Nos mantenemos en silencio aunque aún no aprendí a leer tu mente con telepatía. Me detengo en la posición de indecisión sobre una petición que me recuerdo no romper, aún así espero que pienses en mí justo cuando tú nombre pasa por mi mente, sé que solo reafirmó las acciones al azar sobre creencias imposibles o solo serían lo que llaman casualidad, así nos volvemos ridículamente repugnantes, llenos de esperanzas y deseos, tal vez melancolía, después de todo anhelo en sueños conocerte de nuevo y puede que existamos en un universo paralelo. Si miras esto desde lejos espero puedas sentir las caricias de mis dedos, como un saludo y un hasta luego.