❥︎ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 15: Lᴇᴛ's ғɪɢʜᴛ ғᴏʀ ᴛʜᴇ ᴠɪᴄᴛᴏʀʏ
ᑕᕼᗩᑭTᗴᖇ 15 ;;
•𝐿𝑢𝑐ℎ𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑎 𝑣𝑖𝑐𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎•
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☾︎ᵖᵘᵇˡⁱᶜᵃᵈᵒ: 08/02/2021☽︎
Gene se abalanzó para atraparla y ella bloqueó sus inentos con sus espadas Xian. Los cuerpos en el suelo y el espacio cerrado que era aquel sótano impedían a Erika moverse con toda la libertad que a ella le hubiera gustado dada la situación. A pesar de que el metal con el que aquellas espada estaban fabricadas era más resistente, según Artemisa le contó al dárselas, si seguían recibiendo aquellos golpes no aguantarían mucho.
Estaba en un sótano alejada de todos los demás y sin nadie que la ayudara mientras se enfrentaba a dos integrantes de los 14 del acero. Estaba en una situación sumamente desventajosa para ella y no pintaba nada bien. Ya estaban poniéndola contra las cuerdas y Jerry ni siquiera la estaba atacando.
Gene era quien se estaba ocupando de enfrentarse a ella y lo único que podía hacer era defenderse y esquivar, no encontraba ni una sola abertura para atacarlo de vuelta. Estaba comenzando a cansarse y el olor concentrado a sangre y cadáver de aquel lugar la estaba desconcentrando totalmente. Además la sangre del suelo la hacía resbalar a veces y su ropa ya estaba toda salpicada de esta.
No podía seguir así. Pues en una lucha de resistencia el soldado del acero bien adiestrado, de constitución grande y que le sacaba dos cabezas tenía todas las de ganar. Así que aprovechando un nuevo resbalón se agachó y con la palma de su mano generó algo de niebla que lanzó a los ojos de su atacante.
Esta niebla debería de funcionar como si fuera humo cegando al contrario y pareció funcionar como ella tenía planeado. Sabía que contra soldados de élite como aquellos un poquito de niebla no bastaría para ponerlos en desventaja, pero ahora al menos por un segundo tendría una abertura por donde atacar.
Puso las espadas Xian en posición y con todas sus fuerzas las dirigió hacia Gene que parecía estar recomponiéndose ya. Una daga voló hacia ella y se clavó en su mano izquierda haciéndole soltar una de sus espadas y errar la trayectoria de la otra, aún así pudo hacerle un corte en el costado a Ghiskhan.
—No te dejes atacar de esa forma tan estúpida —regañó Jerry a su compañero que cubriendo el corte con su mano se acercó a él.
—No será muy fuerte o hábil, pero esa zorra es rápida y escurridiza por su pequeño tamaño —explicó el más alto.
Erika retrocedió y cayó al suelo sujetándose la mano herida y soltando un grito de dolor. La daga había atravesado completamente su mano y era como si el metal ardiera dentro de su carne. Era horrible de ver y de sentir.
—Deja de hacer el idiota y mátala de una vez —ordenó de nuevo el chico que llevaba aquella cosa roja en la cara.
Gene alzó su hacha una vez más ignorando por completo el dolor del corte como si no fuera importante. Erika lo miró impotente acercarse hacia ella y sin poder darle explicación a que aquel chico pudiera moverse sin más y ella a penas pudiera pensar claramente por el dolor que sentía.
Quiso quitarse la daga de inmediato de la mano ya que tenerla aún clavada era como si su carne rogara por piedad, pero no tenía el valor para quitarla y además sabía que retirarla sería peor pues la sangre fluiría en mayor cantidad y podría desangrarse. Gene lanzó su golpe hacia ella y en un momento de pánico pudo esquivarlo, como si su miedo a morir fuera el que la impulsara a moverse sin ella ser consciente.
Logró ponerse en pie aún sujetándose la mano y trató de huir de allí corriendo hacia la puerta que ahora no estaba protegida. No logró llegar antes de que Ónimo con gran velocidad la interceptara a medio camino y de una patada la lanzara contra la pared contraria.
Aquel último golpe interrumpió el momento de adrenalina y ahora sus piernas temblaban tanto que no podía volver a levantarse del suelo. Vio con horror a los dos soldados enemigos acercarse a ella y el pensamiento de que su fin estaba cerca en aquel oscuro y sucio sótano la aterró. ¿Realmente había logrado sobrevivir hasta aquel momento para nada? ¿De verdad moriría sin ver acabar aquella cruel guerra?
Al mirar de nuevo el hacha de Gene alzarse y descender a toda velocidad hacia ella tuvo el impulso de cerrar los ojos, pero una parte en su interior le dijo que afrontara su muerte de cara. Que la afrontara con el orgullo de un soldado de la niebla que había muerto por proteger sus ideales y a los suyos.
Miró fijamente a los ojos de Gene, grabándose a fuego en sus pupilas aquella última imagen antes de que algo bloqueara su visión. Se escuchó el hacha impactar contra algo pero no había sido contra ella. Cuando al fin reaccionó retrocedió en seguida aún tirada en el suelo y se encontró con una enorme pared de hielo.
—¿Qué se supone que ibas a hacer?
Erika giró su cabeza rápidamente al reconocer la voz. Su corazón latió con fuerza y sus lágrimas en forma de llanto no pudieron evitar estallar al haber sentido la muerte tan de cerca. Ni siquiera durante el maldito torneo estuvo tan aterrada por la posibilidad de morir como en aquel momento, y ver como Terry se había interpuesto en aquel fatal desenlace como si hubiera evitado que el destino se cumpliera la hizo sentirse profundamente agradecida.
El albino se acercó a ella ignorando por completo a los dos soldados de acero que luchaban por soltar sus piernas del hielo que los estaba reteniendo. Erika tomó la mano que le extendía y se levantó dejándose abrazar por su pareja que ahora que estaba tan cerca podía notar como él también temblaba levemente.
—Pensé que no iba a llegar a tiempo —le susurró en el oído no queriendo soltarla, pero sabiendo que debía hacerlo—. Rae encárgate de ella —pidió Terry llevando a Erika ante su compañero.
Rae se limitó a asentir y la condujo hasta algo más cerca de la puerta para quitarle aquella daga de la mano y atenderle la herida lo mejor que pudo en lo que Terry se hacía cargo de la situación.
Gene por fin logró romper el hielo y liberarse. Debido al movimiento la capa de hielo cercana a Jerry también se resquebrajó permitiendo al más bajo salir de allí también. Esta vez Jerry si se unió al combate junto a Gene y Terry se defendía mucho mejor que Erika gracias a que él si que era un soldado bien entrenado del ejercito de La Resistencia.
Combinaba su arma, aquellos guantes de acero terminados en unas enormes y afiladas garras, con su don de manera espectacular. Por primara vez en mucho tiempo Erika sentía que estaba viendo una pelea igualada, pero tarde o temprano el cansancio del dos contra uno no tardaría en hacerse notar en Archibald.
—Tienes que ayudarlo —le rogó Erika a Rae que con las vendas de un botiquín de emergencia le cubría la mano.
La venda estaba bastante apretada para gusto de la peliazul, pero sabía que eso era a propósito para que actuara como torniquete frenando la hemorragia que podría sufrir por su mano. En cuanto el trabajo estuvo terminado el chico alzó la mirada hacia ella.
—Eso es lo que pensaba hacer —afirmó con un tono neutral, no parecía nada preocupado— ¿Dónde está Hyperion? —preguntó al notar que el chico que la había estado acompañando todo el día ya no estaba con ella.
Erika no supo que contestar, las palabras se atascaron en su garganta incapaz de decir que lo habían asesinado. Sabía que aunque pudiera soltarlas su voz saldría rota al tener que indicar tal hecho.
Godmother no era idiota y ante la reacción de la chica no tuvo que atar muchos cabos para saber qué había pasado. Llevó sus manos frente a él uniéndolas y agachando un poco la cabeza en forma de rezo, en un instante se puso en pie de nuevo.
—Tu quédate aquí, con esa mano tan mal no podrás ayudar demasiado.
Erika ya lo sabía, pero aun así aquellas palabras hirieron su orgullo. Se sentía inútil e impotente. Su marido y compañero estaban luchando dando sus vidas y ella casi había sido asesinada con tan solo un par de minutos sola en aquel lugar. En cuanto Hyperion dejó de cubrirla estuvo totalmente expuesta.
Ella ya sabía que no era la más fuerte, se centraba más en la creación de tácticas o trampas que en el combate directo. Durante el Midnight War no se había metido en demasiados enfrentamientos y se limitó a huir y esconderse primero junto a sus compañeros del clan de la niebla y luego junto a Terry cuando estos le dieron la espalda en un primer momento al enterarse de su relación.
Ella era débil y lo sabía. Siempre tenía a alguien que le cubría las espaldas, sabía perfectamente que de no haber tenido a Terry, Gabi y los demás de su lado hubiera sido de las primeras en caer. Pero ser consciente de ello no significaba que no le dejase un mal sabor de boca.
—Erika —la llamó una vez más Rae antes de marcharse—. Lo has hecho muy bien tu sola.
Y sin más el chico corrió para reunirse con Terry lanzando un rayo que Gene tuvo que bloquear para no recibirlo. En ese momento Erika fue consciente de que Wise y Godmother eran del mismo clan, del clan del trueno. Mientras que ella había perdido a lo que tan solo podía considerar como un compañero, Rae muy probablemente habría perdido a un gran amigo.
Ella no tenía tanta confianza ni amistad con Hyperion y andaba lloriqueando por las esquinas, mientras que aquel para quien el albino era importante estaba ahí luchando y dándolo todo en combate para poder seguir viviendo un día más.
La ira por su debilidad se volvió decisión y con la mirada buscó sus dos espadas por el suelo de la habitación. Encontró la primera cerca de la puerta y la cogió con la mano derecha, la que tenía sana. Buscó la otra y la vio justo en la otra punta de la habitación, detrás de los cuatro chicos que combatían, sería difícil alcanzarla.
Erika bufó, las cosas no salían como ella quería ni siquiera cuando estaba decidida a hacer algo. Pero no iba a volver a autocompadecerse, si no podía usar sus dos espadas pues lucharía con una. Además por como tenía su mano izquierda no sabía hasta que punto sería bueno usar dos si no podría manejarlas bien. Quizás reducir a una que podía manejar mejor con ambas manos era lo más conveniente.
Entonces una idea llegó a su cabeza, pedir ayuda. Se sintió estúpida por no haberlo pensado antes y se giró son intención de salir de allí a todo prisa. Tiró del pomo de la puerta pero esta no se abría aunque empujara o tirara de ella. Se fijó mejor y se percató de que las bisagras y parte de la cerradura estaban congeladas, debió de hacerlo Terry sin querer al tratar de salvarla a ella.
Chasqueó la lengua y comenzó a golpear el hielo con el mango de su espada para romperlo, no llevaba ni dos golpes cuando sintió un tirón que la alejaba de la puerta. Fue golpeada fuertemente contra la pared pero esta vez por nada del mundo soltó su arma.
—No saldrás de aquí —indicó Jerry alzando el puño para golpearla.
Este fue frenado por Rae que llegó rápido desde detrás apartando a Ónimo de Erika. La chica entonces aprovechó para volver a ir hacia la puerta con el problema de que ya no había hielo, porque para empezar ni siquiera había puerta. Cuando Jerry la atacó debió aprovechar para fundir todas las piezas de metal de la puerta y sellarla como si fuera un muro de acero.
Con su vía de escape bloqueada se pegó a la puerta con discreción y generó niebla por la piel de sus piernas que se coló por la única rendija de la puerta que aún quedaba en la parte baja. Con suerte alguien la notaría y acudiría a ayudarlos, ahora el dilema es qué debían hacer mientras tanto para ganar tiempo.
Erika miró a sus dos compañeros que apenas podían contener a Gene y Jerry, pero estaban aguantando bastante bien. Se acercó al cuerpo decapitado del que había reconocido como el cuerpo de Hyperion y aguantando una arcada por la horrible visión miró en los bolsillos de este por si llevaba encima algo que pudiera serles de ayuda. Repitió este proceso con varios de los cuerpos que allí había hasta encontrar algo interesante.
—¡Aparta de ahí!
Una patada llegó a su estómago mientras revisaba uno de los cuerpos lanzándola varios metros. Terry lleno de ira por aquella acción volvió a abalanzarse hacia Gene que bloqueaba todos sus intentos de ataque.
Erika sin bacilar se puso de nuevo en pie y para sorpresa de todos se lanzó hacia Gishkhan como si tratara de placarlo y se agarró a su cintura. El chico se movió bruscamente para librarse de la peliazul sin éxito y Terry aprovechó para atacarlo una vez más con sus garras puesto que hacerlo con un ataque a distancia de su don podría ser peligroso. Resultando en un posible daño colateral para Erika.
Gene, enfadado y hastiado ya con la situación, de un puñetazo en la cara tiró al suelo a Archibald y agarró de un puñado a Erika lanzándola hacia el albino y esta cayó justo encima tirándolo de nuevo al suelo cuando trataba de ponerse de pie.
—Levanta —ordenó Erika a Terry levantándose ella también apresuradamente.
—¿Qué haces? —preguntó confundido el albino cuando al estar de pie Erika tiró de él para alejarlo de Gene.
—Tenemos que cubrirnos —se limitó a decir llevándolo consigo tras unas máquinas que había allí abajo y que podían funcionar como barricada— ¡Rae a cubierto! —gritó advirtiendo a su compañero.
Rae no comprendió nada pero no dudó de las palabras de la chica. Al instante se tiró al suelo detrás de unas cajas para sorpresa de Jerry y Gene.
—¿Pero qué...? —Jerry se interrumpió a sí mismo la pregunta al darse cuenta de lo que pasaba— ¡Gene a tu espalda! —gritó para advertirlo.
El más corpulenta palpó su ropa por la zona en la que Erika se había agarrado a él y notó algo pegado a ella.
—Que hija de puta —fue lo último que el mayor dijo antes de que aquel objeto pegado a su ropa estallara.
Por la fuerza de la explosión Jerry salió lanzado hacia una pared del fondo del sótano y Erika se abrazó a Terry que la cubría con su propio cuerpo temiendo que las maquinas no aguantaran como escudo. La explosión pasó en seguida, aunque les dejó los oídos pitando un poco durante un rato.
Erika y Terry, al igual que Rae, salieron de sus escondrijos para ver que sucedía. Terry estaba aparentemente inconsciente por ahí atrás y Gene ya no estaba lo que se decía entero, lo que le revolvió el estómago a Erika.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Rae no comprendiendo aún del todo la situación.
—Encontré una granada entre las cosas que llevaba encima unos de los soldados —explicó Erika—. Conseguí engancharsela en la ropa en el último momento.
—Menos mal que estás bien —suspiró aliviado Terry volviendo a abrazarla.
En la puerta se escucharon algunos golpes y todos se pusieron en guardia de nuevo. Al final esta fue derribada por un ataque de hielo que les hizo saber a todos que no era un enemigo, sino un aliado. Por la puerta vieron aparecer a Frost que miró con perplejidad el panorama que había allí abajo.
—Señor Frost —saludó de inmediato Terry a su superior directo.
—Acababa de llegar al edificio cuando vi salir niebla desde el sótano, y mientras bajaba las escaleras escuché la explosión —dijo mirando cada rincón de aquel almacén— ¿Qué ha pasado?
—Un ataque de dos de los catorce del acero, uno está por ahí detrás inconsciente —explicó Terry.
—¿Y el otro? —preguntó Shawn, pero por la cara de los menores no hizo falta que lo explicaran— Iré a por el de allí atrás —indicó.
—Menudo día —suspiró Erika y sus dos compañeros la miraron completamente de acuerdo.
—Chicos —escucharon que Shawn los llamaba y se acercaron hacia él—. Se nos escapó —dijo señalando un enorme agujero en la pared.
Sentía su corazón latir desbocado y cómo sus pulmones comenzaban a arder por llevar corriendo un buen rato por la nieve con aquel frío. Su nariz y mejillas estaban sonrojadas por la temperatura y sus manos estaban ya frías a pesar de los guantes del uniforme.
A diferencia de los guantes que llevaban los soldados de tierra, los pilotos llevaban unos más finos que les permitían manejar los aviones sin que nada les estorbara. Un error arriba podía ser fatal para ellos y por eso la ropa buscaba ser más práctica que caliente, después de todo dentro de la cabina de los aviones la temperatura era un poco más cálida debido al propio calor que daban los motores encendidos.
Al final la peliceleste tropezó con un montículo de nieve y cayó de bruces contra el suelo. Miró rápidamente hacia atrás comprobando que Ryoma no la había seguido.
—¡Mierda! —gritó sintiéndose humillada en aquel momento.
Había tenido que huir, ella, Abigail Coffee, tuvo que correr para no morir. Y no solo eso, había tenido que huir dejando a uno de sus compañeros atrás, quizás Whyte no era de su clan, pero era un compañero y lo apreciaba como tal. Desde que el Midnight War terminó, y Gabriel había muerto allí, se prometió a si misma nunca dejar a nadie más morir siempre que ella pudiese hacer algo para impedirlo.
Ella había estado allí, había estado sujeta a Wolfe y frente a Nishiki, podría haber intentado enfrentarse a él en lugar de huir y dejar al otro chico a su suerte. Debió de haberlo intentado al menos antes de simplemente rendirse. Apretó sus dedos al rededor de la nieve aún de rodillas y con el puño cerrado la golpeó llena de rabia.
En ese momento la imagen de todos aquellos cuerpos tirados en la plaza tiñendo la nieve blanca del color de la sangre la hizo quedarse paralizada. La imagen del momento exacto en el que Nishiki decapitó a Glass o la del cuerpo de Han tirado entre todos los cadáveres con aquella expresión de horror la hizo temblar ligeramente.
—No... —dijo casi en un susurro inaudible— ¡No! —gritó esta vez alzando bastante la voz.
De repente se reincorporó un poco, quedándose aún de rodillas sobre el frío suelo, y comenzó a golpear sus piernas con los puños cerrados.
—¡No tiembles, maldita sea! ¡No puedes tener miedo cuerpo estúpido! ¡Te lo prohíbo! —gritaba con la voz casi rota.
No podía permitirse sentirse débil y desprotegida ante un enemigo, no se sintió así durante el torneo y no pensaba dejarse vencer ahora que había llegado tan lejos. Su cuerpo siguió temblando a pesar de los golpes, aunque ya no estaba segura de si era por el miedo de sus recuerdos o por el frío que la carcomía después de estar tanto rato tirada en la nieve.
Por las palpitaciones que sentía en los muslos sabía que como mínimo se había dejado las piernas rojas por los golpes, sino es que le saldría un moratón a largo plazo. ¿Qué le estaba pasando? Todo iba bien hasta que se cruzó con aquel tipo, ¿de verdad había tanta diferencia entre ellos y los catorce del acero?
—¿Coffee?
Una voz la llamó y ella sobresaltada alzó la mirada al frente viendo asomada desde la puerta de un edificio a Nelly Raimon que la miraba a su vez sorprendida. En cuanto la mayor la reconoció se acercó corriendo hacia ella.
Raimon también vestía el uniforme militar del clan del hielo cuyo pulcro color blanco y plateado se veía manchado por el gris sucio del polvo y el rojo de la sangre. Fue este último color el que la preocupó, ¿estaría la segunda al cargo del clan del sol herida? Nelly notó la mirada preocupada de Abigail y se apresuró a aclarar la situación.
—No es mía —indicó—. En ese edificio había algunos soldados del acero tratando de poner otra bomba.
Abigail asintió dando por hecho que si ella estaba allí era porque ya se había encargado de los soldados y de la bomba, por lo que no había nada de lo que preocuparse. Nelly le tendió la mano para ayudarla a levantarse y Abigail, a pesar de su orgullo, no la rechazó. Se sentía casi sin fuerzas y estaba segura de que no hubiese podido levantarse por sí misma.
—Gracias —le dijo a la mayor en voz baja algo apenada por que la vieran en esa situación.
Nelly llevaba consigo una lanza, su arma de preferencia, pero esta era bastante diferente a la lanza que siempre había visto llevar consigo a Rina. Mientras que la de Rina era una lanza bisento de hoja semicurva, la de Nelly era una lanza partesana que acababa en forma de punta de flecha alargada. Su hoja ya estaba manchada de rojo indicando que efectivamente había sido usada en combates anteriores.
—¿Te encuentras bien? —preguntó la mayor.
—Si... es solo que... —Abigail paró un momento buscando las palabras para explicarlo todo rápido, pero sin parecer cortante y fría— William Glass, Samguk Han, Wolfe Whyte y al menos una veintena más de soldados han caído a manos de Ryoma Nishiki del clan del acero en la plaza principal del clan del hielo.
Aquello sorprendió a la chica. Al parecer ella tampoco se esperaba que un soldado del acero, por muy de la élite que fuera, pudiera con tantos soldados. Ademas siendo tres de ellos de los de alto rango del ejercito de La Resistencia. Al parecer aquel chico de habla extraña era excepcional incluso entre la élite de su clan.
—Será mejor que nos marchemos ¿te ha seguido? —preguntó Nelly refiriéndose a Roma.
—No lo sé —tuvo que admitir Abigail.
Había estado tan centrada en correr, en huir, que ni siquiera había pensado en comprobar que Ryoma no la había estado siguiendo. ¿Habría podido Wolfe frenarlo durante el tiempo suficiente?
—Da igual, solo vámonos antes que de que nos encuentre —dijo agarrando del brazo a la menor más algo volando entre las dos las detuvo.
Algo había pasado a gran velocidad entre las dos chicas y había cortado levemente la mejilla de Nelly. La castaña se tocó la mejilla y luego miró un aguja clavada en una pared unos metros mas allá.
—Definitivamente a los del acero les encanta ese truco —refunfuñó por lo bajo girándose a mire a su atacante.
Abigail sintió como su corazón volvía a acelerarse, temía girarse y encontrarse con aquel asesino del que había estado corriendo. Había tantos soldados en el clan del acero qué ¿qué probabilidad había de que fuera el mismo soldado?
—Soldado Abigail Coffee —la llamó de manera firme la mayor—. Mire a su enemigos y luche de frente, con honor, por todos sus compañeros caídos.
Aquellas palabras la hicieron pensar. Tofos aquellos soldados murieron luchando hasta el final, Whyte dio su propia vida para ayudarla a escapar, ¿qué sentido tenía di ahora ella temblaba como una cobarde? Lucharía de frente y hasta su muerte por todos ellos.
Tomó una profunda bocanada de aire enfriando sus ideas y al fin consiguiendo la valentía necesaria para mirar a aquel chico a los ojos, pues aunque aún no sabía de quien se trataba la forma de hablar de Raimon se lo dejó claro. Como ya sabía se cruzó con los ojos oscuros de Nishiki que seguía sosteniendo sus dos katanas en las manos y su expresión seguía siendo solemne e incluso algo alegre para la situación.
—¡Vaya! No me esperaba encontrarme con la hija del jefe del clan del sol —dijo asombrado—. La famosa Nelly Raimon ¡Será un placer enfrentarme a ti, pardiez!
—Es una pena no poder decir lo mismo —dijo la castaña girando su lanza entre sus manos para colocarse en posición de ataque.
Abigail sabía que huir en aquella ocasión no era una opción. Esta vez lucharían hasta que una de las dos partes cayeran. Lo que aún lamentaba era no tener ningún arma como apoyo pero no se quedaría de brazos cruzados, lucharía cuerpo a cuerpo si era necesario aunque no fuera su punto fuerte.
Nelly fue la primera en lanzarse al ataque y la lanza fue frenada por una de las katanas de Ryoma que la levantó casi sin esfuerzo mientras que Nelly si parecía ponerle ganas.
—¿Qué tan buena será la sucesora del clan del sol? —preguntó formando una sonrisa—. Enseñame el poder de tu clan.
—Te arrepentirás de pedirme eso —sonrió también la chica y de un salto retrocedió tomando carrerilla para lanzar numerosos y continuos golpes.
Ambos se habían enzarzado en un combate tenso en el que no podían perder la concentración, un error sería fatal. Abigail quería ayudar pero no encontraba la forma. Ya sabía que bloquear la visión del chico con la niebla no serviría de nada, todo lo contrario, pondría en desventaja a Nelly. Además con aquella velocidad y agilidad en sus ataques si ella se metía podía estorbar a la mayor.
Apretó los dientes moviendo la mirada por cada lugar pensando en algo que pudiera hacer. Si hubiera estafo García habría podido tratar de matar a Roma con la niebla tóxica y si fuesen los Sesame acabarían en seguida gracias a los golem y gigantes de niebla que podían crear. Ella en cambio no podía generar esos grandes golems, podía hacer que su niebla se volviera dolida hasta cierto punto, pero no a ese nivel.
Movió la cabeza quitándose las ideas pesimistas de la mente, ahora lo importante era ayudar aunque fuera un poco. Se agachó colocando las manos sobre el suelo y comenzó a crear una espesa niebla que dirigió hacia el chico. Trataría de copiar el ataque del clan del hielo que vio usar en algunas ocasiones a Liliya o Infinity. Atraparía sus pies para que no pudiera moverse como si se los hubiera congelado.
Como si Roma hubiese visto sus intenciones comenzó a moverse mas, apenas se estaba quieto unos segundos en el mismo sitio, lo que dificultó a Abigail su captura. Si no tenía cuidado podría dejar atrapada a Nelly por ellos y eso no sería bueno.
De un momento a otro Roma soltó por encima de la cabeza de Nelly dando una voltereta en el aire y corrió directo hacia Abigail colocando su katana en posición. La peliceleste creó unos látigos de niebla que usó para tratar de atacarlo o frenarlo, pero el chico pudo esquivarlos e incluso "cortarlos" de alguna forma y continuar hasta estar peligrosamente cerca de la chica.
Cuando levantó la espada una esfera de luz lo golpeó haciendo que una de sus espadas cayera al suelo y el retrocediera por el impacto. Soltó una leve risa y Nelly formó una nueva esfera en su mano libre, aquella con la que no sujetaba su lanza.
—Abigail, cierra los ojos —ordenó la castaña y ella no la cuestionó.
Nelly soltó la esfera en el aire y con su lanza la corto por la mitad haciéndola estallar con un gran destello que Abigail notó incluso aunque tenía los ojos cerrado. Un ataque así podría haberla cegado de no haber sido avisada.
Para cuando abrió los ojos de nuevo ella y Roma volvían a estar en una lucha demasiado igualada para su gusto. Bufó cansada por la situación que no parecía inclinarse a ningún lado, o al menos eso pensaba hasta que notó un nuevo corte en el brazo derecho de Nelly. Eso le hizo fijarse mejor y notó que la chica ya tenía varios cortes por su cuerpo, afortunadamente todos parecían ser superficiales. Lo malo era que eso significaba que Nelly se veía en ocasiones superada por Ryoma.
Abigail se puso a pensar de nuevo buscando otra forma de hacer las cosas. Imitar a otros clanes no estaba funcionando, hacer algo que ella misma no había practicado tanto no iba a funcionar contra un chico con el nivel de Nishiki, debía ganar usando sus propias habilidades, cuanto más pulidas mejor.
Su mayor punto fuerte era el pilotaje de aviones, pero esa opción era imposible en aquel momento. Su otro punto fuerte era el tiro con arco, después de todo ella había sido arquera antes de unirse a las fuerzas aéreas. Aún seguía practicando muy a menudo, no había perdido practica y eso era bueno, aun tenía una oportunidad.
Lo malo era que de donde iba a sacar un arco y flechas. No era el momento de ponerse a buscar entre los cuerpos de los soldados si alguno era arquero, y a armería quedaba bastante lejos de donde ella estaba ahora mismo. No cometería el mismo error que con Wolfe, no iba a dejar a Nelly sola.
Pensó de nuevo en sus compañeros de clan, repasando de nuevo las habilidades de creación de los Sesame ¿podría quizás ella hacer algo así? Se miró sus manos dudando de ello. Crear un arco y flechas de niebla sólida no sería fácil pues no solo tendría que aguante la forma del arco entre sus manos, también la forma y rigidez de la flecha incluso después de ser lanzada a gran velocidad.
Escuchó un quejigo y miró a la batalla, Nelly había vuelto a recibir un corte por parte de Roma en la pierna. La mala noticia es que esta vez si parecía ser algo más grave, Nelly perdía potencia, tenía que hacer algo ya.
Suspiró y cerró sus ojos concentrando toda su energía en su interior. Recordaba levemente la corta explicación que Hocus le dio en su momento sobre como creaban a sus monstruos.
—No es algo que debas pensar mucho, dolo tienes que sentirlo —explicaba confundiendo a Abigail—. Piensa en lo que quieres hacer, acumula la energía y suéltala con la forma de tu cosa deseada.
—¡Es algo así como magia para tontos! —gritó Pocus riéndose de la situación.
Gruñó al recordar las palabras del gemelo menor. Pocus tenían un don para enfadarla incluso sin estar presente.
Tomó aire una vez más dejando su mente en blanco y pensando en la forma del arco que solía usar. La niebla fue reuniéndose en sus manos formando el objeto que quería. Agarró la cuerda del arco tensándola y una flecha apareció en ella. La disparó rápidamente pues la niebla comenzaba a hacerse inconsistente y sabía que su concentración no duraría mucho. La flecha voló y rozó el brazo de Roma pero este pudo esquivarla.
Aunque la esquivó Nelly vio una abertura por fin en la postura del chico y fió una lanzada que cortó su costado. Roma fió un tras pié y al final, por primera vez en toda la batalla, fue Nishiki quien retrocedió sujetándose la herida que comenzaba a sangrar.
Abigail se sintió contenta por haber sido de ayuda por fin, pero aún no se sentía satisfecha. Quería hacer algo más, sabía que podía, y luchó con todo lo que tenía para que el arco no desapareciera como el humo.
Nelly había comenzado a atacar de nuevo y Abigail inspiró apuntando de nuevo a Ryoma al tensar la cuerda. Una nueva flecha apareció y cuando estuvo segura del disparo soltó la cuerda. La flecha se elevó en lugar de ir directa a Ryoma y estando en el aire se creó una mayor cantidad de niebla formando así más flechas que cayeron como una lleva hacia los chicos que combatían abajo.
Roma se confió y agarró a Nelly de un brazo sabiendo que Abigail no atacaría lo que el chico no sabía y descubrió demasiado tarde por la sonrisa de las dos chicas es que de entre todas las flechas, la única verdadera y que dañaría como una de verdad era la primera que había lanzado. El restos de las flechas eran tan solo una distracción.
Supieron que el plan salió perfecto cuando Nelly regresó andando hacia Abigail después de que la flecha atravesara el corazón de Nishiki.
—Gracias por la ayuda —agradeció la castaña con una leve sonrisa.
Por fin parece que estoy retomando el ritmo de actualizaciones tras unas semanas reguleras XD
Después de la triste muerte del Laurel hemos llegado con un capítulo algo mas tranquilo sin ninguna baja por el momento del lado de nuestros niños :*
Trataré de seguir y no perder el ritmo retomado para traer el siguiente capítulo este jueves ¡Ya estaño en la recta final de Midnight War! Pronto veremos el desenlace de la historia tras sus dos temporadas.
Como último aviso decir que en cuanto Midwar termine en lo que estimo dos semanas, subiré a mi blog, el nuevo de 2021, los avisos respecto a los nuevos días de actualizaciones y a la nueva organización con los fanfic restantes que sería Olympus, Horror Circus y LHNM.
~Nova/Dreamer ♥
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