La venganza guía mis pasos cuando, tras años de persecución, por fin le encuentro: Lord Vangel de Firest, el asesino de mis padres...
Me acerco preparado para cumplir mi promesa, desenvaino la espada y le reto en el callejón oscuro donde lo cité.

—¿¡Dónde tenéis a mi hija, bastardo!?

—A buen recaudo, Lord. Esta será una lucha a muerte, en mi pecho se encuentra la dirección. Si vos acabáis conmigo podréis recuperarla, mas si os venzo me casaré con ella.¡Luchad!

Desenvaina su espada y se abalanza sobre mí con furia. Con un ruido infernal nuestras armas impactan desprendiendo chispas, desvío su hoja y contraataco obligándolo a retroceder, mas consigue esquivar mi espada. Brinca hacia un lado para atacarme por la espalda, pero lo evito de un salto. Frente a frente nos retamos con la mirada, de nuevo arremete pero esta vez lo esquivo, giro sobre mí mismo y con un movimiento certero clavo mi espada en su cuerpo...
Cae ante mí, envuelto en sangre...

—Habéis vencido y vengado a vuestros padres, ellos estarían orgullosos... Sólo os pido que no continuéis la venganza con mi hija. Protegedla y respetadla como vuestra esposa.

—Nos casamos ayer, Lord Vangel...