Claro que la felicidad no duró mucho pues se enteró que Cross era la pareja de su tío Dream, ¿estaba gustando del padre adoptivo de Sunshine? En cierto modo le dio pena, no podía negar que Cross le gustaba mucho, pero no era correcto. Dejó de actuar como una fangirl y comenzó a tratarlo como debía.

Dejó de ser parte de aquellas charlas entre adultos y volvió a su esquina donde a veces Kibou escondía dulces para ella. Su hermano era adorable en cuanto a eso.

Su felicidad duró algunos años hasta que cumplió 10; edad a la que Nightmare le hizo creer que nadie en casa le quería por ser su hija. Primero la negaba y ahora quería llevársela… y efectivamente, accedió a irse con él dejando, sin saberlo, devastada a su familia.

Tenía que seguir las órdenes de Nightmare al pie de la letra para enorgullecerlo. A veces tenía fuertes discusiones con los otros lo que la hacía quedar castigada. Y eso no era lo peor, pues si antes podía vivir con sus muchos hermanos, tener que lidiar con los “lacayos” de su padre era por mucho algo peor. Le miraban de tal manera que resultaba incómodo, a veces comentaban que seguro ella sería igual que Lust y las obscenidades no se hacían esperar, incluso frente a ella le decían que sería una buena puta a futuro como lo fue su madre.

Le daban asco.

Para evitar todo aquello comenzó a usar una túnica que le cubría hasta las rodillas, no podía herirlos por órdenes del mayor así que era el único modo de mantener las miradas alejadas de su cuerpo. Durante las noches que Nightmare la dejaba salir sola se quedaba llorando en algún AU al azar, siempre procurando no tocar Underlust ni Horrortale.

Sunshine intentó muchas veces llevarla de vuelta a casa, Nightmare le hería y por súplicas de ella era que le dejaban vivo y sin cuidado alguno le arrojaban por un portal para dejarlo a su suerte. Dream lo encontraba y al darle la noticia a Lust no podía creerlo; ¿su pequeña no quería volver con ellos?

Se sumió en una profunda depresión durante semanas, Horror hacía lo posible por animarlo, incluso sus hijos. Nada resultaba, Lust continuaba culpándose por la ausencia de su niña, diciendo que quizás lo que le habían dado no fue suficiente.

¿Midnight no volvería a casa?