
🎄 Especial de Navidad 🎄
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24 de diciembre
14 hrs.
Mis padres cada año ofrecen un banquete real y acostumbramos pasar estos dias en la finca que tenemos a las afueras de Madrid.
Mi familia cercana nos acompaña, la cual consiste en: mi querida abuela, mi tío Arturo quién es el segundo en la línea de sucesión al trono, con su esposa y mi "encantadora" prima Estefania. Mi otro tío Máximo con su esposa y mi primo Bastián y mi tía María Elena con mi primito Levi. Solemos pasar días en familia, o mas bien, fingimos llevarnos bien e intentamos hablar como personas civilizadas.
Aunque somos pocos, cada año siempre hay una disputa entre mi padre y su segundo hermano pero nadie se atreve a discutir en la cena por la presencia de mi abuela.
Gracias a ella, hay algo de paz en esta familia, no quiero imaginar que pasará cuando ya no esté.
Es por eso, que estoy dándole una mini clase de etiqueta a Pablo sobre los cubiertos que utilizará esta noche.
Es la primera vez que va a conocer al resto de mi familia y es normal su nerviosismo.
—¿Dudas? —pregunto después de explicarle que tenedor, cuchara y cuchillo usar para los diferentes platillos.
—El tenedor de 3 dientes, para qué era? —lo señala sobre la mesa que pedí que prepararán con todos los cubiertos, simulando la cena de esta noche.
—Para los postres
Él asiente y toma notas en el móvil.
—Y la cuchara mas pequeña?
—Para café o té, no creo que esa la vayas a usar por eso no la mencione
—Nunca sabes lo que pueda pasar —me da una mala mirada a la vez que teclea en su móvil, yo ruedo los ojos.
Después de que queda claro la función de cada cubierto, paso a lo mas importante en mi opinión, que son los modales en la mesa.
Ambos nos sentamos en la mesa para que sea mas fácil de entender.
—Los más alejados del plato son los que utilizarás primero, y de allí hacia el plato, en ese orden deben ser usados. Al tomar los cubiertos, debes evitar que tu antebrazo y codo toquen la mesa...
Y así nos pasamos las siguientes horas: entre mi explicación y Pablo interrumpiendome cada 3 minutos para alcanzar a escribir todo.
❄️
17 hrs.
El resto de mi familia llegó hace una hora, así que decido que ya es momento de cambiarme por la ropa que Dulce preparó desde hace meses.
Un vestido blanco muy elegante, me hubiera gustado poder usar mi collar de osito pero debido al cuello del vestido es inviable.
Desde que voy bajando por la escaleras las decoraciones de Navidad se hacen presentes, voy hasta el vestíbulo donde observo el gran árbol en la entrada.
Y como película en slow motion, veo bajar a mi novio en ese traje negro fino y refinado, se ve tan bello.
—Te ves magnífico —hallo las palabras cuando lo tengo delante.
—La que se ve maravillosa eres tú —me recorre con una mirada llena de fascinación. —No pareces de este mundo —agrega y no me deja replicar porque me besa. —Y eres mía —murmura sobre mis labios.
—Plenamente tuya —vuelvo a sellar nuestros labios en un beso lento.
Que bonitos se ven sus ojos después de besarnos. Pienso.
Una persona de servicio se me acerca y me entrega la cajita que le pedí, una vez en mis manos se la doy a Pablo.
Él la mira confuso y le pido con la mirada que la abra y así lo hace.
Saca de su interior una mancuernilla de oro blanco con sus iniciales "PG".
—Creí que los regalos eran hasta la noche
—Este no es tu regalo, solo es un detalle —esbozo una pequeña sonrisa.
Le ayudo a colocarsela en el puño de su camisa y contemplo el resultado final agregando un toque elegante a su atuendo.
Pablo luce como todo un niño rico e inevitablemente me muerdo el interior de mis labios.
—¿Cómo me veo? —se acomoda el cuello de su camisa por sexta ocasión. —Me veo demasiado pijo —añade y yo suelto la risa que ya no aguantaba.
—Te ves sofisticado —corrigo.
Todavía no era la hora de la cena, por lo que le doy un recorrido a Pablo por la estancia ya que no habíamos tenido tiempo antes.
Cuando llega la hora, el olor a cedro y sándalo nos reciben al entrar al gran comedor, donde ya estaban mis padres, mi abuela y mi tía con mi primo menor.
Llegó el momento de presentar a Pablo con mi abuela, quien es la única persona de mi familia que realmente me importa lo que pueda opinar sobre mi novio.
Mi relación con mi abuela siempre ha sido buena, es como una madre para mí.
—Abuela, te quiero presentar a una persona especial para mí —llego hasta ella con el brazo entrelazado al de mi novio.
—Estoy encantado de conocerla, señora —Pablo hace una reverencia y mi abuela no deja de examinarlo con la mirada.
—No creí que viviría para el día en que me presentarás a un chico —me dice y sonrió. —¿Cuál es tu nombre? —se dirige hacia mi chico.
—Pablo, señora
—Pero ven, acércate, no tengas miedo
Pablo se separa de mí y camina unos pasos hacia mi abuela.
—Bienvenido a la familia —mi abuela le da unas palmaditas en el hombro y lo abraza. —Pero que fuerte estas —añade cuando se separan y los tres reímos.
Luego le presento a mi tía Maria Elena y su hijo Levi de 7 años.
—Gavi soy tu fan
—Hola campeón —Pablo se agacha a su altura para saludarlo.
—Traje mi balón, me lo podrías firmar, por favor?
—Ni que fuera Messi —volteo al origen de la voz y veo a mi querida prima hacer acto de presencia con un vestido rojo y un collar de diamantes muy bonito.
Tenemos la misma edad, pero nuestra relación nunca ha sido la mejor. Sin contar su personalidad no grata, su familia siempre ha deseado el trono, pero con la muerte de Sofía esos ideales se intensificaron.
Es absurdo como mi tío crea que su familia puede llegar a gobernar, encima no es consciente del daño que le hizo a su propia hija.
—Claro que te lo firmo —responde Pablo ignorando el comentario descortés.
—Hola Estefania —la saludo solo por educación y porque es Navidad.
—Hola primita, y él quién es? —ladea la cabeza en dirección a Pablo.
—Mi novio, Pablo, Estefania mi prima —los presento.
—Hola, un placer —saluda mi novio y mi prima solo asiente.
Toda mi familia ya esta presente, por lo que le presento al resto de mis tíos y mi primo Bastián que casualmente tiene la misma edad que Pablo.
Todos tomamos un lugar en el comedor, los cubiertos estan perfectamente colocados sobre la mesa.
No paso desapercibidas las miradas de las esposas de mis tíos hacia Pablo, ni siquiera se esfuerzan en disimular.
Nadie aquí cree que mi relación con él vaya en serio o tenga un futuro siquiera. Pero no le doy espacio a la opinión de los demás en mi vida.
La primera entrada es relleno casero de salvia y cebolla.
Veo con una leve sonrisa a Pablo, quien toma los cubiertos correctos. Él me regresa la mirada sonriendo también.
La segunda entrada: coles de bruselas con tocino y castañas con papas asadas.
Mientras mas la cena transcurre es evidente que mi padre y mi tío Arturo fingen llevarse bien pero sus ojos dicen otra cosa.
Es hora de mi parte favorita, el postre, y me atrevo a decir que nuestro chef hace los mejores postres del mundo.
Nos sirven el tradicional pudín de Navidad con salsa de brandy que tanto extrañaba.
Antes de finalizar la cena, nos ponemos de pie y mi padre da su clásico brindis con champagne.
—Querida familia, en esta fecha de alegría, paz, esperanza y solidaridad, deseo manifestar mi más sincero agradecimiento por su presencia en este evento. Propongo un brindis: para que todos tengamos una Feliz Navidad, y para que el próximo año, nuestros lazos se fortalezcan, felices fiestas y un próspero año nuevo a todos ¡Salud!
Dicho el discurso de mi padre como cada año, alzamos nuestras copas todos juntos y brindamos.
❄️
𝐆𝐀𝐕𝐈 ⋆·˚ ༘ *
Nunca había comido algo tan delicioso en mi vida.
Perdóname mamá.
Tanto lujo y ostentosidad definitivamente no eran lo mío, pero podía acostumbrarme por Melissa.
Al salir del baño, una persona de servicio me ofrece crema, que elegancia.
Voy de regreso al comedor, esparciendome la crema por las manos cuando aparece la prima de Melissa frente a mí.
—Hola
—Hola —la saludo cortésmente y continuo mi paso pero ella vuelve a plantarse en mi camino.
—Quería hablar contigo
—Sobre qué? —estoy muy confundido, no entendía de que pudiéramos hablar ella y yo.
—Sobre Melissa, obvio
Asiento un tanto inseguro y ella me jala del brazo hasta entrar a una sala vacía.
Me empuja a uno de los sillones y en un parpadeo ya esta de rodillas con sus manos sobre mi cinturón.
—¡¿Qué cojones haces?! —la aparto y me pongo de pie en breve.
—Estamos solos, no tienes que fingir, toda la cena estuviste mirándome
¿De qué mierda hablaba? Solo la mire cuando nos presentaron.
—Te daré el mejor polvo de tu vida —intenta acercarse de nuevo pero yo retrocedo.
—Esto es un malentendido, estoy con Melissa, no me interesas tú ni nadie mas que no sea ella, si me disculpas
Salgo de esa sala sin esperar respuesta alguna y regreso con todos los demás totalmente aturtido por lo sucedido.
Todos están en un salón amplio, donde hay otro árbol de Navidad no tan grande como el del recibidor pero igual es impresionante. Lleno de cajas y bolsas de regalo, yo tenía mi obsequio en el bolsillo de mi saco.
Veo a mi chica junto a su primo y una tía, cuando me siente llegar a su lado por instinto toma mi mano.
—Fue un gusto que nos acompañaras en la cena de este año —me dice la señora como si no tuviese posibilidades de pasar otra Navidad con ellos.
Yo mantengo el rostro serio mientras ella se marcha.
—Una disculpa por los comentarios de mi madre, Melissa ya la conoce pero tú no —me dice Bastián. —Te acostumbraras
—Gavi, podemos jugar? —Levi, el primito de Melissa viene hasta nosotros con un balón entre sus brazos.
—Levi, ya quedamos que no —habla Bastián molesto.
—¿Por qué? —pregunto, yo no veo problema en salir a jugar.
—Ah, no te molesta? —Bastián me mira con los ojos bien abiertos.
—¿Quieres jugar? —me pregunta Melissa y yo asiento.
—Antes, Gavi recuerda que vas a firmar mi balón
—Claro —hago un gesto para que me pase el que sostiene.
—Este no —niega riendo. —Este es para jugar, mi balón de oro esta en mi habitación, ven
Le doy una última mirada a Melissa antes de ser arrastrado por un niño de 7 años.
𝐌𝐄𝐋𝐈𝐒𝐒𝐀 ⋆·˚ ༘ *
Pablo desaparece con Levi y Estefania no tarda en unirse a nosotros, de inmediato Bastián saca una excusa para irse.
—Eres mi prima, por eso tengo que decirte esto —hace una pausa de suspenso. —Tu novio intentó besarme
—En verdad esperas que crea eso? —ruedo los ojos con fastidio.
Creí que Estefania había madurado pero veo que no.
—Puedes preguntarle a la persona que esta fuera del baño, él vió todo
—Ya no tengo 7 años, cuando me creía todo lo que me contabas, Estefania
Ella solo se va resonando sus tacones por la sala y moviendo las caderas.
Unos minutos después, Pablo y Levi regresan con la misma idea de salir a jugar fútbol a pesar del frío horrible que hace.
Antes de salir, Pablo me pide hablar, por lo que nos quedamos atrás mientras mis primos salen primero.
—Tengo que decirte algo —se rasca la nuca. —Tu prima intentó acercarse a mí de una manera inapropiada
—Explícate —me cruzo de brazos.
Conozco muy bien a mi prima, puedo darme una idea a lo que se refiere Pablo.
—Pues que intento —señala sus pantalones. —Pero yo la aparte -
—Pablo —lo interrumpo. —Esta bien, ya entendí, te creo —le doy un corto beso.
Estefania estaba loca, esta vez cruzo todos los límites.
Antes de salir, una persona de servicio nos brinda unos abrigos y me cambio por unos zapatos mas cómodos que los de tacón que traía.
Todos nos reunimos en el jardín de la parte de atrás, que esta rodeado por pinos y otros árboles y mas allá esta un bosque dentro de la propiedad.
—Solo estoy aquí porque mi madre me obligó —Estefania llega y se cruza de brazos.
La ignoramos y Pablo nos organiza de acuerdo al número que somos y adapta las reglas del partido.
Somos 5, por lo que le pido a Robert que se una para que los dos equipos esten iguales.
Formando dos equipos de 3 integrantes.
Pablo, Levi y yo somos uno, y Estefania, Bastián y Robert el otro equipo.
Si Sofía estuviera aquí estaríamos completos.
Me llega el pensamiento, hace mucho que no pensaba en ella. Pero es inevitable no recordarla en víspera de Navidad.
Sacudo la cabeza y me enfoco en el aquí y ahora.
Las porterías son entre los pinos mas altos.
Iniciamos el juego con un saque en el centro del terreno, cuando el balón cae en mis pies, se lo paso a Pablo y es el primero en anotar gol entre los dos pinos del equipo contrario.
Levi da un salto para chocar las palmas con Pablo mientras suelta un chillido.
Algo que teníamos en mi familia es que no nos gustaba perder, teníamos un orgullo que mantener.
Por lo que Bastián se comienza a tomar en serio el "pequeño juego", hace de todo por quitarle el balón a Pablo, pero es hasta que el balón esta en los pies de Levi que logra arrebatarlo.
Él se lo pasa a Estefania que esta mas cerca de nuestra portería, así que yo corro hasta ella y en lo que intento quitarle el balón suelto mi cólera.
—¿Qué pensabas al hacer ESO con Pablo? —recalco la palabra "eso" y sé que ella comprende a la perfección a lo que me refiero.
—Tu novio pasó la prueba, al parecer no te es infiel, mi regalo para ti, Feliz Navidad prima —es una descarada al sonreirme.
—Gracias por un regalo que nunca pedí —hablo con sarcasmo.
—Justo por eso se llama regalo —me da una de sus mejores sonrisas: una falsa e hipócrita.
No permito que se lleve el balón y por accidente lo pateo de más, mandándolo lejos.
Esperamos a que una persona de servicio vaya por él y cuando regresa con el balón reanudamos el juego.
Cuando Robert tiene el balón en su poder, no duda en pasármelo y doy directo a la portería.
—¡Eso fue trampa! —la voz chillona de mi prima se hace presente en medio de mi celebración.
—Técnicamente no se violo ninguna regla —habla Pablo.
—¡Ash! Esto apesta
—Tú apestas —dice Levi y todos reímos, menos Estefania que regresa adentro enojada.
Un copo de nieve resbala en mi mejilla y luego otro.
La primera nevada que presenciaba junto a Pablo.
No pude evitar pensar en ese kdrama donde pasar la primera nevada del año con tu pareja significa que ese amor se volverá verdadero, pero nuestro amor ya era verdadero, no necesitaba más.
Los tejados de la finca pronto se cubren de nieve, al igual que todo el jardín se comienza a bañar de blanco.
—¡Hagamos un mono de nieve! —grita el pequeño Levi y seguimos sus órdenes.
Nunca había hecho un muñeco de nieve, y mi primera vez resulta ser un desastre.
Esta todo deforme, si la persona de servicio pudiese, se burlaria en nuestras caras.
—Meli, no hagas esa cara, es que falta lo mas importante
Levi me pasa un sombrero negro con un moño para ponérselo al muñeco de nieve, mientras Pablo le acomoda una bufanda roja.
Como último paso, le coloco el sombrero y puedo decir que se veía peor pero Levi lo contempla encantado.
Nos tomamos una foto con el muñeco de nieve a petición de mi primo pequeño.
Me giro hacia Pablo y observo sus pestañas blancas a causa de la nieve.
Estábamos congelandonos, así que decidimos que ya es hora de regresar adentro.
❄️
24 hrs exactas.
Estamos en los sillones alrededor del árbol de la sala principal donde se encuentran todos los regalos.
Es la hora de abrirlos, el momento que menos me gustaba de la Navidad.
Cada uno de los regalos debajo de ese árbol los escogió alguien ajeno a nosotros.
Prácticamente son regalos vacíos y huecos.
—Ven —Pablo me susurra al oído y lo sigo sin soltar su mano.
Subimos hasta mi habitación.
—Debes disimular Melissa, tu cara dice que no te gusta estar ahí
—Puedo darme el lujo de no disimular cuando no hay cámaras presentes —hago una pausa. —Es que odio abrir regalos que no tienen una intención
—Entonces, este si te va a gustar —él saca una cajita de su saco y me la extiende.
Yo me acerco y la tomo emocionada.
Abro la cajita de terciopelo azul, y hay un collar, el mismo collar de osito que me compró en Milán pero con diamantes Swarovski incrustados por toda la figura.
—Me encanta —levanto mi mirada y veo esos ojos marrones tan hermosos.
Pablo me coloca el collar en ese momento y yo voy hasta mi espejo para contemplarme.
—Que sepas que para mí el primero tiene un mayor valor —sostengo el nuevo collar en mi cuello.
—Lo sé —desliza sus brazos por detrás de mi cintura y deposita un beso en mi mejilla. —Pero quería darte algo mejor, algo que sea digno de ti
Una sonrisa tonta se forma en mi rostro.
—Haces que mi regalo se vea pobre —me giro cara a cara con él aún sujetandome de la cintura.
Él niega sonriendo sobre mis labios.
Nos separamos y voy hasta mi walk in closet por el regalo que tenía preparado para Pablo.
Regreso con él y le entrego el envoltorio de papel navideño.
Él se sienta en mi cama y rompe el papel como un niño.
El contenido es visible, Pablo abre el libro y contempla sus hojas.
Es un Our adventure book, lleno de fotografías nuestras y con pequeñas notitas escritas por mí.
Me parecío buena idea regalarle algo hecho por mí, con amor y cariño.
—Es perfecto —es todo lo que dice mientras pasa las hojas viendo las fotos.
—Si?
Él levanta la mirada, deja el libro a un lado y se pone de pie dando pasos hacia mí.
Me da un beso efusivo, no suave, sino exigente.
En automático, llevo mis manos a su nuca y acaricio su pelo.
—Te amo, es el mejor regalo que pude haber recibido —me da un beso en la mejilla y yo vuelvo a unir nuestros labios con hambre de su toque.
No sentir sus labios sobre mí es similiar a no tener oxígeno.
Intento subir a él y rodear su torso con mis piernas pero mi vestido no me lo permite. Él se burla de mí y yo golpeo su duro abdomen pero ni se inmuta.
—Toma —le doy el borde de mi vestido y lo subo hasta mi cintura.
—Si, Majestad
Ahora si puedo hacer lo que quería, me carga y se sienta en la cama conmigo encima.
Él introduce sus manos debajo de mi vestido sin dejar de besarnos. Sus manos frías hacen contacto con la cálida piel de mi abdomen.
Yo lo tumbo sobre la cama de espaldas, y acaricio su pecho sobre la tela del traje.
En un instante, el sonido de unas hojas siendo aplastadas se escucha.
—Cuidado con mi libro —Pablo se queja sobre mis labios.
Me deja a un lado, y toma el regalo que le di hace unos momentos.
—No le paso nada —digo yo mientras él lo inspecciona cuidadosamente.
—¿Recuerdas esta foto?
Me acerco y descanso mi cabeza sobre su hombro.
Es la foto que nos tomamos en Milán.
—Creo que olvidas que yo pegue cada una de las fotos
Pasamos el resto de la noche recordando nuestras memorias.
Los momentos mas sencillos son en realidad los mas bonitos.
❄️
☃️
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25 de diciembre
7:50 AM
𝐆𝐀𝐕𝐈 ⋆·˚ ༘ *
La abuela de Melissa tiene una vieja tradición: ir de caza la mañana de Navidad.
No soy nadie para cuestionar esas tradiciones y quiero esmerarme por agradarle a su familia.
Así que, anoche cuando Doña Cecilia me invitó a unirme no pude negarme.
Temprano, una persona de servicio me despierta y me proporciona ropa y zapatos especiales para ir de caza.
Salgo al patio donde me encuentro a los tíos y a Bastián igual de uniformados que yo. Saludo a todos y a esté último es con quien me acerco finalmente.
Tenemos la misma edad por lo que me siento mas cómodo estando con él.
—¿Ya has cazado antes? —me pregunta y niego. —Tranquilo, solo cazamos patos y alguna que otra ave, son los únicos animales que hay por aquí, aunque si tenemos suerte, tal vez veamos un jabalí o un ciervo, cuando tenía 10 años...
Y así comienza a contarme sobre años pasados donde solían encontrarse jabalíes pero de un año para acá desaparecieron. Si, me pregunto por qué.
La abuela de mi novia y su padre no tardan en llegar y emprendemos camino.
Ya no había nieve, pero el frío calaba en los huesos.
Doña Cecilia va caminando apoyándose de una persona de servicio.
—A mi la vista ya no me da para cazar —dice a mi lado. —Pero es algo que herede de mi padre
—Abuela, ¿cuándo nos va acompañar Levi? —pregunta Bastián.
—Dijo tu tía que hasta que cumpla 14 años
—¡Pero si yo te acompaño desde los 10!
—Porque tu mamá estuvo de acuerdo
Cuando nos adentramos en el bosque, las personas de servicio que nos acompañan nos reparten armas a cada uno.
Yo sujeto el rifle inseguro, nunca había tenido un arma en mis manos antes.
El rey y su segundo hermano no paran de cazar patos y ardillas.
Esto mas bien parece una competencia por ver quien le da mas animales a su madre.
—Déjenle algo a Pablo —le dice la señora a sus hijos.
—No, yo ni siquiera se usar el arma
—Hubieras dicho eso antes —me regaña.
—Abuela, olvidas que es futbolista —dice Bastián a mi lado aguantandose la risa.
—¿Futbolista? —ella arruga su frente y se me acerca. —A ver muchacho, si yo aprendí a los 11 años, que tú no puedas hacerlo
Una señora arriba de 80 años me enseña como cargar y descargar un rifle.
Me explica la posición para disparar, como soy novato me recomienda la posición de rodillas que me permite mantener en equilibrio la mano de apoyo sobre mi rodilla, lo cual da mas estabilidad y comodidad a la hora de disparar.
Experimento un poco con la forma de sujetar el arma hasta encontrar la posición que me parece mas cómoda.
—Que tu mejilla se apoye contra la culata del rifle y que tu ojo se alinee con las miras —doña Cecilia termina de darme todas sus instrucciones y yo asiento. —Bien, hora de la práctica —añade satisfecha y mi cara debía ser de susto total.
Las personas de servicio colocan unas botellas de vidrio (que no sé de dónde cojones las sacaron) para practicar.
—Todas tuyas —Bastián me da unas palmadas en la espalda y se aleja.
Me situo a unos 45 metros de distancia y me aseguro que el campo este libre de personas.
Controlo mi respiración, coloco mi dedo fuera del guardamonte y lo apoyo suavemente contra él. Cuando estoy listo y cómodo, muevo el gatillo y aprieto con cuidado pero firmemente. Luego, libero y coloco mi dedo nuevamente hacia la parte lateral del gatillo dejando que descanse ligeramente.
De las siete botellas que colocaron, le doy a cuatro, no estaba nada mal teniendo en cuenta que nunca antes había disparado, ni siquiera en videojuegos.
—¿Resolución? —doña Cecilia le pregunta a una persona de servicio a su lado.
—4 de 7 objetivos derribados, Majestad
Ella no dice mas y nos seguimos moviendo hasta que el Rey sisea y hace un gesto con la mano para que nos detengamos.
Señala un lugar en específico, a unos metros de distancia un ciervo se acerca con curiosidad a olfatear la hierba.
—Es todo tuyo —me dice la abuela de Melissa y yo vacilo con el arma en mis manos.
Todos me miran expectantes, como si fuese privilegiado de tener la gran oportunidad de matar al ciervo.
Bajo la presión, me coloco en posición y cargo el arma listo para disparar.
Mantengo el cañon del arma apuntando hacia el ciervo, pero antes de jalar el gatillo, lo elevo unos pocos centímetros, siendo mi objetivo la nada.
Pero casi al mismo tiempo, una segunda detonación se escucha, y veo al ciervo desmayarse.
El tío Arturo si que le da.
—Era de Pablo —le recrimina el Rey a su hermano.
—De todos modos no iba a darle —me da una mirada que no supe descifrar.
—Lo quiero limpio y disecado, que este listo para año nuevo —ordena doña Cecilia.
—Madre, después de cinco años tendrás otro ciervo en tu colección —habla animado su hijo Arturo. —Gracias a mí
Mientras todos se alejan de regreso a la finca, yo no despego mi mirada del ciervo en el suelo, incluso creo no esta del todo muerto porque se alcanzan a escuchar unos quejidos a lo lejos.
Mientras unas personas de servicio se acercan a él, no puedo evitar sentir lástima por el animal.
Encima, creo que decepcione a todos aquí.
❄️
𝐌𝐄𝐋𝐈𝐒𝐒𝐀 ⋆·˚ ༘ *
Estoy tomando un té matcha en la sala principal, cuando veo pasar a mi abuela con su ropa de caza.
Me pongo de pie y voy hasta ella.
—Abuela, ¿cómo les fue?
Ella detiene su paso y fija su atención en mí.
—Ese chico, Pablo... es bueno para ti —es todo lo que dice, se retira con la persona de servicio siguiendo sus pasos y en mi interior sonrío.
Unos minutos después, aparece Pablo con los zapatos llenos de lodo, pero en lo que me fijo es en su mirada apagada.
—¿Qué tal? —pregunto con curiosidad.
—Creo que decepcione a tu abuela
—No digas eso
—Es la verdad, no pude darle al ciervo
—No creo
—Tú ni estabas ahí —se queja como niño pequeño.
—No, pero tú no puedes decepcionar a nadie —le doy un beso corto en los labios. —Lo que necesitas es esto —señalo el plato sobre la mesita.
Es un tronco de Navidad de chocolate que me acababan de traer.
—Lo que necesito es esto —desliza sus manos por mi cintura, me atrae hacia él y en un segundo su boca ya esta sobre la mía otra vez.
Sonreímos sobre nuestros labios.
Solo pido por mas Navidades con él a mi lado.
Espero les haya gustado este especial de Navidad ❤️
Felices fiestas a todos 🎄🎄
Que se lo pasen de lo mas lindo y disfruten con sus seres queridos, los tkm xx !!
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