Hay una sombra que siempre se dibuja en la pared de mi dormitorio.
El primer día que la noté, busqué algo que la proyectara. No encontré nada.
A veces, cuando el sol entra a raudales en la habitación, ella aparece. Se mueve rápidamente, como si estuviera molesta. Pero de noche la veo plácidamente adormecida.
Nunca me atemorizó.
Cuando llega la hora de dormir, sé que ella, "mi amiga, la sombra", como suelo llamarla, me está esperando. Se ha convertido en mi confidente, pues sabe todos mis secretos. Y si bien no dice nada, sé que está ahí para entenderme y protegerme.
Con ella a mi lado, le dije adiós al insomnio y a la soledad. Y como si se tratara de mi amante, es un secreto que guardo en mi corazón.

ilargiluna
23/4/2022