Me gusta estar sola, me gusta el silencio, la tranquilidad, pero a veces anhelo el ruido, el que hacen las personas, el que hacen los corazones.

Me gusta estar sola, pero cuando sé que en cualquier momento puedo tener a alguien y llenar los silencios.

Aprecio a pocas personas que me hacen compañía y hasta aprecio el silencio que creamos en algunos momentos.

No me gusta sentirme sola, la soledad que se instala en el alma, que te hace sentir triste y el silencio pesa en los oídos, pero los pensamientos gritan y crees que tu conciencia te traiciona, pero todo es verdad.

Esos momentos los lleno con música, esos momentos me entristecen, el tiempo pasa rápido y lento, todos siguen y yo me detengo, nadie toma mi mano, parece que me hundo por días.

Me gusta la soledad y el silencio, pero no me gusta sentirme sola, no me gusta el peso extraño que cae en los oídos junto al silencio, no me gusta un corazón triste, los pensamientos turbios, no me gusta dar sonrisas huecas.

Me gusta escuchar otros corazones latir.