Sentimientos adormecidos
Caía una vez más por este acantilado de la vida. Mi alma atormentada se lamentaba y se arrepentía.
Pues ahora hay un vacío en mí, no sabría decir desde cuándo.
Cerré mis ojos, pensé, busqué la fuente una y otra vez, pero no había nada.
Continúe buscando, necesitaba a qué aferrarme.
Quise pensar que es un mecanismo de defensa creado por mi mente. Después me cuestioné, ¿defenderme de qué? No quería recordarlo.
Dolía.
Insistí. Me aferré a tu recuerdo.
Aún frente a tu ataúd, no pude darte la despedida que te merecías.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro