Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo uno.

Cuando el reloj dio las doce en punto de la noche, caminé por el pasillo en penumbra, sintiendo las láminas de madera crujiendo bajo mis pies descalzos.

Avancé hasta llegar a la habitación tenuemente iluminada de mi pequeña hermana. Estaba arropada bajo las mantas blancas de algodón, conectada a aquellas máquinas que, de manera artificial pero eficaz, la mantenían con vida.

Me senté en la butaca junto a su cama y acomodé un rizo de su cabello rubio tras su oreja. Ella se despertó, y me miró, con sus ojos celestes.

-¿Vienes a contarme una historia?-susurró con su voz suave.

Asentí ligeramente.

-No creo que recuerdes esta historia, pero sucedió hace cosa de dos años.

»Escarlata Glaio era una mujer de algo más de treinta años, de cabello pulcramente cortado por los hombros, de un negro tan oscuro como sus ojos, pero mejillas tan rojas como sus labios. Siempre iba vestida completamente de escarlata. La conocí junto a mi inseparable compañero felino, Tefuel, en una taberna de una de las bocacalles de las Ramblas.

»Tras sus opacas y redondas gafas de sol, Escarlata me observó con pleno detalle desde el momento en el que entré a la taberna, en busca de un teléfono para hacer una llamada de urgencia. Se acercó a mí y me agarró el rostro, clavándome sus escarlatas y puntiagudas uñas en la barbilla y las mejillas.

»Costosamente, me deshice de su agarre, pero dejó unas profundas heridas en mi rostro, cuyas cicatrices aún son notables.

»-¿Qué diablos haces?-exclamé, mientras me secaba la sangre del rostro con el dorso de mi vestido gris de mangas largas, con un lazo blanco atado en la cintura.

-¡Debía ser precioso!-exclamó Fiona, con una sonrisa.

-Lo era-dije con una sonrisa-. Volvamos a la historia.

»Esarlata me observó con una sonrisa y dijo: -Pequeña, eres justo lo que ando buscando.

»La miré sin comprender, hasta que la voz grave y áspera del tabernero me distrajo:-Ya puedes llamar, jovencita.

»Agarré el mugriento teléfono celeste y marqué el número del colegio al que en aquella época iba, y carraspeé, fingiendo mi mejor voz de adulta.

»-Colegio Internado Nuestra Señora Santa Teresa de Jesús, Barcelona, ¿en qué le puedo ayudar?-dijo la voz suave de la secretaría, María.

»-Buenas tardes, buena señora. Soy Luisa Fernández, tutora legal de la señorita Marina Talliet, alumna de vuestra institución -dije, fingiendo la voz de Luisa completamente a la perfección.

»-Espere un segundo que compruebe nuestros archivos, ¿en qué curso está?

»-Noveno grado.

»Tras un eterno instante, María volvió a hablar: -Oh, sí, la señorita Talliet, una de nuestras mejores alumnas.

»Carraspeé, aún con la mirada de Escarlata sobre mí:-Verá, mi buena señora, mi persona, junto a mi marido Martín Denían, y nuestra querida Marina, partiremos en un viaje de varios meses, por lo que estará ausente en sus clases durante dicho periodo de tiempo.

»-Oh -susurró María-. De acuerdo, señorita Fernandez, avisaré a sus profesores y compañeros.

»-Gracias por comprenderlo. Marina pasará por allí en...-Miré el reloj, que marcaba las una en punto-...cuarenta y cinco minutos. Adiós, y gracias de nuevo.

»-De nada, señora.

»Y colgué. Dejé cincuenta pesetas en el mostrador y una sonrisa hacia el tabernero, y me encaminé hacia la cárcel, también llamada Colegio Interno de Nuestra Señora Santa Teresa de Jesús.

»Barcelona parecía más brillante y animada desde que supe con plena certeza de que aquella sería la última vez que pisaría aquel horrible lugar.

»Durante mi camino hacia la colina la cual coronaba el viejo internado, Escarlata Glaio comenzó a caminar junto a mí, con sus tacones escarlatas resonando contra los adoquines con cada paso que daba. A mi derecha, Tefuel, a mi izquierda, la enigmática mujer de escarlata, todos en conpleto silencio. Hasta que ella lo rompió:-Escarlata Glaio, investigadora de la Policía Nacional.

»La miré con una sonrisa:-Marina Talliet, espíritu libre y futura ex estudiante de noveno grado.

»Ante mi comentario, Escarlata sonrió como un felino a punto de lanzarse sobre un gorrión herido, lo que me asustó, pero a la vez me gustó.

»Durante los próximos seis meses, Escarlata se convertiría en mi mejor amiga, y junto a ella resolvería el peor crimen alguna vez sucedido en la ciudad de Barcelona, pero eso ya te lo contaré mañana, Fiona.

Ella sonrió ampliamente: -De acuerdo, esperaré impaciente.

Besé su suave mejilla y, una vez se quedó dormida, me levanté y caminé con cuidado hasta la habitación contigua a la de mi hermana. La habitación estaba tenuemente iluminada por la luz de un candelabro, y en ella había periódicos viejos y cartas olvidadas.

Me senté en el frío suelo y cogí con cuidado a Tefuel, mientras acariciaba su suave lomo rojizo, las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro