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6

"Que el dolor no
haga tus días miserables,
pues después de la tormenta
viene la calma, aprende a
esperar, con el tiempo
serás recompensado"

°§°§°§°

-¡¡Maldición!! -

El grito fue acompañado de un fuerte golpe en el escritorio. Inu No Taisho se encontraba furioso, hacía meses que Inuyasha había desaparecido, casi cumplía un año que lo hizo, desde ese entonces, Inu No mandó a sus hombres a buscar al hanyou, estaba desesperado, años cuidando de él para que no se fuera de su lado, él era lo único que le quedaba de su amada Izayoi y lo perdía, ahora se encontraba enojado con el hombre al frente suyo por no traerle buenas noticias.

-Sigan buscando y no regreses hasta que lo encuentres - gruñó al general, este asintió y salió del despacho de su señor.

Inu No se dejó caer en la silla detrás de él, frustrado y con su corazón lleno de dolor, desde que ocurrió el incidente se volvió obsesionado por encontrar a Inuyasha, pero la búsqueda se le hace difícil, no tenía ni un solo rastro de él.

-Querido ¿Te encuentras bien?-

Una muy preocupada Irasue entra por la puerta y se acerca a su esposo, este solo la mira cansado.

-Ya no sé qué más hacer, Irasue, quiero a Inuyasha de vuelta conmigo, quien sabe que le puede estar pasando allá afuera - suspira abrazando a su esposa.

En ese momento entra Sesshomaru, despreocupado y serio como siempre estuvo desde la huida de Inuyasha, llamando la atención de su padre.

-¿Tu qué haces aquí? Deberías estar buscando a tu hermano junto con mis hombres -

-Él no me interesa, no es y nunca será mi hermano, lo que le pase no es de mi incumbencia - Inu No se enfureció al oír esas palabras.

-Pues te importe o no, ahora irás a buscarlo, si no lo haces juro que te quito tu parte de la herencia, estas advertido Sesshomaru -

Este solo se mantiene callado y maldiciendo en su interior, aguantando su furia, ahora tenía que buscar al bastardo o sino perdía todo, genial.

Dándose la vuelta, caminó hacia la salida del palacio, allí se transformó en una esfera de luz y se elevó por los cielos, dirigiéndose a las aldeas más alejadas de la región.

§°§°§°§

En otro lugar, el hanyou se encontraba descansando en una rama de un árbol, había trabajado duro en la reparación de la choza, había quedado bien, sin que los aldeanos se dieran cuenta, había recogido una por una las tablas que ellos no necesitaban, que estaban en perfectas condiciones.

El techo estaba bien junto con el tatami, solo habían hoyos en las tablas que conformaban la pared, y habían sido cambiadas. Kagome le había ayudado en todo, ya estaba muy bien luego de unos días de constante nutrición e hidratación, ella había ido a recolectar frutas y él la seguía desde las copas de los árboles ayudándole a alcanzar las frutas más altas desde arriba.

Pensando en que tenía que conseguir nuevas ropas para ella, aún llevaba la que traía, hecha jirones y sólo tapaba lo importante en su cuerpo.

-Kag, ¿Puedes venir? -

La chica dejó lo que hacía y obediente mente vino hacia él que ahora se encontraba en cuclillas en el suelo.

- Escucha Kagome, iré unos días a los terrenos del oeste, ve dentro de la choza y quiero que te cuides mientras no estoy, no quiero que nada te pase-

-No te preocupes Inuyasha, tengo una prima en la aldea, le pediré que venga, estoy segura que no dirá nada sobre mi paradero y así no estaré sola - dándole una sonrisa se despidió, haciendo lo que él le ordenó y llevando las frutas en un cesto que ella misma había tejido con mimbre.

Inuyasha le devolvió la sonrisa, fue saltando entre las copas de los árboles, pasó cinco aldeas y cada vez más cerca de los terrenos de su padre, escondiendose entre las ramas observando con atención a los soldados y sirvientes que había mandado a buscarlo.

El pueblo más cercano del reino estaba un poco lejos por lo que llegó a este, ya entrada la noche, hoy era luna nueva así que su apariencia era otra, con eso lograría despistar a los que buscaban a un hanyou de cabellera plateada y ojos dorados.

Se recostó en el poste del marco a la entrada de el pueblo, esperaría a los mercaderes que abastecían al pueblo y al palacio del gran Inu No Taisho. Poco después de una hora, el sonido de los cascos de los caballos golpear el pedregoso camino, se hizo presente, alzó su mirada al mercader que traía las riendas e hizo señales para que parara.

La carabana se hizo a un lado del camino, frenando justo enfrente de él, el sirviente se bajó de la carreta y le habló...

-¿En qué puedo ayudarlo buen hombre? -

-Me gustaría saber si... - tanteo las telas de su haori, sacando el colgante y enseñándoselo al comerciante-... ¿Podrías ayudarme? -

El comerciante miró el collar, reconociendo de inmediato el escudo de armas de la familia Taisho.

-¡Mi señor! Disculpe mi error... - hizo un reverencia- No lo había reconocido, príncipe, dígame en qué puedo servirle -

- Tu traes telas finas y futones cómodos importados ¿Podrías darme algunas? -

-Claro señor, tome los que quiera, todo lo que transportamos es para su familia -

-Muchas gracias, pero sólo necesito tres kimonos y dos futones -

El sirviente asintió y buscó lo que le dijo, caminó a la carreta alumbrandose con un pequeño farol y abrió la tapa del baúl donde las finas telas estaban pulcramente acomodadas, sacó un kimono de dos piezas, la parte de arriba blanca y la de abajo roja, luego otro totalmente blanco.

-Su alteza, lamento decirle que no tengo más kimonos, sólo me quedan los de su madre Irasue y no me atrevería a tomarlos-

-Déjalo así... -

-Pero puedo darle esta yukata, no sé para que joven será y tampoco quiero meterme en sus asuntos, pero estoy seguro de que ella necesitará ropa íntima - dijo rápidamente.

-D-damelo también- se sonrojó a la vez que tomaba la prenda- Muchas gracias... -

-Byakuya, señor -

-Entonces gracias Byakuya, pero antes de dejarte marchar debo pedirte otro favor -

-Claro lo que pida, su alteza -

-Consígueme pan y fruta fresca-

-Está bien, pero eso se lo daré por la mañana, a estas horas aún no están vendiendo nada -

-Y una cosa más... No le digas a nadie, ni siquiera a mi familia, que me has visto -

-Se lo juro, no le diré a nadie -

-Bien, te esperaré aquí, en la mañana-

-Sí, tome esto príncipe, le ayudará a que no lo reconozcan, tenga cuidado con su padre, está en histeria desde que usted desapareció -

Byakuya le entregó una capa corta, sólo de hombreras y gorro, la aceptó y se la puso, se despidió del sirviente y este retomó su camino, Inuyasha por su parte decidió visitar sus antiguos aposentos, con cautela esquivó a los guardias a su paso, se paró limpiamente en el borde de la muralla alrededor del palacio, miró los jardines perfectamente recortados tal y como lo recordaba, después de todo sólo había pasado un año y cinco meses desde que conoció a Kagome.

Saltó los tejados cuidadosamente para no hacer ruido y llamar la atención, entró por la ventana observando como estaba su antiguo cuarto, su olor había sido reemplazado casi totalmente por el de su padre.

-Seguramente ha estado aquí desde que me fui...- susurró con algo de pena, su cuerpo palpitó tres veces y se transformó, sus orejas perrunas se colocaron arriba de su cabeza, su cabello cambió al típico color plata, sus ojos volvieron a ser dorados y sus garras crecieron- Esta será la última vez que pise este lugar -

Los primeros rayos del sol se hicieron presentes, iluminaron la habitación pero no era completamente de mañana por lo que tenía que esperar un rato más, se recostó en su cama y sin querer sus párpados se cerraron.

§°§°§°§°§

Abrió asustado sus ojos, se había quedado dormido ¡Maldición! Se levantó de inmediato de la cama, la mañana ya estaba entrada y debía ir con Byakuya, que seguramente ya lo estaría esperando, abrió uno de los cajones del armario y tomó la pequeña manta de su difunta madre. A toda velocidad corrió hacia la ventana cuando oyó el sonido de la puerta abriéndose, sin dudarlo saltó, apañadoselas para bajar por los tejados y salir inmediatamente de allí.

-¡¡INUYASHA!! -

El potente grito de su padre se oyó por todo el palacio alertando a todos los soldados y guardias...










































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Hola, espero le haya gustado, en especial a ti NiKkIRoSeqwp, feliz año nuevo, lleno de cosas buenas para todos ustedes.

Bye Bye

Besos y abrazos😘

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