✩ Notas del autor: ¡Hola mis bonitos lectores! Dios, este hiatus ha sido todo un caos, de hecho iba a participar en esta dinamica con otra trama, algo mucho más tragico y de un AU! Royal la que logro tener 16 capítulos terminados pero entre en una crisis horrible de escritura, trabajo y vida en general así que termine abandonando esa trama. Y no creía que participaría en algo, pero este tema me estaba picando las manos y como estoy pasando por un periodo tortuoso ya en mi trabajo necesito botar cosas que me den confort, aka, este fic.

✩ Género: Omegaverse/ Friends to lover/ Fluff/ Confort/ Slow burn.

✩ Ship: AshEiji/ WongLung/ MaxGriff.

✩ Advertencias: Este fic contiene descripciones explicitas de un transtorno alimentario tanto en conductas restringivas como purgativas. Es importante advertirles que los transtornos alimentarios se "comen" el cerebro de las personas, entonces mientras más tiempo llevan o más grave es el cuadro más rigidas se vuelven y esto no es algo voluntario, no por nada este es el transtorno psiquiatrico más mortal que existe y con menor tasa de remición. Por ende, se pide empatia, acá se vera el proceso duro, crudo y lo más realista que pueda escribir, ya saben que esperar más o menos. En resumen, este fic es asqueroso por lo explicito que es el transtorno y poco a poco la anorexia se va externalizando hasta tomar forma de personaje, tengan eso en cuenta si quieren seguir leyendo, además, el transtorno alimentario no es un transtorno de comida, tiende a ser un transtorno de familia, así que hay harta terapia familia acá. Si están de acuerdo con todo esto, bienvenidos sean~

—Aslan, por favor. —Su mirada jade se pasea con desgano frente al plato de sopa que tiene enfrente de la mesa, la comida luce aguada, fofa y poco apetitosa—. Por favor come, te prometo que no tiene muchas calorías.

—Griff, no sé. —¿Por qué tienes que hacer este show todas las mañanas? Solo deja que me vaya.

—Es una sopa liviana, de verdad. —Le ruega con las manos tensas en el mantel, está sentado al lado derecho y Max al izquierdo—. Es light.

—Mhm.

Una sopa con fideos tiene aproximadamente 158 calorías y es más grasa que cualquier cosa, ¿Griffin de verdad espera que se coma esto? Es decir, podría hacerlo, pero luego tendría que ir a purgar, Ash no se siente con ánimos para ir a vomitar antes de clases y ni hablar de hacer ejercicio (está agotado, se acaba de levantar y todo pero está agotado) entonces, restringir es la solución más racional y está a punto de decirlo, sin embargo se encuentra con los ojos azulados de su hermano mayor, maldición.

Griff está tan preocupado.

Griff ha estado intentando pagarle tratamientos aunque no tienen mucho dinero, lo sacó del pueblo para traerlo a la ciudad por lo mismo, en Cape Cod si te enfermas de algún trastorno alimenticio te mueres, acá hay más oportunidades entre comillas. Pero la sopa está aguada. Tiene 158 calorías. No puede retener nada en su estómago. No quiere vomitar ni hay tiempo para ejercitar. Debe restringir.

—No puedo. —Entonces debe admitirle—. Perdón.

—Realmente no entiendo, chico. —La mirada de Max es paternal, refleja impotencia y se ve cansado y tan cansado que le da la impresión de que tener que lidiar con Ash lo agota más que Irak—. Es solo comida, ¿no puedes hacer el esfuerzo para dar al menos un bocado?

Pero me esfuerzo, viejo.

Quiero comer.

Pero no puedo.

Llevo muchos años jodido en esto y ya no sé cómo vivir con la comida.

«Anorexia atípica» es el diagnóstico que el psiquiatra le dio.

Aslan no se encuentra especialmente bajo peso gracias a los cuidados de su familia y a pesar de todo han logrado mantenerlo estable, por eso es "atípica" Ash no es especialmente delgado, de hecho su contextura se encuentra dentro del rango esperable para su edad, no obstante, cumple con los otros criterios como un terror irracional para subir de peso, la distorsión corporal, conductas (o actos) que interfieren con la subida de peso, sumando que es del tipo de anorexia más jodida al ser "purgativa", es decir, se le añaden conductas como vómitos, laxantes, diuréticos, ejercicios y ayuno.

No sabe cómo empezó.

Pero sí sabe que los trastornos alimentarios son lo más jodido que existen: son los trastornos con la tasa de mortalidad más alta registrada, afectan absolutamente todos los sistemas del cuerpo, tienen síntomas depresivos, vuelven rígida a una persona al nivel del cerebro, la comida pasa a usar el 90% del espacio mental todo el tiempo y además, solo el 30% se recupera.

El caso de Aslan sin duda es atípico (valga la ironía) puesto que él es un hombre y además es un alfa.

—Me voy a la universidad. —Finalmente dice levantándose de la mesa, la sopa se ha enfriado.

—Aslan. —Entonces Griff le suplica porque llevan años luchando con esto y están agotados del tema, pero otra vez, no es algo que pueda solucionar "echándole ganas" como a veces dice Max—. Llévate al menos el almuerzo que te preparé para clase, es casi pura ensalada.

¿Para qué? No me lo comeré o lo vomitaré de todas maneras.

No tengo tiempo para estar bien.

—Por favor. —Le ruega con los ojos llorosos y lo mata verlo así de impotente—. Por favor, llévatelo.

—Bien. —Porque a fin de cuentas, está obligándolo a sentarse en primera fila y ver cómo se destruye a sí mismo—. Gracias por preocuparte tanto por mi salud, Griff. —Entonces le miente ya que siendo honesto preferiría que fuera un hermano desligado y no le importara dejarlo morir en paz, Ash sabe para dónde va esto, pero a veces cuando llevas tanto tiempo ahogado pierdes toda esperanza sobre volver a salir y eso es válido—. Te amo.

—Oh, Aslan. —Han pasado por un desfile de malos profesionales, se han quedado pobres e inclusive Max con sus ahorros los ha invertido para que su salud siga igual de mal—. También te amo.

—No me dejen fuera de esto. —Max gimotea, es inmaduro a pesar de tener como 50 o 60 años (no es cierto, ni siquiera llega a los 40 pero es divertido molestarlo)—. El pequeño Maxie también quiere amor.

—No te llames así. —Entonces chilla—. Es asqueroso.

—A mí me parece lindo. —Y claro que Griffin le da la razón a su esposo feo antes que a su hermanito bebé—. Maxie, creo que usaré ese apodo.

—Si empiezas a usar ese apodo me largo de la casa.

—¿Y a dónde te irías a vivir? —Buen punto, Ash no tiene amigos ni dinero y regresar a Cape Cod con Jim no es una opción muy atractiva.

—A la biblioteca pública. —Entonces proclama—. Me iría a vivir a la biblioteca.

—No creo que eso le guste a la bibliotecaria.

—No se daría cuenta, esa señora nunca está muy atenta a nada. —De hecho, está seguro de que se podría estar muriendo en una de las mesas y la mujer en lugar de llamar a una ambulancia lo dejaría dormir una "siesta"—. Podría dormir ahí gratis y sobrevivir con perritos calientes robados.

—Qué no te comerás. —El más joven se tensa con el comentario, ni siquiera logró concretar el toque antes de que viniera otra bomba pasivo-agresiva pero no lo puede culpar.

—Sí. —Es verdad y Ash ríe—. Es cierto, creo que no sería bueno. —Se aparta antes de poder fundirse entre los brazos del omega o de Max, no quiere que lo toquen, a veces pasa esto, sabe que no es en mala intención ni nada, pero a veces Aslan queda reducido a una enfermedad y es jodidamente duro ser tratado de esa manera por quiénes ama—. Mejor me quedo acá.

—Aslan. —Griffin sabe que la ha jodido—. No quise decir eso, lo siento.

—No. —El lince se abraza a sí mismo—. Fue justamente lo que quisiste decir y está bien, no te sientas culpable por algo que fue honesto, ese terapeuta dijo que tenías que sacar las emociones, ¿verdad?

—Pero no así.

—Voy tarde a clases.

—Tienes clases por la tarde.

—Voy tarde para juntarme con mis amigos.

Pero tú no tienes amigos, ve que ambos quieren decirle.

—Qué te vaya bien. —Max se acerca para revolverle el cabello y Ash odia que lo haga—. Llama antes de volver a casa para que te esperemos como se debe.

—Sí. —Aslan agarra su mochila vacía—. Nos vemos.

Se va.

El apartamento le queda a pasos de la universidad, cuando estaba más enfermo creía que era buena oportunidad para quemar calorías, pero ahora está en un periodo dónde simplemente está agotado, enfermo y hastiado. Han tratado de hacerle una hipótesis comprensiva de sus antecedentes, aunque todavía es incierto el inicio de la anorexia los primeros síntomas parecen haber aparecido los meses que Griff estuvo combatiendo en Irak y se quedó con Jim.

Jim.

Una mierda de papá.

Max puede ser de vez en cuando invalidante e incluso ignorante con sus comentarios pero siempre le ha dicho que no tiene que entenderlo para apoyarlo y eso significa mucho para Aslan, las personas normales no tienen problemas con la comida, para ellos es comer y ya ¿qué tan difícil puede ser? El alfa ha llegado a ser llamado incluso berrinchudo. Pero hubo una psicóloga que cree que se lo explicó bien a Griffin, su hermano le teme a las arañas y ella se agarró de eso diciéndole que para Ash comer implicaba tener una araña en la cabeza al menos durante las cinco comidas y saber que tendría que enfrentarla todos los días lo desregulaba, desde ahí se muestra más receptivo al menos.

Pero otra vez, ha estado en tanto tratamiento e incluso ha caído hospitalizado que ya se siente...meh en relación a su enfermedad.

Resignado. Rendido. Agotado.

Meh.

Y además está el tema de los pesajes con la nutricionista, la sesión pasada engordó y Ash se percibió tan angustiado porque apenas había comido, pero engordó gracias a que su hermano le puso cerrojo al baño y eso impidió que fuera a vomitar, se las intentó arreglar con ejercicio y ayuno, pero aun así engordó y le da miedo engordar y nunca poder detenerse. Esta es la "ambivalencia de la anorexia".

La anorexia es una hija de perra, es como si hubieran dos Aslans dentro de él: uno siendo el titiritero de Aslan en relación a la comida y el peso y otro que quiere sanar, están en constante lucha y mierda, Aslan se cansa de estar en guerra interna todo el tiempo y más si la mayoría de las veces gana la voz mala (por así decirlo). Es una mierda. Está enfermo y tiene miedo. Tiene anorexia y la anorexia se lo está comiendo. Ama la comida pero no puede comer.

Es lo que es.

Soy lo que soy.

Al menos se las arregla para llegar a clase, se sienta en un rincón del salón, está vacío todavía aunque no le sorprende ni le importa, en su lugar, prefiere sacar su novela favorita y distraerse: si realmente les interesa lo que voy a contarles, probablemente lo primero que querrán saber es dónde nací, y lo asquerosa que fue mi infancia, y qué hacían mis padres antes de tenerme, y todas esas gilipolleces estilo David Copperfield, pero si quieren saber la verdad no tengo ganas de hablar de eso. Primero porque me aburre y, segundo, porque a mis padres les darían dos ataques por cabeza si les dijera algo personal acerca de ellos.

Sonríe al leer las aventuras de Holden, sin duda «el guardián entre el centeno» es su libro favorito, si hay algo que todavía puede disfrutar es la literatura.

—Oye, idiota. —Por supuesto no puede estar en paz durante toda una hora sin que aparezcan estos oportunistas—. ¿Otra vez estás leyendo? —Vaya, qué observador.

—Estudio literatura, Frederick. —Aslan alza una ceja, bajando el libro, genial, ahora toda la pandilla del neandertal lo rodea—. Siempre estoy leyendo.

—Te llamó Frederick. —Se burla uno de sus hombres—. Es un nombre de mariquita.

—Arthur. —Corrige—. Sabes que todos me dicen Arthur, eso suena mucho más macho. —Ajá.

—No eres tan importante como para que me fije. —Y sí, sabe que es una idiotez gigante confrontarlo sabiendo que no tiene ni un solo amigo en que apoyarse porque ¡sorpresa! La anorexia te deja solo, Aslan nunca pudo hacer un amigo luego de dejar Cape Cod ni recuerda si tuvo antes en realidad.

—No me tientes. —Arthur le quita el libro—. Hay algo en tu cara que me hace querer molestarte.

—¿Eh? Qué curioso, hay algo en tu cara que me hace perder neuronas cada vez que la miro. —Todos los subordinados del sujeto con cabello tan desteñido que es evidente que usa litros y litros de agua oxigenada se ríen, se creen mucha cosa solo por estar en esa pandilla, puff, si Ash tuviera habilidades sociales apuesta que formaría una pandilla mucho más genial.

—¿Qué dijiste? —Arthur lo agarra de los bordes de su camisa.

—Perdón, supongo que usé un lenguaje muy refinado, no debes ni saber lo que significan neuronas.

—¡Ah! —Arthur alza un puño—. ¡Ya lo verás!

—¡Arthur! —Un grito irrumpe el salón—. Deja de molestar Ash, te lo hemos advertido varias veces.

Ay no.

¿Qué es lo único peor que ser molestado por Arthur?

Ser salvado sin pedirlo.

—Tch. —Arthur lo suelta de golpe—. Lo hago porque no quiero problemas con el equipo de pértiga, Okumura. —El pandillero los repasa de arriba hacia abajo—. Ni tampoco con tus perros chinos.

—¿Acaso nos llamó perros? —Un cabello malditamente morado y brillante se abre paso entre toda la multitud, Ash se encoge dentro de su camisa, odia ser el centro de atención y sin duda estos tipos no ayudan a que pase desapercibido—. ¿Acaso quieres pelear? ¿No recuerdas la última vez que te pateé el trasero?

—Fue suerte de principiante, Wong. —El aludido bufa e intenta abrazarlo, sin embargo, el aroma de la comida china inunda sus fosas nasales y Aslan quiere vomitar.

—No me toques. —Entonces reclama, quitándoselo de encima antes de tener oportunidad—. Nunca pedí su ayuda.

—Vaya que eres arisco. —Shorter le resta importancia, mete ambas manos dentro del bolsillo de su pantalón y empieza a bajar las escaleras para sentarse con su ¿novia? ¿novio? Es difícil precisar ante una apariencia tan andrógina.

—Si ellos te están molestando...

—Mira, no tienes que preocuparte por mí solo para mantener tu imagen, Okumura. —Escupe muy a la defensiva pues odia que se metan en sus asuntos personales—. La próxima vez solo ignórame.

—Pero...

—¡Eiji! ¡La clase ya va a comenzar!

—Tus amigos te llaman, vete con ellos.

—Ah. —Okumura luce un tanto dolido por el comentario—. Claro, lamento haberte incomodado.

Y Ash llora internamente por haber sido un patán.

Debe admitir que tiene un pequeño crush con Eiji que surgió una tarde en que accidentalmente miró cómo saltaba y ahí entendió todo el alboroto que en el campus le dan por ser el "fly boy".

Ash nunca lo olvidará porque se elevó alto, muy alto, recuerda que el cielo se iluminó alrededor del omega para darle una apariencia casi de halo, fue deslumbrante y tan deslumbrante que hasta dejó caer su libro mientras miraba boquiabierto cómo volaba y su carácter recatado se transformaba con una fiereza desconocida en una declaración inquebrantable por la pasión. Se vio vivo, tan feliz. Y fue un ave surcando el cielo. Un fénix renacido. Parecía libre. El tipo de libertad que Ash había anhelado toda su vida. La clase de libertad que solo se alcanzaba teniendo alas o siendo Eiji aparentemente.

Etéreo. Puro. Inalcanzable.

¿Cuántos segundos estuvo en el aire? ¿Dos? ¿Tal vez tres? No sabe, pero Eiji puso una cara preciosa.

Te envidio, tú si sabes cómo volar.

Y yo no.

Desde ahí se ha vuelto más consciente de Okumura a pesar de su tendencia a ignorar a los demás y se dio cuenta de que era amable, cortés y tenía debilidad por los marginados (como Aslan) y además es malditamente popular debido a una fotografía que impartieron en el campus de él saltando. Todo el mundo sabe quién es el omega y absolutamente todos tienen una opinión acerca de él. No es que al alfa le importe en realidad, sabe que viven en mundos diferentes y nunca se cruzarán.

—Oye. —Uno de sus compañeros le susurra por lo bajo extendiéndole una lista—. ¿No escuchaste? Tienes que anotarte a ti y a tu pareja para el proyecto de fin de año.

—¿Qué? —Ash palidece.

—Es un trabajo en parejas.

No. No. No.

Esta es la mayor pesadilla para un introvertido con ansiedad social: trabajos en grupo.

Su mirada se pasea frenéticamente por los alrededores del salón en busca de alguien que se localice con las mismas condiciones, sin embargo, todo el mundo parece tener habilidades sociales normales y haber formado ya sus parejas. Ash gimotea, arruga el papel entre sus manos. Hay una pelota cruda, pesada y dolorosa atorada en su estómago. Es ansiedad. Está muy familiarizado con la ansiedad para no reconocerla. Oh, sí. Esa presión en el pecho, las ganas de llorar, el peso en los hombros, todo eso acompañado por un cohete de pensamientos catastróficos que de repente lo lleva a un universo de pura autodestrucción. Lo mejor será pararse e ir a tomar agua, no le importa reprobar el curso, haría el trabajo solo pero ya lo reprobaron por hacer un trabajo solo el año pasado.

Mierda.

¿Por qué deben existir estas instancias?

¡Ugh!

—¿Quieres hacerlo conmigo? —Pero entonces...

—¿Qué?

—¿Quieres trabajar conmigo, Ash? Tampoco tengo pareja. —¿Alguna vez te ha pasado una de esas cosas que no le pasan a la gente real? Sabes que pasan dentro de los libros o de las películas, aunque nunca te esperas que te pasen en realidad.

—¿Qué hay de Shorter? ¿Acaso no son amigos?

—Ah, Shorter está de novio con Yue, por eso me dejaron de lado. —Eiji se lo dice nervioso, Aslan lo nota por su sonrisa temblorosa y el brillo que arde en sus ojos, casi como si temiera al rechazo pero ¿por qué le importaría? No lo entiende—. ¿Quieres? Aún me cuesta un poco el inglés pero prometo poner mi mayor esfuerzo en esto.

—Ah. —Ni siquiera puede responder, solo asiente con la cabeza.

—¡Genial! —Eiji escribe ambos nombres y pasa la lista—. Entonces seremos compañeros el resto de este semestre, Ash.

¿Alguna vez te ha pasado una de esas cosas que no le pasan a la gente real? Sabes que pasan dentro de los libros o de las películas, aunque nunca te esperas que te pasen en realidad. Bueno...

A Ash le acaba de pasar.

¿Qué diablos?

Fuera de lo agresivo que es este transtorno, la verdad el fic es muy adorable en el crecimiento de Ash sea familiar, amoroso, de amigos como personal. Esta trama me apasiona y me gusta mucho, espero que los ayude a entretenerse un poco más e incluso a entender más de este tema que está tan romantizado y no debería. Pero eso~ Parti super encima este fic, tengo 0% de acabarlo cuando debo, pero sí o sí planeo terminar esta trama aunque sea tarde. Oh, otra cosa, en mi borrador fallido para esta dinamica me rompí la cabeza eligiendo roles de género segundario y todo eso, pero acá ya estaba tan quemada que basicamente todos los tops de mis ships son alfas y los bottoms son omegas, yep, solo quería algo de confort gay, por si les molesta.

¡Nos vemos mañana!