Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♔ Capítulo 9

╔═*.·:·.✧ ✦ ✧.·:·.*═╗

╚═*.·:·.✧ ✦ ✧.·:·.*═╝

—La casa es preciosa... mas bien diria mansión —comenta Pedri cuando se baja de su auto.

—No has visto lo mejor aún —dice Carla entrelazando sus brazos. —Lo mejor es que la compre para estar un tiempo aquí en Barcelona —añade Carla cuando ya estamos dentro de la casa.

—¿En serio? —pregunta su novio asombrado.

—Sii —Carla y él juntan sus narices y se dan un beso.

—No puedo creer que hagas esto —habla Pedri atónito. —Dejar tu vida en Madrid para venir a Barcelona por mí

—Me gustas mucho Pedri, y quiero pasar mi tiempo contigo

En mi mente ruedo los ojos, si Pedri supiera que Carla una vez se fue a vivir hasta Australia por un simple ex novio. Esto no es nada.

Yo me fui a la sala y aproveché para revisar el móvil mientras Carla le mostraba la casa a los dos.

—Falta el jardín, es por aquí —aparece ella y los chicos por la sala y se dirigen a la puerta cerca de la cocina que da al jardín.

—¿Tienen agua? —escucho preguntar a Pablo.

—Si, en la alacena —le señala Carla el mueble en la cocina. —Esta casa también es de ustedes, siéntanse cómodos por favor

Carla y Pedri salen al jardín mientras Pablo va por agua a la cocina. Desde que llegamos a la casa ha estado serio.

Creí que nada era mas incómodo que estar en una reunión con mis padres y funcionarios pero esto es otro nivel.

Tome el control de la TV y la encendí. Si él no quería hablar, no sería yo quien hablará tampoco.

Solo estaba cambiando los canales cuando me aburrí y decidí revisar el móvil otra vez.

Tenía un nuevo mensaje.

Erick

Ya me enteré que estas de vacaciones en Barcelona, ¿cuándo vamos a Milán en el yate?

Espero no lo hayas olvidado 😉

De seguro Carla subió alguna foto que nos tomamos en el estadio o le dijo algo a Erick, es la única manera de que se enterará. Había olvidado por completo el viaje en yate que le debía.

—Oye, siento lo de hace rato —dice Pablo despues de varios minutos sin que nadie hablará.

Escucho sus pasos desde la cocina, llega a la sala y se sienta a mi lado en el sofa. Guardo mi móvil, ya después le respondería a Erick.

—Lo que dijeron mis compañeros fue por un rumor estúpido de hace tiempo —continua y dirigo mi mirada hacia él.

—¿Te refieres al comentario de que era tu novia?

—Si, siento que escucharás eso —se rasca la nuca.

—No me molestó —sus compañeros solo querían bromear, me daba igual la verdad. —Oye pero, ese rumor de nosotros fue hace ya un año, ¿en serio te siguen molestando con eso? —sonrío para quitar la tensión que se había formado.

—Cuando recién salió si hacían varias bromas de eso, ya después se calmaron. Pero cuando fue el mundial y apareciste en los vestidores, lo recordaron y volvieron a hacer esos comentarios —responde mas relajado. —Ahora que saben que eres amiga de la novia de Pedri, seguirán molestandome un tiempo supongo. A mi no me molesta realmente, pero no quiero que tú te sientas incómoda por eso

¿Por eso estaba todo serio? Si que le afecta lo que dicen, bueno, no soy nadie para opinar en ese sentido porque a mi también me afectan los comentarios de la prensa, pero yo no lo demuestro y Pablo es muy expresivo con sus emociones y eso es malo. Por lo menos en el mundo del que vengo lo es.

—No te preocupes, realmente me da igual que tus compañeros hagan esos comentarios —hago una pausa. —De hecho, prefiero que hagan esos comentarios a que me traten como "Su Alteza" —hago el gesto de las comillas con mis dedos.

—Puedo preguntar algo —dice con cautela.

—Somos amigos no? Puedes preguntar —respondo y él esboza una sonrisa.

—Entonces, ¿tú ya sabías de ese rumor?

—Carla me lo contó —asiento.

—Entonces, ¿tú ya me conocías? —pregunta ahora con interés.

—No realmente, nunca vi una foto tuya, Carla solo mencionó tu nombre —encogo mis hombros. —Y ¿por qué le diste tu camiseta a mi padre? —pregunto con curiosidad ya que estábamos hablando del tema.

—Simplemente quise darsela como un obsequio supongo, si hubiera sabido que iban a decir todas esas estupideces no lo hubiera hecho

—No fue tu culpa, la prensa siempre va buscar algo que decir hagas lo que hagas

—Aún no me acostumbro

—Nunca terminas acostumbrandote —encogo mis hombros.

Nos sonreímos por unos segundos.

—Gavi tienes que ver el jardín —grita Pedri desde la puerta que da al jardín y hace señas con la mano.

—¿Vamos? —me pregunta y nos ponemos de pie.

—Mira, aquí esta muy bien para jugar —comenta Pedri cuando llegamos al jardín.

—Vaya, buen campo —Pablo admira el lugar.

—¿Aquí? —inquiero. —Pero si el lugar esta muy reducido

—Si esta enorme —niega Pedri.

Los dos chicos empezaron a recorrer el terreno y hablar sobre dónde sería perfecto para poner una portería. Si vieran el jardín de mi casa se desmayan.

—No voy a poner ninguna portería ahí —Carla niega con la cabeza.

—Es una portería invisible —Pedri señala la esquina que según él es el mejor lugar.

—Bueno, pero falta el balón, dijiste que me enseñarías a jugar —Carla hace un puchero.

—Para la próxima traeré el balón

Pedri le empieza a explicar unas técnicas de pases a Carla con ayuda de Pablo, me aburrí porque esos temas no me interesan así que entre a la casa.

Unos minutos después noto que Pablo entra y se sienta a mi lado de nuevo.

—Ya se pusieron modo empalagosos —señala hacia el jardín.

Su comentario me saca una risa. Carla siempre ha sido muy cariñosa pero con Pedri esta imparable últimamente.

—¿Tú cuánto tiempo estarás en Barcelona? —pregunta sacándome de mis pensamientos.

—Dos meses y medio —él asiente.

—¿Siempre iras a vernos entrenar con Carla?

—Si tengo ganas de ir si —me encogo de hombros. —¿O te incomoda que vaya? —pregunto refiriéndome por los comentarios de sus compañeros.

Él rápidamente niega con la cabeza.

—No, no es eso. Me agrada que vayas. Pasado mañana tenemos un partido, espero verte ahí también —responde mirándome fijamente con esos ojos color miel.

Me sorprendo por lo que acaba de decir pero no lo reflejo en mi rostro, ¿quiere verme en su partido? Supongo que eso hacen los amigos.

—No me gusta el fútbol —aclaro. —Pero ahí estaré, supongo

Él esboza una sonrisa genuina.

—¿Puedo preguntar otra cosa?

—Hoy estas muy preguntón no? —él ríe nervioso.

—No quiero incomodarte

—Estoy acostumbrada a los interrogatorios

—No es un interrogatorio, solo quiero saber mas sobre ti —se encoge de hombros y nos miramos por unos segundos.

—Yo tampoco sé mucho de ti, ¿qué tal si hacemos un juego de preguntas? —propongo. —Tú preguntas, yo respondo, yo te pregunto y tú respondes y así hasta que ya no se nos ocurran preguntas que hacer

—Vale, yo inicio, ¿qué -

—Yo comienzo —niego interrumpiendolo.

—¿Por qué tú? —inquiere con una pizca de diversión.

—Porque tú ya me preguntaste algo hace rato, no seria justo —respondo obvia.

—Pues pregunta —cuando iba abrir la boca, él añade. —Espera, tenemos que ser honestos con nuestras respuestas —advierte. —Prometelo —me observa serio.

—Lo prometo —este juego se lo esta tomando algo serio.

—Ahora si, pregunta —dice impaciente por que sea su turno.

—¿Y tú no vas a prometerlo también? —entrecierro los ojos mirándolo.

—Prometo responder con la verdad

Levanto mi dedo meñique hacia él.

—Eso es de niños —suelta una carcajada y ruedo los ojos.

—Tu meñique, Pablo

No tiene opciones así que une su meñique con el mío haciendo el pinky promise. Si, puede ser algo infantil pero me gusta hacerlo.

—Mmmm ok —hago una pausa pensando en mi pregunta para hacerlo desesperar un poco. Pero la verdad no sabía que preguntarle así que inicié con algo básico. —¿Color favorito?

—Azul —responde sin dudar. —¿Cómo te lastimate la mano en el McDonald's? —lanza su pregunta esperando ansioso mi respuesta.

Eso es jugar sucio, pienso.

—Fue en el baño

Pablo entrecierra sus ojos mirándome y espera que diga mas.

—En el baño había unas chicas, lo hicieron solo para joder —prometí ser honesta y lo sería.

—Pero -

—¿Por qué te gusta el fútbol? —interrumpo antes de que siga y él suelta un suspiro.

—Desde pequeño era como si no hubiera otra cosa que me apasionara mas que jugar fútbol, era como si hubiera nacido para estar en la cancha, como si el fútbol estuviera impregnado en mi adn —se encoge de hombros. —¿Qué es lo que te apasiona a ti?

Me quedé unos segundos meditando.

—Creo que... aún no lo descubro —si me ponía a pensar en eso, no había nada que me apasionara en lo absoluto, ¿era acaso normal?

La manera en la que Pablo habló del fútbol me conmovió un poco, a pesar de que he practicado varios deportes y tocado diferentes instrumentos a lo largo de mi vida. Todo ello lo he hecho porque me lo impusieron, no por elección propia.

Despues de un buen rato, me quedé sin ideas de preguntas, lo contrario a Pablo que parecia tener muchas.

—¿Cuántos años tienes? —nótese que ya no sabía que mas preguntar.

—18

Abro los ojos sorprendida al escuchar su respuesta.

—¿Qué? —pregunto boquiabierta.

—18 años —repite.

—No puede ser que seas menor que yo —resoplo. —Si pareces de 24  —añado indignada.

—Te muestro mi identificación si quieres —responde sacando su billetera. —Espera, ¿creías que era mayor que tú?

—Si, te ves mayor —respondo con obviedad. —Puedes preguntarle a cualquier persona quién de los dos se ve mas joven y me elegirían a mí

—Entonces, ¿preferirías que fuera mayor?

—Eso realmente no importa —dudo un poco pero no lo demostré. Tal vez es porque estoy acostumbrada, pero siendo sincera me gusta estar con personas mayores que yo.

—Tú tienes 22 no hay mucha diferencia

—¿Cómo sabes mi edad?

—Existe Google, sabes

—O sea que aceptas haberme buscado en Internet —las comisuras de mis labios se elevan.

—Curiosidad, nada más

—Ya

Carla y Pedri aparecieron sentándose en el sillón de enfrente.

—¿Qué hacen? —pregunta mi amiga.

—Pablo tiene 18 años —digo aún procesandolo.

—Si, ya sé —responde obvia.

—Pedri no me digas que tú también tienes 18 —volteo a verlo. Las apariencias engañan.

—¿Yo? Que va —se ríe. —Tengo 20

—Por lo menos tu edad empieza con 2 —digo aliviada.

—¿Quién se ve mayor de los dos? —les pregunta Pablo sentándose mas cerca de mí haciendo que nuestros hombros se rozen.

—Eso no vale, tienen que ser personas que no nos conozcan —ruedo los ojos.

—Tú dijiste "cualquier persona" —imita mi tono de voz.

Intento pellizcarlo del brazo, intento porque no pude jalarle nada de carne de lo duro que estaba así que solo golpeaba el músculo en un intento vano de molestarlo. Pero tensó el brazo volviéndolo aún mas rígido y no conseguí lo que quería.

Solo le doy una mala mirada y él se ríe de mí.

—Había olvidado ese detalle —habla Carla. —Que te gustan -

—Cállate —la interrumpo dándole una mirada severa.

Ella levanta las manos en señal de paz mientras se ríe.

—¿Qué cosa? —pregunta el chico a mi lado interesado.

Carla abre la boca con una sonrisa malvada.

—Cuando teníamos 14, Carla se metió en -

—Vale —rápido me interrumpe borrando su sonrisa. —Hace hambre no? —se pone de pie y va a la cocina.

—Yo quiero saber —dicen Pedri y Pablo al mismo tiempo como niños chiquitos cuando les quitan el Ipad.

Yo simplemente me río de sus expresiones.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro