En la distancia te amo más, si cabe, que cuando te tuve a mi lado. Por eso siento miedo de volver a verte...
Aún revivo aquel maravilloso día en que comenzó todo, hace años: Te vi cuando llegué a clase el primer día. Tú nuevo, yo nueva, estábamos destinados a enamorarnos. Recuerdo mi primera impresión, impactada por tu sonrisa, tu mirada cómplice. Nos presentamos a la clase, sin prestarle atención. Después vinieron las charlas, las complicidades, el amor...
Costó reconocerlo y perdimos un tiempo precioso, de besos y caricias que luego nos faltaron.
Vivimos al límite, quizás demasiado conscientes de que no disponíamos de mucho tiempo.
Compartí mis sueños de escritora, tú los tuyos de empresario. Ambos tan diferentes que se complementaban.
Mas los sueños terminan y el nuestro acabó con mi partida, un nuevo hogar, una nueva ciudad, pero el mismo sentimiento. Te añoré noche y día. Te apartaste de mí por miedo, lo comprendí.
Ahora te volveré a ver, pasados ya diez años...
¿Volveremos a conectar? ¿Me seguirás queriendo como yo a ti?  Desciendo del avión y te veo esperándome. Corro hacia ti, te abrazo y todas las dudas desaparecen cuando nos fundimos en un beso. Juntos de nuevo.