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21

"Tristeza y felicidad, amor y desprecio, lágrimas y risas
es lo que he recibido
en ésta vida, pero yo decido
lo que puedo hacer ahora
y en un futuro"

°§°§°§°

—Ahora... Sólo quiero pedirte un favor... O mejor dicho un trato—

Inu No se volteó rápidamente hacia el, escuchando con atención lo que su hijo, ahora hecho hombre, tenía que decir.

—Escúchame hasta el final, viejo... Libera a Koga, deja que se lleve la medicina, y yo... Me quedaré aquí, contigo, no volveré a escapar... Pero tienes que cumplir tu palabra, no harás que lo sigan ni nada parecido—

Inuyasha mencionó todo seriamente y con una mirada dura, le dolía dejar sola a Kagome y a sus cachorros pero si así estaban lejos del poder de su padre, lo haría. Inu No se quedó viendo al muchacho, pareciera que estuviera decepcionado de él, había dolor en su mirada, algo que para él siendo su padre le dolía mil veces más que una apuñalada. Suspirando, decidió sin siquiera pensarlo.

—Soldado, lleve al joven Koga afuera, curen sus heridas y dejen que se lleve la medicina, no quiero que lo escolten—  

—¡Sí, señor!—

El sonido de la celda siendo abierta al otro lado de la que estaba Inuyasha no hacía que los dos ambarinos dejaran de verse fijamente, uno con frialdad y el otro con preocupación y culpa.

—Bien- rompió el silencio el menor al mismo tiempo que hacía intentos de levantarse del suelo - Llévame a dónde será mi prisión por el resto de mi vida— dijo amargamente mientras se ponía de espaldas, una clara seña de que le quitara los grilletes.

Inu No no tenía palabras para decirle a Inuyasha lo que sentía, quería hablar, sacar la angustia y el dolor de ambos, no quería ver a su hijo sin ese brillo en sus ojos que lo caracterizaba cuando era pequeño, sin embargo se limitó a pedirle silenciosamente las llaves al guardia y liberarlo. Con la cabeza gacha, Inuyasha siguió a su padre por los pasillos del palacio hasta llegar a su antigua habitación, honestamente creyó que lo encerraría en una mazmorra o algo por el estilo.

—Escucha, Inuyasha... Yo... —

—No voy a escucharte, ya me tienes aquí ¿No es cierto? Sólo has lo que tengas planeado hacer conmigo, no tienes por qué excusarte —

Inu No suspiró pesadamente, ya no podía hacer más nada para hablar con su hijo, sabía que era su culpa que él quisiera conocer el mundo y seguramente lo odiaría en este momento, pero no podía permitirse perder a Inuyasha, Izayoi fue la segunda mujer que más amó y fruto de ello era Inuyasha, el trágico final de ella lo había hecho cambiar, el dolor y la sobreprotección se apropiaron de él y ahora estaba en esta situación con su hijo.

Alargó el brazo y abrió la puerta de la habitación, el platinado menor entró sobándose las muñecas, casi todo estaba en su lugar y el cuarto olía a su padre y poco a él, la ventana tenía unos barrotes de acero especial que no podía romper, era obvio que Inu No hubiera tomado medidas secundarias para mantenerle ahí, pero ya no valía la pena escapar, se había vendido por Koga, al manos él cuidaría de sus cachorros y de Kagome.

Kagome

¿Cómo estará ella? Sería probable que estuviera enojada porque no vuelve pronto, ¿Y Shippo y Hoshi? También Rin, Setsuna y Towa, esas pequeñas que desde que nacieron supo que eran sus sobrinas, hijas de Sesshomaru.

Podría desquitarse y decir todo, pero no lo haría, ya no era ese crío de 17 años que escapó para buscar una nueva vida, dejaría que todo se supiera a su tiempo y no se metería en más problemas, sin embargo la culpa que estaba empezando a sentir se hacía más pesada, debió despedirse adecuadamente de su compañera y decirle lo peligroso que sería regresar, pero no quería preocuparla, ahora lo más probable es que lo odie de por vida por abandonar a su familia.

Suspirando con pesadez, se dejó caer en la cama, levantando una nube de polvo, que si bien Inu No había estado casi todo el tiempo ahí estaba algo sucia, talvez no quería cambiar nada, quería que todo se quedara tal y como estaba.

Durante el resto del día sólo los sirvientes pasaron a su habitación, dejando la comida que supuestamente comería pero sólo bebía el jugo y de vez en cuando tomaba unos trozos de carne, sin duda su estado se volvería deplorable pronto.

°§°§°§°

En otra parte, se encontraba cierto lobo siendo curado y vendado, pronto tendría que marcharse si no quería enfurecer al Daiyoukai que regía en esos territorios, pero éste chico es demasiado terco para entender el peligro que corre su cuello al desafiar las órdenes de su emperador.

—Quiero ver a su Alteza, necesito ver al príncipe Inuyasha—

—Menudo lobo ¿Quién te crees para pedir una cosa así? —

—Soy el hijo de Yusaku, uno de los poderosos Daiyoukais que peleó al lado de Inu No Taisho en la guerra demoníaca, por lo menos deberían respetarlo a él y a mí que soy su descendiente... —

—Basta de parlotear, niño insolente, tu padre fue alguien admirable que me cuidó la espalda, pero tú mancillas su nombre... —la alta figura de Inu No cruzó la puerta de la celda, dejando tenso el ambiente— ¿Que es lo que deseas? Dilo antes de que pierda la paciencia y no sea tan misericordioso contigo—

— Quiero ver a su hijo, a Inuyasha, debo decirle algunas cosas antes de irme... Por favor—

El ambarino mayor frunció más su seño pero con un bufido hizo una seña a uno de los soldados que allí se encontraba.

—Llévalo a la habitación del príncipe y no lo dejes solo ni un momento— amenazó, luego con su estola agitándose tras él, se marchó.

—Bien, ya estás listo, mocoso... ¡Muévete! No vaya a ser que se haga tarde para tu partida— rio el soldado mientras le ponía en pie con brusquedad y le llevaba al sitio antes mencionado.

Subieron escaleras y pasaron por muchos pasillos hasta llegar a la puerta del platinado menor, con unos golpes que no obtuvieron respuesta el soldado abrió, haciendo entrar al moreno pelinegro.

—Koga — suspiró — Pensé que ya te habías marchado... ¿Qué haces aquí ? —

—Quería hablar contigo... ¿Qué pasará con Kagome, con Hoshi? No serás capaz de abandonarlos ¿o sí?—

— No tengo otra opción, no quiero que el viejo los encuentre y los traiga aquí por la fuerza, no quiero que vivan como yo... Menos Hoshinki...

>>Por favor, cuida de ella y mi pequeño, sé que tienes tus obligaciones con tu manada y Ayame, pero no quiero que Kagome se quede sola, ella puede odiarme por dejarla, y lo aceptaría pero yo me odiaría más si sé que está sola y no tiene nadie quién la cuide, no lo hagas por mí, hazlo por ellos.

Koga se queda callado, aún no asimila el gran sacrificio que hace su amigo, dejar su libertad por mantener lejos a su familia de una vida sin respiros, sin embargo acepta.

—Yo... Lo haré... Pero ¿qué pasará contigo? Inu No no sabe qué tienes una familia y tampoco sabe lo de Rin, si se enterara tal vez... —

—No se puede enterar —le corta demandante Inuyasha— Ya dije lo que no quiero que pase... Y lo de Rin y las niñas es asunto de Sesshomaru, él sabe sus responsabilidades, tarde o temprano debe de volver por ella... Ahora vete, Hoshi y las niñas necesitan la medicina, estaban muy graves cuando partimos, pueden morir así que date prisa —

—Bien... No sé cuando te vuelva a ver, así que... Adiós —

—Buen viaje, adiós, Koga—

El moreno le dirigió una última mirada a su amigo, éste continuó sentado y mirando por entre los barrotes de la ventana hacia el paisaje de más allá del pueblo, dónde se encontraba su familia, sin decir más, salió del cuarto y tras él fue el soldado, miró que las botas con la medicina estuvieran bien atadas en su cintura y siguió siendo escoltado hasta la salida.

Ya afuera del palacio, miró tras él, hacia arriba, en la tercera torre más alta se podía apreciar la mancha platinada que era la cabellera de Inuyasha, dio unos meneos de su cola como si dijera adiós con la mano, y luego de un suspiro pesado, emprendió su carrera hasta su destino.

°§°§°§°

En el mismo palacio pero en otra parte, se encontraba un Youkai de expresión fría, su semblante era ilegible pero su mente estaba hecha un torbellino. Sesshomaru se debatía en sí quedarse un momento más en ese palacio o seguir al lobo que acababa de marcharse que lo guiaría directamente hasta Rin.

Él le prometió que volvería con ella, lo hizo, pero su padre se lo estaba impidiendo, la búsqueda de su "hermano" gracias a Kami había finalizado, sin embargo Inu No mantenía cierta paranoia al ver que él se retiraba para atender algunos asuntos respecto al pueblo, aún temía que alguno de sus hijos fuera a desaparecer de la noche a la mañana.

Justamente se encontraba yendo a la entrada del palacio, iba a regresar con Rin, sentía esa presión de volver a verla, volver con esa humana terca que sin duda le había calado hasta los huesos su amor, el corazón frío que tuvo por 600 años estaba empezando a descongelarse.

—Sesshomaru—

—Madre... — su expresión no delató su sorpresa, sin embargo se detuvo frente al nombrado.

—Hijo ¿A dónde vas? — preguntó la mujer.

—Debo atender algunos asuntos—

—Oh... Bien, regresa cuando quieras, cuídate — dijo risueña.

Con un asentimiento siguió avanzando, esperaba que no pasara nada en el tiempo que estuviera lejos, se metería en algún problema si su madre detectaba la relación -si así se podía llamar- entre él y Rin, seguramente pondría todo de cabeza para apresurar la unión, importándole poco que ella fuera humana.

—Sabe algo, después de todo tiene su bola de cristal... — susurró para sí.

—Sesshomaru— 

"Tiene que ser una broma, ¿no?" pensó y volvió a detenerse, girándose esta vez hacia su padre.

—¿Necesitas algo, padre?—

—No, pero ya he enviado a unas tropas a que se encarguen de los problemas en las fronteras, así que no tienes que hacer nada, vuelve a tus aposentos— 

Sesshomaru iba a replicar, pero si lo hacía se expondría demasiado a que descubrieran lo que se traía entre manos, doblegandose únicamente ante su padre, volvió a su habitación, pero no se quedaría ahí, saldría por la ventana.

—¡Inu No! ¿Se puede saber que estás haciendo? Déjalo salir, el pobre no ha hecho más que seguir ordenes tuyas, estará estresado aquí... — Irasue salió al encuentro de su marido.

Sesshomaru decidió aprovechar esa oportunidad que su madre le estaba dando, se escabulló entre los dos Daiyoukais que discutían ajenos a sus movimientos, iría a ver a Rin quieran o no.

°§°§°§°

Hola, Hola, espero se encuentren muy bien y estén acatando todas las medidas de salud, ya sé que últimamente no he estado muy activa aquí en Wattpad pero aquí les traigo un nuevo capítulo después de tanto tiempo, por fin me han bajado un poco la cantidad de trabajos de la Secu pero aún me consumen mucho tiempo, espero sean pacientes (aún más) para la próxima actualización, en teoría no debería decir (escribir) eso porque ustedes han esperado demasiado por una nueva publicación, de verdad lo aprecio mucho y sé que NiKkIRoSeqwp   también, porque es su historia, sólo la publico para que ustedes disfruten de ella.

Pero sí consideren de que tengo que hacer muchas más cosas en mi vida, aparte de escribir que es lo que más amo junto a leer.

En fin, no quiero aburrirlos más, espero que el capítulo haya sido de su agrado, dejen sus votos y comentarios 😄.

Cuídense

Bye Bye

Besos y abrazos 😘

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