Pioneros
Avanzar con el exoesqueleto metálico resultaba difícil, pero era la única manera de poder estar en la Luna y trabajar venciendo la falta de gravedad.
La corporación mundial para la que trabajaba buscaba minerales en el satélite, y se había encontrado ónix, wolframio, oro, y alguno más necesarios para la gran empresa que teníamos por delante, como tantalio, pero el ansiado coltán, imprescindible para el instrumental electrónico, apenas se hallaba.
La vida en la Luna era dura, hasta para mí, que me dedicaba más a examinar muestras que a extraerlos.
Lo único que mantenía nuestra moral, incluso nos empujaba, era saber que en la Tierra nos esperaban.
Después de dejar las muestras en el laboratorio, fui a mi cuarto compartido.
Me encontré a mi compañero durmiendo a pierna suelta, daba tales ronquidos que parecían estremecerse las xilografías que había en la pared, obras de nuestros hijos, y que mostraban animales y plantas ya extintos.
Dentro del complejo se había conseguido una gravedad semejante a la de la Tierra y podíamos desplazarnos sin peso extra.
Me duché, y cuando volví mi camarada ya estaba despierto; ahora era su turno, pero comimos algo juntos.
Cuando se marchó me tumbé para ver los mensajes que me había dejado mi familia, era el mejor momento de la jornada.
Hacía ya dos meses que estaba allí y cada día lo llevaba más cuesta arriba.
El primer mensaje era de mi hijo mayor. Al principio un conjunto difuso de píxeles, hasta que conformaron su pequeño rostro sonriente. Y así, todos me contaban sus aventuras diarias. Esos mensajes me daban la vida, aunque siempre acababa llorando.
Cuando la nostalgia se me hacía insoportable, recordaba a mi hermano.
Él fue uno de los que idearon el proyecto, trabajando allí cuando yo era pequeña. Entonces no supe apreciar su sacrificio, en peores condiciones que las actuales, él y otros pioneros construyeron este complejo, dedicó su vida para encontrar componentes que nos permitieran surcar el espacio, en busca de otro mundo habitable, por que la Tierra se estaba muriendo.
341 palabras
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