cruzaron con ningún soldado más.
—Puede ser, no somos las únicas de patrulla y además tengo es tendido que no escaparon demasiados de ellos —contestó Raimon—. Lo mejor será regresar al CG a esperar ordenes o alguna novedad en el frente o del grupo de infiltración.
Aby asintió de acuerdo con lo que la castaña propuso. De todas formas estar dando vueltas por ella nieve como peonzas no serviría de nada.
Mientras caminaban Abigail sintió un escalofriante recorrer su columna. Eso la hizo detenerse y mirar hacia atrás ¿era eso lo que llamaban un mal presentimiento? ¿Qué cosa tan grave podría estar pasando para alterarla.
—¿Todo bien? —le preguntó Nelly al ver que la menor se paraba.
—No lo sé... ¿Qué hay por allí?
Abigail no sabía muy bien por qué, pero un camino secundarios que se metía entre algunos callejones llamó su atención. Puede ser que hubiera visto muchas películas, pero ver un callejón, estrecho, oscuro y solitario en medio de un ataque enemigo no le daba mucha confianza.
—El casco antiguo —dijo Nelly algo pensativa—. Creo recordar que Camellia me lo comentó una vez. Es una zona residencial bastante antigua, de los pocos edificios que sobrevivieron a la guerra de hace 160 años. Realmente casi nadie vive ya en ese barrio, es más como una reliquia o emblema del clan del hielo.
Abigail se quedó mirando la entrada al callejón y Nelly pareció comprender lo que pasaba por la mente de la peliceleste.
—Mira, eso es una red de calles sin salida sin nada importante y por la que no creo que haya nadie, pero si te quedas más tranquila podemos ir a echar un vistazo rápido.
Abigail asintió y le agradeció con la mirada. Puede que Nelly tuviera razón, pero prefería asegurarse por ella misma, era mejor perder algo de tiempo dando un rodeo que tener arrepentirse después.
Como Nelly dijo aquellas calles estaban desiertas, el suelo ni siquiera estaba adoquinado como el resto del pueblo sino que eran piedras y cemento lo que hacían de camino. Los edificios eran muy antiguos y se notaba que no vivía ya nadie por allí. Todo parecía normal hasta que escucharon un estruendo unas calles más al fondo.
Ambas se miraron, podía ser cualquier cosa, algo que se había caído por el viento o por un animal, quizás un tejado cediendo por el peso de la nieve a ser construcciones muy antiguas, pero también cabía la posibilidad de que estuviera pasando algo más. No podían simplemente ignorarlo y dar por sentado que no era nada por lo que Abigail fue la primera en reaccionar y salir corriendo hacia el lugar de donde vino el ruido.
—¡Abigail! —la llamó Nelly pero ella no se giró ni paró de correr.
Continuó toda la calle hacia abajo y giró en algunas esquinas hasta llegar a un callejón sin salida como los que mencionó su compañera. Ahí su mal presentimiento cobró forma y eso no le gustó, era hora de volver a usar sus nuevas armas.
Cogió el arco y una de las flechas del carcaj, apuntó y soltó haciendo que la fecha se clavara en unas cajas cuando la persona a la que iba dirigida la esquivó. El hombre había estafo sujetando a un chico del cuello tratando de estrangularlo cuando Abigail llegó y por suerte tuvo que soltarlo.
Abigail lanzó una flecha más para alejar al hombre y poder acercarse al chico que reconoció como Tezcat del clan de la luna. Qué hacía un médico militar en una zona solitaria como aquella.
—Huye —escuchó que le decía casi sin poder hablar por el ardor de su garganta al casi ser asfixiado—. Él... lo mató...
Abigail miró en la dirección que Tezcat señaló no pudiendo evitar ver el cuerpo de Crusoe tendido en el suelo. A pesar de la sorpresa Abigail mantuvo la calma suficiente como para mirar las marcar en su cuello, parece que también lo había estrangulado y de no ser por su llegada Tezcat hubiese seguido el mismo camino.
Sintió algo moverse a su espalda y no esperó a comprobar qué era para coger el cuchillo de su muslo y usarlo para parar un golpe. El filo del cuchillo chocó contra el filo de una lanza, una alabarda concretamente y el hombre que la atacó, el mismo que anteriormente estaba atacando a Tezcat, retrocedió de un rápido salto.
Abigail miró con el ceño fruncido a Quagmire. Conocía a ese tipo, junto a Quentin e Isabelle eran incluso dentro de la élite del acero de los mejores soldados. Tezcat apenas podía moverse por la respiración escasa y Nelly había desaparecido, quizás por sus prisas la había perdido sin querer entre las calles estrechas del casco antiguo.
Abigail cambió casi de forma automática del cuchillo a el arco de nuevo y lanzó una nueva flecha. Usó esa nueva habilidad suya para crear numerosas flechas de niebla mar que acompañaron a la de metal plateado, pero Dave no cayó en el truco. Con su lanza golpeó la flecha de metal y el resto desaparecieron como en humo en cuanto hizo esto.
Abigail apretó la mandíbula y sin cesar comenzó a lanzar una flecha tras otra. Dave las desviaba golpeándolas una tras otra. Daba igual el ángulo en la que la disparara la flecha o la velocidad en la que lo hiciera, a aquel tipo parecía no importarle lo más mínimo. Al ver que eso estaba dejando de funcionar llenó la zona de niebla y cambió de nuevo al cuchillo para acercarse a él.
Debido al leve viento que hacía la niebla no sería efectiva por micho tiempo así que debía apresurarse en atacar. Vio la figura de Quagmire y se lanzó a por él. Como si aquella niebla tampoco fuera gran cosa frenó su ataque con el mango de la alabarda frustrando a Coffee que continuó atacando siento todos sus golpes bloqueados. Finalmente Dave de un golpe limpio le quitó el cuchillo de las manos lanzándolo lejos en el suelo a una esquina del callejón.
—Debiste de hacer caso a tu amigo y huir —escuchó decir a Quagmire—. Eres demasiado débil.
Vio la hoja de la alabarda acercarse a ella, pero no pudo terminar el trabajo pues otra lanza se interpuso en el camino. Dave chasqueó la lengua y tras tratar de acertada Rin par de golpes más sin éxito retrocedió.
—Menos mal que por fin te encuentro —dijo Nelly sin girarse a mirarla pues no quería perder de vista a Dave.
—Perdón por salir corriendo así.
—No te preocupes, el problema ahora es aguantar. Llamé a algunos refuerzos antes de llegar aquí —explicó.
Nelly repitió la acción que hizo contra Ryoma de crear una enorme esfera de luz y cortarla con su lanza para generar un destello cegador mayor y más duradero. Abigail tuvo que cerrar los ojos para no quedar cegada y cuando volvió a abrirlos no entendió lo que pasaba.
Vio a Raimon tirada en el suelo unos metros más lejos de ella, su lanza quedó incrustada en unas cajas de madera que había en el lugar y Dave no estaba por ningún lado. Quiso preguntarle a Nelly directamente lo que estaba pasando pero sintió que le faltaba el aliento.
Un frío mayor al que jamás había sentido en el clan del hielo envolvió su cuerpo y no pudo evitar comenzar a temblar. Su cuerpo no le respondía, su mente se quedaba en blanco, paralizada por no saber qué estaba pasando. Tosió levemente consiguiendo que un rastro de sangre descendiera desde su boca. Con lentitud bajó la cabeza para poder mirar hacia abajo y ver como una lanza atravesaba su estómago.
No podía hablar, gritar de dolor o tratar de apartarse. No podía hacer nada puesto que ni su cuerpo ni su mente le respondían y tan solo pudo dejar sus lágrimas recorrer sus mejillas.
—Te dije que eras débil —escuchó que le susurraban en el oído.
—¡Abigail! —Nelly se levantó del suelo y al ver lo que pasaba corrió para recuperar su lanza y acercarse hacia ella.
Dave sacó su alabarda del estómago de la fémina y se marchó rápidamente para no recibir un ataque por parte de Raimon. Abigail sin fuerzas para mantenerse en pie comenzó a caer pero fue agarrada por Nelly que la dejó con suavidad apoyada en la pared.
—¡Tezcat! —el chico de pelo negro se acercó corriendo sin necesidad de que le ordenara nada.
El chico seguía sin estar al 100% para ayudar en la pelea, pero sacaría fuerzas hasta de donde no las tenía para ayudar como fuera a Abigail. Nelly se volvió a centrar en el combate mientras que vio a Tezcat hacerse cargo de ella al instante.
—Abigail mantente consciente, no te duermas ¿si? —la chica asintió como pudo pues ni siquiera podía hablar.
Miró de nuevo la pelea entre Quagmire y Raimon mientras que Tezcat trataba de frenar la hemorragia sin mucho éxito. Nelly se veía enfadada, sus movimientos eran menos precisos, más agresivos, y no parecía mantener la calma y la cabeza fría.
Abigail sabía que la mayor debía relajarse, que si seguía así Dave la mataría a ella también, pero no podía hacer nada por avisarla. Se sentía frustrada por volver a ser un lastre como en la batalla contra Roma. Cuando creía que por fin había mejorado caía de esa forma, le habían vuelto a dar un golpe de realidad.
Entonces recordó la el pequeño revólver que había cogido por si acaso y con un movimiento de su mano tocó su chaqueta. Tezcat notó el gesto y miró en los bolsillos interiores encontrando el arma de fuego. El chico miró si estaba cargada y en cuanto comprobó que si apuntó hacia el hombre del clan del acero.
Siguió el movimiento de ambas personas y apuntó en el momento justo para no darle a Nelly. Como si nada Dave bloqueó el disparo una vez más cubriendo esta vez parte de su cuerpo con una especie de escamas de acero y con su alabarda al fin arrebato su lanza a Nelly lanzándola lejos.
Con una patada tiró a la mujer al suelo y trató de darle una lanzada que fue impedida cuando el suelo se elevó formando un muro entre ellos. Abigail movió la cabeza para vez la entrada del callejón y sintió cierta alegría al ver allí parados a Axel Blaze y Mark Evans. Ninguno de loa dos se veían precisamente feliz y mientras que Axel se lanzó a ayudar a Nelly con Dave, Mark se acercó a ella y Tezcat.
—¿Qué ha pasado? —preguntó agachándose para estar a la altura de loa dos menores.
—Le atravesó el estómago —explicó Tezcat sin dejar de presionar con fuerza la herida en el estomago de Aby.
La chica miró de nuevo hacia abajo y pudo ver la chaqueta de Tezcat, la cual usaba par a frenar el sangrado a falta de vendas o toallas, cubierta de sangre al igual que las manos del chico. Mark la obligó a volver a alzar la cabeza para que no siguiera mirando eso. En su mirada no vio pena a pesar de la situación, sino respeto, admiración y orgullo. Abigail no pudo evitar soltar algunas lágrimas más al notar aquella mirada.
—Quiero que sepas que lo has hecho muy bien, no te arrepientas de nada.
Mark se levantó dispuesto a ir a ayudar a Blaze y Raimon, pero Abigail quiso agravar algo mas y como el de banda naranja no la miraba tocó que hacer un esfuerzo enorme para hablar.
—Mark... —aunque la voz salió en un tono muy bajo el mayor la escuchó.
—Ssh no hables —dijo Tezcat.
Abigail volvió a llevar lentamente la mano a su chaqueta, el castaño se agachó de nuevo y revisó los bolsillos de esta sacando algo que lo sorprendió.
Dave esquivó la llamarada que lanzó Blaze y pudo volver a acercarse a Nelly logrando estrellarla contra la pared y que fallera al suelo. La chica se quedó en el suelo a dolorida pero Axel no dejó de atacar.
Dave se centró en el rubio, al menos hasta que sintió una tercera presencia y tuvo que esquivar con rapidez. A pesar de esto le hicieron un corte en el abdomen y cuando retrocedió se encontró con Evans quien llevaba una de las flechas de Abigail en la mano.
—¿Vas a usar una flecha como cuchillo? No es eso demasiado estúpido —dijo el de pelo negro.
—No lo es, porque así será Coffee quien acabe contigo. Será gracias a ella que te mandemos al infierno.
—¿De qué ha...?
Dave no terminó su frase cuando notó que su corazón empezaba a doler, como si le estuviera dando un infarto, pero claramente no era eso. Miró a Mark con ira y la mandíbula tensa, ¿qué demonios le había hecho? Entonces Mark mostró lo que llevaba en su otra mano, un pequeño frasco de veneno de cicuta. Esta era un tipo de planta extremadamente venenosa que con la dosis suficiente podía provocar la muerte d un humano en cuestión de minutos.
—Has impregnado... La flecha de veneno.
Más una muerte por envenenamiento no sería lo que marcaría su fin pues las llamar rojas y naranjas de Blaze cubrieron a Quagmire antes de que tuviera tiempo de hacer algo.
Tezcat apartó la mirada centrándose de nuevo en Abigail. Dejó de apretar la herida del estómago al ver que el único brillo que quedaba en sus ojos era el de las llamas reflejándose en ellos.
—Que la diosa te acoja junto a ella —dijo en una discreta forma de rezo por su alma.
•••
—Ey ¿Te encuentras bien? —le preguntó Michael.
Fey lo miró no muy seguro. Por un momento sintió algo extraño, pero no podía explicar lo que era.
—Si, si... Todo bien —asintió.
—Sé que estás cansado, pero esforcémonos para acabar con esto aquí y ahora.
El peliverde asintió y siguió a su compañero adentrándose en un nuevo combate. Todo sin saber que justo en ese instante alguien importante para él ya no iba a estar para celebrar con él la victoria aunque ganaran la guerra.
Aquí está el capítulo de el lunes, que llegó el martes porque por el tema de los exámenes no pude publicarlo antes. Es extraño pero estoy con exámenes finales en febrero XD
Aquí tenemos el primer OC que cae en esta segunda temporada de Midnight War: Time to die ;-; llevaremos a Abigail Coffee siempre en nuestros corazones, más aún Fey que se acaba de quedar viudo (╥_╥)
Con este vacío existencial y las puertas de la muerte abiertas yo me despido. Como podéis comprobar en los últimos cuatro o cinco capítulos estamos a tope con las desgracias. Hay que despedir esta historia con toda la muerte y destrucción que se merece 😔👊🏻
Nos vemos este jueves si no hubiera ningún problema. Aprovecho para decir que si el jueves publico el cap 19, el lunes sería el cap 20 y cerraríamos el jueves que viene con el epílogo así que ese fin de semana publicaría el especial de curiosidades y datos random de esta historia para dar fin oficialmente a MidWar uwu
~Nova/Dreamer ♥
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