El penal había sido atajado por el portero de los canguros.

Tristeza, dolor, frustración.

Lágrimas caían de los ojos, no solo de los míos, sino de los más de 30 000 000  millones de hinchas peruanos de manera simultanea, y como no, si acabábamos de ser eliminados del mundial.

Todos tenían la fe, y sus apuestas, puestas en nosotros, no específicamente en la población, sino en la selección de nuestra nación, grandes cadenas televisivas compraron derechos de transmisión porque todos estaban seguros que ganaríamos, las estadísticas y demás estaban a nuestro favor, pero bien dicen que los nervios y una buena estrategia de anulación, funcionan a la perfección para vencer a un rival proveniente de CONMEBOL, una de las ligas más competitivas del mundo.

Y como no, si Perú era una caja de pandora, siempre saliendo con una nueva sorpresa.

Desde nuestra clasificación a Russia 2018, los ojos del mundo ya estaban puestos en nosotros, más que al año siguiente se avecinó la Copa América en Brasil, copa en la cual fuimos Sub - Campeones en la edición del 2019 y en ocupamos el cuarto lugar en la edición del 2021 llevada a cabo en Colombia y Argentina, nos consideraban uno de los grandes de Sudamérica.

Desde nuestra última participación en España 82, nadie nos había vuelto a llamar así, si bien en ediciones anteriores teníamos jugadores de renombre, como Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Paolo Guerrero y Juan Manuel Vargas, o más conocidos como "Los 4 Fantásticos", todos ellos jugando Champions League, sin embargo se dejaban llevar por sus individualidades y no brillaban juntos, y no clasificábamos.

Con Gianluca Lapadula como delantero, Christian Cueva como armador de jugadas y Pedro Gallese como capitán y portero, uno de los mejores de nuestros tiempos, teníamos nuestra clasificación asegurada.

Pero no salió como lo esperábamos.