Capítulo 36
“Siento tu corazón alejarse. Me he estado volviendo loco, he estado anhelando mi brillo y quizás no estaba preparado para ti, pero me escogiste y me volviste a amar.”
-Heartbeat.
[BTS]
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—¿Querer? ¿Cómo que "querer a alguien"? ¿Y sin contarle a tu hyung? Vaya Jungkook, no me esperaba una traición de esta índole por tu parte.
—escucho de repente la voz de SeokJin.
Suspiro frustrado por su intervención mientras él se limita a colocar la comida en la mesa. Giro mi rostro en dirección a Taehyung y este solo me dedica una mirada de arrepentimiento, sé que no tiene intenciones de continuar esta conversación.
—Pero en fin....—continúa Jin hablando, a pesar de tener constancia de que nadie lo escucha.—Te lo dejaré pasar solo porque es una chica linda y parece buena persona.
—¿Y desde cuando estás enterado de ella?—espeto a la defensiva sin poderlo evitar.
—¿No es aquella chica de cabello gris? ¿La dueña de la dichosa agenda y toda esa historia?—profiere con dudas y asiento ante su descripción.—Ah Jungkook, se te olvida que yo lo sé todo. Desde ese día en la casa de verano todos supimos que te gustaba, incluso por cómo te miraba, me arriesgo a decir que el sentimiento es mutuo.
—Igual nunca lo sabré. Ella se ha ido y no tengo idea de dónde pueda estar.
—¿Es eso lo que te tiene así?—pregunta Hoseok con preocupación. Asiento sin reticencia a su suposición y luego el lugar se embarga en un profundo silencio.
Entiendo que ellos no sepan con exactitud cómo afrontar o simplemente consolarme en tal situación, puesto que nunca antes la habíamos vivido. Sí, hemos salido con muchas chicas, sobre todo yo, pero las cosas no pasaban de una noche o unas pocas ocasiones. Nada serio. Esta es la primera vez que mis sentimientos me traicionan, y por ende, es la primera vez que me ven de esta forma.
—No entiendo porqué cada vez que algo preocupante te sucede te encierras en ti mismo. No nos permites saber Kook, así no podemos ayudarte. Y no tienes idea de cuánto nos agobia eso, somos tu familia, solo queremos lo mejor para ti.—murmura Hoseok rompiendo el silencio.
—Es solo que a veces es difícil contar las cosas…no espero que sepan cómo resolverlas cuando ni yo mismo sé hacerlo aún.
—Tal vez, al menos afrontaríamos los problemas juntos. A veces es necesario compartir las cargas porque, aunque no puedas deshacerte por completo de ellas, el peso disminuye y facilita que las puedas sobrellevar. Nosotros cargaremos hasta donde sea necesario con todo lo que llevas Kook, y no nos pesará porque te amamos.—concluye Jin.
—Uhg…hyung, eso sonó muy cursi.—se burla Tae.
No puedo evitar reír un poco, en parte conmovido por sus palabras y por el comentario de Taehyung, en serio agradezco tenerlos en mi vida.
—¡Ya está! No vuelvo a opinar. No se puede ser amable con ustedes ni por una vez. Trío de mocosos malagradecidos que no dejan….
—Come antes de que se enfríe Kook.
—dice Hoseok posicionando el plato frente a mí e ignorando por completo las quejas de Jin, quien continúa chillando como gato en celo sin que nadie le preste la mínima atención.
Observo el plato de Japchae y mi estómago ruge en la urgencia por degustarlo. No me había dado cuenta de lo hambriento que me encontraba hasta el momento.
La puerta se abre nuevamente dejando pasar a Jimin con un millón de bolsas sostenidas en cada extremidad de su diminuto cuerpo, si no me sintiera tan decaído ahora definitivamente le haría burlas.
—¿Trajiste todo?—corre Jin hasta quitarle las bolsas para revisarlas con atención.
—Todo, todo. —murmura Jimin despojándose del cubrebocas mientras jadea, seguramente no le permitía respirar bien bajo todas las compras.
—Pueden dejarlas en la cocina, las acomodaré después.
—Por cierto…¿Qué se sabe de Nam y Yoongi?—pregunta Jimin.
—No menciones a esas escorias en frente de mí.—gruñe SeokJin.
—Está enojado porque se fueron juntos a vacacionar de pesca y no le invitaron.
—me susurra Tae haciéndome comprender la actitud hostil de Jin hacia los ausentes.
—Saben lo mucho que me gusta pescar y no tuvieron la decencia de avisarme siquiera…
—Tranquilo hyung, no comiences a alterarte tú también. Más tarde les llamarás y así podrás aclarar las cosas.—lo reconforta Hoseok.
—Tienes razón…necesito calmarme y para eso no hay nada mejor que unos buenos chistes, para alegrar el ambiente ¿Qué dicen?
—¡No por favor!—bufamos todos al unísono, excepto Jin.
—Gracias por su aceptación, de igual forma era una pregunta retórica, así que voy a continuar. —vemos cómo toma una bocanada de aire preparándose para su próxima estupidez —¿Saben cómo se saca a un elefante del agua?
—¿Cómo?—Jimin es el primero en hablar.
—Mojado.
La escandalosa risa de Jin es lo único que se escucha a nuestro alrededor…y bueno, la de Jimin, que en un final siempre termina riéndose también de sus disparatados chistes.
—¿Otro?
—No gracias. —espeta Tae palmeando su frente.
—Otro ¿Saben lo que le dice el mar a los que se ahogan?—continúa Jin haciendo caso omiso a la negación.
—¿Qué, qué? ¿Qué le dice?—inquiere Jimin con aparente emoción.
—Jimin por favor, no lo motives.
—¿Qué le dice? —vuelve a preguntar ignorando a Hoseok.
—Nada.—responde Jin antes de estallar en carcajadas.
Otra vez su risa…los vecinos van a venir a quejarse.
—No entendí.—murmura Jimin frunciendo el ceño.
—Oh no, por dios.—me quejo en silencio.
—Mira, es fácil, yo te digo ¿Sabes lo que le dice el mar…?
Mientras Jin se concentra en explicarle el estúpido chiste a Jimin, los restantes nos limitamos a ignorarlos por completo.
—¿Por qué no pasas el día de hoy con nosotros? Ven a la casa de verano, al menos por esta noche.—me sugiere Tae.
—No lo sé…
—Vamos, Jungkook. Queremos pasar tiempo contigo, hemos estado distantes estas últimas semanas. No le niegues el gusto a tus hyungs.—lo apoya Hoseok.
—Tal vez lo necesites para así poder relajarte un poco.—continúa Tae.
Me detengo a pensarlo con cautela, tienen razón. A pesar de que no me siento con ánimos, ellos son mis hyungs, mi familia, y no merecen que los haga sentir mal con mi actitud. Toca ser compresivo con ellos, así como ellos lo han sido conmigo durante este tiempo.
—Está bien, pero solo por esta noche.
—¡Hecho!—exclama Hoseok con emoción.
—Y entonces le dice "Nada" porque en el mar se “Nada”. Por lo tanto en verdad no les dice nada ¿Entiendes?
—volvemos a prestarle atención a Jin para percatarnos de que aún Jimin no capta la gracia.
—¡Ah! “Nada” porque ellos no nadan y se ahogan…¡Ya entendí!—dice Jimin con euforia mientras ríe.
—No puede ser posible…—murmura Taehyung sobándose las sienes.
—Bueno. Problema resuelto. Voy con otro ¿Saben…?
—De hecho Hyung…—interviene Hoseok tomando del brazo a Jin para hacerlo callar.—Acabamos hablar con Kook y ha aceptado pasar el día con nosotros, tal vez deberíamos irnos ya para aprovechar el tiempo.
—Iré a buscar mis cosas y a cambiarme, vuelvo enseguida.—Les comunico antes de ir hacia mi habitación.
La casa de verano se iergue frente a mí, trayendo consigo todos los recuerdos de aquella tarde que compartí con ella, incluso las veces que estuvimos a punto de besarnos ese día.
Y me pregunto…¿Si lo hubiésemos hecho en ese momento las cosas habrían sido diferentes?
El solo hecho de pensar en ello me hace darme cuenta de todo el tiempo que perdí en el que pude decirle lo mucho que me importaba.
¿Pero cómo podría hacerlo si a penas nos conocíamos?
Incluso si sabía que me gustaba…el sentimiento de amor creció desde aquella noche en que me besó, fui muy tonto al no darme cuenta antes de lo que sentía.
Pasamos al interior y voy directo a la habitación que en un principio me pertenecía y que ahora se encuentra intacta puesto que no me había dignado a regresar. Preferí quedarme en aquel apartamento porque de alguna manera estando allí creía sentirme más cerca de ella…
La tarde trascurrió con monotonía, pasé un tiempo agradable con los chicos, tengo que reconocer que los extrañaba. Y a pesar de que no me sentía del todo bien, fui capaz de sobreponerme a ese sentimiento para no arruinarles el buen ambiente que habíamos creado.
La noche llegó y como era de esperarse, nadie se encontraba cansado. Así que nos mantuvimos platicando en la sala de estar hasta que el sueño golpeara nuestra puerta, sin embargo lo que llegó a tocarla fue algo más…
—¿Quién es a esta hora? ¿Habrá pasado algo en la empresa?—supuso Hoseok con intenciones de ir hacia la entrada.
—Habrían llamado.—apunta Tae con su ceño fruncido.
—Iré a abrir.—se adelanta SeokJin.
—Ten cuidado hyung, cerciórate primero de quién se trata.—aconseja Jimin desde su lugar en el sofá.
Seokjin se encamina hacia la puerta y nosotros le seguimos en silencio, levemente intrigados por la sospechosa introspección. No es común que nos molesten en vacaciones y más aún porque nadie, a excepción nuestra y de la empresa, sabe que estamos aquí.
—Puede que sea Namjoon o Yoongi.
—susurra Hoseok con discreción.
—No lo creo, habrían llamado antes, sabes que no son de hacer visitas sorpresas.—descarto convencido.
—No hay nadie afuera.—informa Jin después de unos minutos de tensión en los que vigilaba por la cámara de seguridad la entrada de la casa.
Suspiramos con alivio y a la vez confusión. Eso fue realmente extraño. Nos giramos con intenciones de regresar a nuestros lugares cuando la repentina voz de Jimin nos alarma.
—¿Qué es eso?—dice señalando un objeto situado a escasos centímetros de la puerta.
Tal parece que lo han introducido por la abertura inferior de esta.
Seokjin se acerca nuevamente y toma del suelo lo que, desde mi punto de vista, parece ser un sobre completamente en blanco. Nos acomodamos a su alrededor para observar mejor lo que contiene, pero no posee información de remitente alguno.
Jin comienza a rasgar el papel con cuidado hasta dar con su contenido, en el cual únicamente se divisa otra hoja impoluta con solo una forma en su interior.
—¿Qué rayos….? ¿Es un escarabajo?—espeta Tae confundido.
—Espera…me resulta conocido ese dibujo. —en verdad me parecía haberlo visto antes. Pero no estoy seguro del lugar exacto, tampoco sé que significa.
—Tienes razón. Yo también lo he visto, más que eso, sé perfectamente a quién pertenece ¿No recuerdan?—todos negamos a la pregunta de Jin y continuamos mirando confundidos el papel.—Por dios…¿En qué galaxia viven? Hemos convivido por años.
—¿Qué haces? —cuestiona Hoseok en cuanto ve a Jin tomar su teléfono y marcar un número.
—¿No es obvio? Voy a llamar al causante de esta broma, muy caro le va a costar el juego. Seguramente solo quería asustarnos.
De alguna forma termino con el sobre entre mis manos, mientras los otros se dedican a llamar al supuesto culpable de la broma. De repente, la idea de voltear la hoja pasa por mi mente y al hacerlo me encuentro con un pequeño escrito, el cual no habíamos divisado debido a su naturaleza casi imperceptible.
“Ya está cerca”
Esas son las únicas palabras que contiene la presunta carta…
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