La Reina Luisa
Soy una reina a la que en ciertos lares, le quitan su corona. Mas, no es mi estatus de nobleza mi principal preocupación.
Mi nacimiento ocurre en difícil ocasión, pues tenemos muy poca tasa de germinación, es algo triste, pero la mejor opción es dar una parte de nuestro cuerpo para así dar a luz a la siguiente generación.
El límite de tiempo que tenemos para poder empezar a crecer desde la siembra es de solamente de cien días, si ese tiempo pasa y no existe ni un brote, ocurre la total perdición.
Nuestros niños deben ser tratados con extremo cuidado y evitar el frío mientras son concebidos, por lo que la mejor opción, es que sea en primavera la mejor opción para la reproducción. En cambio, si son nuestras partes las que damos para seguir nuestra expansión, la mejor opción es evitar el calor, por lo que el otoño es el mejor aliado en esta ocasión.
Para nosotros es mejor vivir en el desierto que en polo, aunque puede que esto sea una exageración, pues no nos podemos comparar ni de lejos con nuestro compatriota; el cactus, pues aunque os sorprenda esta relevación, los dos procedemos de América del Sur.
Podemos pasar mucho tiempo sin recibir agua, por lo que los períodos de sequía no ocasionan nuestra extinción, siendo nuestro mayor enemigo el frío que el calor. Por eso, es mejor estar expuestos al sol, incluso directamente, que estar sumergidos en total oscuridad en las sombras.
Los animales se acercan a nosotros tomando...
-¡Auch!-ahí va otro roedor, que se lleva una de mis hojas para proceder a su devoración, no es extraño que los herbívor...
-¡Ay!-intento agitar mis ramas para me suelte esta vez pero resulto ser el perdedor, por lo que otra hoja, es arrancada en esta ocasión por un felino.
No niego que mi olor a limón, no sea atrayente tanto para herbívoros como carnívoros, pero todos sabemos que la principal motivación de los carnívoros no es la alimentación, si no de proceder a su sanación.
No lo he contado hasta ahora, pero tengo muy poco que envidiar a los medicamentos, aparte de ser plenamente natural. No sabía, de todas las cualidades que poseía hasta que un humano en una ocasión se acercó, mientras leía algo en una caja metálica que vibraba, como habéis visto conozco muchas cosas de los humanos, pero hay algunas cosas que se escapaban de mi compresión. No me gusta recordar ese momento, pues con unas tijeras procedía a cortar mis brazos, por lo para desviar ese dolor trate de quedarme con la información:
-La reina luisa o hierba luisa tiene muchas propiedades entre ellas es antioxidante, anti estrés, digestiva, ayuda a combatir el insomnio...-fueron las palabras que escuche del humano antes de desmayarme pues aunque sea una planta tengo conciencia que en ocasiones se desvanece cuando existe mucho dolor. Por fortuna, mis ramas vuelven a brotar con el tiempo, pero entender que no es un proceso agradable.
Por lo que si habéis oído de la dama de la lámpara, me podéis considerar a mí como la rama de la lámpara.
Palabras:518
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