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♔ Capítulo 17

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Todos habíamos bebido alcohol así que nos quedamos en casa de Ansu.

A la mañana (mas bien, tarde) siguiente, cuando la mayoría despertó ordenaron unas pizzas. Un desayuno muy saludable.

—Melissa, te busca un señor —me avisa Ansu y voy a la entrada.

—Robert, lamento no haberte avisado que dormiría aquí, lo olvide —me sentía mal porque le envie mensaje hasta que me desperte hace media hora.

—No se preocupe, Alteza

—Cuando termine de comer, nos vamos

Él asiente y me sigue, regreso a la sala donde estábamos comiendo la pizza y mi pedazo ya no estaba.

Observo a Pablo masticando enfrente de mí y entrecierro los ojos. Él teclea en su móvil y un segundo después siento la vibración de una notificación.

—Melissa, ¿es tu guardaespaldas? —me pregunta Ansu observando a Robert que estaba en una esquina de la sala.

—Si, ¿les molesta?

—Si —dice Pablo 2 al mismo tiempo que el moreno negaba.

—Robert, ve a inspeccionar el jardín —le ordeno, él asiente y se retira.

Saco mi móvil para leer el mensaje de Pablo.

¿Ya lo olvidaste?

Levanto mi mirada y lo observo confundida, él señala a Erick con la mirada y yo ruedo los ojos.

—Erick no es mi novio, sólo somos amigos —suelto de la nada mirando al dueño del texto mientras esté sonríe.

No sé porque pero todos parecen sorprendidos. Por todos me refiero a Ansu, Pablo 2, Ferran y Balde.

—Hacían linda pareja —comenta Ansu dándole una mordida a su rebanada de pizza.

—Entonces, ¿no tienes novio? —me pregunta Pablo 2 con interés.

—Si —inconscientemente mis ojos cayeron en un chico castaño de ojos color miel. Muy bonitos, por cierto. —Si tengo —respondo segura.

—No tienes —Erick voltea a verme frunciendo el ceño.

—Tú que sabes

—Soy tu mejor amigo, claro que sabría si tuvieras novio —dice obvio.

—¿Y quién es? —pregunta Ferran interesado.

—Luego se los presento

Erick se pone de pie pasando su mirada a Pablo y después a mí. Carla se carcajea viendo la escena.

—No puedes salir con ese —señala a Pablo mirándolo con repugnancia.

—No quería que te enteraras, pero que se le va hacer -me pongo de pie también. —Yo nunca me meto en tus relaciones, así que espero lo mismo de ti —digo seria.

Él niega con la cabeza y se va echando humo.

—¿Qué acaba de pasar? —pregunta Balde confundido.

—Que Gavi y Melissa son novios —responde Pedri sonriendo.

Todos terminan felicitandonos, Pablo se veía muy feliz y en el fondo me alegraba que ya no teníamos que ocultarlo con nuestros amigos, pero no dejaba de pensar en el idiota de Erick, tenía que prometerme no decir nada.

Nos despedimos de todos y nosotras regresamos a la casa. Erick estaba encerrado en su habitación, por mas que lo llamaba no salía pero no pensaba moverme de su puerta.

—Alguien te busca Melissa —me avisa Carla desde el pasillo.

Me dirigo a la sala un poco desorientada pensando en quien podía ser.

—¿Cómo sabes dónde vivo? —cuestiono en cuanto reconozco al chico sentando en el sofá.

—Es muy fácil reconocer el auto —responde poniéndose de pie. —Estuve esperando tu mensaje pero nunca llegó

—Si, lo pense mejor y no me interesa la cita. Te daré el dinero, vale?

—Una lástima —finge estar dolido.

—Te hago una transferencia, deja voy por mi móvil

Regreso a la sala con mi móvil y Erick ya se había dignado a salir de su habitación.

—¿Quién es? —me pregunta serio viendo al pelinegro.

—Soy el chico al que le destruyeron el coche —responde Alexander simple.

Ruedo los ojos y Carla aparece detrás de mí.

—¿Cómo que chocaste el coche? Si recuerdas que es rentado, no?

—No le paso nada —volteo a ver a Carla tranquilizandola. —Eso fue hace días y ni lo notaste —hago una pausa. —Que quede claro que fue Pablo, no yo

—¿Cuánto quieres? —pregunta Erick acercándose a él.

—Quería una cita pero veo que no la conseguiré —responde desilucionado. —2000 euros

—Yo te pagaré —dice Erick sacando su móvil.

—Yo le voy a pagar —le digo a Erick. —No interfieras en mis asuntos

—No se peleen por mí —ríe.

—Cállate Alexander

—¿Eres Alexander amigo de Marcus? —pregunta Erick con interés y asombro.

—¿Conoces a Marcus? —inquiere el otro con sorpresa.

—Si, somos amigos. Yo soy Erick Abascal —sonríe y se dan un apretón de manos. —Él me comentó que próximamente harás una carrera en Barcelona

—Ah, Marcus si te ha mencionado

—Tengo un Ferrari roma spider que no he podido estrenar

—Pues esta perfecto, pasáme tu número y ahí te envío toda la info —intercambian sus números.

—No entiendo que pasa aquí —habla Carla confusa y yo estoy igual.

—El chico de las carreras que Marcus mencionó, es él —explica Erick pero yo seguía sin saber de que hablaba a diferencia de Carla que forma una "o" con su boca.

—Aah ya, ¿tú haces las carreras de autos de lujo?

Alexander asiente.

—Ellas son Carla VII marquesa de Griñon y Melissa la Princesa heredera —nos presenta Erick.

En un instante, Alexander cambia los gestos de su rostro luciendo atónito.

—No tenía idea —es lo primero que dice.

—Si, era obvio —respondo aburrida.

—No tienes que pagarme nada, hoy en la noche haré una fiesta en mi casa, los espero ahí

Antes de que pudiera negarme Erick confirmó nuestra asistencia muy alegre y seguro.

—¿Por qué dijiste que iríamos a esa fiesta? —cuestiono a Erick una vez que Alexander se fue.

—Su familia realiza las mejores carreras exclusivas de autos en España —responde obvio como si eso fuese un argumento válido.

—No me interesa

—He intentado estar en una de sus carreras, pero el cupo es muy limitado y nunca alcanzo lugar —al ver que no digo nada añade. —Si no quieres que les diga a tus padres que estas saliendo con un futbolista insignificante, acompañame. Además, iremos a una verdadera fiesta con personas que si pertenecen a nuestro círculo social

—Yo si quiero ir —Carla plasma una sonrisa en su rostro.

—¿A qué fiesta tú no quieres ir? —digo con sarcasmo y después de pensarlo unos minutos acepto la oferta de Erick.

Voy a la habitación de Carla y la encuentro revisando su armario.

—No invites a Pedri, no quiero invitar a Pablo —ella me observa confundida. —¿Ya se te olvido lo que pasó en el yate? —sigue con la expresión de confusión en el rostro. —Creo que lo mejor es no mezclarlos en nuestro mundo

—Ahora la que dice estupideces eres tú

—Por dios Carla, si NUESTROS amigos son unos idiotas que podemos esperar de desconocidos? Solo quiero ahorrarles un mal rato

—Entiendo tu punto, pero no voy a mentirle a Pedri

—¿Es que ustedes salen juntos siempre o qué? —hablo irritada por la situación.

—Pedri quería venir a verme después del entreno, ¿qué le voy a decir?

—Que vamos a tener una noche de chicas

—Si, con Erick aquí —dice irónica.

—Dile que Erick saldrá con unos amigos —ruedo los ojos con pesadez. —¿Ahora no puedes inventar cosas?

Ella me observa no muy convencida y después de unos segundos habla.

—No voy a mentirle a Pedri. Voy a invitarlo a la fiesta, él ya sabe que puede esperar, será su decisión si quiere ir o no —hace una pausa mirándome. —Tú deberias hacer lo mismo

Ahora resulta que Carla es la novia del año. Me parecía absurdo que no pudiera mentirle a Pedri por mí.

No obstante, después de darle vueltas al asunto, muy en el fondo sabía que tenía razón. Así que llame a Pablo por teléfono y le conte sobre la fiesta, dijo que si iría con Pedri, que le enviará la dirección y allá nos veríamos.

Peine mi cabello en una cola de caballo alta sencilla. No estoy acostumbrada a maquillarme yo misma, pero aprendí algo con todos los maquillistas que he tenido. Después de una mascarilla de 20 minutos, me hice un maquillaje muy clean.

Elegí un vestido que quería usar desde hace mucho y creo que esta es una buena ocasión. Era un poco transparente de diferentes colores, con listones en los brazos y en el área del cuello, acompañado de unas medias oscuras transparentes. No combinaba para nada, pero aún así me puse el collar de osito.

Para mi sorpresa, Carla ya estaba esperandome en la sala, vestía un top plateado con cristales brillantes y unos pantalones negros.

—Te estabamos esperando —se pone de pie. —Amo ese vestido, luego me lo prestas

—Que guapa, vamos a tomarnos unas fotos

Carla acepta feliz y después de varias fotos en el espejo de la sala nos fuimos a la fiesta.

La casa de Alexander estaba a unas cuadras de la nuestra pero no caminariamos ni de broma. Erick se estacionó donde pudo, la calle estaba repleta de coches.

Recorrimos la casa llena de gente hasta llegar al jardín trasero donde había dos piscinas grandes y una barra de bebidas.

Un chico que me resulta familiar se acerca a nosotros y saluda a Erick.

—Hola Marcus —lo saluda Carla.

—Hola Carla —se dan dos besos y voltea a verme. —Melissa hace mucho que no te veía

—Lo mismo digo —me limito a responder.

—Alexander me dijo que ya te tiene apartado tu lugar para la carrera de este año, le impresiono bastante que fueras amigo de la Princesa —le dice Marcus a Erick.

—Ya sabes como pagarmelo —le recuerdo a Erick mirándolo.

Él asiente y sigue hablando con Marcus sobre como su Ferrari iba a ganar. Mientras, Carla y yo fuimos por unas bebidas a la barra.

—Marcus quién era? —le pregunto a Carla.

—Es hijo del diputado del Congreso

-Ah

—Melissa, ven —Alexander me toma del brazo y me lleva al centro del lugar.

Un chico le da un micrófono y él pide la atención de todos. Las personas se acercan y nos rodean.

—Tenemos una invitada muy especial, Su Alteza nos honra con su presencia en mi fiesta —me señala y solo río negando con la cabeza.

Todos gritan y aplauden. Alexander me carga en sus brazos y me pasa con otro chico que me sujeta y ahora la multitud me sostiene impidiendo que toque el suelo.

Después de unos minutos que se sintieron muy largos me bajan del otro lado del jardín y acomodo mi vestido.

Estaban locos, y yo definitivamente necesitaba alcohol en mi sistema.

Regrese con Carla y Pedri y Pablo ya estaban a su lado.

—Diganme que no vieron eso —veo a Pablo y él ríe.

—Buen espectáculo —Pedri intenta aguantarse la risa.

—Su Alteza —Pablo me rodea con sus fuertes brazos y me besa. —Se ve preciosa esta noche

Estábamos teniendo un buen rato juntos tomando unos tragos cuando se acercaron a nosotros Erick y Marcus.

—Las estaba buscando —Erick me observa. —Pedri, Gavi no sabía que vendrían —los abraza como si los conociera de toda la vida, acto que agarró desprevenidos a los futbolistas, pero más a Pablo quién estaba todo tieso procesando el abrazo.

Yo reprimo la carcajada que quiere salir.

—¿Ustedes no son jugadores del barça? —pregunta Marcus con la mirada fija en ellos dos.

—Si, pero ahorita no damos autógrafos ni fotos —responde Pedri.

—Soy culé, encantado de conocerlos —Marcus sonríe y extiende su mano para saludarlos, solo Pedri la acepta.

—No digo lo mismo —por el otro lado Pablo estaba modo serio.

—Muy buena —Marcus ríe pero todos nos mantenemos serios. —Melissa, si quieres algo para entrar en ambiente aquí hay un chico que tiene de todo —señala a un tipo alto que estaba del otro lado de la psicina.

Iba a responderle cuando llegó una persona, le dijo algo en el oído, y se fue después de despedirse.

Erick desapareció poco después y Carla y Pedri fueron a bailar.

—¿Podemos hablar? —me pregunta Pablo cuando estamos solos.

Bebo de mi copa y asiento, me toma la mano y lo sigo. Salimos afuera de la casa, quedándonos en la acera. La música aún podía escucharse hasta aquí.

—¿Te drogas?

—No —respondo de inmediato y él me observa expectante. —Solía hacerlo en algunas fiestas —añado sincera.

—Eres una adulta, sabes perfectamente lo que haces, pero me importas —habla serio. —¿Te vas a joder la vida de esa manera?

Tengo un deja vu de cuando Sofía me dijo algo similar.

—No soy una adicta —respondo ofendida.

—Yo solo te digo esto porque quiero lo mejor para ti

—Lo sé —hago una pausa sintiendo su mirada penetrante. —Eso ya quedó atrás, fue sólo una etapa de mi vida

Él se acerca y me abraza.

—¿Te gusta la fiesta? —le pregunto cambiando de tema cuando nos separamos.

—Si porque estoy contigo —esboza una sonrisa dulce.

—Pero...

—Es solo que se siente un ambiente un tanto... arrogante y pretencioso —añade.

—Si, así funcionan las cosas aquí, entre mas engreído eres más encajas —ambos nos reímos. —No tenías que venir, sé que no te gusta este ambiente

—A donde tú vayas yo quiero ir —me mira con esos ojos que ya eran mis favoritos.

Estuvimos hablando un rato mas antes de volver. Cuando llegamos al jardín, Carla y Pedri seguían bailando. Pablo se ofreció a traerme otra copa y se dirigió a la barra.

—Sofía llegó a ir a algunas carreras que organizaba el primo de Alexander —aparece a mi lado una chica que se veía mayor que yo. —Me alegro poder conocerte al fin, Melissa, me llamo Sara —me ofrece su mano pero no la acepto.

—¿Conociste a mi hermana? —cuestiono seria observandola.

—Éramos amigas, ¿no te habló de mí?

—¿Cuál es tu apellido?

—García

Trato de recordar ese nombre pero estoy segura que Sofía nunca la mencionó. Bueno, realmente nunca me hablaba de sus amigos. Fuimos muy unidas de pequeñas, pero cuando creció inadvertidamente nos distanciamos porque todo el tiempo estaba ocupada y cuando teníamos oportunidad de vernos siempre me preguntaba sobre mí.

—La verdad no —noto que su mirada se entristece. —Pero realmente nunca mencionaba a sus amigos

—Fuimos muy unidas, la conocí en una carrera que organizó el primo de Alexander en Ciudad Real. Después ella me invitó a ir a una carrera ilegal, de ahí no paramos e íbamos juntas cada sábado —sonríe nostálgica. —Fueron buenos tiempos

Sabía que Sofia iba a carreras ilegales porque la descubri escabuyendose en la madrugada cuando yo tenía 13 y ella 17, le pregunté a dónde iba y me lo contó, pero nunca permitió que la acompañara por mas que le rogaba. Siempre me pregunte, si era tan malo como para que no me pudiera llevar, entonces por qué lo hacía?

—Ella me habló mucho de ti —me da una sonrisa sincera. —Te amaba mucho, por eso quería decirte que tuvieras cuidado

La observo sin entender sus palabras.

—Hay un hombre que va a las carreras donde solíamos ir y esta preguntando por Sofía —añade.

—¿Por qué?

—No sé pero pidió hablar conmigo el lunes, si quieres te envío mensaje contándote que quería

—Si, por favor —me da su móvil y anoto mi número personal.

—No es para que te asustes pero no sé, es extraño que alguien pregunte por ella

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