Hace unos meses me sorprendiste y me ilusioné contigo. Estábamos tan cerca y a la vez tan lejos... pero aún sin haber visto cómo eras ya te quería y, poco a poco, tu presencia en mi vida se volvía más importante. Te hablaba y soñaba con nuestro encuentro. En esos meses revelé la mejor versión de mí misma, sólo por ti.

El tiempo transcurría lento hasta nuestra cita, me cuidé, para estar a la altura de lo que esperabas de mí. Soporté el peso de la vida y sentí tu corazón en mi interior. Estábamos unidas y nadie conseguiría romper nuestros lazos.

Nuestra cita a ciegas me tomó por sorpresa, pero ya me había preparado para conocerte. Rodeadas de otras personas las dos luchábamos por la vida y, tras el combate en el que salimos vencedoras las dos, pude ver tu cara, abrazarte y besarte al fin. Nadie te separará de mí pues has vivido en mi interior, te has alimentado de mí y tu corazón ha latido junto al mío. Sólo tú has sido y serás mi amor a primera vista.