01
Sunghoon apareció en el umbral de la cocina, con sus cejas fruncidas y sus ojos brillando con enojo. Los otros tres presentes se abrazaron entre ellos como buscando fundirse y desaparecer del lugar, pero eso no sucedería. La mirada de hielo del rubio* se clavó en quien sospechaba era responsable del estado de su novio.
—Shim Jaeyoon, qué le hiciste a Niki.— Sunghoon se acercó al mayor de los cuatro, aprentando los dientes molesto.
—¡Yo no hice nada!— Jake exclamó, zafándose del agarre que tenían Jungwon y Sunoo en sus brazos; lo estaban usando de escudo.
—¿Entonces quién? Tu siempre andas haciendo tus cosas raras de brujería.— espetó el rubio, no creyendo lo que Jake decía.
—¡Es astrología, animal! ¡Y yo no tuve nada que ver con esto!
—Hyung...— Sunoo murmuró, queriendo que se detenga y no los descubra, pero fue tarde. Al escucharlo, Sunghoon desvío su atención de Jake hacia él.
—¿Sabes algo de esto, Sunoo?— preguntó sonriendo de manera espeluznante.
Jungwon le dio un codazo bien disimulado a su mejor amigo, y le indicó con la mirada que no dijera nada. Sunoo intentó mantener la compostura, pero la forma en la que Sunghoon lo miraba le estaba provocando mucha presión, no podía aguantarlo.
—¡Fue un accidente, hyung!— estalló, escondiéndose detrás de Jake.
—¡Sunoo, idiota, no tenías que decir nada!— Jungwon lo regañó.
—¡No me digas nada, no tuviste que aguantar su mirada!— el pelirosa lloriqueó.
—¿Qué exactamente fue lo que hicieron?
—Fue un accidente, Niki se comió la poción que hicimos.— murmuró Jungwon.
Sunghoon miró al gatito en sus manos, temblando y acurrucándose contra su pecho. Suspiró pesadamente y suavizó su mirada, calmandose un poco.
—¿Pueden arreglarlo, por favor?— pidió.
—Bueno, verás, hyung...— comenzó a explicar el pelirrojo.
—No sabemos cómo.— completó Sunoo, sonriendo inocente.
Sunghoon sintió un tic en su rostro.
—Cagaron.— susurró Jake, antes de recibir un empujón por parte del menor de todos.
—¿Cómo que no saben? Niki no puede quedarse como un gato por siempre, deben revertir esto.— les dijo malhumorado y en el fondo, un poco asustado. ¿Qué pasa si nunca encontraban la forma de convertir a su novio en humano de nuevo? Él no era zoofilico.
—¿Se convirtió en gato? Que bonito, déjame verlo.— Sunoo se acercó enternecido, imaginando a su amigo menor como un lindo gatito.
El gato se sacudió un poco en su abrazo y Sunghoon lo dejó más a la vista.
—¡Es tan bonito!— el pelirosa chilló de la emoción al ver la carita del gatito, su hocico era blanco pero el resto era gris, con largos bigotes negros.
—Linda será la mierda que voy a dejar en tu cama por hacer esto.— Niki decidió hablar finalmente.
Sunoo gritó asustado y casi se cae de espaldas al suelo, pero logró sostenerse de Jungwon. El pelirrojo terminó por perder el equilibrio y a su vez se sostuvo de Jake. Los tres acabaron tumbados en el piso de la cocina.
—¿Pu-puedes hablar?— preguntó Sunoo, sosteniéndose de la encimera junto a él para pararse.
—Sí, y también puedo arañarte por pendejo.
—Calma, gata.
Niki gruñó mientras dejaba salir sus garritas. —Sueltame Hoonie que lo voy a morder.
—Debiste convertirte en perro, pulgoso.
Sunghoon dejó a Niki en el suelo y el pequeño gato se abalanzó hacia los pies de Sunoo, siendo casi del mismo tamaño.
—Aw, ¿qué piensas hacer, pequeñito?— se burló el pelirosa, agachándose para tocarlo. Pero pronto estaba gritando porque Niki le mordió la mano.
—¡Niki, no!— gritó Jungwon tomando al gatito entre sus manos, pero este comenzó a arañarle y gruñirle. —¡No, déjame! ¡Sunghoon toma a tu novio!— y puso al gato de nuevo en los brazos del mencionado.
—Esto fue divertido, hazlo de nuevo, Niki.— Jake se burló.
—Bueno, ya. Necesito explicaciones sobre esto.— Sunghoon llamó la atención de los menores. —¿Qué fue lo que hicieron? ¿Cómo paso esto? ¿Cómo lo arreglan?
—Yo y Jungwon estábamos muy aburridos y–
—Se dice Jungwon y yo, tarado.— el humano menor interrumpió, recibiendo una mala mirada de su amigo.
—Como decía... Jungwon y yo estábamos muy aburridos, entonces encontramos una página que te enseña a hacer hechizos y pues hicimos uno. La receta decía que el alimento con la poción se debía refrigerar y lo dejamos allí, en una caja que decía claramente "no tocar" pero Niki fue y se lo comió.
—¡En mi defensa, ustedes siempre me roban mi comida también!
—¡Pues–, Esperen, tiene razón.
—No se distraigan, necesito que busquen una solución.
—Bueno, verás... Quisimos volver a la página, pero ya no la encontramos...
—¡¿Cómo que no?!— gritó Niki.
—¡Niki no hables porque da miedo!— Jake exclamó perturbado ante el gato parlante, no es algo que se ve todos los días.
—¡También te morderé a ti! ¡Los morderé a todos!
—¡Ya dejen de distraerse!— Sunghoon ya no daba más, esta situación le estresaba en demasía. —Necesito que ustedes dos,— señaló a Jungwon y Sunoo, —encuentren una solución lo más pronto posible, o me conocerán de verdad y tornaré sus vidas en una eternidad de miseria y sufrimiento. ¿Entendieron?
Los dos chicos asintieron efusivamente, su hyung enserio daba miedo.
—Bien, ahora me voy a dormir, no molesten o los mato.— y se fue llevando a Niki consigo.
Los tres chicos se quedaron en la cocina en silencio, sin saber que hacer. Aunque Jake no lucía tan preocupado pues no era responsable de este desastre.
—¿Qué vamos a hacer, Jungwon?— preguntó Sunoo, dejándose caer en la butaca junto a la isla de la cocina.
—Morir, mi amigo, morir.— contestó el pelirrojo, imitando su acción y reposando su cabeza sobre la superficie.
—Si quieren les puedo ayudar, tengo algunos contactos que podrían sernos útiles.— habló el australiano.
—¿En serio lo harías, hyung?— dijo Sunoo esperanzado.
—Sí, no quieren tener a Sunghoon enojado por mucho tiempo.
—¡Gracias gracias gracias!— los dos chicos lo abrazaron momentáneamente.
—¿Por dónde empezamos?
—Ustedes intenten dar con el sitio web o al menos escribir la receta que usaron, yo iré a hacer unas llamadas.— dijo Jake, saliendo de la cocina.
Talvez no sea tan difícil encontrar la forma de devolver a Niki a su forma original.
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