"Porque esa luna parecía solitaria, porque parecía que sus lágrimas brillaban en el cielo nocturno... incluso sabiendo que la madrugada llegaría en cualquier momento, quise quedarme en tu cielo siendo una estrella".

-Still with you.
[Jeon Jungkook.]

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—¡Jungkookie!

Me encontraba en mi habitación grabando un nuevo cover para mantener activas mis actualizaciones. La verdad es que tenía un tiempo libre y me sentía algo intranquilo, sin razón aparente.

Todo iba muy bien hasta que escucho a alguien gritar mi nombre, nada más y nada menos que SeokJin hyung, recostado al marco de la puerta solicitando mi atención.

—¿Qué pasa?—estiro mi brazo y apago la cámara para luego girarme en su dirección.

—¿Cómo que "qué pasa"? Se supone que hoy era el día de revisión, tienes que pasarte por la habitación de Nam para que apruebes los arreglos de tu solo. Ya todos han terminado, solo faltas tú.

—Oh, cierto. Lo olvidé completamente.—salgo de la cama y, mientras me coloco mis botas, lo escucho hablar.

—Me he dado cuenta.—me reprende con obviedad.—Desde hace unas semanas has estado más distraído que nunca. Necesitamos enfocarnos bien en lo que nos queda para que podamos tener vacaciones de una buena vez ¿O no quieres eso?

—Claro que quiero hyung. Lo siento, últimamente no he estado muy bien. Pero no te preocupes, prometo terminar todo el trabajo pendiente antes de que empiece el descanso.

—Eso espero. Nunca me habían dado tantos dolores de cabeza como ahora.—lleva su mano a su rostro y con la punta de sus dedos pellizca el puente de su nariz.

—¿Por qué lo dices?—me burlo de su maternal gesto, a veces parece una madre reclamando constantemente.

—Pues por todo.—muestra la palma de su mano y comienza a enumerar con sus dedos.—Tú estás en otro mundo, Tae casi muere en una práctica por algo que ni siquiera ha querido explicar.— qué exagerado.—Jimin...bueno, Jimin es Jimin. Nam dice cosas sin sentido todo el tiempo, Hoseok no para de molestar a todo el mundo y más aún en la noche, Yoongi parece una mujer en climaterio y yo...¡Yo me volveré loco dentro de poco!

—Vamos hyung, no seas excéntrico. Solo estamos ansiosos por las vacaciones, eso supone tener que trabajar el doble para no dejar nada pendiente así que relájate.

Veo cómo pasa sus manos por su cabello y asiente con desconfianza.

—¿Nam está en el estudio?—decido dar por zanjado el tema. Una vez que afirma mi pregunta, me encamino a dicho lugar.

En esta casa tanto él como Yoongi tienen su propio estudio, pero este último lo utiliza mayormente para componer, hay ocasiones en las que desaparece por días enteros. Admiro eso de mis hyungs, son muy dedicados a su trabajo. Me acerco para golpear la puerta, pero me detengo en cuanto lo escucho hablar con alguien.

Mi primera impresión es que tal vez está con alguno de los chicos, pero eso queda descartado en cuanto noto que únicamente se escucha su voz. Por mi mente pasa la posibilidad de que esté hablando solo y no puedo evitar reír por lo bajo.

Como de ser santo no se me acredita, decido abrir sigilosamente la puerta para observar mejor. Tenía planeado escuchar su monólogo personal para luego poder bromear sobre ello con los otros, pero al asomar mis ojos por la hendidura de la puerta me percato de que solo habla por teléfono.

Me dispongo a carraspear para avisar de mi presencia cuando escucho algo que capta por completo mi atención.

—Sí, lo sabía. Sabía que estaba cerca pero no creí que fuese tan pronto.—le dice a la voz del otro lado de la línea.

—Bien, entonces dentro de poco empezará .—hace silencio para oír la respuesta.—No te preocupes, de ahora en adelante yo me encargaré de todo. Prometo avisarte de cualquier situación.

La persona del otro lado de la línea parece responder algo preocupante, puesto que el ceño de Nam se contrae al igual que su mandíbula.

—Lo sé, créeme que he investigado de su paradero pero aún no he sabido nada. Tengo fe en que no haya encontrado lo que buscaba, puesto que de lo contrario no estaríamos aquí.

La voz vuelve a reprochar y mi hyung suspira con pesar para continuar.

—Ten tranquilidad, no tiene forma de saber nada hasta que lo vea. Yo no permitiré que eso pase...sabes que no puedo intervenir en ciertas cosas, entonces dejaré que todo suceda por su cuenta. Pero cuando hayan llegado no perderé de vista el objetivo.

Sonríe luciendo sus hoyuelos y luego se dispone a finalizar la llamada. Lo extraño es la forma en la que lo hace, no logro entender...

—Hablaremos luego Capella, y recuerda "Semper fidelis ad astra per aspera".—asiente con solemnidad una vez más y cuelga.

¿Qué era todo eso?

¿Quién es Capella?

En cierto punto de la conversación parecía preocupado por algo...

¿Tendrá eso que ver con la frase "ya está cerca"? La ha mencionado más de una vez, pero no tengo idea qué pueda significar.

Realmente tengo muchas preguntas, aunque lo que más curiosidad me ha causado ha sido esa última frase en un idioma extraño...¿Qué estará pasando?

Tal vez estoy exagerando la situación y solo fue una conversación de un tema muy trivial...no. Por mucho que quiera convencerme eso, no parecía tratar algo común.

Unos pasos acercándose me obligan a tomar distancia de la habitación y pretender que acabo de llegar. Hoseok llega y me observa elevando sus cejas.

—¿Qué haces espiando?—se cruza de brazos y me observa con seriedad.

Casi me sobresalto cuando habla de repente entre el silencio. Mis manos comienzan a sudar de los nervios...si me ha visto estoy en problemas. Pero no, no hay forma, me aparté mucho antes de que llegara. Respiro con serenidad y le respondo imitando su pose.

—No sé de qué hablas, yo acabo de llegar por el otro pasillo hace un instante.—Hoseok relaja sus facciones y comienza a reír golpeando suavemente mi espalda.

—Lo sé, lo sé. Solo bromeaba, no seas tan amargado.—suspiro con alivio al notar que solo era una broma y le devuelvo la sonrisa.

—Bueno, entremos o Nam saldrá a buscarnos dentro de poco.

—¿También tienes que revisar los arreglos de tu solo?— le pregunto con duda puesto que anteriormente Jin me había comentado que solo faltaba yo por cumplir esa tarea.

—No, ya yo he terminado con eso. Pero Namjoon me pidió ayuda con algo, así que aquí estoy.—vuelve a reír y yo asiento mientras toco la puerta.

—Oh, han venido. Pasen y pónganse cómodos.—se aparta un poco dejándonos espacio para entrar.

Tanto él como Hoseok toman asiento, pero yo prefiero quedarme de pie, de repente me encuentro algo ansioso.

—Y bien ¿Qué necesitas?—le pregunta Hoseok a Namjoon una vez acomodados.

Nam se remueve en su silla y posa su vista sobre mí por unos instantes, luego la dirige al cajón de su escritorio y saca de este un pequeño sobre color crema inmaculado.

—Necesito que por favor entregues esto el sábado. Es de carácter urgente y confidencial, no puede salir de nosotros...así que no tengo a nadie más a quien recurrir.—le extiende el sobre a Hoseok, quien lee detenidamente la información en la parte posterior del papel.

—¿Por qué es para...?

—Porque sí y ya, es algo entre nosotros. —lo interrumpe Nam y agita su mano para aclarar sus palabras.

—Aún así, creo que debería saberlo.

—Hoseok, por favor, es un tema privado. Agradecería que guardaras discreción.

—Está bien lo entiendo...pero lo siento Nam, no puedo ayudarte esta vez.

Namjoon contrae el entrecejo y vuelve a tomar el sobre que Hoseok le regresa.

—¿Por qué?

—Ya tengo planes para ese día...no creo que pueda cancelarlos.—dice apenado rascando su nuca.—¿No puede ser en otro momento? En ese caso sí podría entregarlo.

—No, debe ser el sábado, ya lo hemos concebido así.—suspira con pesar, y en cuanto hace ademán de guardar nuevamente el sobre, decido intervenir.

—Yo podría llevarlo. A diferencia del resto de los chicos, no tengo planes para ese día. —los ojos de Nam centellean de alivio y al instante me ofrece el encargo.

—Por favor Jungkook, es muy importante. No lo pierdas. Te pido que tampoco intentes leer su contenido, si abres la carta sabré que lo has hecho cuando le pregunte...

¿Por quién me toma?

Sé que a veces soy algo despistado y bromista pero...no planeo inmiscuirme en sus asuntos privados.

—Tranquilo hyung, confía en mí. La tarea está en buenas manos.—le sonrío para tranquilizarlo y él asiente complacido por mi respuesta.

Luego de que los tres platicáramos unos minutos más, Hoseok abandona la habitación y nos deja trabajando a Nam y a mí. Estuvimos unas horas verificando los arreglos y organizando algunas cuestiones referidas a nuestras responsabilidades.  Nos habían ofrecido un merecido descanso luego de unos agotadores meses laborales, y a pesar de que eso era algo estupendo, también era un factor de estrés en cierto punto. Puesto que debíamos dejar todo preparado, culminar lo pendiente para nuestro regreso y no dejar nada incompleto que más adelante fuera complicado de recuperar.

Al salir del estudio, pienso en continuar con mi cover. Pero con solo observar lo acogedora que luce mi cama, decido que lo mejor será tomar un descanso.
Sin meditarlo mucho, me doy una ducha caliente y al instante ya me encuentro sobre el suave colchón mientras las sedosas sábanas acarician mi piel.

Coloco el sobre que Nam me ha encomendado en el cajón de la mesilla de noche a mi costado y me dispongo a cerrar mis ojos. El cansancio es tan grande que el solo hecho de hacer descender mis párpados me sume en un profundo sueño.

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Qué lugar tan hermoso. A pesar de no ser la primera vez que vengo, continúa siendo el paisaje más bello que he visto.

No solo por la brisa tranquila y fresca, o por el suave tacto del césped contra mis pies descalzos, tampoco por el espléndido manto cubierto de destellos que levita sobre mi cuerpo...no. Lo que hace de este lugar tan único es nada más y nada menos que su presencia.

Allí está, su cabello se mece con soltura recibiendo las caricias del frívolo viento. Su piel, de una palidez elegante, amenaza con robarle el protagonismo a la luna. Gira su torso con gracia mientras su mirada pueril se cruza con la mía.

No soy consciente de mis pasos hasta que estoy frente a ella. Parece querer hablarme, pero nunca lo hace, tampoco yo lo hago por la simple razón de no saber qué decir. El solo poder observarla para mí es suficiente.

Tras unos segundos tratando de descifrar sus desconocidas facciones, le sonrío. He intentado recrear su rostro con mis pinturas, pero me ha sido imposible, no logro definirlo por completo. Aún así es inexplicable cuánto me cautiva lo poco que esta ilusión me deja apreciar.

No he querido contarle a nadie de ella, no lo entenderían y yo...prefiero guardar solo para mí estos momentos.

Puedo divisar cómo sus pupilas se pierden en mi sonrisa, me gustaría verla sonreír también. En cambio, noto cómo se aleja poco a poco hasta girar su cuerpo y seguir su andar.

No quiero que se vaya, no tan pronto.

—¡Espera!—logro articular por primera vez, ella al escuchar mi voz voltea y me observa ladeando ligeramente su cabeza.

—¿Volveré a verte?—le pregunto en voz baja y al instante me arrepiento cuando noto que se mantiene callada.

Sin embargo, mis ojos captan un pequeño asentimiento de su parte.

—Te esperaré en el sueño de siempre, no llegues tarde...

Y antes de perderse por completo de mi campo de visión, el atisbo de una sonrisa ilumina sus labios.

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