Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10

Mientras Midnight se cubría entre las sábanas de su habitación, podía sentir a alguien observarla desde un extremo de su alcoba, más hacía caso omiso de dicha situación. En más de una ocasión había sido Demise buscando asustarla y claro, lo conseguía el infeliz.

Pero esta vez no quería abrir sus cuencas. Estaba cansada luego de no haber comido en todo el día por castigo de su padre tras desobedecer una pequeña orden acerca de dejar a Kibou en aquella asquerosa mansión... no iba a obedecer eso, claro estaba, y como siempre se metía en problemas.

Aún cuando una pequeña voz en su cabeza le decía que se levantara o hiciera algo para que aquel que la miraba se fuera, no quiso encararle.



— Si vas a intentar asustarme, para ya, Dem... —alguien cubrió su boca, obligándola a quedarse callada, pero claro, comenzó a forcejear, más aún al percatarse de quiénes se trataba.









Gritaba y lloraba, mientras Dust y Killer le torturaban con algunos objetos punzocortantes y se burlaban de ella con sobrenombres despectivos y cuanta obscenidad se les viniera a la cabeza.

Pero por más que llamara por ayuda...








... no vino nadie.











Cuando los mayores consideraron suficiente castigo, la dejaron finalmente en paz; sin importarles en absoluto que la pequeña llorara y temblara sin cesar. No les provocaba ni lástima con eso, ellos sólo cumplían órdenes y bueno, añadieron un poco de su odio a la niña con todos los insultos que le hicieron durante el castigo.


— Eso te ganas por sacar al enano de la mansión, perra —bramó uno de ellos, a ese punto Midnight no prestó suficiente atención para saber quién fue, sólo continuaba llorando entre hipidos.




La habitación se llenó de algunos gritos por sus altos sollozos apenas se retiraron aquel par de sádicos asesinos... Todas las heridas en su de por sí ya demacrado cuerpo dolían horrible, y entre más lloraba sentía que más ardían.

Estuvo así varios minutos hasta que finalmente se quedó afónica y se vio forzada a llorar en silencio un buen rato, sin dormir ya su última siesta.

La puerta se abrió nuevamente, haciéndola sobresaltar y rogar a sus adentros que no fueran a darle más castigos. Por fortuna, aquel que entró fue Delirium, llevando entre sus manos una bandeja donde habían una taza y un plato con algún postre.



— Listo, hora de despertar, Midn... ¿Midy? —la notó con lágrimas en sus cuencas, cubierta de su peculiar sangre morada. Verla así... le dio coraje. Ni bien dejó la bandeja en la mesita de noche, se acercó a la menor tomando su rostro entre sus manos —Dime quién mierda fue, voy a matar al bastardo que te haya puesto la mano encima...


Ella negó, quiso incluso excusarse para no causarle problemas, pero no podía hablar nada. Delirium suspiró.




— Ya encontraré forma de que me digas... Ten, te traje té de canela con leche... —volvió a negar, por lo que devolvió la taza hacia la bandeja y la tomó entre sus brazos buscando calmarla —Ya, ya, princesa... Tranquila... ahora yo... n-no voy a dejarte sola en absoluto, ¿oíste?

— ... ¿l-lo prometes...? —cuestionó con notoria dificultad para articular las palabras. Delirium asintió, apegándola más a su cuerpo pero teniendo cuidado de no lastimarla.

— Sí. Lo prometo... Por ahora, por favor guarda energías para sanarte y descansa un poco más...











Los abrazos de Delirium eran... lo más cálido que había en ese lugar...

Curiosamente... esa calidez la había sentido antes.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro