Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

06. Casualidades y recuerdos.

Apartir de mañana estaré bajo el nogal del patio, solo por si quieres la verdad.

Él no lo comprendía todavía. ¿Por qué no lo dijo en ese momento? ¿Acaso necesitaba tiempo para poder inventar una excusa?

Estaba agradecido, irritado, feliz y furibundo con respecto a JongSeong. Él era su única amistad en el colegio y debía creerle por el tiempo que respaldaba su amistad, pero por qué justo en ese momento que creía haber salido de su zona de confort e intentar ser un chico normal, igual a los demás de su curso que salen y conocen gente nueva, tienen aventuras y su estilo es increíble.

SungHoon otra vez sentía que estaba estancado en su mente, en ese momento que sus ojos perdieron el rastro de los de Jake porque quería una respuesta, pero a la vez quería irse y arrepentirse de ser tan imbécil con el chico que le dio uno de los mejores día de su vida, solo siendo superado por su cumpleaños número 6.

La caminata al instituto fue como caminar encima de cientos de agujas sin zapatos. La melodía en sus audífonos no silenciaba el sonido de sus pensamientos. Se sentía juzgado con las miradas esporádicas de los demás ciudadanos. ¿En qué momento perdió la cordura? ¿Por qué sentía ese hueco en su corazón?

Al sentarse sobre su banco puso su mochila en su regazo. Buscó aquella botella de jugo, pero no estaba, la había olvidado por no saber separar a su mente de su rutina. Al menos cumplió una parte importante de su motivo de vida: romper la monotonía. Dejó su mochila al pie de sus asiento y al reincorporarse recto dejó sus puños sobre el pupitre.

La primer clase comenzó. Química nunca había sido tan aburrida.

El resto del día pasó como si pudiera correr en línea recta sin escala. Su temido descanso llegó, incluso si aparentaba lo contrario, él lo pensó lo suficiente en tanto los profesores hablaban como locos frente a la pizarra como si alguien pusiera atención en ello, cada alumno tenía su propio desastre en la mente, podrían mirarlos, pero estar encerrados en sus pensamientos, tal como él.

Su corazón buscaba la excusa más estúpida para pasar por ahí «sin el fin de encontrarse con él» y su mente buscaba la forma menos bochornosa de dirigirse a él.

Estaba encerrado en el cubículo más profundo del baño sin siquiera tocar una pared o el mismo retrete. Tampoco quería tener que hablar con JongSeong.

Escuchó como dos chicos entraron al sanatorio y bajaron sus cremalleras frente a los mingitorios justo cuando pensaba salir de ahí.

Dios, ¿esto es una señal?

—Fue excelente.

SungHoon suspiró en silencio, ya quería abandonar ese lugar. ¿Por qué tenían que entrar? De igual manera, no haría algo malo al salir, pero siempre le resultó incómoda la idea de ver a otros hombres hacer sus necesidades a todo color solo para poder entrar o salir del baño en lugares públicos.

—Pensé que sería una mierda luego de todo eso que dijo JiYoon en el salón hace poco —exclamó el segundo.

El chico de lunares en el cubículo se acercó a la puerta. Escuchó algo que le interesaba demasiado.

—Ese chico nos salvó el trasero.

—Pero sigo sin confíar en él.

—Bueno, no todo debe ser específicamente bueno —dijo, poco después se escuchó como una cremallera subió y luego unos pasos acercándose a los lavamanos—. Jake podrá haber hecho cientos de cosas malas, pero nos ayudó, ¿eso no es lo que importa? A nosotros no nos ha dañado.

SungHoon sintió su cuerpo tenso. Estaba seguro que esa fue la señal del universo que necesitaba, eso fue más que una coincidencia.

—Cierto.

Luego de escuchar a los dos lavarse sus manos, abandonaron el lugar hablando de otros temas que para SungHoon fueron triviales, aunque lo primero que dijeron fue la pedrada que necesitaba para entrar en razón.

Salió él también agradecido con los desconocidos, uno con voz demasiado grave y el otro más aguda.

Su presagio comenzó cuando la campana sonó. Él ya iba a mitad de camino. ¿Cuánto había estado meditando?

—¡Púdrete, jodido tiempo! —exclamó y si es que antes lo consideraban un raro, en ese momento fue al triple al oírlo hablar solo y discutir con el tiempo.

Cuando notó lo que había hecho, salió corriendo a su aula con el rostro cubierto de un tono carmín y sus manos jugando entre ellas por nerviosismo.

Las salidas se hicieron la parte más concurrida del instituto. Los salones ya no tenían gente en ellos, la salida llegó.

SungHoon, como nunca antes salió corriendo y golpeándose una que otra vez con columnas o vitrinas en los pasillos. Necesitaba llegar antes de Jake a la salida para detenerlo, pero no sabría cómo lo vería entre todos esos jóvenes, además, su estatura no ayudaría para ubicarlo con muchos chicos que superaban los 180 centímetros de por medio.

Se quedó de pie con los brazos cruzados mirando la entrada, no tardaría mucho en salir, lo suponía.

Solo quería una cosa en el mundo: volver a ese día de incertidumbre a su lado viajando en su moto a punto de morir en las curvas o sentir que por fin alguien quería oírlo hablar sobre sus pasatiempos favoritos y aquello que amaba o tener su chaqueta en sus hombros como si algo más que amistad pudiera suceder.

Pero no había manera, aunque sí podía corregir su error y volver a experimentarlo, solo que tal vez, sin ese mismo sentimiento.

—Jake —gritó en cuanto lo vio salir con sus auriculares puestos. Jake lo miró, SungHoon también—. Necesito hablar contigo.

Shim miró sus lados e incluso tras suyo. Se señaló a sí mismo con su dedo índice y su rostro de confusión ingresó al asunto. SungHoon puso sus puños a un lado de su cintura, en serio no quería pelear de nuevo.

—¡Ah, te odio! —dijo Jake acercándose al menor y retirando sus auriculares de sus oídos—. Pensé que me querías lejos de ti como si fuera posible no extrañar a un chico como yo.

—Ni siquiera me dejaste hablar y ya hiciste eso.

—Oh, lo siento —Puso un mohín en sus labios. Aunque ni siquiera terminó de entender lo que SungHoon había dicho—. No sé de qué estás hablando, pero supongo que es algo malo.

—Bueno, de hecho.

Jake sonrió con ligereza. SungHoon ni siquiera lo notó, pero a pesar de su espontáneo comentario, él se veía apagado, mucho más que cuando lo conoció. También notó como colocó en cierto momento su mano derecha en la parte trasera de su cuello y seguido hizo una mueca.

—Me refería que, eso, haces esos comentarios, me gusta —rio—. Quería pedirte una disculpa, fui un idiota.

—Nadie es más idiota que Jake Shim —corrigió. SungHoon frunció su entrecejo—. Acepto tus disculpas. No hay problema, estoy acostumbrado.

—No es necesario que aclares los rumores. Supongo que nada debería cambiar, a mí no me has hecho algo... confío en ti.

—Pero quería hacerlo.

SungHoon fue quien sonrió en ese momento. No entendía por qué, solo sintió las ganas de hacerlo y no quería aguantarlo.

Jake lo hacía sentir tranquilo.

—¿Quieres la verdad?

Park asintió.

—Sígueme, te voy a llevar a dónde en serio entierro los cadáveres de mis víctimas —ordenó y comenzó a caminar.

—¿Qué?

SungHoon pudo apreciar de nuevo la risa de Jake, era en serio demasiado contagiosa.

—Es una broma.

Comenzaron a caminar juntos, como siempre debió haber sido.

no puedo dormir, me duele la cabeza, así que hice esto <3 ¡gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro