❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 16: Mɪsғᴏʀᴛᴜɴᴇ ʜᴀᴜɴᴛᴛ ᴜs
ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 16 ;;
•𝐿𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑔𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎 𝑛𝑜𝑠 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒•
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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 16/02/2021☽︎
Todos miraron desesperados en todas direcciones buscando a Bobby, quien había desaparecido repentinamente del campo de batalla. ¿Había huido? ¿Habrían llegado refuerzos?
Cherise rió ante el desconcierto de sus enemigos y retrocedió perdiéndose entre los árboles. Aún podían escuchar su risa aguda, y los tres chicos se reunieron juntando sus espaldas para protegerse de cualquier posible ataque. Víctor y Vladimir mantenían sus espadas listas por si tenían que contraatacar, mientas que Dulce colocó sus Sais frente a ella en modo de protección.
—¿Qué hacemos? —preguntó Dulce tensa.
—Lo mejor sería retirarnos por ahora —dijo Víctor—. Debemos encontrar a Sherwind y de paso a alguno de los superiores para que nos ayude con ellos.
—Ya, es un buen plan. El problema es encontrar la forma de irnos sin que ellos nos maten —indicó Vlad—. Odio admitirlo, pero ahora somos tan solo conejos asustados en el territorio de los depredadores.
El primer ataque llegó. Una de las ya conocidas agujas de metal voló hacia ellos a gran velocidad, pero Dulce tuvo los reflejos suficientes como para rechazarla con un movimiento certero de su arma.
Otro nuevo ataque no tardó en sustituir al anterior. Esta vez aquella cinta que Cherise llevaba con ella surgió desde lo profundo del bosque y fue Víctor quien tuvo que bloquear el ataque. Así uno tras otro los latigazos y las agujas llegaban hacia ellos.
Al principio lograban rechazarlos sin demasiada dificultad, pero cuantos más tiempo pasaba mas ataques llegaban y más rápidos eran, lo que les complicaba bloquearlos y rechazarlos todos. Además los ataques parecían llegar de lugares aleatorios imposibilitándoles descubrir la ubicación de Bobby y Cherise.
—¡Ay! —gritó Dulce cuando el primer latigazo le dio en la cara dejándole un corte en la mejilla.
—¡¿Estás bien?! —preguntó Vladimir sin poder mirarla al estar ocupado bloqueando más de esas agujas.
—Si, si —afirmó la chica esquivando de un salto otro ataque de la chica del acero.
—Esto es malo, no podemos atacar, solo defendernos —obvió Víctor—. A este paso no duraremos mucho.
Como si lo hubieran escuchado la cinta de metal salió esta vez por el lado de Víctor que estaba ocupado con los ataques de Shearer. El menor lo notó en el último momento y lo esquivó, pero la cinta se enrolló en su espada y al tirar partió la hoja.
—Mierda —dijo entre dientes el menor de los Blade y su hermano llegó rápidamente para cubrirlo.
Al quedarse sin arma Víctor dependía totalmente de su don de sombras, pero el sol aún estaba alto en el cielo y las sombras no eran muy rápidas logrando que algún ataque lo rozara. No era el único que estaba en un apuro, pues Dulce ya había perdido uno de sus Sais por culpa de los ataque de Cherise.
La chica ya tenía algunos cortes más en brazos y torso, y uno mas llegó a su pierna haciéndola desestabilizarse y tener que hincar una rodilla en el suelo por el dolor. La situación empeoraba cada vez mas y Vladimir trataba de pensar en algo para salir de allí, pero los ataque incesantes y el peligro no le dejaban pensar con claridad.
Miró a su alrededor, obligó a su mente a calmarse y observar con atención buscando una salida, pero más que eso notó algo raro. Los últimos ataques que les llegaban eran tan solo de Cherise, como la pelirrosa se movía tan rápido y atacaba sin cesar no lo había notado antes. Las agujas ya no llegaban, Bobby no los estaba atacando, y eso en vez de aliviarlo lo preocupó más.
Los del acero nunca huían si la situación iba a su favor como era aquel caso. No tendría sentido que el peliceleste se hubiera marchado así que, ¿dónde se había metido?
En un descuido la cinta de Cherise lo pilló por sorpresa y le arrebató la espada de las manos. Por sus heridas Dulce ya apenas podía moverse y Víctor y él no serían capaces de abarcar todos los ángulos con las sombras a plena luz del día. Habían quedado indefensos.
la cinta volvió a surgir y se acercó peligrosamente a la única chica del grupo que trató de esquivarlo aunque no le daría tiempo. Se preparó para el golpe, pues no sería el primero que recibía en aquel combate, para su extrañeza este nunca llegó. Una especie de bala surgió del bosque rompiendo la cinta haciendo que regresara al bosque sin alcanzar a nadie.
Todos miraron en la dirección de la que llegó el disparo y vieron a Bai Long caminando hacia ellos con un rifle en las manos. Dulce no pudo sentirse más aliviada y a la vez asustada. Se alegraba de que Bai Long hubiera llegado para ayudar, pero por uno más en aquel grupo prácticamente neutralizado no podría hacer la gran diferencia. La idea de que el albino cayera junto a todos ellos la asustó por un minuto.
—Llegas tarde —dijo Vladimir con una leve sonrisa sin bajar la guardia.
—Es mi especialidad —bromeó.
El chico del clan del sol disparó un par de veces más al interior del bosque. Dulce vio que aquellas balas eran algo raras, brillaban por un seguro al salir del cañón del arma y el sonido no era el mismo que el de un rifle ordinario.
—¿De dónde has sacado ese rifle? —preguntó con curiosidad.
Bai Long sonrió al saber donde quería llegar Loamy. La miró de reojo y luego señaló con el mentón a Vladimir.
—Dale las gracias a él.
Dulce miró con intriga al mayor de todos los presentes que suspiró.
—Usa el mismo truco que Raven.
Al decir eso Dulce lo comprendió todo. Raven Dreamblack usó durante todo el Midnight War una pistola que en lugar de balas normales disparaba balas de sombras hechas por ella misma gracias a su don. Vladimir debió contarle a Bai Long cómo la peliplata lo hacía y él lo versionó en su don de luz.
La cinta trató de atacarlos un par de veces más y todas fueron frenadas por los disparos de Bai Long. De ahí los ataque cesaron en absoluto y un tenso silencio se instaló en el lugar. Incluso a pesar del fino oído que Dulce tenía no era capar de escuchar nada dentro del bosque. No podía oír los pasos o movimientos de Cherise ni de Bobby.
—¿Se han ido? —preguntó Bai Long tras algunos minutos sin decir nada.
—Parece que si... —contestó Dulce.
—No bajéis la guardia —ordenó Vladimir.
De ahí en adelante todo pasó muy rápido. Casi sin darle tiempo a Dulce a procesarlo. Como una nube que tapó la luz cientos, sino miles de agujas mucho más grandes que las anteriores que Bobby lanzó, salieron del interior del bosque elevándose en el cielo. Brillaron con los rayos del sol de forma terrorífica y una vez llegaron a su cúspide descendieron directas hacia ellos.
Dulce quiso huir, a la vez gritar para advertir a sus compañeros del peligro inminente, pero su mente colapsó sin saber bien como reaccionar al querer hacer decenas de cosas a la vez. Escuchó gritos, sintió un espujón y lo siguiente fue un duro golpe contra el suelo.
Aquel golpe le dio en la cabeza dejándola muy mareada por algunos minutos y además sus oídos no captaban bien el sonido más allá de un angustiante sonido estático. Todo estaba borroso y se movía como si estuviera ebria. Cerró los ojos y parpadeó lentamente varias veces tratando de fijar sus ojos y luchando por no perder la consciencia.
Consiguió al fin verlo todo más nítido, aunque su cabeza aún le dolía como si la estuvieran taladrando. Se reincorporó lentamente, sin hacer movimientos bruscos para no empeorar su dolor y lo primero que escuchó fue un quejido muy cerca suya.
Miró hacia su derecha y vio a Bai Long tirado en el suelo con varias de esas agujas en su cuerpo. Tenía al menos cinco por sus piernas y otras tres por su torso, él debió ser quien la placó para esquivar el ataque en una reacción desesperada. Dulce salió del rango de alcance, pero Bai Long no del todo.
—Bai Long —dijo en un susurro incapaz de gritar y sin entender aún muy bien la situación del todo por la conmoción inicial.
El chico aún estaba consciente, pero el dolor de aquellas agujas clavada en su cuerpo le impedían moverse bien, de hecho cuando Dulce lo movió un poco para retirarlo de la zona mas peligrosa por si un nuevo ataque llegaba soltó un grito de dolor ahogado.
En lugar del grito de dolor de Bai Long escuchó un otro que no esperaba. Uno aún mas desgarrador que le removió el alma. Era un grito que expresaba un dolor mucho más profundo que el físico, un sufrimiento que alteró a la chica obligándola a alzar la cabeza para comprobar qué pasaba. Y al dar con la fuente del grito su sangre se heló.
Su mente dejó de funcionar y su expresión mostraba como no era capaz de procesar lo que veía ante ella. Sus manos comenzaron a temblar aterrada mientras que lo único que acertaba a hacer era abrir y cerrar la boca incapaz de pronunciar palabras.
Si bien Bai Long había reaccionado tratando de evitarle el mayor daño posible a Dulce, Víctor había hecho lo mismo con la diferencia de que la reacción de Bai Long fue tratar de huir y salir de allí y la de Víctor fue ponerse en medio. Fue el escudo de su hermano, supo al instante que no tendrían tiempo para cubrirse con las sombras, también notó que estaban casi en el centro del ataque y no podrían correr lo suficiente para esquivarlo.
Durante todo el tiempo que se defendieron de los ataques se habían ido moviendo por la zona, por eso Bai Long y Dulce estaban más lejos, y también por ello los Blade habían recibido el ataque de lleno. Víctor cubrió a Vladimir y la mayoría de agujas se le clavaron a él, su cuerpo prácticamente había sido acribillado y Vladimir cayó de rodillas abatido por lo que acababa de ver. Las pocas agujas que el mayor tenía clavadas no eran ni de lejos tan dolorosas como el hecho de ver a su hermano desangrarse hasta la muerte.
Dulce vio a un destrozado Vlad abrazar a su hermano menor. Víctor no se movía, no reaccionaba ni contestaba a los llamados de su hermano. Dulce se llevó las manos a su boca mientras las lágrimas se le saltaban al ver aquella escena que destrozaría al más fuerte.
La mirada de Dulce se desvió al bosque preocupada. Estaban fatal, peor que indefensos. Estaban totalmente heridos física y mentalmente, si Cherise y Bobby volvían a terminar el trabajo estaban muertos. Por alguna razón escuchó pasos, pero estos se alejaban de ellos.
¿No acabarían con ellos allí mismo? Entonces nuevos pasos se escucharon en la dirección contraria. Dulce se asustó, ya no tenía sus sais para defenderse a corta distancia, así que cogió una de las agujas clavadas en la tierra y la alzó frente a ella. Defendería a sus compañeros hasta dar su ultimo aliento aunque no sirviera de mucho. Se sintió tremendamente aliviada acuando fueron Njord, Liliya y Rosie los que se asomaron al lugar.
Ahora lo entendía, Bobby y Cherise debieron sentirlos también. Bobby estaría agotado después de ese ataque a gran escala y Cherise estaría también cansada después de haberse movido tanto por el bosque para atacarlos y que no notaran la falta de Bobby. Además de que Bai Long había roto su arma.
—¿Qué ha pasado aquí? —preguntó Njord horrorizado al ver la escena.
Dulce no exageraba cuando admitía que era la primera vez que veía algún tipo de expresión en la cara del peliazul mas allá del cansancio o del hastío. Se habían salvado, la mayoría, gracias a aquella llegado tan oportuna que de haber sido tan solo unos minutos antes podrían haberle salvado la vida a Víctor, pero a cambio se la habían salvado a los tres restantes. El destino era demasiado injusto a veces.
Con sus sentimientos a flor de piel y el llanto desconsolado de Vladimir de fondo sumado a los quejidos de profundo dolor de Bai Long, Dulce se vino abajo y también comenzó a llorar si poder parar. Fue la única forma en la que su cuerpo pudo soltar de golpe toda la tensión y miedo acumulado del momento.
Rosie corrió a atender a Bai Long y Njord fue a reunirse con Vladimir. Dulce no sabía que hacer, no podía reaccionar y aunque quería no podía parar de llorar. Sintió unos brazos rodearla y recién notó que Liliya la había abrazado mostrando profunda tristeza por ella.
¿Aquélla chica había tenido alguna vez un gesto así con alguien? ¿Ella siquiera era capaz de sentir pena? Era un ser humano después de todo aunque siempre quiso aparentar ser un monstruo sin sentimientos. Si alguien como Byoko la apoyaba en aquel momento era porque realmente la situación se veía horrible. Lo cual no la consolaba demasiado.
—Dulce —la llamó diligente Njord— ¿Qué ha pasado?
El chico tampoco quería ser desagradable, pero no había tiempo para tratar de calmarla. Dulce se tragó las lágrimas y consiguió contestar con un hilo de voz rota.
—Dos de los catorce del acero —dijo señalando el lugar por donde escuchó a Blossom y Shearer marcharse.
—Liliya, vamos a por ellos —ordenó el peliazul y la fémina asintió marchándose corriendo del lugar en la dirección que Dulce señaló.
Vladimir había dejado de soltar gritos de dolor y ahora se limitaba a sollozar en silencio sin soltar el cuerpo de su hermano. Rosie se había puesto a atender a Bai Long allí mismo. Dulce secó sus lágrimas y con sus piernas temblorosa se levantó del suelo bajo la atenta mirada de Redd.
—Por favor, cuida de Bai Long —pidió—. Iré a buscar a Arion y algunos refuerzos.
Después del enfrentamiento con Grisley ambos continuaron su camino. Bradford se sentía ahora más confiado, pero Damian seguía vigilando el perímetro con precaución. Si Bear andaba por allí nada le decía que no hubiera otros de la élite del acero en la zona. ¿Se habrían encontrado ya otros de sus compañeros con ellos también?
Él había tenido la suerte de encontrarse con Bradford y haber podido aprovechar la ligera ventaja del fuego ante el acero. Sino de otra forma o hubiera tenido mucho mas difícil. Aún recordaba de hecho lo mal que cabo su enfrentamiento con dos de ellos cuando estuvo en el clan del acero.
—Bradford —con ese simple llamado Laggerfeld paró de correr quedándose quieto para escuchar su entorno un momento.
El castaño más bajo lo imitó y estuvieron así por unos segundos hasta que el propio Bradford también escuchó algo extraño. No sabían identificar qué era pues al principio parecían unos extraños golpes que llegaban como efecto del eco. Después los golpes se hicieron más claros.
—Debemos estar acercándonos a donde todos los demás están luchando —dijo Bradford.
Sin embargo Damian no parecía muy convencido.
—El centro del campo de batalla debería de estar a medio kilómetro al menos de donde nosotros estamos.
—Quizás algunos soldados se separaron del grupo como nosotros.
Damian siguió tratando de guardar silencio hasta que por fin identificó de donde procedía el ruido, este estaba algo más cerca del río que cruzaba el bosque. Al principio Damian lo seguía pero después del ataque de Grisley él y Bradford prefirieron alejarse un poco de él para no estar tan al descubierto.
—¿Quieres ir a echar un vistazo? —le preguntó Bradford al adivinar por su mirad que estaba preocupado.
Damian dudó unos momentos. No quería darle más problemas de lo que ya de por si tendrían a Bradford. Pero lo cierto era que tras esa difícil pelea con Grisley le preocupaba un poco que otros soldados menos experimentados corrieran la misma suerte.
Ellos tuvieron el as bajo la manga del don de fuego, además de que Damian no era precisamente un novato en combate. Podía ser que otros no pudieran hacerse cargo de la situación y cayesen en combate. Aunque no lo dijera en voz alta la posibilidad de que Cálico, Aqua o Davy, compañeros suyos de hacia años, pudieran verse en ese problema lo preocupaba aún más.
La verdad es que no perdían nada por acercarse y mira desde lo lejos qué sucedía, y si no era nada importante retomarían su camino sin más. En principio no se veía como un mal plan.
—Por favor —asintió finalmente.
Los dos hicieron lo que Damian había penado y usando los propios arboles del bosque para acercarse sin ser notados siguieron el ruido de golpes. Con la menor distancia que quedaba cada vez notaron claramente que eran golpes metálicos, definitivamente otro del clan del acero debía de estar dando problemas. Internamente rezaban par que no fueran miembros de los catorce a los que mas temían.
Llegaron al lugar correcto y ya podían vez unas sombra de forma humana moverse rápido cerca del río. Ambos se ocultaron tras unos enormes árboles y se fijaron en quienes luchaban.
Damian se sorprendió al reconocer entre los que se enfrentaban a Infinity Beyond y Maxim Millennium. Los cuales eran compañeros de Liliya y Rina respectivamente.
Ambos estaban bastante heridos; Infinity, quien mas fervientemente luchaba de los dos, tenía varios cortes y heridas por todo su cuerpo, de hecho resaltaba como en algún punto de la batalla la goma con la que sujetaba su pelo se había roto y este se veía suelto y alborotado. Por otro lado Maxim estaba bastante peor y de hecho apenas podía seguir manteniéndose en pie.
El chico del clan del bosque tenía un feo golpe en su cabeza, quizás se hubiera hecho una brecha pues no paraba de resbalar sangre lenta pero infrenable. Su hombro izquierdo parecía estar dislocado y al igual que Infinity los golpes y cortes se extendían por toda su piel. Parte de aquel maquillaje negro que rodeaba siempre sus ojos se había emborronado dándole un aspecto aún más agotado.
A pesar de todo esto, no era el estado de sus compañeros lo que hizo enmudecer a Damian y que su sangre hirviera en ira. Sus ojos en seguida se fijaron en aquellos que osaban plantar cara a dos soldados tan peligrosos como lo eran Beyond y Millennium.
Las imágenes de aquel día en el clan del fuego volvieron a di cabeza como si hubieran sucedido el día anterior. Eran recuerdos tan frescos que si se concentraba aún podía sentir el dolor de las agujas clavándose y la lanza atravesando su cuerpo. Recordaba perfectamente el momento en el que pensó que moriría de aquella form tan humillante y sin lograr ayudar todo lo que quería.
Quentin y Quintet habían vuelto a aparecer enfrente suya, ambos más heridos de lo que estuvieron aquel fía pues la lucha de Infinity y Maxim no había sido en vano, aunque se notaba claramente que no estaban en tan malas condiciones como los dos mencionados. Aquellos dos cabrones habían vuelto a cruzarse n su camino, y esta vez no iba a perder la oportunidad de enviarlos al infierno.
Antes de que Bradford pudiera procesarlo su compañero ya había saltado a la acción lanzando varios de sus cuchillos como una lleva cortante y peligrosa. Quintet notó el ataque y en seguida creó un escudo que los protegiera a él y Quentin mientras este se ocupaba de hacer retroceder a Infinity una vez más.
El albino quiso devolverle el ataque al castaño, más una llamarada llegó hasta ellos y ambos tuvieron que protegerse tras los árboles, que no eran el mejor de loa escudos contra el fuego, pero al menos así las llamas no los alcanzaron. Los troncos comenzaron a prenderse dándole algunos minutos a los demás para reagruparse.
—¿Qué hacéis aquí? —preguntó Maxim cuando todos se reunieron con él.
—Pasábamos por la zona y como hemos visto que os divertíais hemos decidido unirnos al juego, espero que no os moleste —explicó Camina de la forma en la que siempre lo hacía Maxim.
Solo que Maxim siempre lo decía con una amplia sonrisa burlona pero el rostro de Laggerfeld no dejaba Luca a bromas.
—Claro que no. Cuantos mas seamos mas divertido será —respondió Maxim soltando una carcajada.
—Voy a colocarte el hombro en su sitio, aguantar un poco ¿vale? —avisó Bradford y el chico de moños asintió.
De un movimiento seguro y limpio, y acompañado de un sonido muy agradable del hueso volviendo a su lugar, Bradford volvió a poner el hombre de su compañero bien. Infinity no pudo evitar poner una mueca de dolor, pero Maxim que era el principal afectado ni se inmutó.
—¿Cuántas veces te has dislocado el hombro par que ya ni te duela? —preguntó Damian volviendo a centrarse en la zona por donde los del acero debían de estar.
—La última vez de lo colocó bien Riccardo, y la anterior creo que fue Tezcat, pero ya van unas cuantas veces si —admitió.
—Eso te pasa por ser un maldito salvaje —le recriminó Infinity—. Céntrate más y deja de hacer el idiota.
Maxim infló las mejillas indignado soltando un "hum" al girar la cabeza ignorando a Infinity. Damian suspiró, ni en peligro de muerte Millennium se tomaba las cosas en serio.
Una lanza salió de entre las llamas que la madera de los árboles avivaba e Infinity la bloqueó con un muro de hielo. Damian quiso atacar a la zona de la que el ataque provino pero desde su derecha le llegó un fuerte golpe que lo lanzó por varios metros.
—¡Damian! —gritó Bradford al ver a su amigo ser golpeado de aquella forma tan fuerte.
El chico golpeó con su espalda uno de los árboles pero no tuvo tiempo de quejarse. Tuvo que esquivar al instante un nuevo ataque esta vez proveniente de Quentin.
—Otra vez tú —dijo el de pelo rosa—. Debimos de haberte matado en el clan del fuego.
—Y ahora lamentaréis vuestro error.
Sin nada más que añadir Damian se lanzó con un cuchillo en cada mano a atacar al más alto que esquivaba y bloqueaba con agilidad. Había notado aun así que esta rapidez había disminuido debido a las heridas infundidas por los otros dos chicos antes de que él y Bradford llegaran.
Camina debió la mirada por un seguro a sus tres compañeros que se enfrentaban como podían a Aimé, quien no les daba ni un descanso para recomponerse o pensar en una forma de atacar. Un corte de la lanza del más joven de los Cinquedea en la pierna lo trajo de vuelta a su propio combate.
—Si sigues preocupándote por tus compañeros morirás —dijo el opuesto—. Aunque morirás de todas formas así que supongo que da igual.
—Ya te gustaría a ti, desgraciado.
Los ataque llegaban desde los dos lados pero eran esquivados con rapidez. Ninguno de los dos parecía estar dispuesto a recibir un daño decisivo en aquel enfrentamiento. Ambos estaban dispuestos a ganar.
—El clan del acero ha sufrido mucho desde el maldito día de su creación, voy a ayude a mi padre a vengarse de todos los clanes que vivían felizmente ignorantes ante nuestro sufrimiento. Y si para ello debo matar a decenas, cientos o miles, lo haré —dijo Quentin cuando por fin logró dar una estocada en el hombre derecho de Damian.
El castaño retrocedió sugetándose el hombro que sangraba y le dolía como el infierno, pero no se dejó amedrentar. Las palabras de Quentin le daban igual, es más, cada cosa que decía le hacía enfadar cada vez más.
—Me importan una mierda vuestros problemas —dijo con claro aira en su voz—. Todos tenemos nuestros propios problemas y no por ello se lo hacemos pagar a los demás. Lo que está haciendo el clan del acero es imperdonable tendréis que enfrentaros a las consecuencias de vuestros actos.
—¿Aunque nuestros problemas fueran que vuestra querida diosa quiso hacernos sufrir hasta la muerte nada mas crearnos?
Fue un segundo, un miserable segundo lo que Damian dudó. En el momento no entendió a lo que Quentin se refería, aquellas palabras sobre Ansythma le sonaban irreales. Más ese único segundo fue lo que Quentin necesitó para crear una nueva lanza de acero que lanzó contra Damian.
El castaño esquivó el ataque, pero no tuvo el tiempo suficiente para golpear la lanza y desviarla de su camino. Escuchó un quejido, seguido de un golpe de algo cayendo al suelo y después un grito de Infinity.
—¡Maxim!
Damian recordó entonces que sus tres compañeros estaban justo detrás y temiendo lo peor se giró para ver que había pasado. Vio la lanza clavada en el tronco de un árbol cercano pero a Maxim tirado en el suelo boca arriba mientras se cubría con sus manos y gesto de dolor su abdomen el cual había sido aparentemente gravemente dañado por el ataque de Quentin.
—¡Damian a tu espalda! —gritó Bradford girándose hacia él tras esquivar un golpe de Aimé.
Damian recordó que Quentin aún buscaba herirlo a él y volvió a girarse hacia este. Ya lo tenía casi encima para cuando quiso darse cuenta y si no hubiera sido por una enorme llamara de fuego que se interpuso entre ambos estaría en graves apuros.
Bradford lo hizo para ayudar a su compañero, lo hizo a pesar de que dejaba su propia espalda al descubierto, lo hizo aun sabiendo que ni Infinity ni Maxim podrían cubrirlo. Como si esa vez la suerte no estuviera de el lado de La Resistencia, Quintet no dudó en aprovechar la fisura y golpear fuertemente la cabeza de Bradford que cayó al suelo, con la diferencia con Maxim de que el castaño no se movían.
Infinity estaba preocupado por Millennium, horrorizado por la caída del último hermano Ash y sobrepasado por la fuerza del albino del clan del acero pues sus heridas no le dejaban atacar y esquivar tan bien como el quería. Quentin se había repuesto del ataque que tan solo le dejó algunas quemadura en su brazo derecho y parte del cuello al no haber podido esquivar las llamas al completo.
Damian se sentía superado por la situación, las ideas se le acababan, también el tiempo. Uno de sus compañeros estaba muerto y otro gravemente herido y si no se daban prisa en ayudarlo también moriría y a Maxim lo seguirían Infinity y él mismo.
Damian tensó la mandíbula sintiéndose inservible, siempre terminaban ayudándolo. Primero Gabriel, a quien fue incapaz de ayudar él cuando el pelirrosa más lo necesitó, luego Mark y Axel siendo que este último perdió una ciudad entera de su clan para rechazar el ataque del acero, y ahora Bradford, quien también murió por su culpa.
Sentía que cada vez que se veía involucrado en algo todo salía mal, que aquellos a su alrededor siempre salían herido. Estaba frustrado, asustado, preocupado por todo lo que pasaba a su alrededor y que no tenía tiempo suficiente para procesar. Él juró vengar a Gabriel de alguna forma, pero ¿cómo iba a hacerlo si apenas podía sobrevivir?
Había sido un tremendo idiota que moriría por ello. De tanto apretar los dientes su labio había comenzado a sangrar, pero ese dolor era lo mínimo que se merecía por sus errores.
—¡Damian levanta la puta cabeza! —el chico se sorprendió al recibir aquel grito por parte de Infinity— ¡No desperdicies la oportunidad que nos han dado todos nuestros compañeros hasta este momento! ¡No subestimes sus muertes y sacrificios o seré yo quien te mataré!
Nunca esperó que las palabras que lo hicieran reaccionar vinieran de un miembro del clan del hielo. De verdad que a veces la vida daba muchas vueltas.
Gracias a Infinity pudo esquivar el nuevo ataque de Quentin y darle un golpe en el estómago que lo desestabilizó. Aprovechó entonces para pensar en lo que Bradford había hecho contra Grisley, había llevado su don al límite y él no sería menos. Lo haría por todos aquellos a los que habían dejado por el camino.
El aguar del río se levantó, más cantidad de la que jamas logró usar con su don, comenzó a girar a toda velocidad arrasando con tofo como si fuera un fuerte huracán. A pesar de ser "tan solo agua" cortó arboles y levantó tierra. Quentin y Quinteto se vieron arrastrados por la fuerza mientras que un concentrado Damian trataba de no dañar a Infinity quien se había puesto a salvo junto a Maxim.
Damian apenas fue consciente de todo lo que paso hasta que su ataque cesó. La zona quedó arrasada, totalmente destruida con arboles caídos e incluso el cauce del río cambiado. Todo estaba mojado y por fin vio a uno de los dos del acero, a Quitet concretamente, atravesado por una de las ramas de uno de los tantos árboles caídos. No se movía.
Quentin estaba tirado cerca de este tirado en el suelo. Tan solo estaba inconsciente en este caso pues seguía respirando, Damian no dudó en atarlo. e Infinity se levantó rápidamente para envolverlo en hielo y que no tratara de huir cuando despertara.
—Lo hiciste bien —le dijo el de pelo negro a Laggerfeld que sintió cansado.
—Ahora busquemos a alguien que lo ayude —dijo Damian señalando a Maxim quien hacía unos minutos que había caído inconsciente por el color y la perdida de sangre—. Tranquilo, el va a vivir.
Damian puso su mano en el hombro de un preocupado Infinity, quien de alguna manera no podía dejar de culparse por lo sucedido aunque había sido imposible evitarlo para él.
Infinity cargó a Millennium y Damian a Quentin y así ambos trataron de salir de aquel bosque para poder ponerse en contacto con los comunicadores con alguno de los del equipo médico.
En fin aquí está el capítulo 16 que se me olvidó publicar el jueves, aunque más bien es que estoy empanada y yo pensaba que ya estaba publicado pero no. Y que además se supone que iba a publicar ayer pero wattpad decidió dejar de funcionar y no me dejaba cargar las historias y mucho menos publicar algo.
Ya hemos entrado en la recta final de Midnight War y el final, al igual que muchas muertes importantes y sad, se va acercando ;-;
Si no vuelvo a equivocarme como estúpida publicaré el capítulo 17 este jueves y este sábado se viene capítulo de Horror Circus que ya está escrito y preparado para sacarlo cuanto antes uwu
~Nova/Dreamer ♥
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