~ Lluvia ~
Palabras: 524.
Otro tedioso día, nada raro ha sucedido. Los humanos sacan esas cosas con las que se protegen de mí, he oído que les dicen "paraguas", son muy chistosos a veces, aunque últimamente me aburren. Caminan en filas hacía sus casas, el agua corre por las calles limpiando la suciedad y la maldad de éstas, o al menos eso me gusta pensar, que soy un bien, y un "despeje" de todo lo malo que inunda la tierra de los humanitos, para así no llenarme de pensamientos pesimistas, como el de que solo soy un momento en el que ellos se sienten más deprimidos de lo habitual, si soy honesta, creo que Neblina merece más ese título que yo.
Muchos me consideran "deprimente", tanto los humanos como mis compañeros temporales, ¿porqué lo dirán?, ¿será porque siempre mis nubes son grises y opacas?, ¿porque mis truenos asustan a los niños?, ¿porque por mi culpa, Sol no alumbra la mísera vida de esos humanos que me critican?, es curioso como solo por mi apariencia me tachan de algo que no soy. Yo no me siento deprimente, al contrario, siento que soy un aliento de vida para ellos.
A diario los veo quejarse, cuando los densos rayos de la impetuosa Sol alumbran de forma feroz, ruegan porque yo llegue y refresque su tarde. A veces las palabras de mis compañeros son muy toscas, pero, cuando paseo por la tierra, y veo personas sentadas en sus ventanas, deleitándose al verme, algo en mí se siente raro, me parece que le llaman "felicidad", como sea que le llamen, es lo que me motiva a seguir con mi labor, porque verlos tan a gusto por lo que hago, me hace desear perdurar en la tierra para siempre, sin importarme lo que Sol o Neblina digan, si los humanitos disfrutan de mí, yo encantada los visitaré.
A veces tiendo a causar accidentes, ¿pero quién no lo hace?, Sol quema bosques, Niebla provoca choques, Nieve congela todo a su paso, no me gusta que me señalen como la villana de la historia, cuando de todos, creo que yo soy la más inofensiva.
Allí en el parque, por ejemplo, un grupo de niños salen a jugar conmigo casi siempre, nos divertimos mucho, y me hacen sentir querida cuando se hace hora de que Sol llegue, y ellos se entristecen porque no podremos seguir jugando. Aún no me explico la función de los humanos sobre la tierra, desde que los conocí, me parecieron criaturas muy raras y poco agraciadas, en comparación a otras especies, pero no negaré, que han logrado cautivarme, y desear cada día descender para poder visitarlos y jugar con ellos.
Humanitos, sé que ustedes no pueden oírme, no saben ni siquiera que yo tengo vida, pero muchos de ustedes irónicamente, me han dado razones para perdurar en la tierra, sé que quizás Sol y Nieve son sus favoritos, pero yo, Lluvia, los aprecio muchísimo, quizás no a todos, como los que queman la naturaleza y los que me culpan de sus malestares, pero el resto de ustedes, los que tienen una gran bondad en su corazón, son arduos merecedores de mi afecto y gratitud.
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