Un nuevo día se hizo presente, completando ya un mes entero en que aquel medio hermano suyo, Delirium, comenzó a hacerla pasar un infierno peor de lo que antes hubiera soportado.

Ahora de los golpes había pasado a los intentos de homicidio hacia su persona por parte de ese psicópata; y su pequeño cuerpo pagaba las consecuencias con infinitas marcas de heridas que no lograban sanar pues Delirium volvía a atacar en los mismos sitios, impidiéndole recuperarse.

Estaba completamente débil, ni siquiera tenía la misma movilidad de antes y peor aún era que a pesar de ocuparla en buenas condiciones, Nightmare no hacía nada al respecto; le permitía al contrario ir a herirla cuando y como se le viniera en gana; inclusive luego de todo la enviaba a hacer más trabajos junto a Killer o Dust. Era muy poco eficiente en sus labores, considerando la cantidad de magia que consumía por intentar sanar inclusive algunos de sus huesos que ya habían comenzado a hacerse polvo a medida que los abusos se hacían mucho más horribles y sádicos.

... pero nadie impedía que siguiera debilitándose a tal grado.

Inclusive enfermó. Duró varios días vomitando algo con consistencia similar a la sangre pero de color morado. Cross fue quien se hizo cargo de ella hasta que pudo sentirse ligeramente mejor; aunque luego de todo lo ocurrido, no pudo impedir que una vez consiguiera recuperarse de nueva cuenta Delirium fuera tras ella.

La tenía harta, pero no podía quitárselo de encima.

Era más grande que ella, y mucho más fuerte; además de todo contaba con el apoyo de Nightmare, quien a diferencia de como actuaba con ella, se mostraba orgulloso de todo lo que Delirium hiciera. Tenía todas las de perder contra él.

Pero el destino es un maldito caprichoso, dando un giro inesperado a toda aquella tortuosa situación que la agobiaba.
Comenzó todo un día en el cual decidió ir en contra de las órdenes de su padre... vaya desastre que ocurrió por eso, dándole un giro de ciento ochenta grados a su monótona y tortuosa existencia.

— ¡No iré allá! —ni loca; esta vez Nightmare sobrepasó el límite de lo que la niña podía hacer; aunque era más cuestión de quererlo o no, y a ese universo en específico no quería volver.

— No te estoy preguntando. Ese grupito ya me tiene harto... para darles una lección, irás y asesinarás a su amiguito L...

— ¡No voy a lastimar a mamá! —le gritó con severa molestia pues había colmado su paciencia (y vaya que ella tenía mucha), tan sólo para que el mayor frunciera el ceño y a su vez, Demise se lanzara sobre ella para atacarla por semejante falta de respeto hacia su mayor.

— Más respeto a nuestro padre, pedazo de...

Un raspón en la parte baja de su esternón la hizo caer sentada al suelo. Su ropa había sido rasgada pero... era extraño. Demise jamás fallaba un ataque.

— Hey, esta enana es mi juguete personal, búscate uno propio —se quejó Delirium habiéndose interpuesto entre ambos y mirando divertido a su hermano tal como si esperara a que atacara para devolvérselo; Midnight se quedó en silencio viendo a ambos hasta que el ser de tinta y oscuridad se alejó por su cuenta tras chasquear la lengua.

— Delirium, explícame qué...

— Ninguno va a tocarla, sólo yo puedo dejarla moribunda si se me pega la puta gana, pero ustedes no saben cómo lidiar con esta mocosa para mantenerla recta, pero yo sí. No soy blando como ustedes, y la trato como siempre mereció —comentó ya más calmado, dejando su hacha sobre su hombro tal y como Horror acostumbraba cuando había terminado de asesinar algo, y claro que la niña no pasó desapercibido aquello —. Al próximo que intente algo contra ella, le cortaré la cabeza para usarla de florero; porque me pertenece ahora.

Aunque estaba feliz por no haber sido herida de gravedad esta vez, le incomodaba aquello que su hermano tanto afirmaba.

Eso no acabaría bien.