"En mis pensamientos más profundos intento que flores crezcan a tu alrededor, por favor flota en la luz de mi oscuridad"

La mañana llego arrazando con todo, el sol se filtraba por las cortinas mal cerradas, golpeando de forma desconociderada cada rincón de la habitación, Haley se quejo por aquello y busco hundirse más debajo del grueso acolchado, sin embargo las pisadas fuertes en la escalera le hicieron entender que debía levantarse.

Con pereza consiguió sentarse y fue entonces que se preguntó como había llegado hasta su casa, ¿él no estaba en la tienda? Tardo algunos minutos en recordar pequeños fragmentos de sus hermanos arrastrándolo por las escaleras, demasiado idiotas diría él.

Se levanto de la cama a regañadientes, su rosto dolia como el demonio y al verse en el espejo comprendió el porque, un horrible moretón negro se extendía desde su ojo hasta la mitad del pómulo, el chico rubio no se andaba con bobadas cuando se trataba de aquella máquina de Pinball.

Haley acomodo la ropa que usaría y luego se dirigió al baño, lo bueno era que ahora cada uno tenía su propio baño, la casa era antigua y eso le daba una gran estructura. No más competencias mañaneras para ver quien se bañaba primero, aunque Ayden siempre se ofrecía de último.

Cuando el reloj dio las doce su madre les grito que la comida estaba lista, Haley bajo más rápido que sus hermanos, bajo ningún concepto los dejaría elegir la mejor pieza de carne, no iban a ganarle de nuevo en eso.

─Ma, dame la porción más grande.─ Katherine rodó los ojos mientras servía cada plato, sus hijos eran chicos talentosos y educados, solo que algunas veces parecían mandar al diablo los modales y se comportaban como simios. Eso era totalmente heredado de su padre.

─Luego del almuerzo tienen que ir a la casa de los Blake.─ Todos en la mesa voltearon a ver a la mujer con confusión, menos Isaac que intentaba hacer flotar un botón en la sopa.

─¿Quienes son los Blake y por qué deberíamos ir a su casa? ¿Ya vas a abandonar a estos dos parásitos y quieres que vaya a llevarlos?

Ayden golpeó la nuca de su hermanito menor, este se quejo y lo miro de mala gana, al parecer nunca iba a madurar lo suficiente.

─Basta de golpes, aun me deben una explicación del golpe en el rostro de su hermano...─ Haley iba a explicarle a su madre como fue cruelmente abandonado, pero el mayor aprovecho de cubrir su boca a tiempo, entonces Katherine solo siguió explicando. ─Los Blake son nuestros vecinos, hable con el padre y me dijo que sus hijos pueden llevarlos a recorrer el pueblo y a comprar las cosas que nos hacen falta, así que quiero que los tres intenten actuar de la manera más normal posible, ¿entienden lo que les digo?

El silencio fue roto por el plato de Isaac en el suelo y el sonido de sus quejas al ser quemado por la sopa, nadie entendía como podía haber hecho tal desastre.

─Es que no flotaba...

Katherine suspiro y luego se levantó de su silla con fastidio, yendo a la cocina para buscar algo con lo que limpiar aquel desastre.

Sin embargo Haley no podía alejar su mente del vecino, ahora al menos conocía su apellido, ¿acaso no sonaba como el de un personaje principal en una película de terror? Sin embargo le parecía encantador, Blake, ¿debería llamarlo por su apellido o solo "vecino"? Sus hermanos lo sacaron de sus pensamientos cuando comenzaron a juntar los platos, él también se levanto y entonces noto que apenas había tocado su comida, otra vez pasaba lo mismo.

Mientras Halye lavaba los platos, Isaac subió a cambiarse y el mayor lavo el piso sucio, su madre en cambio se dirigió a su recamara para cambiarse ya que tenía una reunión importante con uno de sus clientes.

Ayden encendió la radio de la sala y de inmediato "Help!" De los Beatles, se reproducio por todo el lugar, Haley tarareaba la canción en la cocina mineras que el mayor cantaba con la escoba como micrófono. Cuando acabaron sus tareas, ambos decidieron esperar a Isaac fuera y tan sólo unos minutos después los tres estaban juntos.

─Demoras demasiado, ¿estabas cambiandote o intentando que un fideo saliera de tu nariz?

─Muy gracioso, tarado.─Ante la respuesta de Isaac, ambos comenzaron a pelear, Haley los rodeo y siguió caminando unos metros hasta llegar a la puerta de los Blake.

Sus manos estaban temblando y solo tal vez, su estómago dolia por los nervios, ¿eso era normal? Conocía al chico hacía somo cuarenta y ocho horas y él se había encargado de dejarle en claro que para nada le caía bien.

Cuando consiguo tocar el timbre, la puerta no tardo mucho en abrirse ante él, su vecino estaba ahí con la mirada clavada en el suelo, Haley se preguntó si ahora le cerraría la puerta en la cara.

El silencio no era del todo incómodo, pero agradecia que la niña de la otra vez saliera detrás de su hermano y lo saludarla de forma tan enérgica, le recordaba un poco a sus hermanos.

─¡Hey! Tú eres el vecino lindo que se mudo de California, ¿verdad? Mi hermano dic...

Gwen fue interrumpida por Finney, él la empujó suavemente fuera de la casa para cortar la charla, Haley lo observo en silencio y fue entonces que se preguntó de qué hablaba ella. ¿Acaso su vecino hablaba de él? ¿La descripción que la chica dijo venía de parte de Blake?

─Por cierto, me llamo Gwendolyn pero todos me dicen Gwen, mi hermano se llama Finney y todos le dicen Finney, no son muy originales con él.─Isaac se rio de eso mientras que los presentaba a los tres, alguna especie de broma entre hermano que Haley no comprendía.

Sin embargo, ahora sabía el nombre del chico de la ventana, Finney Blake sonaba increíble e internamente se cuestiono como sonaría decirlo en voz alta. Tal vez sonaba tan bien como su melodía favorita de Queen, ¿cómo sería su voz? Tal vez tan perfecta como la de Michael Jackson, de todas formas quería saber, conocerlo y solo tal vez, pasar horas sentado admirando sus encantadores rulos castaños, ¿cómo podía brillar tanto bajo la luz del sol y verse tan encantador bajo la lluvia?

Haley se mantuvo detrás del grupo, Finney iba junto a Gwen sin decir nada, sin embargo el trío de charlatanes no cerraba la boca, parecía que todo podía ser cuestionado por esos tres.

El camino hasta la tienda principal fue largo, Finney empujó un carrito de compras que luego fue arrebatado por su energética hermana menor, Isaac por otra parte no paraba de tomar cajas de cereales y cuestionar cual era mejor, al final llevo ambos.

La tarde se le escaba de las manos como arena, si pudiera desear mas tiempo él seguramente lo haría, porque necesitaba toda la eternidad para apreciar correctamente a un chico como Finney Blake.

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¡Hola! ¿Qué tal están?

Soy yo de nuevo actualizando, este capítulo fue muy lindo de escribir por el simple hecho de que lo hice mientras llovía, para variar el viaje en autobús me inspira.

Espero que estén teniendo una buena semana, recuerden tomar mucha agua con los colores y cuidarse. Nos estamos leyendo.

~besos